22 ene 2024

La salida abrupta de Azucena Uresti de Milenio TV

 El c.  presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a Azucena Uresti explicar “las circunstancias” por las cuales dejó su noticiero en Milenio Televisión porque su gobierno, dijo, no censura a ningún periodista.


Sin pregunta de por medio, al encabezar una supervisión de los programas del Bienestar en Zacatecas, AMLO abordó el tema:

“Ahora una periodista que sale de un programa de televisión, dice ‘debido a las circunstancias’ tengo que dejar este programa de televisión y da la idea o da a entender que fue víctima de censura”.

“No, nosotros respetamos el derecho de manifestación libres de las ideas”, aseguró., y agregó que su gobierno no es igual a la pasadas administraciones que, dijo, censuraban a periodistas.

“Me gustaría que esta periodista Azucena  que dijera cuáles son esas circunstancias especiales que se están viviendo por lo que deja la televisora, ojalá y que hablara”.

¿A quién creen que le echaron la culpa de la salida de esta periodista, a quién creen?”, dijo el presidente entre risas. en conferencia mñanera de este lunes..

“ La periodista, no sé si de buena o mala fe, pone eso de las circunstancias y empiezan a llover los mensajes hablando de censura. Pero es que así está el ambiente. Al poco tiempo el periódico, la televisora que llegó a un arreglo con ella aclaró (...) Y ya, pero así van a haber muchas cosas, porque hay elecciones en puerta y siempre hay nerviosismos”, indicó.

AMLO hizo énfasis sobre el uso que la periodista hizo de la palabra “circunstancias”. Respecto a ello, dijo que es mejor usar esa palabra que apelar a un término como “la coyuntura”.; y destacó que no hay “ninguna circunstancia especial en los medios” y que se garantiza la libertad de expresión a todos.

Grupo Milenio explica la salida de Azucena Uresti

Un comunicado difundido internamente, la empresa asegura  que la salida de la periodista fue en "mutuo acuerdo" ttras dos décadas de colaboración. La empresa señaló, sin más detalles, que la periodista les informó que asumiría la conducción de un programa en radio en los próximos días.

La periodista nos comunicó que en los próximos días asumirá la conducción de un programa matutino en el cuadrante radiofónico de alcance nacional. Le deseamos éxito.

El pasado 19 de enero, durante la transmisión del espacio informativo ‘Azucena a las 10’, Uresti informó que ese sería el último programa que conduciría, confirmando además, su salida de Grupo Milenio. 

“Los ciclos terminan y llegan los momentos de definiciones. Así que dadas las circunstancias actuales, hoy es mi último día en esta empresa y será la última vez que esté frente al noticiario ‘Azucena a las 10′”, dijo.

Aseguró sentirse muy orgullosa porque en su noticiario se dio espacio a “todas la voces, las voces de todos”.

¿Quién es Azucena Uresti?

Periodista y conductora en Radio Fórmula y hasta hoy, de Milenio. Originaria de Monterrey, es egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León; su nombre se ha vuelto tendencia por 2 momentos importantes:

i) Cuando en 2018 fue la moderadora del debate presidencial en el que participó eAMLO; Ricardo Anaya, José Antonio Meade Kuribreña, "El Bronco" y Margarita Zavala.

La segunda ocasión cuando fue amenazada por Nemesio Rubén Oseguera Cervantes,  líder del CJNG por medio de un video difundido en redes sociales en agosto del 2021. Ante ello, se solicitó protección para la periodista.

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Tras el anuncio de su salida de Milenio,  Azucena Uresti publicó un video en el que agradece el respaldo de Grupo Fórmula ante tiempos en los que el periodismo vive "bajo acoso y amenaza" constante.

"Quiero agradecer a todos sus mensajes, llamadas, muestras de apoyo y cariño, para mí eso es lo que más valor tiene. Gracias de corazón", dijo a través de un mensaje.

Uresti dejó en claro que ante la intención de crear una confusión respecto a su carrera profesional, ella no cambió de empresa, puesto que en Grupo Fórmula ha estado en su programa de las 6 desde el 2018.

También, comentó que sus proyectos venideros no afectaban o intervenían con su desempeño en su trabajo.

Asimismo, agradeció particularmente al presidente del consejo de administración de Grupo Fórmula, Jaime Azcárraga, “quien en medio de esta situación me ha dado su respaldo y su confianza para crecer profesionalmente, teniendo siempre como valores fundamentales la libertad de expresión y el respeto a la libertad de pensamiento y opinión, sobre todo, en estos tiempos en que el periodismo está bajo acoso, bajo amenaza y bajo ataques constantes”.

Uresti se dijo rodeada de colegas y amigos, así como también de su público que la ha acompañado en diversos espacios de radio, televisión, entre otros, “que siempre me han dado su apoyo y sus muestras de cariño, en las buenas y en las malas”.

“Estoy lista para seguir participando en espacios que permitan ejercer este oficio con la mayor libertad. En espacios donde se escuchen las voces de quienes sistemáticamente son ignorados, donde se escuche a quienes luchan por sus derechos y por la justicia; donde se denuncien los excesos y se denuncien los abusos. Mi convicción, siempre, es estar del lado de los ciudadanos", indicó.

Finalmente, dijo que se quiere enfocar en su nuevo comienzo tras haber cerrado un ciclo.

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“Dadas las circunstancias”/Margarita Zavala

EL UNIVERSAL

La libertad es un bien público que deberíamos de promover y defender más de lo que ya hacemos. Ese es el deber de las y los mexicanos. La promoción y la defensa de la libertad como bien público nos corresponde a todos, pero especialmente un deber a cargo de la autoridad. A la ciudadanía nos corresponde levantar la voz cada vez que hay un atentado a la libertad. Y lo hay cuando una periodista debe renunciar “dadas las circunstancias”.

En México nuestra libertad de expresión se ha reducido de distintas maneras; la más peligrosa es aquella reducción que genera la autoridad, porque anula la certeza y los valores democráticos y llega a niveles de “autocensura”. Ahora bien, el hecho de que un gobierno sea el primer responsable de la promoción y defensa de la libertad de expresión no le resta responsabilidad a los ciudadanos. Es decir, todos estamos obligados a defender esa libertad que nos permite luchar por los otros derechos.

Esta vez, la lucha por la libertad de expresión tiene nombre y apellido: Azucena Uresti, la periodista y presentadora de noticias para Milenio Televisión. Azucena se despidió con un programa en el que demostró su valentía para denunciar los temas que nos duelen a todos, por ejemplo: mujeres víctimas de la violencia, la lucha de las madres por encontrar a sus hijas e hijos desaparecidos, la amenaza y la violencia constante del crimen organizado, el abandono a Guerrero y las zonas afectadas por el Huracán Otis, el desastre que se ha hecho del sistema de salud; todo lo cual fue congruente con el espacio que brindó a las madres buscadoras y, muchas veces, a la oposición. Los directivos contestaron con un escueto “memo” afirmando que la separación de la conductora fue consecuencia de un “mutuo acuerdo” y que se iba a trabajar a otro medio y no hizo referencia a los 20 años de trabajo de la valiente periodista sino a los cinco años del programa.

En un país en el que la libertad de expresión es amenazada constantemente por las autoridades, los ciudadanos debemos saber leer entre líneas y, sin duda, hemos aprendido a reconocer los matices que nos llevan a distinguir el enorme brazo de poder y complicidad que genera la actual presidencia junto con los propietarios de los medios de comunicación.

Desde aquí mi solidaridad con ella, mi gratitud por su valentía y patriotismo. Pero es importante que caigamos en la cuenta que todos los días, desde el gobierno, se amenaza y anula la libertad de expresión. Esto afecta de manera importante nuestra ya muy débil vida democrática. Todos los días hay “circunstancias” que nos permiten dar cuenta del deterioro del estado democrático y constitucional de derecho en el que vivimos.

En sólo cinco años México ha generado más de 40 periodistas asesinados por el ejercicio de su profesión; es el país donde se persigue a los opositores, es un gobierno que desde los micrófonos del poder provoca linchamientos y burlas a los mexicanos, que los desprecia por pensar distinto; un país en el que el presidente da órdenes para que no se admita la creación de un nuevo partido político (México Libre) y aceptar la creación de los que son afines a su pensamiento; es un país que denuesta todo el tiempo a periodistas independientes y le reclama en público a los empresarios dueños de esos medios; sé de editorialistas y periodistas que les avisaron o concluyeron que tenían que dejar de publicar en determinados medios; además vivimos tiempos de “autocensura” por miedo al poderoso y un gobierno que desprecia a los ciudadanos como nunca se había visto. Estas circunstancias son las que vive nuestro país; por eso es natural que la expresión de Azucena Uresti “dadas las circunstancias actuales” como parte del anuncio de su último día en un medio que ha dado muestras de oficialismo, se interprete como un golpe fuerte a la libertad de expresión.

Lo repito: la libertad de expresión es un bien público que el Estado debe promover y los mexicanos debemos defender.

Diputada federal. @Mzavalagc

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Azucena y “las circunstancias actuales”/Héctor De Mauleón

Todos y cada uno de los ataques con que el presidente intenta minar la libertad de expresión quedan grabados

El Universal 

La periodista Azucena Uresti se despidió el pasado viernes de Azucena a las 10, el noticiero estelar de Milenio Televisión. En su despedida aludió a “las circunstancias actuales” y a “momentos de definiciones”, lo que desató un torrente de especulaciones sobre posible censura, y obligó a plumas y voces afines al régimen obradorista a difundir que esas “circunstancias actuales” y esos “momentos de definiciones” obedecían, en realidad, a un acuerdo mutuo entre la periodista y la empresa, a consecuencia del inicio de un proyecto periodístico que Uresti emprenderá en febrero en Radio Fórmula.

Sin embargo, ese proyecto no se había cuadrado aún cuando la crisis entre la periodista y Milenio se desató.

El lunes 8 de enero el presidente López Obrador criticó la cobertura que Uresti había dado a un ataque con drones, ocurrido en el municipio de Heliodoro Castillo, en el estado de Guerrero, el cual fue denunciado por el padre Filiberto Velázquez, del Centro de Derechos Humanos Minerva Bello: un ataque que, según dijo entonces el sacerdote, habría dejado al menos 30 muertos.

En esa “mañanera”, en la que también fueron atacados Ciro Gómez Leyva, Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, EL UNIVERSAL y los dueños de Radio Fórmula, el presidente se refirió a Azucena como Susana Uréstegui.

El mismo día, la periodista lanzó esta respuesta:

“El presidente se empeña en hacer como que no conoce mi nombre, en fingir que no sabe cómo me llamo, y de esa manera también discriminar, porque el presidente es misógino, porque el presidente es un agresor constante de las mujeres, ha sido un agresor constante de mi persona. A mí no me asusta que el presidente me nombre en sus ‘mañaneras’ porque, yo, si me equivoco, sí puedo aceptarlo, no como sucede en Palacio Nacional”.

Agregó Uresti:

“Esto me da pie a decir que el presidente es misógino, es discriminador, es un agresor contra las mujeres periodistas… porque finge cada vez que me menciona, una, dos, tres, diez, quince, veinte, veinticinco, treinta veces que no conoce mi nombre. Si no conoce mi nombre, señor presidente, y no le parece importante, no me mencione”.

Fue la gota que derramó el vaso en una larga historia de presiones. El teléfono de la periodista comenzó a sonar en cuanto terminó la transmisión.

En un texto subido ayer a X, Gibrán Ramírez Reyes, colaborador durante un tiempo en el espacio televisivo de Uresti, señaló que “En el noticiero de Azucena la presión por un control editorial oficialista era constante y tensaba el ambiente”.

“Eso yo lo vi —escribió Ramírez Reyes—. Puede negarse lo que quieran, pero cuando se haga la historia de este periodo y el perfil de las personas apartadas de las pantallas, el patrón va a ser muy claro”.

En el equipo de Uresti la historia no es la del “acuerdo mutuo” que las voces del oficialismo se han esmerado en difundir. El 8 de enero la periodista no había recibido aún la propuesta de extender su horario en Radio Fórmula a través de un nuevo espacio informativo.

El 8 de enero Uresti fue puesta a elegir. Como había ofendido al presidente, o dejaba Radio Fórmula, donde no podía ser controlada y con frecuencia emitía comentarios que lo hacían rabiar, o se acababa el noticiero de las 10 de la noche en Milenio, la casa donde Uresti había trabajado durante los últimos 20 años.

Esas fueron “las circunstancias actuales”.

Esos fueron los “momentos de definiciones”.

Se ha querido hacer creer que Azucena dejó Milenio para irse a Radio Fórmula. El detalle es que ella ya estaba en Radio Fórmula desde hacía cinco años y que la conducción de un programa matutino (el que acababan de ofrecerle) no interfería en lo más mínimo con la conducción de su noticiero nocturno.

Hoy, el presidente que ha amenazado públicamente a los dueños de los medios, el presidente que ha cometido delitos exhibiendo datos personales de Carlos Loret de Mola, el presidente que lleva todo el sexenio atacando a este y otros periodistas, el presidente que lleva un lustro soltándole diariamente a los comunicadores las rabiosas jaurías que tiene a su disposición (“si ustedes se pasan, pues ya saben lo que sucede”, amenazó en abril de 2019, durante una “mañanera”), se hace el inocente tras la salida de Azucena: “que diga, que explique, yo no me atrevería, no somos iguales…”

Todos y cada uno de los ataques con que este presidente ha intentado minar la libertad de expresión han quedado grabados: para nadie, salvo para los que se niegan a verlo, es un secreto que López Obrador no tolera la crítica y solo admite a la prensa que lo adula.

Apenas la semana pasada, repito, vimos la manera en que agredió a Carlos Loret, cuando este periodista dio a conocer los negocios y el tráfico de influencias en que están involucrados sus hijos.

Lo ocurrido con Uresti estará anotado en esa cuenta, y quedará en la historia del sexenio.

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