- Reporta “acoso del SAT en complicidad con Bancomer”
LA
REDACCIÓN
Revista
Proceso
No. 1926, 28 de septiembre de 2013;
PALABRA
DE LECTOR
Señor
director:
Permítame
publicar en la sección Palabra de Lector la siguiente denuncia.
Mi
esposa, la señora Aurora Flores Navarro –con RFC-FONA7006236B3–, suspendió
actividades en Hacienda desde diciembre de 2005, y desde entonces no ha tenido
ingresos como trabajadora asalariada.
Pese
a ello, ha sido acosada por el SAT desde que en diciembre de 2010 a febrero de
2011 recibió requerimientos de pago por ocho supuestos créditos fiscales por 7
mil 730 pesos, y luego uno más, con fecha 15 de abril de 2013, con el mismo
motivo, para cubrir 8 mil 370 pesos, de los cuales le “condonaban” el 80%, de
modo que el saldo sería de mil 699 pesos.
Ambos
requerimientos los denunciamos y rechazamos, pero en julio pasado enviaron el
documento de folio número 5092685011 aludiendo a un depósito en Bancomer
supuestamente hecho en abril de 2011 por 200 mil 799 pesos, por el que exigen
28 mil 421 pesos de ISR para este 30 de septiembre.
Como
hicimos en relación con los mencionados créditos fiscales, hoy denunciamos que
dicho depósito es apócrifo y que la información de Bancomer es falsa, pues en
los estados de cuenta del año 2011 que tiene mi esposa no aparecen los
registros correspondientes.
Ignoramos
por qué, pero es contradictorio y sospechoso que primero acosen con créditos
fiscales, y al no hacerles caso, esgriman, en complicidad con el banco, la ocurrencia
de un depósito para exigir el pago de ISR.
Ante
la actitud de Bancomer de dar información falsa, cabe preguntar: ¿En qué cuenta
hizo el depósito Bancomer? ¿Cuál fue la fecha exacta? ¿Cuántos retiros se han
hecho de ese dinero? ¿Han sido en ventanilla o en cajero? ¿En qué localidad?
¿Queda algo aún de esos 200 mil 799 pesos?
Hay
un detalle con Bancomer: A finales de 2011 mi esposa canceló en la sucursal de
Tacubaya una de las dos (mini) cuentas que tenía, y al hacerlo, el ejecutivo le
“autorizó” a ella, sin su autorización ni conocimiento, una tarjeta de crédito
de cuyos cargos nos enteramos en marzo de 2012. En abril del mismo año, mi
esposa la canceló y ratificó su decisión por teléfono. Desconozco si le habrá
ardido tanto a la gente del banco el desprecio de su tarjeta de crédito, pero
debo decir que nosotros ni antes ni hoy –y esperamos que nunca– solicitamos
tarjetas de crédito de bancos.
Irónicamente,
mi esposa escribió a la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon)
que justificó la condonación del pago de impuestos por el SAT a Televisa por
más de 3 mil millones de pesos. Ahora exigimos públicamente que cese el acoso,
que limpien su expediente y que dejen de molestar injustificadamente. Aceptar
una condonación es asumir que sí se cayó en el ilícito de evasión fiscal. Si no
le quisieron cobrar a Televisa, es su problema y de la legislación.
Atentamente
Óscar
Manuel López Reyes
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