16 abr 2009

Conferencia de prensa Obama-Calderon

Sesión de preguntas y respuestas en el mensaje que ofrecieron el Presidente Calderón y el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Barack Obama
Jueves, 16 de Abril de 2009
-PREGUNTA (Interpretación del inglés al español): Señor Presidente Obama. Como candidato usted dijo que quería ver que la eliminación de armas de asalto se volviera a reinstaurar. Su Gobierno ha hablado de esto, los funcionarios mexicanos han hablado de esto, pero usted no se ha referido a esto.
Va cumplir con esta promesa, y si no, cómo se lo puede explicar al pueblo de los Estados Unidos.
Y Presidente Calderón, si me permite, quiere ver que se vuelva a establecer esta prohibición, y han hablado de esto o no.
-PRESIDENTE BARACK OBAMA (Interpretación del inglés al español): Sí, lo hemos hablado largamente en nuestras reuniones. Yo no he cambiado de opinión, creo que la prohibición de armas de asalto tenía sentido, y sigo creyendo que podemos respetar y honrar los derechos de la Segunda Enmienda de nuestra Constitución, los derechos de los deportistas, los cazadores, los dueños de casa que quieren ofrecerle seguridad a sus familias, con una eliminación de armas de asalto que, como sabemos, aquí, en México, simplemente están ayudando a aumentar una extraordinaria violencia, en los dos países.
Ahora, también debo añadir que nadie tiene ilusiones de que tratar de reinstaurar esta eliminación será algo fácil. Así que será cuestión de ver cómo podemos mejorar nuestra policía, o sea, nuestra vigilancia de las leyes existentes.
Porque incluso, bajo las leyes actuales, el tráfico de armas ilegales y llevarlas de un país a otro es algo ilegal. Eso es algo que sí podemos detener. De modo que nos vamos a centrar en trabajar con la Secretaria Napolitano, con el Procurador Holder, con todo nuestro equipo del Departamento de Seguridad, en las Secretarías de los Estados Unidos que van a trabajar con sus homólogos mexicanos para tratar de aumentar nuestra vigilancia de las leyes actuales.
Y le he pedido yo al Procurador Holder una revisión total de cómo están funcionando nuestras operaciones policiales actuales y asegurarnos de que estemos reduciendo los baches que existen en algunos de estos problemas.
Lo último que quiero decir al respecto es que va a haber algunas oportunidades en las que yo creo que vamos a poder aumentar el consenso al respecto.
Les voy a dar un ejemplo. El tema de cómo encontrar de dónde vienen, de qué armas provienen las balas, la información sobre armas, todo eso es algo que las fuerzas policiales no siempre reciben por el bloqueo de ciertas disposiciones en el Congreso de los Estados Unidos y esos son los campos en los cuales creo que podemos lograr progresos de manera precoz.
No quiere decir que no vamos a trabajar hacia una eliminación de las armas de asalto, pero rápidamente podemos lograr progresos importantes en este campo.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Gracias por su pregunta. Debo decir que, efectivamente, hemos tenido no sólo en este tema, sino en muchos de los temas delicados de la relación Estados Unidos-México, hemos tenido una conversación franca, abierta y de confianza entre el Presidente Obama y un servidor.
Hemos hablado de las armas de asalto. Él conoce bien nuestra problemática y tal como es, la hemos descrito. Desde que terminó la prohibición de venta de armas de asalto en 2004, nosotros hemos visto un crecimiento del poder de fuego de los grupos criminales en México.
Tan sólo en mi Administración, en estos dos años y cuatro meses, hemos decomisado más de 16 mil armas de asalto. Y según el esfuerzo que hemos hecho para rastrear su origen, al cual ya se refería, por cierto, el Presidente Obama, hemos detectado que casi el 90 por ciento de esas armas han sido vendidas en los Estados Unidos. Hay cerca de 10 mil puntos de venta de armas, tan sólo en la frontera con México.
Pero, por otra parte, yo estimo que la relación, la nueva era que debemos construir en la relación entre Estados Unidos y México debe ser una relación de confianza y de respeto. Y nosotros, desde luego, respetamos la decisión del pueblo y del Congreso Americano a este respecto, sabedores de la voluntad del Presidente Obama y de su Gobierno de avanzar en estos temas muy sensibles.
Nosotros sabemos de que es un tema políticamente muy sensible porque sabemos del enorme aprecio que los americanos tienen hacia sus derechos constitucionales y, particularmente, los consignados en la Segunda Enmienda.
Yo en lo personal pienso que en la medida en que nosotros seamos capaces de explicar con claridad nuestro problema, quizá podamos también buscar una solución, que respetando los derechos constitucionales de los americanos evite, precisamente, que en abuso de ese derecho, criminales estén armándose tan poderosamente en nuestro país.
De manera tal que sí tenemos que trabajar en ello, es nuestra opinión, pero respetamos totalmente al Congreso Americano, y sabemos la sensibilidad política que hay en ello.
Sin embargo, creo que hay muchas cosas en las que, incluso, podemos avanzar. Por ejemplo, en materia de armas, no sólo se trata de ver si podemos cambiar la legislación de armas de asalto, ya hemos dicho nuestra posición y descrito el problema que tenemos; sino también si podemos hacer que se aplique la legislación existente en México y en Estados Unidos sobre armas. Por ejemplo, es un problema de cumplimiento de la ley de Enforcement, en términos de la Export Control Act, por ejemplo, que prohíbe que se exporten armas a los países donde esas armas están prohibidas. Es el caso de México.
Si se hace cumplir la ley americana, que prohíbe exportar armas prohibidas en México, y las armas de asalto son armas prohibidas en México, podremos avanzar enormemente en esta materia.
El Presidente Obama ha tomado, en semanas recientes, decisiones que valoramos en toda su medida. Por ejemplo, el de reforzar la capacidad operativa y de recursos de las agencias americanas en la frontera para hacer cumplir ésta y otras leyes; el de comenzar a revisar no sólo los flujos de entrada hacia Estados Unidos, sino los flujos de salida de Estados Unidos, para ver que no haya armas y dinero ilícito, en estricto cumplimiento de la ley americana.
Creo que son pasos importantes, pero evidentemente, hay un problema que sólo en la medida en que construyamos confianza y expliquemos bien a los ciudadanos de ambos países cómo debe solucionarse, lo debemos hacer.
Nosotros seguiremos, respetuosamente, planteando nuestra postura, sabiendo, además, el sentido del ciudadano americano sobre este tema y siendo absolutamente respetuosos de las decisiones soberanas que pueda tomar Estados Unidos y cualquier otro país.
Una cosa más que puede ser, perdón. Otra cosa que podemos hacer es rastrear las armas que hoy tenemos en México, si nosotros, efectivamente logramos detectar armas vendidas en Estados Unidos de manera ilegal, en violación de la ley de Control de Exportaciones de Armas, o bien, incluso, si puede avanzar en el lado americano, sobre un registro efectivo de armas.
O sobre la prohibición de determinadas ventas masivas de armas; es decir, a un cazador o a un ciudadano común, difícilmente adquiere cientos de rifles o de armas de asalto, o de granadas, para su esparcimiento; si podemos avanzar, precisamente, en esas áreas, creo que mejoraremos la seguridad de Estados Unidos y de México.
Un punto más que quiero decir. Esas armas hoy apuntan contra autoridades mexicanas y ciudadanos mexicanos. Pero el crimen no está actuando sólo en México, el crimen también está actuando en Estados Unidos, el crimen organizado. Y ojalá nunca esas armas, que hoy son vendidas en Estados Unidos y usadas en México, ojalá no llegue el día en que también se usen contra la sociedad americana, o contra autoridades americanas, como un día empezaron a usarse en nuestro país.
-PREGUNTA: Buenas tardes Presidentes.
Ustedes van a compartir cuatro años de Gobierno y son cuatro años en los que puede haber un cambio de fondo en el combate al crimen organizado.
Cómo podríamos establecer a partir de hoy las metas y los compromisos concretos que en 2012 nos permitan decir sí, entonces inició una nueva era entre México y Estados Unidos.
Particularmente, Presidente Obama, además de la posibilidad de que usted invierta su capital político en poder ponerle un freno a estas armas que vienen hacia México.
Qué podríamos esperar de también detener en su país a los capos estadounidenses y, con ello, desmontar a las redes de corrupción que les están permitiendo que aterricen las drogas en su país, ahora el mercado más grande de consumo de drogas.
Decía ayer un expresidente mexicano, Vicente Fox, que hasta hoy sólo han recibido palmaditas de sus antecesores. Podemos esperar más, más de su Gobierno.
Con respecto a eso, Presidente Calderón, para usted el éxito de esta nueva era, qué tanto se debería medir con respecto a armas, detención de capos estadounidenses y desmontar las redes de corrupción de Estados Unidos.
-PRESIDENTE BARACK OBAMA (Interpretación del Inglés al Español): Creo que podemos medirlo en términos de una reducción de violencia, en la interdicción de drogas, en la interdicción de armas de norte a sur, en el desmantelamiento de las estructuras financieras que facilitan a estos cárteles de narcotraficantes y en el arresto de los grandes capos.
De modo que sabemos cómo medir el progreso. El desafío es mantener un esfuerzo sustentado.
Y como dije antes, y es algo que el Presidente Calderón y yo reconocemos firmemente, no se puede combatir esta guerra con una sola mano, no se puede simplemente tener un esfuerzo del lado de México y no de lado de los Estados Unidos, y lo mismo vale a la inversa.
Creo que nuestros dos esfuerzos deben estar coordinados, fortalecidos, y yo he establecido compromisos ya específicos, dedicando recursos, con inversiones adicionales que son medibles en los millones de dólares y eventualmente miles de millones de dólares a lo largo de varios años.
Y creo que el Presidente Calderón ha utilizado un enorme capital político para tratar con este tema y, evidentemente, el pueblo mexicano, especialmente a lo largo de la frontera, ha sufrido mucho por esto. Y como consecuencia, si somos socios efectivos, y es por eso que he venido aquí con muchos de mis funcionarios principales para que puedan hablar con sus homólogos en México, confío que podremos lograr progresos.
Ahora, vamos a eliminar todos los flujos de drogas y todo el flujo de armas ilícitas. No, no es un objetivo realista; lo que sí es un objetivo realista es reducirlo de manera tan enorme, tan drástica, que una vez más se convierta en un problema localizado criminal y no un enorme problema estructural, que amenaza la estabilidad a lo largo de nuestra frontera, y que aumente la corrupción y amenace el Estado de Derecho. Ese es el tipo de progreso que creo que se puede lograr.
De modo que vamos a trabajar lo más posible, con toda la diligencia posible en estos temas, siempre teniendo en cuenta que la relación entre México y los Estados Unidos no puede definirse únicamente por el narcotráfico. A veces existe la tendencia de que la prensa solamente informe sobre la interdicción de drogas o la inmigración cuando estamos hablando de las relaciones entre México y los Estados Unidos.
Y una de las cosas que nosotros hemos hablado, es la extraordinaria oportunidad que tenemos para trabajar en nuestros lazos comerciales, aumentar la infraestructura para aumentar el flujo de productos, aumentar la energía limpia que puede producir puestos de trabajo de ambos lados de la frontera.
Vamos a centrarnos muy bien en este tema y va a ser una enorme prioridad para nosotros; pero siempre queremos recordar que nuestra relación no se define solamente por estos problemas, también está definida por nuestras oportunidades.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Gracias, Presidente.
Yo coincido mucho con usted, y le agradezco enormemente su apoyo y comprensión en este muy difícil tema.
La pregunta me parece muy pertinente. Y yo veo una gran oportunidad en que el Presidente Obama y un servidor vamos a compartir los próximos cuatro años al frente de nuestras respectivas administraciones.
Y en esta materia yo lo que espero ver al término de mi Administración es básicamente varias cosas.
Primero. Una reducción en los niveles de criminalidad en nuestro país asociados al crimen organizado, que a su vez está asociado al tráfico de drogas.
Nosotros tenemos una estrategia que tiene metas de corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo, por ejemplo, nos hemos propuesto recuperar la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos, sobre todo en aquellas zonas que han sido más azotadas o golpeadas por los criminales.
Esa es la idea de los operativos conjuntos, en los cuales movilizamos no sólo a la Policía Federal, sino también al Ejército. Y en eso, independientemente de que no es una tarea fácil, no lo ha sido y puede tener variantes en el tiempo, en muchos lugares, no en todos, pero en muchos lugares comienza a dar frutos positivos.
Por ejemplo, respecto del último trimestre del año pasado, el primer trimestre de 2009 registró una caída ya del 27 por ciento en la criminalidad en promedio en el país.
Tan sólo en Ciudad Juárez, a partir del Operativo Conjunto que lanzamos a finales de febrero, entre febrero y marzo las muertes violentas en Ciudad Juárez, el crimen asociado a la violencia bajó en un 80 por ciento.
Por supuesto que entiendo que la espectacularidad de alguna de estas acciones ha conmovido a la opinión pública mundial. Sin embargo, aún con las tasas tan difíciles de criminalidad que tuvimos el año pasado, la criminalidad en México fue de 10.7 muertes asociadas al crimen por cada 100 mil habitantes; una cifra menor a la que tienen países como Guatemala, El Salvador, Colombia, Venezuela o Brasil en América Latina; y una cifra menor a la criminalidad que tiene varias ciudades en Estados Unidos.
Pienso que un factor tiene que ser la reducción de la criminalidad en México.
Dos. Yo espero ver en el curso del tiempo, una frontera más segura y una frontera más eficiente.
En la medida en que detengamos el flujo de drogas, de dinero ilícito y de armas, va a haber más progreso y más seguridad en Estados Unidos y en México.
Una manera de medirlo es, precisamente, valorando las capacidades tecnológicas, especialmente de detección no intrusiva, para que la frontera esté abierta a la gente que quiere invertir o trabajar, y esté cerrada a la gente que quiere delinquir o al dinero ilícito o a las armas, sobre todo con este poder letal.
Una manera de medirlo, y ahí la cooperación de Estados Unidos es fundamental, es contar con la tecnología, especialmente tecnología no intrusiva, que nos permita tener nuestras fronteras seguras, y la Iniciativa Mérida va muy enfocada en este aspecto.
En el mediano plazo, queremos una policía renovada en México; y yo quiero entregar al término de mi mandato una nueva Policía Federal que sea confiable para los ciudadanos y que sea eficiente.
Y aquí también la cooperación con Estados Unidos va a ser crucial. Por qué. Porque de nuestro lado estamos haciendo todo un proceso de control de confianza, limpiando la casa y barriendo las escaleras de arriba para abajo, para que toda la policía, los oficiales del Procurador General, la Armada y el Ejército, todos los oficiales tengan, precisamente, plena confiabilidad en su honestidad, y al mismo tiempo, tecnológicamente estén a la altura del mundo, a la vanguardia en el mundo en materia de investigación, bases de datos, recursos tecnológicos; queremos una policía científica, técnico-tecnológicamente muy capacitada, y la ayuda de Estados Unidos será fundamental en ello. Y en el largo plazo tenemos un nuevo sistema judicial hacia juicios orales.
Pienso que en la medida que vayamos cumpliendo estas metas, muchas de ellas consignadas en México en el Acuerdo por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, vamos a ir avanzando.
Con el apoyo, la cooperación, la responsabilidad compartida con el Presidente Obama y su equipo, estoy seguro que alcanzaremos estas metas que nuestra estrategia, que es correcta, tendrá mucho más posibilidades de tener éxito. Y al final de nuestro mandato, tendremos un México y un Estados Unidos más seguro, más libre de violencia.
Por supuesto que el tráfico o el comercio de drogas no se puede terminar por decreto; sé que mientras haya demanda, y una alta demanda de drogas, habrá también oferta y tráfico.
Pero lo que sí podemos controlar, lo que sí podemos dominar es el efecto de la criminalidad en la sociedad, es detener la acción del crimen organizado y también podemos actuar preventivamente para reducir los consumos de droga en Estados Unidos y también, desde luego, en México, que también empieza a ser un problema muy preocupante para nosotros.
-PREGUNTA (Interpretación del Inglés al Español): Presidente Obama, usted dijo en una editorial hoy que su nueva política sobre Cuba era un intento de ir más allá de las disputas congeladas del Siglo XX. Por qué tan limitado, por qué no abrir las puertas para que todos los estadounidenses puedan visitar Cuba.
Y qué les diría a sus colegas en la Cumbre de las Américas que quieren que usted haga más.
Y Presidente Calderón, qué cree que debería hacer, más allá de esto, los Estados Unidos con respecto a Cuba para mejorar las relaciones con la región.
Muchas gracias.
-PRESIDENTE BARACK OBAMA: En primer lugar, no creo que deberíamos reducir la importancia de los pasos adoptados. Hemos reducido las restricciones con respecto a gastos y comunicación para las familias que tienen parientes en Cuba.
Esto es importante también para los cubanos en Cuba, que se van a beneficiar enormemente de esta ayuda de sus familias. Hemos adoptado medidas sobre telecomunicaciones, que potencialmente pueden abrir mayores líneas de comunicación entre Cuba y los Estados Unidos.
De modo que creo que lo que vieron es un esfuerzo de buena fe, es una demostración de buena fe por parte de los Estados Unidos, que queremos reformular nuestra relación.
Ahora, una relación que, efectivamente, se congeló a lo largo de más de 50 años y no se va a descongelar de la noche a la mañana. Después de haber tomado este primer paso, creo que debemos de ver si Cuba también está lista para cambiar.
No esperamos que ellos cambien de la noche a la mañana, no sería realista, pero sí esperamos que Cuba envíe señales de que están interesados en liberalizarse, de manera tal que no solamente mejoren las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, sino también la energía, la creatividad, la iniciativa del pueblo cubano pueda liberarse eventualmente.
Estamos hablando de la prohibición de viajes de Estados Unidos a Cuba, pero no se habla sobre la prohibición de que los cubanos puedan viajar a otras partes del mundo y las enormes restricciones que sufren.
Lo digo simplemente para sugerir que existe una gama de pasos que el Gobierno cubano podría adoptar, que empezaría a demostrar que ellos quieren ir más allá de los patrones de los últimos 50 años.
Soy optimista de que el progreso es posible si existe un espíritu que mira hacia adelante y no hacia atrás. Mis pautas con respecto a la política entre los Estados Unidos y Cuba serán cómo poder alentar a Cuba a respetar los derechos de sus ciudadanos, con respecto a la libertad de palabra, la libertad de la prensa, la libertad de religión, la libertad de expresión y la libertad de viaje.
Pero, como dije antes, no espero que las cosas cambien de la noche a la mañana, pero sí insisto en que las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos deben basarse en el respeto, no solamente con las tradiciones de cada país, sino también el respeto por los derechos humanos y las necesidades del pueblo cubano.
De modo que espero que la señal que he enviado indique que no estamos tratando de operar con una mano fuerte, sino que queremos ser abiertos a poder tener una mayor comunicación, pero lo vamos a hacer de la manera sistemática que nos permita seguir teniendo en cuenta las dificultades que padecen muchos cubanos aún hoy.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Desde luego, yo no pretendería darle consejos ni asesoría al Presidente Obama en éste o en ningún otro asunto, simplemente expreso lo que pienso y siento, sobre la realidad cubana.
La pregunta que hay que hacerse un poco, si el embargo hacia Cuba ha funcionado. La verdad es que el embargo está ahí, antes de que el Presidente Obama y yo naciéramos, y, sin embargo, no han cambiado mucho las cosas en Cuba.
Habrá que preguntarse si ese no es tiempo suficiente para considerar que ha sido una estrategia poco útil para que las cosas en Cuba cambien. Yo pienso que sí.
De hecho, el Gobierno mexicano, y comparto plenamente esa idea, nosotros no pensamos que el embargo o el aislamiento de Cuba sea una medida buena para que las cosas cambien en Cuba, al contrario, la realidad que observamos es que las cosas no han cambiado, y sí la población en Cuba; debido a factores internos también, quizá fundamentalmente, pero también a factores externos como el embargo, la población en Cuba se ha empobrecido.
Yo realmente aplaudo las medidas que el Presidente Obama ha tomado para cambiar la actitud y para intentar, bien vale la pena el intento, cambiar la política hacia Cuba, poco a poco.
Lo que sí me queda claro es que los dos compartimos el mismo ideal. Creo que a los dos nos gustaría ver un día al mundo viviendo en plena democracia, nos gustaría ver al mundo con sus derechos humanos plenamente respetados, sin excepciones.
Me gustaría ver al mundo, poder trabajar, cuidar a sus familias, vivir en paz, y esos principios que deben proteger a la humanidad los compartimos.
Al mismo tiempo, compartimos la idea de que cada Nación debe ser respetada en sus propias decisiones. Es un poco como lo que platicábamos hace un rato, de la prohibición de armas de asalto, por supuesto que queremos que esas armas no circulen en las calles, pero queremos que sean decisiones que salgan de los pueblos y que sean autodeterminaciones.
El caso de Cuba es igual, pero los pasos que está dando el Presidente Obama, a mi juicio, va en el sentido correcto.
México es buen amigo de Cuba, y México es también buen amigo de Estados Unidos. Queremos ser buen amigo de Cuba y queremos ser buen amigo de Estados Unidos.
Y sabemos que un día, el día que prevalezcan los principios en los que creemos, ese día podremos ser no sólo vecinos y amigos los tres: Cuba, Estados Unidos y México.
En qué principios creemos.
En la democracia, en los derechos humanos, pero también en la libertad, en la propiedad, en el comercio, en la economía libre; y creo que en la medida que esos principios puedan actuar y llevar beneficios a una población como la cubana, también en esa medida pueden empezar a cambiar las cosas.
Lo que sí, nada podemos cambiar nosotros del pasado; lo que sí estoy seguro es que como Presidentes podemos hacer mucho por intentar que el futuro sea diferente en el mundo, en nuestros países y también en relación con Cuba.
Yo le deseo al Presidente Obama la mejor de las suertes en este intento diametralmente distinto de lo que hasta ahora ha sido la política estadounidense hacia Cuba, deseo que tenga éxito y que puedan tomarse pasos más rápidos, más hacia adelante, y que finalmente este gesto pueda ser entendido en la dirección correcta.
Y si México puede contribuir a que dos amigos puedan arreglar o mejorar los asuntos que tienen entre sí, pues ojalá podamos contribuir; y si nuestra mejor contribución es mantenernos respetuosos de ambos, también lo vamos a hacer.
-PREGUNTA: Gracias, buenas tardes.
Para el Presidente Obama. Señor, con el antecedente de que usted, cuando Senador en el 2006, votó a favor de la aprobación de la construcción del muro fronterizo, me gustaría saber, y creo que a la mayoría de los mexicanos, conocer cuál es verdaderamente el compromiso de usted y su Administración para presentar una nueva iniciativa en materia de reforma migratoria integral, con qué alcances y para cuándo.
Y tocando otro tema de la agenda bilateral. El Tratado de Libre Comercio, dado los últimos acontecimientos, parece ser que no hay mucho interés por parte del Gobierno Norteamericano de aplicar todos y cada uno de estos puntos. Me gustaría conocerlo.
Y para el Presidente Calderón, si hablaron en su encuentro privado sobre esta situación al Tratado de Libre Comercio y al tema migratorio también, por favor.
-PRESIDENTE BARACK OBAMA (Interpretación del Inglés al Español):
En primer lugar, con respecto al tema migratorio. Creo que sería útil indicar que también voté dos veces por la Reforma Migratoria Integral que hubiera ofrecido un camino para la legalización y la mejoría del proceso ordenado de migración hacia los Estados Unidos.
He dicho en el pasado que hay que tener un enfoque integral, reconociendo que los Estados Unidos tiene una preocupación muy legítima, si tenemos cientos de miles de personas de otros países que ingresan a nuestro país sin que nadie sepa quiénes son, quienes al llegar, muchas veces pueden ser explotados por otras personas, y como no están protegidos por la legislación, socaban los ingresos de obreros estadounidenses.
Todos esos son temas que preocupan legítimamente a nuestro pueblo y a nuestro gobierno.
Estamos trabajando, efectivamente, con el Gobierno de México por crear una frontera ordenada, y eso es algo muy importante y hay toda una gama de estrategias que conseguir ese sentido.
Lo que también he dicho es que para aquellas personas que ya están en los Estados Unidos y, sea dicho de paso, nos centramos mucho en los mexicanos que han ingresado a los Estados Unidos, pero hay una cantidad enorme de inmigrantes de Centroamérica, de Irlanda, de Polonia; no se trata simplemente de mexicanos y de México.
Para aquellos inmigrantes que se han arraigado en los Estados Unidos, que posiblemente hayan llegado sin documentación, tal vez tengan que pagar una multa por haber quebrantado la ley, pero necesitan salir de las sombras, y tendremos que hacerlos pasar por un proceso, de modo que si quieren quedarse en los Estados Unidos, con el tiempo tendrán la oportunidad de ganarse esa posibilidad y tener una condición legal en los Estados Unidos.
Llegamos muy cerca de una reforma de este tipo hace varios años y luego se politizó. Mi objetivo aquí es eliminar la política en este tema y adoptar un enfoque de sentido común y práctico que beneficie a los pueblos de ambos lados de la frontera, y crear una frontera segura, donde no tengamos personas que se mueren en el desierto por las consecuencias de un proceso migratorio ilegal y desordenado.
Y ese es un objetivo que creo que el Presidente Calderón y yo compartimos, y lo hemos hablado en nuestra reunión bilateral.
Con respecto al comercio. México es uno de nuestros socios comerciales más importes. La cantidad de comercio que fluye entre nuestros dos países crea riqueza en México y en los Estados Unidos.
He dicho una y otra vez que estoy a favor del libre comercio. Noto que ha habido preocupación sobre una disposición que se colocó en nuestro paquete de estímulo económico, con respecto al transporte mexicano.
Esa no es una disposición que nosotros introdujimos, y yo dije en esa oportunidad que lo teníamos que arreglar, porque lo último que queremos hacer en un momento en que la economía global se está restringiendo y se está reduciendo el comercio, es recurrir a las medidas proteccionistas. Eso es lo último.
Mi equipo está trabajando con el equipo del Presidente Calderón para resolver este tema. Espero que podamos hacerlo de manera efectiva. No ayuda a una serie de productores estadounidenses que están interesados en venderle a México y temen que puedan estar sujetos a alguna represalia, o a algún arancel.
Pero vamos a hacer todo lo posible por arreglarlo. Pero les aseguro que el Presidente Calderón y yo estamos completamente de acuerdo, creemos que podemos crear mejores oportunidades comerciales y fortalecer nuestras relaciones comerciales entre México y los Estados Unidos.
He dicho en el pasado, y seguiré diciendo que, como parte del marco del TLCAN, tendría sentido que las disposiciones laborales y ambientales se pudieran hacer valer dentro de ese acuerdo, y que no se vean como algo lateral.
Pero reconozco que nos encontramos en un momento económico muy difícil de ambos lados de la frontera, y ese tipo de negociación tendrá que proceder de manera cuidadosa y lenta, porque no queremos desalentar el comercio, sino alentarlo.
Estoy seguro que nuestros dos Gobiernos trabajarán juntos en este tema y beneficiará a nuestros dos países.
-PRESIDENTE FELIPE CALDERÓN HINOJOSA: Hablamos largo sobre el tema migratorio y sobre el tema de comercio y, sobre todo, el tema económico entre ambas naciones.
El Presidente Obama es alguien que conoce perfectamente el problema y su postura en favor de una Reforma Migratoria Integral en Estados Unidos es ampliamente conocida.
Simplemente, refrendo la idea de que compartimos la meta de tener una migración legal, ordenada y productiva entre ambos países.
Yo he dicho y sostengo que como mexicano, como Presidente de México, no me hace especialmente feliz, no en lo absoluto, estar viendo a nuestra gente arriesgar la vida y cruzar la frontera, porque sé que en cada migrante se está yendo lo mejor de nuestra gente: la gente más joven, la gente más audaz, la gente más fuerte, la más trabajadora.
Me ha tocado ver en muchas comunidades en México, y particularmente en mi tierra, en Michoacán, pueblos fantasmas donde ya sólo quedan ancianos, mujeres y algunos niños.
Y trabajo fuertemente para crear en México las condiciones de oportunidad y de trabajo para nuestra gente, aquí en nuestra tierra. Y estoy convencido que esa es la única salida verdadera que puede detener el problema de la migración, o probablemente la mejor salida, crear oportunidades y empleo en nuestro país.
Ahora bien, mientras tanto el Presidente Obama tiene muy clara la problemática y es importante establecer instrumentos que permitan que la gente, como él señala, pueda salir de las sombras, y pueda encaminarse nuestra región, precisamente, hacia la ley, hacia el orden, hacia una migración legal y ordenada.
En cuanto al comercio, los dos compartimos la idea de que el comercio genera beneficios a ambos lados de la frontera, no sólo hay muchos trabajadores mexicanos que dependen de las exportaciones a Estados Unidos; hoy, por cierto, en una situación muy delicada por la crisis económica que estamos viviendo, la caída en el sector industrial norteamericano está absolutamente correlacionada con la caída en el sector industrial mexicano; sino también hay muchos trabajadores en Estados Unidos que dependen de las compras que hacemos los mexicanos de productos norteamericanos.
Hoy, por hoy, los consumidores mexicanos están entre los mejores compradores de productos americanos, pocos consumidores en el mundo compran tantos productos americanos como México.
De manera tal que debemos proteger el comercio y la mejor manera de proteger el comercio es permitiendo que éste fluya sin restricciones.
Así que más allá de las decisiones autónomas que pueda tomar cualquier país y del ejercicio legítimo de los derechos, que dentro de los pactos y de los acuerdos que tenemos, se pueden ejercer para proteger el libre comercio, como lo ha hecho México, coincido con el Presidente Obama: debemos ir más allá y más lejos para mejorar el comercio entre nuestros países y no para restringir.
Podemos tener coincidencias y diferencias. Yo comparto la idea de que podemos avanzar mucho en los temas laborales o ambientales, pero me preocupa que reabrir las cosas que han funcionado y demostradamente han funcionado bien, pueda, simplemente, llevar a estropear y a empeorar la situación que tenemos.
Pero más allá de eso, nos concentramos hoy en cosas prácticas. Por eso recojo tres cosas en las que, pienso, podemos trabajar.
Uno. Es Infraestructura en la frontera. Le he presentado al Presidente Obama una lista de 200 proyectos de infraestructura, mayores o menores, que pueden generar empleo en México, generar empleo en Estados Unidos, en la frontera, y mejorar la competitividad en la misma; y nos hemos concentrado, fundamentalmente, en seis proyectos de puentes y cruces fronterizos, que sin merma de la seguridad que necesitamos, pueden generar empleo y prosperidad para nuestra gente.
Dos. La cooperación aduanera, que nos permitiría tener un comercio más ágil sin merma de la seguridad y la calidad de los productos.
Por ejemplo, el avanzar hacia una sola forma aduanera, sean importaciones o exportaciones de México a Estados Unidos y tengamos un solo formato que permita reducir la burocracia y el papeleo, y agilizar el comercio.
Y tres. Medidas concretas. Avanzar hacia la homologación de estándares.
Si determinados productos americanos requieren, por ejemplo, que estén las unidades medidas en libras y en México en kilogramos, que podamos estandarizar ciertas cosas que faciliten el comercio.
Si determinados requerimientos se exigen de manera distinta en ambos lados, que vayamos a hacer un esfuerzo de homologación de reglas.
Esas cosas prácticas que parecen pequeñas no lo son; son muy importantes, y creo que nos pueden ayudar muchos a ambos países.
Concluyo diciendo. Una de las cosas que enfatizamos es que los dos estamos en problemas económicos por esta crisis internacional, pero si actuamos con inteligencia, entenderemos que si mejoramos la competitividad de América del Norte como una región en la que está Canadá, Estados Unidos y México; si logramos mejorar las condiciones competitivas de nuestra región frente a otras regiones como Asia o el Este de Europa, o América Latina misma, podemos verdaderamente salir mucho más rápido de este problema.
El comercio significa oportunidad: oportunidad de trabajo y oportunidad de prosperidad para nuestros pueblos, siempre, y particularmente en estos tiempos de crisis y dificultad económica.
El Presidente Obama está haciendo un gran esfuerzo por sacar no sólo a Estados Unidos, sino ejerciendo un liderazgo internacional para enfrentar el problema económico.
Nosotros estamos apoyando firmemente desde nuestro ámbito y haciendo todo lo que México puede hacer para revertir esta situación. Sé que la vamos a revertir por muy preocupante que sea, y sé que una de las vías es fortaleciendo y no restringiendo el comercio entre nuestros países.
THE WHITE HOUSE
Office of the Press
April 16, 2009
FACT SHEET: US-Mexico Discuss New Approach to Bilateral Relationship
On April 16, President Obama made his first trip to Mexico and his first to Latin America to highlight and reinforce the United States’ commitment to work with Mexico on a broad range of issues, in particular on meeting our shared security challenges. The United States and Mexico are committed to a new approach in our bilateral relationship based on comprehensive engagement and shared responsibility. The President discussed with President Calderon a number of important steps
the United States intends to take to deepen the cooperation we have with Mexico as our neighbor and partner.
Security Merida Initiative. The Merida Initiative is a $1.4 billion, multi-year package that aims to strengthen regional security cooperation with Mexico and the nations of Central America, the Dominican Republic and Haiti in their fight against drug and arms trafficking and other transnational organized crimes. For Mexico, the U.S. Congress has provided $700 million of the $1.4 billion multi-year commitment. The Fiscal Year 2009 Spring Supplemental includes $66 million to procure urgently needed Blackhawk helicopters to transport Mexican soldiers combating cartel activities. The Fiscal Year 2010 budget request includes $450 million for the next tranche of funding. Should Congress fully fund these requests, we anticipate requesting the remaining funding to fulfill the U.S. commitment in future budgets.
Arms Trafficking. The United States and Mexico each have Integrated Ballistic Identification Systems (IBIS) that store digital photos and arms-related information related to criminal investigations. The United States and Mexico will bridge their IBIS systems in order to share digital images, ballistic markings, other arms-related information to help identify leads in violent crimes both in Mexico and in the United States. The President will also urge the United States Senate to provide its advice and consent in order to ratify the Inter-American Convention Against the Illicit Manufacturing of and Trafficking in Firearms, Ammunition, Explosives, and Other Related Materials.
Kingpin Designation for Cartels. To undermine the financial underpinnings of Mexico’s cartels, on April 15 the President identified the Sinaloa Cartel, Los Zetas, and La Familia Michoacana as Significant Foreign Narcotics Traffickers, exposing them and their associates to financial sanctions under the U.S. Foreign Narcotics Kingpin Designation Act. The United States and Mexico also agreed to deepen their cooperation on financial investigations and to share financial intelligence to target the drug cartels. Energy and Climate Change
Bilateral Framework on Clean Energy and Climate Change. Building on the President’s January 2009 conversation with President Calderon, the United States and Mexico agree to launch a Bilateral Framework on Clean Energy and Climate Change. This framework will enhance our cooperation on clean energy and climate by establishing a formal mechanism for collaboration and information exchange and demonstrates high-level support for joint efforts to achieve clean energy economies. The Framework reinforces our work in the Major Economies Forum for Energy and Climate and the UN Framework Convention on Climate Change, as well as complements the Energy and Climate Partnership for the Americas, which will be announced in coming days at the Summit of the Americas.

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