El cierre de filas de republicanos con Trump
Ex Presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Foto: AFP
Alejandro Albarrán y Emilia Martínez
Cd. de México (21 agosto 2022).- Si no estás conmigo, estás contra mí. En esta situación parece estar el Partido Republicano respecto al ex Presidente Donald Trump.
El ex Mandatario tiene varias demandas e investigaciones en su contra por evasión fiscal, mal manejo de información confidencial, por intentar revertir el resultado electoral... pero ninguna parece debilitar su imagen, al contrario la fortalecen.
Y los integrantes del Partido Republicano han cerrado, en su mayoría, filas con su líder de facto.
Tras el cateo del FBI a su residencia Mar-A-Lago en Palm Beach, Florida, el pasado 8 de agosto, varios republicanos en el Congreso lo defendieron a capa y espada, expresando su repudio a la agencia y al Departamento de Justicia.
Algunos llamaron a "desfinanciar" o "destruir" al FBI, y otros compararon a la agencia con la Gestapo, la policía secreta nazi.
Si bien hubo quien se expresó con mayor moderación, en general, los republicanos condenaron el registro y lo cuestionaron, exigiendo pruebas al Fiscal General Merrick Garland que justifiquen semejante hecho, "inaudito y sin precedentes", contra un ex Mandatario.
Esa reacción parece haber disipado, por ahora, la posibilidad de fisuras dentro del partido.
"Si me hubieras preguntado hace un mes, pienso que la observación de algunas fisuras estaban más claras", dice a REFORMA Daniel Birdsong, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Dayton.
"Con el cateo del FBI hace más de una semana se ha dado un efecto de agruparse alrededor de Trump que normalmente vemos cuando se trata de un Presidente en funciones, cuando hay una crisis de seguridad nacional u ocurre otro evento importante, pero la semana pasada fue más como un efecto de agruparse entre republicanos".
Incluso las alternativas a Trump dentro del partido, como pueden ser el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, y el ex Vicepresidente Mike Pence, potenciales aspirantes a la candidatura republicana a la Presidencia en 2024, se han callado, apunta Birdsong.
El pasado miércoles, Pence fue cuestionado por la prensa sobre el allanamiento a Mar-A-Lago por parte del FBI. El ex Gobernador de Indiana exigió transparencia al Fiscal Garrland, pero también hizo un llamado a sus colegas republicanos a no atacar a la agencia de seguridad.
"El Partido Republicano es el partido de la ley y el orden", sostuvo.
"Nuestro partido apoya a los hombres y mujeres en las trincheras a nivel federal y estatal, y estos ataques contra el FBI deben cesar. Los llamados a privar de fondos al FBI son tan equivocados como los llamados a privar de fondos a la Policía".
Incapaz de cometer errores
¿Pero en verdad es un partido de la ley y el orden? Rick Wilson, cofundador de The Lincoln Project, organización fundada en 2019 por estrategas republicanos para impedir la reelección de Trump, señaló lo contrario.
"El Partido Republicano ha decidido que Donald Trump no puede equivocarse. En Estados Unidos, el Partido Republicano tradicionalmente reclama ser el partido de la ley y el orden", dice a REFORMA al abordar las posturas conservadoras ante el allanamiento del FBI.
"Y ya no es un partido de la ley y el orden, es un partido al que no le importa la ley si esta se le aplica a Donald Trump. En cierto grado, el Partido Republicano ha tomado la redada del FBI y la ha convertido en un ataque contra la aplicación de la ley".
A decir del profesor Birdsong, de la Universidad de Dayton, el ex Presidente ha logrado colocar con éxito la idea de que no sólo él sino todo conservador estadounidense es una víctima.
"Esa narrativa de víctima es algo que él ha estado impulsando, y eventos como este (el allanamiento del FBI) juegan en ello también sin importar la legalidad que tuvo la búsqueda", apuntó.
"Él está haciendo reclamos fraudulentos y si hay un reclamo en su contra dice que tiene motivación política, que es cacería de brujas. Ha acusado fraude cuando no lo hay, y esta orden de registro legítima dice que no es legítima".
La realidad es que para las bases republicanas Trump no comete errores. Así como no importaron sus denuncias falsas sobre fraude electoral o que motivara a sus simpatizantes a tomar el Capitolio, no parece importar que probablemente violó la ley o que comprometió la seguridad nacional de Estados Unidos.
Es Trump sí o sí
Dentro del Partido Republicano, el magnate de bienes raíces tiene prácticamente asegurada su candidatura presidencial para 2024, considera Wilson, de The Lincoln Project.
Desde la organización no ven posibilidades de que ningún político conservador -ni DeSantis o el Senador por Texas Ted Cruz- pueda competirle.
Simplemente, cuando lo intenten, "se estrellarán con el poder de Trump en el partido y los destruirá".
"No hay una ruta viable dentro del Partido Republicano para detener a Trump. Podría ser derrotado en una elección general por un demócrata, pero no creo que haya una certeza de que el Partido Republicano lo detenga", expone.
En ese mismo sentido, el cofundador de The Lincoln Project cree que el histórico grupo político conservador del país se ha radicalizado hacia el autoritarismo.
Este giro se puede ver a la vez reflejado en la caída de aquellos que desafiaron a Trump -quien no acepta disidencias-, tal como fue la derrota de Liz Cheney en las internas republicanas para un escaño de Wyoming en la Cámara de Representantes ante una aspirante respaldada públicamente por el ex Mandatario.
Cheney, heredera de la derecha tradicionalista estadounidense e hija del ex Vicepresidente Dick Cheney, pagó caro su cero vacilación ante la actitud de Trump en 2020 y el haber liderado la comisión que indaga la insurrección en el Capitolio del 6 de enero de 2021.
+No hay margen de error en el partido que ahora es de Trump, señala Wilson.
Los valores del Partido Republicano fueron alguna vez el libre mercado, la libertad individual, la aplicación de la ley, la Constitución y una política exterior fuerte", indica.
"Y ahora los valores del Partido Republicano son proteger a Donald Trump. Se ha transformado de un partido de centro derecha a un partido autoritario".
Y va para largo
A Donald Trump lo expulsaron de Twitter y Facebook tras el asalto al Capitolio por parte de sus simpatizantes, los cuales actuaron motivados por él, según la evidencia que presentó este verano el comité bipartidista de legisladores que indaga los hechos.
La plataforma de microblogging era su principal megáfono, al menos hasta que fue desterrado tras sus constantes mentiras de fraude electoral e incitación a la violencia.
Pero pese quedar fuera de Twitter, dejar la Casa Blanca y salir de Washington D.C., el magnate de 76 años logró permanecer en la esfera pública, aferrado como ningún otro.
"Es un caso inusual", analiza Birdsong.
"Es realmente difícil vencer a un Presidente en funciones. (George) H. W. Bush (1988-1992) perdió y luego él simplemente se fue en silencio a hacer sus cosas. (Jimmy) Carter en los 80 se concentró en otras cosas después de que perdió contra (Ronald) Reagan. Pero Trump está tratando de permanecer relevante, parece querer seguir participando políticamente de una forma que mantenga la atención en la especulación sobre si volverá a postularse o no en 2024".
De acuerdo con el académico de la Universidad de Dayton, que alguien pierda y se postule nuevamente es algo que no ha sucedido en más de 130 años.
Pero aunque Trump llegue a las boletas, The Lincoln Project confía y cree que aún se puede evitar que vuelva a la Casa Blanca.
"Él ya ha perdido una elección, perdió la elección del 2020, porque los estadounidenses tomaron una decisión entre autoritarismo y libertad", reiteró Wilson, cofundador del grupo.
"Y él era el candidato del abuso autoritario".
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