Y Josefina, el desastre/ÁLVARO DELGADO
Proceso No. 1881, 18 de noviembre de 2012
Exgobernador, exdiputado federal y miembro
desplazado del equipo de campaña de Josefina Vázquez Mota, Carlos Medina
Plascencia revela a Proceso los desencuentros que tuvo con la excandidata
presidencial y los serios errores en que ha incurrido el blanquiazul. Opuesto a
la injerencia de Felipe Calderón en el PAN, el guanajuatense alerta acerca de
las embestidas del Yunque y del corporativismo de estilo priista que tienen
copada a la dirección nacional de su partido.
Como candidata presidencial, Josefina Vázquez
Mota enalteció durante su campaña al exgobernador Carlos Medina Plascencia por
haberla invitado a participar en política en 2000, pero repentinamente lo hizo a
un lado.
Lo mismo al bajacaliforniano Ernesto Ruffo,
primer gobernador del Partido Acción Nacional (PAN), quien la empujó también
para que conquistara la candidatura a la Presidencia de la República con el
compromiso de que ella impulsaría la participación ciudadana.
–¿Qué pasó? –se le pregunta a Medina
Plascencia.
–¡Nos desaparecieron!
Al frente de casi 300 expertos que formularon
propuestas para articular el proyecto presidencial de Vázquez Mota, Medina
Plascencia revela que las hacía llegar al equipo de campaña porque ya no tenía
acceso directo a la candidata.
“Nos sentimos y quedamos marginados en el
camino, sólo observando las cosas”, revela el exgobernador interino de
Guanajuato, quien lamenta que Vázquez Mota haya quedado atrapada en su equipo
por decisión de ella misma.
“Creo que fue eso. También dejé de mandarle
correos directamente a ella, porque veía que lo que no coincidía con su equipo
más cercano no se tomaba en cuenta. No tenía caso. Había que dejar que su
equipo cercano, si creía que estaba en lo correcto y era dueño de la verdad,
agarrara el camino y la llevara al éxito.”
–¿La decisión fue de ella?
–Sí, sí. Creo que también tiene su forma de
organizarse y hacer las cosas y desgraciadamente no se terminó de comprender
que algunos de su equipo nos veían no como amenaza pero sí como intromisión, a
pesar de que, como en mi caso, señalamos, y lo reitero, que no buscaba cargo
público ni chamba ni quiero que me paguen nada.
–¿Esperaba más de Josefina?
–Creo que pudo ser mejor.
Tras la victoria interna de Vázquez Mota
sobre Ernesto Cordero y Santiago Creel el 5 de febrero, Medina Plascencia
participó todavía en el diseño de las directrices de la campaña, estuvo
presente en la toma de protesta en el Estadio Azul y aun en el arranque de la
gira.
Asegura no saber quién y cuándo definió el
controvertido lema de campaña, “Diferente”, pero sí conoció los primeros spots
de la candidata elaborados por Pedro Torres, el publicista de Televisa que
trabajaba también para el priista Enrique Peña Nieto, en los que ella aparecía
en un entorno sombrío.
¡Párenlos!”, le dijo al equipo de Vázquez
Mota, que alegaba que perderían tiempo porque ya estaban registrados ante el
Instituto Federal Electoral. “¡No le hace, no pueden salir con esos spots!”
Ese fue un error mayúsculo porque ya no
realizó los mensajes el cineasta Alejandro González Padilla –como en la
precampaña– pues lo despidió Roberto Gil Zuarth, coordinador de la campaña.
“Lo trataron mal”, cuenta Medina, quien
conoce otros casos de exclusión como el suyo. “No me siento frustrado porque
son naturalezas humanas y hay que entender la dinámica de la política, que son
circunstancias y coyunturas y a veces se pueden acomodar o no”.
Ya no volvió a hablar con Vázquez Mota, ni
solo ni con la presencia de Ruffo, con quienes ella había acordado retomar la
convocatoria a la participación ciudadana, como se hizo en la precampaña.
“¿Qué pasó con Josefina? Una vez que se gana
la precampaña y lleva muy buena energía y dosis de resultados positivos, creo
que le hizo falta una estrategia (no sé si no la hubo o no la conocí) para
ganar a partir de la propia sociedad.”
Evoca: “A Ruffo y a mí nos hablaba de la
familia y la sociedad, pero ese discurso ya no fue explícito y pudo haber
tenido mucho más impacto”.
Medina revela que le planteó a Vázquez Mota
que, ante una población harta de la partidocracia, había que ofrecer una
candidatura ciudadana más que del PAN.
“Y una equivocación que hubo en la campaña es
que le seguíamos hablando a los panistas y no a la sociedad. Esa fue una de las
líneas que se plantearon claramente, pero que después el equipo de campaña fue
cambiando. Le fue hablando más a los panistas que a la sociedad.”
Injerencia calderonista
Segundo gobernador que tuvo el PAN en el país
y primero de Guanajuato (1991-1995) –desde donde Vicente Fox inició su proyecto
para ganar la Presidencia de la República en 2000–, Medina participó en la
Comisión de Evaluación y Mejora que, por mandato del Consejo Nacional de su
partido, realizó el diagnóstico de la derrota.
Convencido de que esa comisión hizo un
“trabajo espléndido”, afirma –en una amplia entrevista el martes 13– que los
estatutos que se pretende aprobar en la Asamblea Nacional de marzo de 2013 no
son suficientes para resolver la crisis del PAN, que se ha acumulado durante
años.
El desastre electoral del 1 de julio es
responsabilidad de Vázquez Mota, pero también del gobierno de Calderón y su “injerencia”
en la vida interna; y lo mismo de Fox, por llamar a votar por el priista
Enrique Peña Nieto.
–¿Ese fue un acto de traición?
–En cierto sentido sí, pero a mí no me
corresponde juzgar.
–¿Se debe expulsar ya a Fox?
–No es un asunto en el que el PAN deba
distraerse en este momento.
Insatisfecho con los dos sexenios panistas
Medina atisba “nubarrones en el escenario” por los cambios en el PAN, sobre
todo en “esa vertiente de corporativismo, de intereses, de acuerdos previos y
movilización de personas”, lo mismo que de corrupción de sus militantes.
Censura la intromisión de Calderón en el
partido durante todo el sexenio, como cuando impuso a Germán Martínez y a César
Nava. “Hubo una clara injerencia”, censura.
–¿Es (Calderón) corresponsable de la derrota?
–Creo que sí. Como en cualquier elección hay
muchos factores y por supuesto que él también es uno.
–¿Querrá seguir influyendo?
–Creo que le hará mucho bien al partido si lo
deja con las aportaciones que pueda hacer, pero no buscando tener control o
injerencia. Eso no le hará bien a él ni al PAN.
Pese al desastre, advierte, Acción Nacional
“no ha tocado fondo”, tiene un problema de congruencia y pese a que ha
gobernado 24 años el municipio de León –que apenas perdió ante el PRI–, 23 Baja
California, 22 Guanajuato y 12 el país, no ha sido capaz de elaborar un modelo
de partido y de gobierno.
–¿Esto es también un fracaso del PAN?
–Más que fracaso ha sido una grave omisión no
haber planteado más concretamente en blanco y negro cómo debe ser evaluado,
verificado, certificado un comité municipal. ¿Cómo se va a evaluar? ¿Por el
número de miembros, por votos conseguidos, por elecciones ganadas? Esa es la
parte donde estamos en déficit.
El modelo guanajuatense
Perdida la Presidencia de la República, el
exdiputado federal y preaspirante presidencial en 2005 plantea diseñar un
modelo de partido y de gobierno que “debe ser desde lo local a lo nacional”,
puntualiza.
“Hay que ver hasta dónde llegamos en la
Asamblea Extraordinaria, pero no hay que estar a expensas de eso, sino que a
nivel local, como queremos en Guanajuato, detectar y definir dónde están
aquellos que lideran el corporativismo dentro del PAN, porque traen su propio
proyecto político y esto ya tiene harta a la sociedad.”
Y así como Guanajuato fue estado clave en el
ascenso del PAN y en la alternancia presidencial, Medina Plascencia se ha
propuesto que sea el “modelo” de gobierno con el mandatario Miguel Márquez, y
de partido con al presidente estatal Gerardo Trujillo, a quienes asesora.
En Márquez y Trujillo, asegura, hay voluntad
para que Guanajuato establezca un modelo que, aclara, debe ser ajeno al
“corporativo” que aplicó el exgobernador Juan Manuel Oliva, actual secretario
general adjunto de Elecciones del CEN del PAN, cuyo proyecto de suceder a
Gustavo Madero no comparte.
“Es un hombre que trabaja día y noche, no
tengo la menor duda, pero por lo que hemos vivido en nuestro estado no creo que
sea la mejor opción para Acción Nacional”, opina.
–¿Es el modelo que le conviene al PAN?
–¡No! No porque el corporativismo no va con
el PAN, no debe ir con el PAN. Es algo que combatimos, que debemos ir
combatiendo. ¿Dónde está la libertad, la dignidad de la persona, dónde están
esos principios rectores cuando se impulsan este tipo de esquemas de
masificación de apoyos, de corporativismos, de intereses y prebendas?
Medina niega que Márquez sea parte de la
misma facción de El Yunque que encabeza Oliva, cuyo aparato aplastó en la
elección interna a José Ángel Córdova Villalobos, actual secretario de
Educación. “Fue la opción que Oliva apoyó, pero no necesariamente puede
catalogarse como su delfín”.
–¿Fue auténtica la expresión de Márquez de
“menos Yunque y más PAN?
–Sí. Más ciudadanos. No sé si llega a ruptura
pero hay una gran diferencia entre lo que hacen uno y otro. Y si no, yo no
estaría ahí.
Derrotado en su búsqueda de la presidencia de
su partido por Manuel Espino en 2005 –lo que puso fin también a su ambición de
ser presidente de México–, Medina asegura que existen grupos de panistas, aún
dispersos, que quieren relanzar al PAN como escuela de ciudadanía.
“Se requiere un referente y como no lo
tenemos, debemos construirlo. Y en esto coincidimos Ruffo, Fernando Canales
Clariond, Juan Antonio García Villa, cada quien trabajando en su ámbito”.
El problema es que pese al desastre
electoral, aún hay grupos enquistados en el PAN que no quieren ningún cambio
real. “Hay que tocar fondo”, dice.
–¿No ha tocado fondo con la pérdida de la
Presidencia?
–Creo que no. Hay diferentes niveles de
conciencia, es cierto, pero no hemos terminado de tocar fondo.
Un ejemplo, dice, es la campaña de refrendo
de militantes que supuestamente acabará con quienes fueron afiliados
corporativamente:
“Veo nuevamente el movimiento de mucha gente
empujando el refrendo masivo y ese impulso nos dice que no han tocado fondo los
que apoyan eso. Están apostando a impulsar candidaturas para su beneficio,
están viendo la política como algo patrimonial y ese es el grave error.”
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