Publicado en Reforma 11 Ene. 13,
“Me llena de entusiasmo ver a viejos camaradas y amigos pero también veo caras nuevas y ello me motiva. Me siento halagado por todas las muestras de afecto que he recibido y emocionado por los recuerdos. Han pasado muchos años y puedo decir que lo que he hecho a lo largo de mi vida lo he hecho con convicción. En la actualidad las circunstancias me han llevado a alejarme un poco de la actividad política, cosa que no ha sido fácil para mí, pero tengo la dicha de contar con el amor, la comprensión y el apoyo de Martha Recaséns, mi mujer; hemos compartido la vida a lo largo de más de 30 años y mi deseo es que sean muchos más.
Ahora le toca a quienes se están forjando las nuevas
luchas por la transformación democrática y sólo quiero repetir algo que dije
hace ya 30 años cuando inicié mi campaña a la Presidencia porque considero que
es algo que hay que tener siempre presente:
El pensamiento político, sobre todo el que se dispone a
revolucionar a la sociedad, es siempre, al final de cuentas, un acto original.
Su eficacia depende, ciertamente, del grado de dominio que se tenga de otras
experiencias, de la madurez y el oficio con que se emplee la teoría. Pero la
esencia, la modificación de la fuerza, el ejercicio de la política en su
sentido más pleno y elevado, es un producto eminentemente histórico y nacional.
Conocer a fondo el país, asumir su historia, hablar su lenguaje, son ya un acto
político transformador... Nuestro proyecto político tiene que ir...más allá de
la política. Queremos construir un nuevo liderazgo ideológico y cultural y
promover una profunda transformación intelectual y moral de la sociedad.¡Salud!
Texto leído en el homenaje a Arnoldo Martínez Verdugo.
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