15 abr 2012

Los candidatos, a juicio episcopal/

Los candidatos, a juicio episcopal/
Rodrigo Vera
Revista Proceso # 1850, 15 de abril de 2012

En su agenda de campaña los cuatro aspirantes a la Presidencia de la República incluyeron a los jerarcas eclesiásticos, ante quienes comparecerán los próximos días para exponer sus ideas sobre temas que interesan a la Conferencia del Episcopado Mexicano: el aborto, los matrimonios gay, la familia y la violencia. La inédita propuesta salió no de la Iglesia, sino de los propios candidatos y fue aceptada de inmediato, asegura Manuel Corral, vocero de la CEM.

Para definir su postura respecto al aborto, el matrimonio gay, la libertad religiosa y algunos otros temas que interesan a la Iglesia, los cuatro candidatos a la Presidencia de la República comparecerán esta semana ante la asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a la que asistirán más de 120 obispos y arzobispos del país.
En presencia de los medios de comunicación –un hecho hasta ahora inédito–, los candidatos se someterán al escrutinio eclesiástico en la sede del episcopado mexicano, el enorme búnker de altos y largos muros de roca ubicado en un solitario paraje de Lago de Guadalupe, Estado de México.
La postura de cada aspirante tendrá repercusiones electorales, ya que inmediatamente las alrededor de mil 200 organizaciones de laicos católicos empezarán a realizar proselitismo político a favor de quien más se comprometa a defender los postulados de la Iglesia.
El religioso Manuel Corral, vocero de la CEM, comenta entusiasmado: “Fueron los mismos candidatos quienes pidieron reunirse con los obispos, aprovechando la asamblea plenaria que el episcopado realiza esta semana. Primero nos hicieron verbalmente la petición, y nosotros les dijimos: ‘Pídanla por escrito’. Y así fue, nos enviaron formalmente su solicitud a través de misivas”.
–¿Qué días los agendaron?
–Del martes 17 al viernes 20. Arrancamos con la panista Vázquez Mota, quien estará con nosotros el primer día; el candidato de las izquierdas, López Obrador, estará el miércoles 18; el priista Peña Nieto, al día siguiente, y, por último, Quadri, del Partido Nueva Alianza. Hablarán ante más de 120 obispos y arzobispos que, calculamos, asistirán a la asamblea.
“Cada encuentro durará hora y media. Los primeros 30 minutos serán para que el candidato pronuncie un discurso con sus propuestas. Y la hora restante para que los obispos hagan preguntas y el candidato conteste. Las preguntas se elegirán por consenso y se agruparán por temas.”
Al cierre de esta edición, el episcopado analizaba la posibilidad de que reporteros, fotógrafos y camarógrafos cubran las comparecencias desde el área de prensa del salón plenario de la CEM. “Creemos conveniente realizar el ejercicio democrático de darle cabida a los medios de comunicación, como se estila en la Cámara de Diputados cuando comparecen los funcionarios públicos”, explica Corral:
–¿Al episcopado qué temas le interesa tratar con los candidatos?
–Los mismos temas que le interesan a la gente: la pobreza, el desempleo, la desigualdad social, la violencia… ya que el episcopado no es un ente abstracto. Pero sobre todo les preocupa el tema de los valores. ¡Reconstruir el tejido moral! La reconstrucción del tejido social tiene que ver con la reconstrucción del tejido moral.
“Por ejemplo, lo más importante que tenemos en México es la familia, y sin embargo la estamos destruyendo con políticas que nos llevan al libertinaje y a la violencia. El gran drama que vivimos es confundir la libertad con el libertinaje.”
–¿La libertad religiosa es otro tema sobre el que los obispos pedirán definirse a los candidatos?
–Sí, pues el tema de la libertad religiosa, como de cualquier otra libertad, es un capítulo abierto. Ya veremos cuál será la postura de los candidatos sobre el asunto. Por lo pronto, la reciente reforma al artículo 24 constitucional demuestra que las leyes tienen que ser progresivas, pues el mundo es cambiante. Las leyes no deben cerrarse ni cosificarse.
“La reforma al 24, que permite el culto fuera de los templos ya sin el permiso previo de la Secretaría de Gobernación, vino a acabar con la simulación en ese terreno, ya que en los hechos realmente muy pocos pedían ese permiso. Vivimos en una cultura de la simulación que debe desterrarse.”
Indica que la posesión de medios de comunicación por parte de la jerarquía, así como el acceso de los ministros de culto a cargos de elección popular, forman también parte de los derechos enmarcados en la libertad religiosa que tratarán con los candidatos.
“¡Caray! Por qué poner trabas para que la Iglesia tenga medios de comunicación; por qué prohibir que los sacerdotes sean votados. ¡Eso no es justo! Los defensores de esas leyes anquilosadas viven en el pasado, tomando siempre como referente el siglo XIX”, exclama Corral.
La familia
El vocero de la CEM señala que los obispos están tomando muy en cuenta si cada candidato ha logrado formar una familia sólida. Explica la razón:
“Mire, la familia presidencial siempre es un referente para todas las familias de México, y mucho más si se tiene en cuenta que, según el último censo, 84% de su población es católica; estamos hablando de unos 96 millones de mexicanos.
“Uno de los cuatro candidatos será nuestro futuro presidente. Por eso es importante que no tengan una familia desintegrada; el padre por un lado, la madre por otro y cosas así. Eso sería un mal testimonio para las familias mexicanas.”
–¿Cómo ven a la familia de Josefina?
–Ha consolidado un buen matrimonio. Yo incluso he platicado con ella y con su esposo en varias ocasiones. Creo que su familia es un buen referente.
–¿Y la de López Obrador?
–Bueno, él enviudó y hoy está casado en segundas nupcias. He conversado varias veces con Beatriz, su segunda esposa. En términos generales podríamos decir que López Obrador ha consolidado una típica familia mexicana.
–¿Y Peña Nieto?
–También es viudo y casado en segundas nupcias. He tratado a Peña Nieto y a Angélica, su segunda esposa… Pero él tiene dos hijos fuera del matrimonio…
–¿Eso es mal visto por el episcopado?
–En el ámbito moral, la Iglesia siempre ha inculcado la fidelidad en el matrimonio y lo seguirá haciendo. Para nosotros eso es muy importante. Peña Nieto hasta hace poco reveló que tenía esos dos hijos… La confesión es muy importante, pero todavía más el propósito de enmienda.
–¿Y qué podrían decir de Quadri?
–A él no lo conocemos en ese aspecto. No sabemos nada sobre su familia. Ya habrá oportunidad de saberlo.
–¿Qué finalidad tiene para los obispos el encuentro con los candidatos?
–La Iglesia y el Estado son dos entidades al servicio del pueblo. Ambas quieren el bien de los ciudadanos. Tienen ese interés en común. De manera que los obispos necesitan conocer las propuestas de quienes aspiran a gobernar el país. Reunirse con ellos y poder preguntarles: ‘Oiga, señor candidato, de llegar a la Presidencia qué hará ante tal y cual problema’.
–¿Servirá también para que el episcopado tome partido por algún candidato?
–No, nosotros no hacemos política partidista. Las leyes civiles nos lo prohíben. Lo que estamos haciendo es simplemente exhortar a la población a votar, mediante un documento elaborado por el episcopado y a través de talleres sobre participación democrática que se imparten a nivel parroquial.
–Pero hay obispos que, de pronto, exhortan a la población a no votar por los candidatos que promueven el aborto y el matrimonio gay.
–Bueno, si bien el episcopado es una entidad que aglutina a todos los obispos, cada obispo tiene la libertad de expresarse libremente. Tiene autonomía propia y es responsable de sus declaraciones. Sólo depende del Papa. Y no puede decirse que está haciendo política partidista sólo por defender la doctrina esencial de la Iglesia.
Laicos católicos y política
Manuel Corral señala que únicamente pueden involucrarse en política partidista las agrupaciones de laicos católicos del país:
 “En los últimos años, los laicos están tomando una postura política muy activa. En México ya hay más de mil 200 organizaciones de laicos católicos. Algunas operan a nivel nacional y otras son regionales. Pueden ser muy conservadoras o muy progresistas. Pero todas ejercen su derecho de hablar a favor o en contra de algún candidato.”
–¿Estas organizaciones reciben línea del episcopado?
–¡No! ¡De ningún modo! Tienen autonomía propia. Incluso nosotros les pedimos que cuando se expresen no lo hagan en nombre del episcopado. Esos laicos no son monaguillos del obispo o del párroco, son hombres y mujeres conscientes de su compromiso cristiano y apoyan los postulados de la Iglesia.
Por lo pronto, todas estas organizaciones esperan con ansias a que los candidatos definan su postura durante la pasarela política de esta semana, para hacer campaña a favor del aspirante que más convenga a sus intereses.
Jorge Serrano Limón, líder del Comité Nacional Pro-Vida, una de las organizaciones católicas más influyentes y combativas del país, adelanta a Proceso:
“Tenemos los antecedentes de cada candidato respecto a su postura sobre el aborto, la familia y el matrimonio entre homosexuales. Aún así, estamos esperando el compromiso que asumirán ante los obispos. Será decisivo. Y para nosotros será el punto de arranque de una campaña a favor del candidato que defienda la doctrina de la Iglesia.”
–¿En qué consistirá está campaña?
–Elaboraremos pancartas, mantas, hojas volantes… pero sobre todo nos manifestaremos vía Internet para tener interacción con las redes sociales, este medio nos resultará muy eficaz.
Serrano Limón señala que aparte de Pro-Vida –con presencia en 51 ciudades del país–, en esa campaña participarán muchas otras organizaciones católicas que operan a nivel nacional, menciona a la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Caballeros de Colón, Testimonio y Esperanza, Red Familia, la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), Vida y Familia…
El activista católico señala que, en sus comparecencias ante los obispos, los candidatos deben comprometerse a implementar acciones muy concretas a favor de la vida.
Entre éstas, por ejemplo, modificar el Código Penal Federal para que se prohíba el aborto en cualquier momento de la preñez. De esta manera, dice, resultarán ilegales todos los tipos de abortos permitidos en algunas legislaciones estatales.

Otra medida a la que deben comprometerse los aspirantes a la Presidencia es “retirar los abortivos químicos y mecánicos”. Entre los primeros menciona las pastillas hormonales, y entre los segundos el dispositivo intrauterino.
Agrega Serrano Limón:
 “Será muy fácil para los candidatos echar su rollo y dorarle la píldora a los obispos. ¡No señor! ¡Deben comprometerse a realizar acciones concretas! Por eso será importante la presencia de los medios de comunicación en las comparecencias, para que registren esos compromisos. Ya basta de acuerdos a escondidas y en lo oscurito.”
–¿Josefina Vázquez Mota ya se declaró en su campaña respecto al aborto?
–No, nada. Estamos esperando su definición. Cuando fue secretaria de Desarrollo Social, en el sexenio de Fox, 60% de los recursos económicos destinado a las organizaciones civiles se los dio a los grupos de homosexuales y lesbianas, algo inaudito en una funcionaria panista.
“El mismo PAN está traicionando su doctrina y sus principios, que son los más afines a los de la Iglesia. Por puro pragmatismo político, el PAN se ha aliado hasta con el PRD, su enemigo ideológico. Y ahora tiene como candidata al gobierno capitalino a Isabel Miranda de Wallace, quien promueve el aborto y los matrimonios homosexuales.”
–¿Y Peña Nieto ya se definió?
–Como precandidato, en una entrevista con Televisa dijo claramente que estaba a favor del aborto y de los matrimonios entre homosexuales. Si sostiene esa postura, emprenderemos una fuerte campaña en su contra.
 “Esta posición de Peña Nieto nos confunde mucho, ya que en 2007, cuando era gobernador del Estado de México, trabajó muy estrechamente con Pro-Vida, al grado de cerrar las clínicas abortivas que nosotros detectamos en su entidad y le pedimos que cerrara. Francamente, no lo entendemos.”
–¿Y López Obrador?
–Ese político que se hace pasar por juarista… es muy mentiroso y escurridizo. Yo personalmente le he preguntado sobre las acciones que emprenderá de llegar a la Presidencia. Y sólo me ha contestado: “Tendré que consultarlo con la sociedad… tendré que consultarlo”. Rehúye el tema.
“Cuando era jefe de gobierno del Distrito Federal, López Obrador apoyó a la Iglesia al bloquear la legalización de las uniones entre homosexuales. Se lo agradecimos mucho. Pero después, durante el gobierno de Marcelo Ebrard, impulsó la legalización del aborto. Le reclamé por esto, y me contestó: ‘Yo nada tuve que ver, fueron los legisladores’.”
Respecto a Gabriel Quadri, Serrano Limón señala: “En repetidas ocasiones el candidato de Nueva Alianza ha declarado que está a favor del aborto y de la legalización de las drogas. No promoveremos el voto a su favor porque ni siquiera tiene posibilidades de llegar a la Presidencia”.
En la sede nacional de Pro-Vida –entre fetos de plástico expuestos aquí y allá–, Serrano Limón concluye:
“Para los votantes católicos el actual proceso electoral es muy desalentador. Hay una crisis de partidos. Se esfumaron los principios ideológicos para dar paso a un burdo pragmatismo político. Pero aún así, tendremos que llamar a votar por alguien. Sólo esperamos a que los candidatos se definan ante el pleno del episcopado.”
El pasado 25 de marzo, al pie del Cristo del Cubilete, los cuatro candidatos asistieron a la misa que ofició el Papa Benedicto XVI y ahí recibieron la bendición papal. Por iniciativa propia, ahora irán al búnker del episcopado para tratar de conseguir –bajo un enorme crucifijo– la bendición de la cúpula eclesiástica.

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