El portero de
Los Pinos a quien se le coló el balón/Pascal Beltrán del Río
Excelsior,
24/10/2013;
¿Quién
era el responsable de cuidar la red de internet de Los Pinos cuando la NSA
estadunidense intervino el correo electrónico del presidente Felipe Calderón?,
pregunté ayer a un ex funcionario de la Presidencia.
Su nombre es
Jorge Alejandro Árciga Anzo, trabajó durante todo el sexenio como webmaster de
la Presidencia de la República y tiene una historia en la que vale la pena
profundizar.
Michoacano,
egresado del Instituto Tecnológico de Morelia como ingeniero en electrónica en
1996, Árciga llegó dos años después a la Cámara de Diputados para trabajar en
el área de sistemas.
Es
hermano de un líder local del PRD, dirige la empresa Jarciga Consulting Group y
presume estudios –al menos así aparece en un sitio de la red social Google+ que
está a su nombre– en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), el ITAM y
la École Nationale Supérieure des Télécommunications, de Bretaña, Francia.
En
2004, cuando era director de Infraestructura y Telecomunicaciones en San
Lázaro, se le acusó de pretender beneficiar a la empresa Avantel en una licitación,
razón por la que fue sancionado e inhabilitado por la Contraloría Interna de la
Cámara.
Durante su paso
por San Lázaro, Árciga conoció a Patricia Flores Elizondo. La sobrina del
político panista Rodolfo El Negro Elizondo había llegado a la Ciudad de
México en 1994 desde Durango para probar suerte en Acción Nacional. En 1997,
Patyfló se incorporó al Servicio Civil de la Cámara de Diputados, donde
llegaría a ser secretaria general.
Luego
del triunfo de Calderón en la contienda presidencial de 2006, Patricia Flores
se hizo cargo del Fideicomiso para la Transición. Tras de la toma de posesión,
fue designada Coordinadora de Administración de Los Pinos e invitó a Jorge
Árciga al área de Tecnologías de la Información. Era febrero de 2007.
Atrás
quedaban nueve años de trabajar en la Cámara de Diputados. Durante ese lapso,
como decía, Árciga fue sujeto a la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos por intentar influir en una licitación, junto con su
subalterno Sergio Olvera Vera. Ambos promovieron un amparo, pero éste les fue
negado por la Suprema Corte de Justicia en 2006.
La
sanción no obstó ni legal ni moralmente para que Árciga fuera contratado como
director general de Tecnologías de la Información en la Presidencia de la
República, donde llamaría la atención de los medios por el alto salario que le
fue asignado, cosa que también le llegó a suceder en San Lázaro.
Al
final del sexenio, el escándalo volvería a tocar a la puerta del ingeniero
michoacano. Su ex subalterno Olvera Vera fue despedido e inhabilitado por la
Contraloría Interna de la Cámara de Diputados, cuando se desempeñaba como
director de Infraestructura de San Lázaro.
En diciembre de
2011 tomó posesión de la Presidencia de la Cámara el diputado perredista José
Guadalupe Acosta Naranjo.
Éste
ordenó una revisión de las instalaciones de la Mesa Directiva y la Junta de
Coordinación Política. En un informe,
publicado en la Gaceta Parlamentaria, el legislador explicó que se encontraron
aparatos para realizar escuchas telefónicas ilegales.
En
una segunda revisión, realizada por una empresa especializada en sistemas de
seguridad, se confirmó la sospecha. Decenas de líneas habían sido intervenidas.
Tras de revisar las centrales telefónicas de la Cámara se encontraron más
aparatos para intervenir comunicaciones.
Mientras
se realizaban las inspecciones, en enero de 2012, se descubrió que se habían
violado los sellos colocados en las instalaciones. Tras de una investigación,
se determinó que Olvera Vera había sido el responsable de obstruir las
pesquisas.
Ahora
que el gobierno federal ha decidido hacer caso de la denuncia hecha por el ex
presidente Felipe Calderón, respecto de la intervención de su correo
electrónico por parte de la NSA, y la exigencia de que ésta se investigue,
seguramente Jorge Árciga estará bajo el reflector.
Me
imagino que la Unidad de Delitos Cibernéticos de la División Científica de la
Policía Federal y el Cisen –instancias que se encargarán de la investigación
anunciada por el titular de Gobernación– querrán saber qué instrumentos mandó
comprar Árciga para proteger la privacidad de la comunicación electrónica de la
Presidencia de la República, cuánto costaron, a quién se le compraron y cómo se
usaron.
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Columna
Razones/ Jorge Fernández Menéndez
Excélsior,
24/10/2013;
Yo
no sé qué tipo de compromiso tiene el ex presidente Vicente Fox con la actual
administración a la que defiende con tanto ímpetu o cuál es el origen profundo
de su odio hacia su sucesor Felipe Calderón. Es verdad que Calderón nunca fue
el candidato de Fox, pero una vez en la Presidencia, más allá de que no le
diera el trato que él esperaba (sobre todo que no le enviara contratos y apoyos
al Centro Fox, lo que sí hicieron varios gobernadores priistas), lo cierto es
que no hubo persecución alguna a su administración ni a sus funcionarios ni a
las actividades de su esposa Marta Sahagún, sobre todo en el proyecto de Vamos
México, ni tampoco a su familia ampliada, sobre todo a algunos de los jóvenes
Bribiesca involucrados en muchos negocios sexenales. Calderón no le dio a Fox
espacio en su sexenio, pero la verdad es que no persiguió en absoluto a su
predecesor.
Lo
que sí le reclamó fue algo evidente: Fox no hizo absolutamente nada para frenar
la escalada del crimen organizado que se dio a lo largo de todo su sexenio. La
lucha contra las drogas quedó en manos de un pequeño grupo de la PGR, donde
destacaban junto con el general Macedo de la Concha, José Luis Santiago
Vasconcelos y Genaro García Luna, y en el último tramo Eduardo Medina Mora en
Seguridad Pública, acompañados de un grupo de élite del Ejército: ese fue todo
el esfuerzo del Estado mexicano en esos años ante un fenómeno que crecía a ojos
vistas y que desde 2004 controlaba distintos territorios en el país.
La
respuesta de Fox a esos señalamientos fue que había que crear una Cocopa (la
comisión que se encargó de los acuerdos de paz con los zapatistas) para
negociar con los narcotraficantes y que había que legalizar las drogas. Ahora
hablando del tema del espionaje, desde Madrid, lanza una declaración infame,
luego de asegurar que a todos los espían, pero que “igual el ex presidente
Calderón (lo espiaron porque) sí tiene algo que ocultar; 80 mil muertos en su
legislatura ¡Bolas!”. Es inútil explicarle al ex Presidente que el sexenio
presidencial no es una legislatura, tampoco que cuando un Estado combate a los
criminales el responsable de la violencia no es el Estado sino los propios
criminales, sobre todo cuando libran una guerra entre sí que comenzó,
precisamente, en los años en que Vicente Fox era Presidente. Pero lo que
francamente desconcierta es que Fox arremeta y genere sospechas contra su
sucesor, justificando de esta forma el espionaje estadunidense contra Calderón.
Lo que dice Fox, en otras palabras, es que a Calderón sí había que espiarlo
porque quizá tenía algo que ocultar.
Lo
dice el ex Presidente que hoy vende tiempos compartidos en un centro construido
con aportes privados durante su mandato, un Presidente que ignoró la lucha
contra el crimen organizado, que propone abiertamente negociar con los narcotraficantes,
que a algún acuerdo habrá llegado para que no se investigue una sola actividad
de su familia política y cuya ex mujer, Lilian de la Concha, la misma que
divulgó sus informes médicos antes de la elección de 2000, ahora nos enteramos
por una investigación en Estados Unidos que ayudó a lavar 500 millones de
dólares del crimen organizado durante su administración presidencial. Una
explicación sobre este tema, por ejemplo, deberíamos esperar del ex Presidente.
Yo
no sé qué podrán investigar los encargados de ver si el espionaje estadunidense
tuvo “espías” o colaboradores en nuestro país para realizar su tarea. Habría
que partir de la base de que con los equipos y tecnologías utilizadas no
necesitarían literalmente a nadie para hacerlo: quien crea que se necesita un
agente encubierto que coloque un micrófono escondido en un teléfono para
interceptar una comunicación, vive en los primeros años de la Guerra Fría y no
se ha dado una vuelta por las bases de comunicaciones de la ANS en El Paso y
San Antonio, y ni siquiera por las tiendas Spy en Estados Unidos, donde puede
comprar cualquier equipo de intercepción. Se espía con tecnología y últimamente
también con ella se mata o vigila, a través de drones.
Que
Estados Unidos nos debe muchas explicaciones, es verdad: comenzando por las
armas de Rápido y Furioso, y terminando por estos hechos de espionaje de los
cuales, obviamente, no se informa al Presidente de ese país en funciones.
Estados Unidos, como toda potencia, tiene amigos, pero más allá de ellos tiene
intereses y eso es que lo preserva con su espionaje y me imagino que el año
pasado estaba más que interesado en saber qué pasaba en México en plena
sucesión presidencial. No es justificable, pero es comprensible.
Lo
que resulta inadmisible es que un ex Presidente como Fox justifique el
espionaje contra su sucesor, y no pueda comprender cuál es su papel como el
representante del Estado mexicano que, es un decir, alguna vez, fue.
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Sancionado
por Cámara operó web de Los Pinos
Jorge
Árciga Anzo fue inhabilitado por anomalías en licitación; era responsable del
sistema informático de
Reportaje de Andrés Becerril en Excélsior, Pp, 24 de octubre de 2013
CIUDAD
DE MÉXICO, 24 de octubre.- Jorge Alejandro Árciga Anzo fue director general de
Tecnologías de la Información de la Presidencia de México durante el gobierno
de Felipe Calderón, a pesar de que en 2004 fue sancionado por la Cámara de
Diputados, debido a irregularidades en una licitación.
Árciga
Anzo fue el responsable del mantenimiento, modernización y vigilancia de los
sistemas informáticos y de comunicación de la Presidencia de la República de
2007 a 2012, periodo en el que, de acuerdo con el semanario alemán Der Spiegel,
fue hackeado el correo electrónico de Calderón.
Ingeniero
en electrónica, originario de Michoacán como el propio ex Presidente, Árciga
Anzo tenía a su cargo además el twitter del Ejecutivo federal.
Entre
las cartas credenciales que justificaron su contratación está que en 1998 fue
contratado para trabajar como director general de Tecnologías de la Información
de la Cámara de Diputados.
De
acuerdo con funcionarios que interactuaron en la Cámara de Diputados con Árciga
Anzo, éste fue inhabilitado por seis meses, debido a que se encontraron varias
anomalías en la licitación HCD/ LIX/LPN/010/2004 para contratación del servicio
de telefonía convencional y telecomunicaciones generales.
El
martes, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, informó que el
presidente Enrique Peña Nieto ordenó investigar la posible participación de
funcionarios o ex funcionarios mexicanos que, por acción u omisión, permitieron
el posible espionaje de Estados Unidos contra el gobierno federal.
Investigan
a hombre de confianza de Calderón
Entre
las pesquisas están el tipo de equipo que se compró para la seguridad
cibernética de Los Pinos.
Jorge
Alejandro Árciga Anzo, director general de Tecnologías de la Información de la
Presidencia de México entre 2007 y 2012, es una de las personas investigadas
por la Policía Federal y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) como probable enlace de los supuestos
actos de espionaje de Estados Unidos en contra del gobierno de México.
El
martes pasado, por órdenes del presidente Enrique Peña Nieto, el titular de
Gobernación, Miguel Osorio Chong, informó que el mandatario pidió investigar la
probable participación de funcionarios públicos “que haya desplegado conductas
que hubiesen constituido algún tipo de violación a la privacidad de las
comunicaciones” del entonces presidente Felipe Calderón y del candidato
presidencial Peña Nieto.
Desde
su llegada a Los Pinos, Árciga Anzo –considerado en la Cámara de Diputados
“genio” de la computación– fue uno de los hombres de mayor confianza de
Calderón, quien tiene un gusto particular por los gadgets. El entonces
presidente de México fue quien palomeó la llegada de Alejandro Árciga a su
equipo. De hecho, el ingeniero en electrónica, michoacano, como Calderón, era el encargado del Twitter del Ejecutivo
federal.
Como
coordinadora general de administración de la Presidencia de la República,
Patricia Flores fue quien le presentó a Calderón los currículos que llegaron a
Los Pinos con la intención de ocupar el cargo de director general de
Tecnologías de la Información, entre los que estaba el de Árciga Anzo.
Entre
las cartas credenciales de Alejandro Árciga, para que Calderón lo aceptara
entre su personal de mayor confianza,
estaba que el ingeniero en electrónica, con dos maestrías relacionadas
con sistemas de información, redes y tecnologías –una en Francia y otra en
México–, fue que en 1998 había sido contratado para trabajar como director
general de tecnologías de la información de la Cámara de Diputados; dos años
después ahí conoció a Héctor Velázquez Corona,
secretario de Administración y Finanzas de la LIX Legislatura de San
Lázaro, con quien traba una relación muy cercana.
Velázquez
Corona fue funcionario de San Lázaro cuando Calderón era el coordinador de la
bancada del PAN en la Cámara de Diputados; Velázquez se fue con Calderón a
Banobras en 2003, pero además, Héctor Velázquez fue el primer jefe que Calderón
tuvo cuando hizo su servicio social en el banco Inverlat en 1988.
La
dirección general de Tecnologías de la Información de la Presidencia de México
desde donde operaba Alejandro Árciga, en el sexenio de Calderón, estaba bajo la
supervisión de la Coordinación General de Administración de la Presidencia, que
estuvo a cargo de Víctor Valencia Zavala, que fue oficial mayor de Gerardo
Ruiz, cuando éste se desempeñó como secretario de Economía.
La
dirección encabezada por Árciga Anzo en la Presidencia de la República se
encargaba del mantenimiento, modernización y vigilancia de los sistemas
informáticos y de comunicación de esa institución. Además tenía a su cargo
cuatro direcciones, de Informática, Infraestructura, Telecomunicaciones y
Operación y Control.
En
ese equipo de Árciga operaba también gente que trabajó en la campaña
presidencial de Calderón y que tuvieron como cabeza a Abraham Cherem, uno de
los hombres más cercanos a Juan Camilo Mouriño.
Entras
las líneas de investigación que sigue la policía cibernética de la Federal y el
personal del Cisen están: ¿qué equipo compró para la operación de la seguridad
cibernética de la Presidencia de México?; las medidas que adoptó para
salvaguardar la información de la institución; la periodicidad de reportes de
seguridad del equipo; y ¿quién certifica
que efectivamente se compró el equipo y que se instaló el software de
seguridad?
De
acuerdo con información obtenida entre funcionarios que interactuaron en la
Cámara de Diputados con Árciga Anzo, este hombre que en 2004 fue inhabilitado
por seis meses, debido a que se encontraron varias irregularidades en la
licitación HCD/LIX/LPN/010/2004 para contratación del servicio de telefonía
convencional y telecomunicaciones generales, en beneficio de la firma Avantel,
no tenía un proceder del todo honesto.
Junto con Sergio Olvera, su cómplice en las irregularidades detectadas en San Lázaro, interpusieron un
amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que no prosperó.
En
oficinas administrativas de San Lázaro se conocía que Alejandro Árciga adquiría
para la Cámara de Diputados computadoras “vacías”, es decir sin paquetería,
pero que las facturaba como si tuviera todo el software.
Aún
hay quien se acuerda de desplantes del ex director general de tecnología de la
información de la Cámara, de ir a comprar un auto por la mañana y regresarlo
por la tarde, aduciendo que no le gustaba. Generalmente viajaba en primera
clase, aunque los boletos que le entregaban en la Cámara eran para clase
turista.
Otro
de los detalles que en San Lázaro llama la atención, ahora que se sabe que
Alejandro Árciga es investigado porque quizá sea el enlace del espionaje
estadunidense en contra del gobierno de México, es que cuando se fue a Los
Pinos, dejó todo su equipo en la Cámara de Diputados, lo que les hace sospechar
que a partir de una interfase pudiera estar monitoreando desde la residencia
oficial del Presidente todo lo que pasaba en San Lázaro.
Ex
colaboradores de la Presidencia de tiempos de Calderón, consultados para esta
información, señalaron que más de alguna vez sospecharon que Árciga Anzo estaba
enterado de sus correos personales e incluso de los institucionales, no
obstante que esos estaban encriptados.
A
tal grado llegó la confianza de Calderón sobre Árciga Anzo, que con frecuencia
en la sede de la Fundación Desarrollo Humano Sustentable que fundó el ex
presidente de México se puede ver a gente que formó parte del equipo de la
dirección general de Tecnologías de la Información de la Presidencia de México,
que ocupó Jorge Alejandro Árciga Anzo, ahora investigado por las autoridades
federales, por un presunto espionaje.
Reclaman
a Wayne en persona
Parafraseando
a Benito Juárez, el presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya Cortés,
afirmó que “el respeto a la privacidad del otro es la paz”, al manifestarle al
embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, que se necesita una investigación
seria y “con consecuencias” del presunto espionaje que su gobierno habría operado
en México.
El
diplomático anunció que en la administración de Barack Obama “hemos comenzado a
revisar la manera como recolectamos inteligencia, de manera que tengamos un
balance entre las preocupaciones legítimas sobre la seguridad de nuestros
ciudadanos y aliados, y las preocupaciones sobre privacidad que toda la gente
comparte”.
En
su primera presentación pública desde que este domingo tomó revuelo
internacional la revelación de Edward Snowden de que el gobierno del vecino
país intervino el correo personal de Felipe Calderón siendo Presidente, el
embajador Wayne acudió ayer a la sede del Palacio Legislativo para atestiguar
la puesta en marcha del Grupo de Amistad México-Estados Unidos.
El
diputado Anaya Cortés, al frente de la Mesa Directiva, se manifestó por conocer
pronto los resultados de la indagatoria de la Casa Blanca.
“Señor
embajador, estoy convencido de que no debemos, jamás, callar por respeto lo que
podemos decir respetuosamente, y por eso hoy reafirmamos la necesidad de que la
investigación que ha sido ya comprometida por el presidente Obama, sobre
presuntos casos de espionaje, sea profunda, que concluya en un plazo breve y,
sobre todo, que sus resultados permitan deslindar responsabilidades”, expuso el
legislador del PAN.
En
el salón de Protocolo de San Lázaro, el diplomático escuchó a Anaya Cortés y a
los diputados que conforman dicha instancia legislativa y ofreció un mensaje en
el que aseguró haber estado dialogando sobre las filtraciones del espionaje que
habría alcanzado a la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
El
embajador reseñó que este diálogo se ha dado “con funcionarios del gobierno de
México mediante canales diplomáticos en la Ciudad de México y Washington”.
El
estadunidense advirtió que no habrá comentarios públicos cada vez que se difunda
un reporte “sobre alegatos de la actividad de inteligencia” de su gobierno.
Aureoles
apoya protesta enérgica
El
coordinador de los diputados del PRD, Silvano Aureoles, destacó la importancia
de la postura enérgica del gobierno mexicano ante el presunto espionaje del
gobierno de Estados Unidos hacia funcionarios y ex funcionarios mexicanos.
“Es
importante la postura enérgica del gobierno mexicano, creo que lo han hecho,
ayer escuché al secretario de Relaciones Exteriores fijar la postura enérgica
de México, como también escuché al secretario de Gobernación”, expresó.
En
conferencia de prensa, Aureoles Conejo consideró correcta la ruta que se ha
tomado en este asunto, como es la exigencia de que se investigue y se deslinden
responsabilidades.
“Voy
a decir algo que no debería decirles, pero yo creo que hagamos lo que hagamos,
los vecinos nos van a seguir espiando, de tal manera que vale la pena fijar una
postura muy firme, pero la realidad es esa y ojalá que el gobierno
norteamericano pudiera dar una explicación precisa de las razones del
espionaje”, agregó el perredista.
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