En 5 días de conflicto Isreli-Palestino ya
hay varios difuntos; siete de ellos niños.
Obama ya dio su primer posicionamiento: pide
contención a Israel
El presidente de EU empero, NO cuestiona el
derecho de Tel Aviv a defenderse pero le pide que frene la escalada de su
actividad militar en Gaza.
Netanyahu anuncia que Israel está listo para
“ampliar las operaciones”.
Obama pide contención a Israel.
El presidente de EE UU no cuestiona el
derecho de Tel Aviv a defenderse pero le pide que frene la escalada de su
actividad militar en Gaza
ANTONIO CAÑO, reportero.
El País, Washington 18 NOV 2012;
Mientras intensifica su diplomacia telefónica
en busca de un acuerdo para el alto el fuego, Barack Obama pidió el domingo por primera vez contención a Israel en el
conflicto que libra contra Hamás en Gaza. Esta petición, que no cuestiona
el derecho de ese país a la autodefensa, se encuadra en un esfuerzo de la
Administración norteamericana por evitar una escalada que, no solo tendría
consecuencias dramáticas para los palestinos, sino que pondría contra las
cuerdas a la política de Estados Unidos en Oriente Próximo.
“Israel tiene derecho a esperar que no se disparen misiles contra
su territorio”, ha declarado Obama en Bangkok, donde inició este domingo una visita a tres países de Asia. “Si
puede lograr eso sin una escalada de la actividad militar en Gaza, sería
preferible. No solo es preferible para el pueblo de Gaza, sino también para los
israelíes, porque si las tropas israelíes entran en Gaza, corren mucho más
riesgo de muertos o heridos”, añadió.
Esta declaración se produce varios días después de los
intercambios de misiles entre Hamás y el Ejército israelí, y tras varias conversaciones por teléfono mantenidas por el
presidente norteamericano con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu,
el presidente de Egipto, Mohamed Morsi, y el primer ministro turco, Recep
Tayyip Erdogan.
Por su parte, la secretaria de Estado,
Hillary Clinton, que acompaña a Obama en la gira por Tailandia, Burma y
Camboya, ha hablado con el rey Abdullah de Jordania, el primer ministro de
Qatar y los ministros de Relaciones Exteriores de Israel y Egipto.
La Administración norteamericana quiere dejar
claro que, antes que nada, está al lado de Israel, al que considera el país
agredido, pero que también está ejerciendo su capacidad de presión sobre ese
país para que actúe con la mayor prudencia posible
EE UU lleva a cabo una iniciativa diplomática
muy delicada para frenar el conflicto en Gaza sin defraudar a su aliado
principal, Israel, y sin cerrarse las puertas con Egipto, los palestinos y los
países árabes y musulmanes de cara a una futura gestión de paz de mayores
horizontes. La Administración norteamericana quiere dejar claro que, antes que
nada, está al lado de Israel, al que considera el país agredido, pero que
también está ejerciendo su capacidad de presión sobre ese país para que actúe con
la mayor prudencia posible.
Turquía y Egipto son los otros dos ángulos de ese triángulo
diplomático: Turquía, como país musulmán de referencia
para EE UU, y Egipto, como el antiguo gran aliado árabe en el que Washington
intenta seguir depositando su confianza. Uno de los peligros de la crisis de
Gaza, es el de que toda esa arquitectura de influencia en Oriente Próximo se le
derrumbe a Obama si la escalada militar continúa hasta provocar una matanza de
palestinos. Es muy difícil que el presidente norteamericano pudiera seguir
contando con Morsi si eso llega a producirse.
Afortunadamente para él, Obama afronta este
reto una vez superado el escollo de las elecciones presidenciales. Esta misma
crisis, tres semanas antes, hubiera obligado al presidente a un incondicional e
ilimitado apoyo a Netanyahu. No es que ese respaldo esté ahora en duda, pero
Obama tiene en estos momentos un margen algo mayor para equilibrar su política.
Este esfuerzo coordinado con Egipto y Turquía
depende, en todo caso de la capacidad de ambos para evitar que Hamás lance más
misiles
La Casa Blanca intenta hacerlo sin poner en
duda que, desde su punto de vista, Hamás es el único culpable de esta
situación. “Hay que dejar claro cuál ha sido el factor precipitante: los
cohetes disparados contra áreas civiles israelíes desde hace ya algún tiempo”,
manifestó el domigo el consejero de Seguridad Nacional del presidente, Thomas
Donilon. “Los israelíes han soportado durante demasiado tiempo la amenaza de
esos cohetes, y fue eso lo que llevó a los israelíes a emprender las acciones
que emprendieron en Gaza”.
Sentado ese principio, Washington ha tratado
de buscar puntos de confluencia con otras naciones concernidas. “Con Egipto
compartimos un interés fundamental para evitar una escalada de la situación”,
declaró ayer un portavoz del Departamento de Estado. Egipto, que comparte
frontera con Gaza y con Israel, se vería inmediatamente involucrado por una
extensión de la guerra. El Gobierno egipcio, incluso en los tiempos de Hosni
Mubarak, intentó mantener una influencia sobre Hamás. Ahora, con un Gobierno
elegido en las urnas y de tendencia islámica, se siente además moralmente
obligado a ayudar a los palestinos. En cuanto a Turquía, ya está su Gobierno
suficientemente ocupado con la guerra de Siria como para exponerse a un nuevo
conflicto que, de alguna manera, podría acabar realimentando al anterior.
Este esfuerzo coordinado con Egipto y Turquía
depende, en todo caso de la capacidad de ambos para evitar que Hamás lance más
misiles. De lo contrario, EE UU no podrá parar a Israel.
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