OPINIÓN DE FEDERICO ARREOLA
Castañeda y Corral ven a Beatriz ganadora y a Xóchitl perdedora
Evidentemente a Corral le da gusto la posibilidad —real y creciente— de que Xóchitl Gálvez pierda la candidatura del frente PRI, PAN, PRD. A Castañeda le aterra tal posibilidad, sí, real y creciente.
Por Federico Arreola
SDP; agosto 20, 2023 a las 13:29 MDT;
No sé si sean amigos Jorge Castañeda y Javier Corral. Probablemente lo son.., más bien, lo que debo decir es que con certeza ha habido en el pasado amistad entre ellos.
No me atrevo a asegurar que ahora mismo Castañeda y Corral se aprecian: entre políticos, intelectuales y periodistas nunca se puede estar seguro de que las relaciones personales sean sólidas.
Aliados también han sido Castañeda y Corral. Cuando el segundo llegó al gobierno de Chihuahua agradeció a un grupo de “académicos, políticos e intelectuales que le brindaron su apoyo, a través de la Alianza Ciudadana por Chihuahua, durante el pasado proceso electoral”.
He citado una nota de La opción de Chihuahua del 7 de julio de 2016. Javier Corral afirmó ese día o el anterior que estaba en deuda con “Porfirio Muñoz Ledo, Jorge Castañeda, Agustín Basave, Clara Jusidman y Martha Tagle”.
Ahora Castañeda y Corral no parecen coincidir. Al menos no en lo relacionado con la persona que desean se quede con la candidatura presidencial de oposición en 2024. Espero que la falta de coincidencia no los lleve al pleito.
Comentaré brevemente artículos recientes de ambos, el de Castañeda publicado en El Noroeste, y el de Corral en El País.
Los dos están de acuerdo en que Beatriz Paredes tiene más posibilidades de ser la candidata opositora que Xóchitl Gálvez.
Tanto Jorge Castañeda como Javier Corral basan sus diagnósticos en los mismos datos:
En una encuesta de vivienda que mandó aplicar el frente PRI, PAN, PRD, empataron Beatriz y Xóchitl.
En los tres debates que ha habido entre ellas, Beatriz se ha visto mucho mejor que Xóchitl. Castañeda lo atribuye a la mayor “experiencia y tiempo de preparación” de la priista. Corral, con otras palabras, sugiere lo mismo.
El frente PRI, PAN, PRD elegirá a su candidata presidencial mediante la combinación de los resultados de una nueva encuesta, supongo que en vivienda, y la votación en la que tendrán derecho a participar las personas —alrededor de 2 millones— que aspirantes y partidos registraron en una especie de padrón.
Si en la nueva encuesta el empate se mantiene —podría romperse a favor de la priista porque Beatriz en cada foro supera a Xóchitl—, y si además ocurre que el PRI moviliza mejor a sus simpatizantes que el PAN, lo esperable será que la priista sea la candidata de la oposición.
Hasta ahí están de acuerdo Jorge Castañeda y Javier Corral. En lo que difieren es en sus muy personales preferencias.
Evidentemente a Corral le da gusto la posibilidad —real y creciente— de que Xóchitl Gálvez pierda la candidatura.
Corral de plano dice que los y las panistas se merecerán tal derrota por insistir en una alianza con el partido más corrupto de todos, el PRI.
A Castañeda le aterra la posibilidad —real y creciente— de que Beatriz empate o gane la encuesta frente a Xóchitl y que la priista arrase en la elección que organizará la alianza opositora.
Jorge es un convencido de que la panista sería mejor candidata que la priista y, por tal motivo, invita al dirigente del PRI, Alejandro Alito Moreno, a no movilizar a su gente para así permitir que Gálvez sea la candidata.
Por supuesto, Castañeda no da ninguna razón para sostener racionalmente su argumento de que Xóchitl sería mejor candidata.
¿Xóchitl Gálvez sería en 2024 más competitiva que Beatriz Paredes? No ha demostrado capacidad para serlo.
En los debates el papel de Xóchitl ha sido lamentable, y ya sin menciones en la mañanera de AMLO ella se ha convertido en un globo desinflado, como dijo Corral.
Beatriz, en cambio, aunque nadie apostaba por ella, ha crecido y en los siguientes debates más crecerá porque ya midió a su rival y encontró sus debilidades.
##
Los dos dilemas del PAN y del PRI/ Jorge G. Castañeda,
Al arrancar la última etapa del hasta ahora afortunado proceso de selección del candidato presidencial del Frente Amplio, tanto el PRI como el PAN enfrentan disyuntivas críticas, y hasta desgarradoras. Se derivan de los datos de la encuesta del Frente, así como de los sondeos de El Financiero y El Universal de ayer.
El detalle de la encuesta de vivienda del Frente revela que Xóchitl Gálvez y Beatriz Paredes se encuentran en un virtual empate. En dicho detalle de vivienda, con un 53 % de no sabe/no contestó, es decir, en el resultado bruto, Xóchitl obtiene 15.3 % y Beatriz 13.8 %, muy dentro del margen de error. La de vivienda contó por 70 % de la ponderación, pero la gran ventaja de Xóchitl en la telefónica compensó y le permitió ganar en el total. Aunque el sesgo de la telefónica es notable: 38 % de quienes respondieron tienen licenciatura. Es otro país.
Hay tres explicaciones de este dato sorprendente. Una, sugerida por la propia Xóchitl, es casi seguramente falsa: la gente tiene miedo de contestar en vivienda debido a los ataques de López Obrador. La segunda se fundamenta en la encuesta de El Universal: Beatriz Paredes tiene un reconocimiento de 54 %, versus 43 % de Xóchitl. Es lógico que en una encuesta de vivienda, que por definición incluye mucha gente de estratos populares, rurales, de educación básica, el reconocimiento sea clave. Esta parece ser la buena explicación. La tercera, no falsa pero menos clara, es que el PRI todavía mantiene arraigo en el campo y sectores populares, y Paredes se benefició de ello. La encuesta final, que vale la mitad de la ponderación para escoger a la ganadora, puede arrojar un resultado inesperado.
El número de firmas que obtuvieron todos los aspirantes también genera especulación. Las de Enrique de la Madrid no son suyas, para entregárselas a nadie, pero entre sus propias y legítimas sugerencias de apoyo a Beatriz, y el hecho de que muchas (casi la mitad) fueron recaudadas por promotores del PRI, se puede pensar que buena parte de sus simpatizantes se irán con Paredes. Entre ambos, superaron el número de firmas de Xóchitl por 250 000, más o menos. Incluso la segunda preferencia de los encuestados que favorecieron a De la Madrid indican esto. De la misma manera, muchos (la tercera parte) de los firmantes de Santiago Creel también provienen del PAN, y serían sensibles, en caso de una declinación de Creel, a la recomendación del partido a inclinarse por Xóchitl. Por último, quienes firmaron por Aureoles y Mancera podrán votar, y es posible que se inclinen por el PRI más que por Xóchitl.
De todo esto se derivan las dos disyuntivas. ¿Qué prefiere Alejandro “Alito” Moreno? ¿Que Paredes sea la candidata del PRI, sabiendo que es poco verosímil su victoria y que cada partido obtendrá menos gubernaturas, diputaciones y senadurías? ¿O prefiere a una candidata que no pertenece a su partido, pero que tiene mayores posibilidades de ganar y en todo caso de conquistar un número superior de escaños en las cámaras y los estados? ¿O sólo busca fortalecer su posición negociadora con el PAN, el PRD y la sociedad civil organizada, aceptando que Xóchitl sea la candidata?
El PAN y Santiago Creel enfrentan un dilema parecido. No tengo idea si Santiago piensa declinar a favor de Xóchitl o no, pero si está contemplando la posibilidad, a la luz de los números, su decisión no es sencilla. Por una parte, su presencia en los cinco debates que comienzan hoy —y que muy poca gente va a ver, debido a la cerrazón de los medios— es importante. Puede equilibrar un mano a mano entre Xóchitl y Beatriz, donde la segunda trae ventajas por experiencia y tiempo de preparación. Pero, por otra parte, la reorientación de los votantes de Creel hacia Gálvez por parte del PAN necesita tiempo: no es de la noche a la mañana. ¿Qué conviene más para asegurar el triunfo de Xóchitl, y el papel clave que Creel debiera asumir en coordinar al Frente? Para que le piensen…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario