Retrospectiva
A la
ultraderecha no le basta el PAN/Álvaro Delgado
Revista
Proceso, 19, de agosto/2007
Ni siquiera la retención de la Presidencia de la
República mantuvo unidos a los grupos derechistas que integran el PAN. Así lo
hace ver la fundación del Movimiento de Participación Solidaria y eventualmente
de un nuevo partido de inspiración sinarquista. Un promotor del movimiento, que
niega serlo, revela que los sinarquistas “perciben que el PAN es un partido de
clases sociales más altas”.
En la creación de una nueva formación política de
derecha en México, que ha cimbrado al Partido Acción Nacional (PAN),
intervienen no sólo numerosos panistas y miembros de la Unión Nacional
Sinarquista (UNS) –de una religiosidad extrema–, sino activistas de la Iglesia
católica y prominentes empresarios.
El partido que gesta el Movimiento de
Participación Solidaria, cuyo cimiento ideológico es la doctrina social de la
Iglesia, es auspiciado por diversos grupos y personajes, inclusive del sector
privado. Entre estos últimos han sido mencionados Lorenzo Servitje Sendra,
fundador del Grupo Bimbo, y Patricio Slim Domit, hijo del hombre más rico del
mundo, Carlos Slim Helú.
Ni uno ni otro pudieron ser localizados, hasta la
noche del viernes 17. Sólo la oficina de información del Grupo Carso, al que
pertenece Inbursa, grupo financiero del que es director general Slim Domit,
declinó oficialmente emitir una posición.
La creación del nuevo partido
político se produce cuando Servitje anima, también, un movimiento “cívico
político” para “rescatar” al Distrito Federal y la Zona Metropolitana del
control del Partido de la Revolución Democrática. Los integrantes de dicho
movimiento suelen reunirse en la Hacienda Los Morales desde su constitución, el
21 de julio.
La más reciente se celebró el jueves 2 de agosto –en el salón
Ático cenaron churros con chocolate– y concurrieron, entre otros, la delegada
en Miguel Hidalgo, Gabriela Cuevas Barrón; José Barroso Chávez, caballero de
Malta, y el diputado federal Rogelio Carvajal, quien fue secretario particular
de Felipe Calderón en la campaña presidencial.
A los encuentros en la Hacienda
de los Morales asisten también Guillermo Velasco Arzac, presidente de la
Coordinadora Ciudadana, otra de las agrupaciones políticas nacionales que, sin
perder su registro, colaboran con el nuevo partido, y el diputado local panista
Alfredo Vinalay, excolaborador de José Luis Luege, también asiduo
asistente.
Fue justamente Luege, director general de la Comisión Nacional del
Agua (Conagua) en el gobierno de Calderón, quien comunicó al Comité Ejecutivo
Nacional (CEN) del PAN, en la sesión del lunes 6, la inminente formación de un
nuevo partido político, porque uno de sus principales colaboradores, René Bolio
Hollarán, se lo hizo saber. “No tengo nada que ver”, juró.
Pero en efecto, en
un proceso que comenzó al menos desde marzo de este año –y que el sábado 18
celebró en el Estado de México su segunda asamblea estatal verificada por el
Instituto Federal Electoral (IFE)–, el Movimiento de Participación Solidaria
tiene como el promotor más visible a Bolio, quien representó en la precampaña
presidencial del PAN a Alberto Cárdenas Jiménez, respaldado por Servitje.
Bolio
Hollarán y miembros de la UNS –cuyo fundador fue Salvador Abascal Infante,
padre del secretario general adjunto del PAN, Carlos Abascal– han utilizado
para la promoción del nuevo partido las instalaciones del Instituto de Doctrina
Social Cristiana (Imdosoc), institución fundada por Servitje en 1983 con la
bendición del cardenal Ernesto Corripio Ahumada.
El propio director general
del Imdosoc, Manuel Gómez Granados, militante panista adherente como Servitje,
fue anfitrión de un encuentro celebrado en las instalaciones de esa asociación
eclesial el viernes 10, un día antes de la asamblea fundacional de ese
movimiento, que se llevó a cabo con manifiesta ostentación en el salón El Rayo,
en la delegación Iztapalapa del Distrito Federal.
Y es que el movimiento
cuenta con suficiente sustento económico, lo que permitió persuadir a los
dirigentes de la Unión Nacional Sinarquista, que facilitó a sus aliados del PAN
el registro como agrupación política nacional, requisito que impone la ley
electoral para la creación de un nuevo partido.
Los recursos provienen de
empresarios, reveló Bolio Hollarán en esa reunión, en la que se hizo acompañar
de otro de los promotores del nuevo partido: Fernando Rivera Barroso,
exsecretario de Educación en el gobierno de Vicente Fox en Guanajuato y actual presidente
del Movimiento Nacional de Laicos.
Rivera Barroso fue también asesor en
materia de “valores” de Reyes Tamez, secretario de Educación Pública federal,
militante del Movimiento Unificado de Renovadora Orientación (MURO) y fundador
del Movimiento Cristianismo Sí, formado en la primera visita del Papa Juan
Pablo II, en 1979.
Muchos panistas
La reunión –confirmada al reportero
por Gómez Granados, quien deslinda a Servitje– fue reseñada por una militante
panista de Iztapalapa, Rebeca Moreno Lara Barragán, en una carta –de la que
Proceso tiene copia– enviada el lunes 13 a la presidenta del PAN en el Distrito
Federal, Mariana Gómez del Campo.
En la carta, la panista narra que antes de
la llegada de Bolio y Rivera Barroso, en la reunión les fueron entregados los
resultados de dos encuestas, una de María de las Heras sobre cómo 41% de los
ciudadanos no se siente representado por los partidos actuales, y otra de
Consulta Mitofsky, que establece que las dos prioridades de los ciudadanos son
la familia y Dios.
“Se habló de cómo ningún partido se preocupa realmente de
los pobres, que nadie cuestiona cómo la reforma fiscal va a reducir el número
de pobres”, escribió Moreno, y aseguró que Bolio también “habló de la cultura
de la muerte de los otros partidos, de que no hay voces para defender lo que
los mexicanos quieren de verdad y que ellos ahora serían la opción de ‘los de
abajo’.”
En la carta, detalla también la celebración de la asamblea
fundacional del Movimiento de Participación Solidaria en esa delegación, donde
se encontró a varios panistas, entre ellos a Ramón Trejo Hernández, funcionario
de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y ligado a René Bolio desde que éste
fue secretario particular de Luege en el PAN capitalino.
“Y comprobé, con
dolor, que lograron llenar con aproximadamente 3 mil personas el salón El Rayo,
ubicado en Avenida Tláhuac, y que éstas habían sido llevadas en camiones y
vehículos con las siglas de la Unión Nacional Sinarquista de México. También
les dieron un lunch completo por un peso.”
No se escatimaron recursos,
describe: “(Usaron) también buen equipo de audio, un buen escenario, la mampara
con el nombre de su movimiento y una frase relativa a la vida y a la familia.
Esto es, tienen recursos que, según explicó el licenciado Bolio en la comida,
provienen de empresarios.”
En la carta enviada a Gómez del Campo por Moreno
Lara Barragán, excolaboradora de Marta Sahagún y actual funcionaria del
Instituto de Desarrollo Social (Indesol), se detalla la reunión celebrada en el
comedor del Indosoc, a la que asistieron 12 personas “de la sociedad civil y
pastoral” de Iztapalapa, y en la que Gómez Granados disertó sobre el nuevo
partido.
Mientras llegaban Bolio y Rivera Barroso, narra, “Gómez Granados
comentó que estaban generando un movimiento que pretende ser un partido, ya que
no se sienten representados por partido alguno, que la fuerza de este
movimiento emanaba de un grupo de obreros y campesinos formados en los valores
cristianos y aglutinados en la Unión Nacional Sinarquista de México”.
Y más
adelante, después de haber visto en la asamblea a Bolio Hollarán y Ramón Trejo,
dice sobre la presencia de panistas: “Había otros cuyos nombres no conozco,
pero que he visto en reuniones del PAN en Iztapalapa. También estaba ahí el
licenciado Manuel Gómez Granados, todos los anteriores con gafete de
acreditación del IFE.”
Moreno le dice a Gómez del Campo en su carta, que hizo
circular también entre varios de sus compañeros del PAN:
“Si escribo esto es
porque la lealtad, la confianza y la unión en torno a los mismos principios es
fundamental para los que tomamos la bandera del PAN en aras de luchar por un
mejor México. Me llena de sinsabor este doble juego. No se vale estar al lado
de alguien, mirarlo a los ojos y clavar por la espalda un puñal. No debe ser
así cuando está en tus manos la tarea por el destino de México, pero debes
lealtad y secrecía a otros intereses.”
Consultado al respecto, Gómez Granados
reconoce que esa reunión se realizó, lo mismo que otra con dirigentes
sinarquistas, en la misma sede del Imdosoc, pero niega participar en el nuevo
partido, igual que Servitje, cuya afiliación al PAN coincidió con el apoyo de
ambos a Cárdenas Jiménez.
“Él no tiene nada que ver con esto”, asegura. Niega
que las reuniones en la Hacienda de los Morales sean parte de la misma
estrategia: “Son cosas absolutamente distintas. Lo del rescate es una
iniciativa eminentemente panista, no institucionalmente, sino de militantes
panistas.”
Aclara su participación como anfitrión de promotores del nuevo
partido: “Yo presenté a quienes iban a hablar de ese proyecto, lógicamente lo
presentaron y se acabó. Del movimiento que se está creando no formo
parte”.
Bolio y Rivera Barroso, dice, son sus amigos porque “los dos fueron
alumnos del Instituto”, y agrega que a los miembros de la UNS los conoce porque
les ha impartido también cursos de doctrina social cristiana.
–¿Participó en
la primera asamblea del nuevo partido?
–Yo no sé cuántas asambleas hayan
tenido. El sábado me asomé, porque tengo muchos años conociendo a algunas
gentes de la Unión Sinarquista y me siento comprometido con ellos. Ayer
desayuné con un diputado de San Luis Potosí y esta tarde vino a verme un obispo
de Rumania, y esto no me hace ni rumano ni potosino ni nada.
Hace años, dice,
en una conferencia en León, Guanajuato, invitó a los sinarquistas a integrarse
al PAN: “Me respondieron que no: ‘Los panistas son nuestros patrones’. No
entendí y me explicaron: ‘Nosotros trabajamos en fábricas, cuyos dueños son los
panistas.’ Ellos perciben, si está bien o está mal es otra cosa, que el PAN es
un partido de clases sociales más altas y quieren tener su propio partido. No
le veo nada de malo a que lo tengan, pero eso no quiere decir que yo los dirijo
o los administro”.
Gómez Granados, director general de la institución que se
define como “eclesial” y que imparte enseñanza a los laicos sobre la doctrina
social de la Iglesia “para ponerla en práctica en su vida cotidiana”, dice que
le gustaría ver al PAN con “un mayor compromiso con la justicia social. Me
parece que puede ser más evidente, más claro”.
Que viva el
sinarquismo
Desde la tarde del lunes 13, el reportero buscó al presidente de
la UNS, Enrique Pérez Luján, para conocer detalles sobre la formación del nuevo
partido a partir del Movimiento de Participación Solidaria que, según
información de sinarquistas que no están de acuerdo, comenzó a concretarse en
marzo de este año.
Localizado ese mismo día, vía telefónica Bolio Hollarán
objetó una entrevista personal y ofreció conversar sobre el proyecto al día
siguiente. Sólo hasta el miércoles, cuando Reforma publicó la información,
aceptó una breve charla.
Aseguró que el nuevo partido es una iniciativa ajena
al PAN, al que renunció “hace unos días apenas”, y que no participan en el
proyecto Luege, de quien fue secretario particular en el PAN capitalino,
coordinador de delegaciones en la Procuraduría Federal de Protección al
Ambiente (Profepa) y en la Secretaría de Medio ambiente (Semarnat), ni Cecilia
Romero, de quien fue senador suplente.
“De hecho ni están de acuerdo”, aclaró
Bolio, quien rechazó también que se trate de una formación con elementos de El
Yunque, organización de extrema derecha, y que haya utilizado su cargo de
coordinador general de Atención de Emergencias y Consejos de Cuenca de la
Conagua para afianzar el nuevo partido: “Faltaba más, claro que no.”
Bolio,
sin embargo, es acompañado por funcionarios que colaboraron con él en este
nuevo cargo, como Francisco Reyes Cervantes, delegado de la Profepa y de la
Conafor (institución que encabezó Alberto Cárdenas); como otro de los
animadores del proyecto, Ramón Trejo, quien estuvo involucrado en 2003 en el
escándalo de la venta de candidaturas en el PAN en la capital, cuando Luege era
su presidente.
Otro participante es Mario Sánchez Soledad, exdelegado de la
Profepa en Chihuahua y quien con sus hermanos Gabriel, Luis Eugenio y Gerardo
son militantes panistas identificados con el grupo de Desarrollo Humano
Integral (DHIAC), al que perteneció Manuel Espino, presidente del PAN.
Bolio
objeta la participación de otros panistas de origen sinarquista, como Emilio
González Márquez, gobernador de Jalisco que se asume como discípulo de Víctor
Atilano Gómez, quien organiza en el estado la creación de la nueva formación
política.
Además de ser ambos nativos de Lagos de Moreno, municipio alteño
del que Atilano fue alcalde y después le heredó a González Márquez la
presidencia nacional del Partido Demócrata Mexicano (PDM); tal cercanía no
implica relación orgánica, aclara Bolio: “Que yo sepa, nadie ha hablado con el
gobernador.”
Hermético, Bolio se negó a revelar también la identidad de
quienes financian el proyecto del nuevo partido. Hasta la noche del viernes
evitó responder a llamadas y correos electrónicos sobre el apoyo que
presuntamente recibe de empresarios como Servitje y Slim.
Sólo refirió:
“Estamos sufriendo por todos lados, pero vamos juntando de varios lugares. Hay
gente que ya se ha acercado para ayudar. Incluso hoy nos hablaron para
ofrecernos algunos medios”.
–¿Cómo se persuadió a la Unión Nacional
Sinarquista para unirse con ustedes? ¿Qué acuerdo hubo?
–No hubo ningún
acuerdo, fue una suma muy generosa. Es la oportunidad de que el sinarquismo
sobreviva, pero no es un partido sinarquista ni nada.
Al respecto, el panista
Luis Paredes Moctezuma, militante confeso de El Yunque, afirma que el nuevo
partido es una réplica de lo que fue DHIAC, organismos de fachada de esa
organización secreta de extrema derecha que desde principios de los ochenta
–antes de controlar el PAN– tenía una alternativa a los organismos empresariales:
“Es lo mismo. Quienes controlan el PAN quieren tener otra caja de resonancia.
Cuando nos apoderamos de la Coparmex y la Concanaco, y había que presionar más
fuerte, lo hacíamos a través del DHIAC. Por eso no tengo duda de que detrás del
nuevo partido están Guillermo Velasco Arzac, quien no es panista, y Gonzalo
Robles Valdés, quien sí es militante.” ?
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