EL
UNIVERSAL: Lanzan decálogo contra el
secuestro
Miguel Ángel
Osorio Chong,
secretario de Gobernación, dijo que la nueva Estrategia Nacional Antisecuestro
es contundente y transparente, con el objetivo de que este delito disminuya de
forma sistemática y sostenida en todo el país, pero en particular en las 10
entidades con el mayor índice de este ilícito. Ayer se publicó en el Diario
Oficial de la Federación la creación de la Coordinación Nacional Antisecuestro,
a cargo de Renato Sales Heredia, ex subprocurador de la Procuraduría General de
la República (PGR), instancia responsable de unificar la lucha de este flagelo
desde el nivel federal y con los estados, a la cual se sumaron como consejeros
los líderes sociales Isabel Miranda, Alejandro Martí, María Elena Morera y
Josefina Ricaño.
*
MILENIO:
Solo una denuncia cada 11 secuestros
Renato
Sales Heredia, coordinador nacional antisecuestro, afirmó que el plagio es uno
de los delitos con la cifra negra más alta, pues cuando se denuncia uno dejan
de reportarse 10 a las autoridades. Advirtió sobre la posibilidad de que la
cifra oficial de secuestros en el país se incremente con la nueva estrategia
que él encabeza, pero no debe temerse a las cifras, sino entenderse que habrá
mayor confianza ciudadana para denunciar. Incluso señaló que organizaciones
civiles que llevan su propia contabilidad sobre secuestros y reportan casi el
doble de los 1,695 registrados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública
(SNSP) durante 2013, pueden quedarse cortos en sus números.
REFORMA:
Presentan nuevo
plan antiplagios
La
nueva Coordinación Nacional Antisecuestro, que deberá implementar una nueva
estrategia contra el delito de la privación ilegal de la libertad, fue
presentada este martes por el gobierno federal. Con el nuevo organismo,
encabezado por Renato Sales, la Secretaría de Gobernación se hará cargo de
prevenir, sancionar y abatir los plagios.
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EXCÉLSIOR:
Aislarán en prisión a secuestradores
Miguel
Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, anunció ayer la Estrategia
Nacional Antisecuestro en la que se pretende, previo acuerdo con los estados,
crear "módulos especiales en penales de alta seguridad" para
secuestradores. Este modelo de reclusión,
así como el incremento de las capacidades de las unidades antisecuestro
de las 31 entidades y del Distrito Federal —a través de la homologación del
marco jurídico, de los protocolos de actuación y de atención a víctimas— forman
parte de las diez acciones que se dieron a conocer para frenar el repunte de
casos.
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LA
JORNADA
El gobierno
lanza estrategia nacional contra el secuestro
Al
presentar la Estrategia Nacional Antisecuestro, el secretario de Gobernación,
Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó: "En esta materia hay un solo resultado
aceptable: la disminución sistemática y sostenida de la incidencia del
secuestro. Vamos por los delincuentes para presentarlos ante la ley (…) el
objetivo fundamental del esfuerzo del gobierno de la República y todos los
estados y del Distrito Federal, es incrementar las capacidades para prevenir
este delito, capturar a los responsables y combatir a las bandas
criminales". La estrategia contempla que para disminuir la incidencia de
este ilícito, el gobierno federal conformará un sistema único de análisis de
información que contenga la base nacional de datos criminales en materia de
secuestro y desarrollará indicadores y patrones de comportamiento criminal.
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LA
RAZÓN: Poeta y detective de éxito, nuevo
zar antisecuestro
Una
pared tapizada con fotografías de escenas del crimen, retratos hablados, mapas,
peritajes, declaraciones e informes que se sostenían con tachuelas, era la que
tenía en 2004 Renato Sales Heredia en su oficina de la colonia Doctores, en el
Distrito Federal. El entonces subprocurador capitalino encabezaba personalmente
las investigaciones para detener a la única homicida serial que ha existido en
México: La Mataviejitas. Ayer, 10 años después de aquellos días en que
finalmente la atrapó, este funcionario dedicado a la procuración de justicia,
que privilegia la inteligencia por encima de la fuerza, fue nombrado
Coordinador Nacional Antisecuestro de México. Además de jurista, Renato Sales
es poeta, ensayista y apasionado de palíndromos (frases que se leen igual al
derecho que al revés), como éste que publicó en su Twitter el pasado 15 de
octubre: Amalia la dama ama Dalai Lama.
Columnas
OTRA
VEZ EL SECUESTRO/ EL UNIVERSAL
Tres
grandes manifestaciones sociales se han dado en contra de la inseguridad —en
particular contra el secuestro— en los últimos 20 años: en 1997, en 2004 y en
2008. Tres veces en las que marchas masivas en la Ciudad de México orillaron a
diferentes gobiernos federales a responder con ambiciosos planes. Fracasos en
el balance. Y la mejor evidencia de ello es la situación actual del secuestro
en el país: la peor en dos décadas.
Ayer
el gobierno federal anunció una nueva Estrategia Nacional Antisecuestro, la
cual consiste, entre otras medidas, en la certificación de las policías locales
especializadas en ese delito; la homologación de criterios jurídicos, y la
implementación de módulos especiales para secuestradores en penales de alta
seguridad.
Era necesaria
la respuesta del gobierno federal actual dado que el año 2013 tuvo un récord de
mil 695 casos de secuestros denunciados en todo el país, es decir, 5 plagios
cometidos cada día.
Esos
son los datos oficiales. Pero existe siempre una cifra oculta, la que conforman
los delitos no reportados ante las autoridades y que siempre son mucho más
altos. Para tener una idea de la dimensión del problema hay que recurrir a una
encuesta del INEGI. El instituto informó que durante 2012 hubo 105 mil 682
secuestros en México, de los cuales los ciudadanos apenas denunciaron mil 317.
Si esta cifra es verdadera, entonces hubo 289 secuestros por día en todo el
país.
Ya
no se puede estar a salvo ni siquiera cuando se carece de recursos económicos.
La organización Alto al Secuestro presentó un informe en el que destaca que las
principales víctimas —en este último año— no son altos funcionarios ni acaudalados
empresarios, sino comerciantes, asalariados, estudiantes y profesionistas.
En
1997 Ernesto Zedillo prometió “apresurar” la lucha frente al crimen; en 2004
Vicente Fox anunció 10 acciones contra la delincuencia; en 2008 Felipe Calderón
convocó al Acuerdo Nacional por la Seguridad. Hubo avances —de hecho algunos
delitos se han reducido, como el homicidio o el robo—, pero mientras el
secuestro aumente no se logrará lo importante: hacer que la gente se sienta
segura en su vida cotidiana.
Esta
vez debe ser diferente. Hay suficientes fracasos de dónde aprender.
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que
en el gobierno federal aseguran que el paquete de Renato Sales Heredia como
coordinador nacional antisecuestro es como sacarse la rifa del tigre.
Si
ya veían complicada la misión de Alfredo Castillo como comisionado federal para
la Seguridad y Desarrollo de Michoacán, la de Sales Heredia la ven mucho más
complicada, porque abarca un delito que comprende todo el territorio nacional.
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FRENTES
POLÍTICOS/Excelsior
I.
Mensaje alentador. El discurso de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de
Gobernación, enfatiza la raíz de un problema que México ha arrastrado por
lustros. Un solo secuestro, uno solo, dijo, lastima no solamente a la familia
donde sucede; lastima y agrede a la sociedad entera. El secuestro es el delito
que más afecta a las familias y con ello a la sociedad, pues el daño a la
integridad física, emocional y patrimonial, en la gran mayoría de los casos, es
irreparable. De ahí la importancia del encargo presidencial de combatir el
secuestro. El trabajo se focalizará en las diez entidades con mayor incidencia
de ese delito. Hay idea. Y lo mejor, confianza en Osorio Chong.
II.
El nacimiento. La Segob presentó la Coordinación Nacional Antisecuestro, que
estará a cargo de Renato Sales Heredia. Se creará un Comité Especial de
Seguimiento y Evaluación de las acciones puestas en marcha, integrado por las
secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, la PGR, un representante de las
entidades federativas designado por la Conago, cuatro de la sociedad civil y la
misma Coordinación Nacional Antisecuestro. Lo mejor, los cuatro: Alejandro
Martí, presidente de la Asociación México SOS; Isabel Miranda de Wallace,
presidenta de la Asociación Alto al Secuestro; María Elena Morera, dirigente de
Causa en Común, y Josefina Ricaño de Nava, presidenta de México Unido Contra la
Delincuencia. Habrá un antes y un después. No lo dude.
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TRASTIENDA/24
Horas
Renato
Sales, el nuevo zar antisecuestros, llegó el año pasado a la PGR para sustituir
a Alfredo Castillo en la Subprocuraduría de Procedimientos Penales y
directamente desde Campeche, donde fungía como procurador y había tenido mucho
éxito en el control del secuestro. Sales tiene un largo historial judicial en
el Distrito Federal, donde en 2003 fue el encargado de llevar el muy
publicitado caso de la presunta corrupción de René Bejarano por parte del
mecenas del PRD, Carlos Ahumada, en esa época financiero de Rosario Robles,
líder del partido y cercana al ex presidente Carlos Salinas. Lo que es la vida.
Viejos adversarios, hoy compañeros de gabinete—no por Bejarano, claro que
subsiste, bien, en la ignominia pública.
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¡Secuestro..!
¿Otra vez?/Ricardo Alemán
El Universal,
Ante el flagelo
del secuestro,
todos han fracasado; partidos, políticos, gobiernos y poderes del Estado.
Fracasaron los ex presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón;
casi dos décadas en las que se disparó de manera escandalosa el secuestro.
Y
fracasaron los gobiernos federales de los últimos 20 años porque al tiempo que
colocaron la prioridad en el combate al narcotráfico, poco o nada hicieron
contra un delito igual o más pernicioso para miles de mexicanos; el secuestro.
Y es que el secuestro debe ser colocado como la mayor prioridad de las
políticas contra la violencia y el crimen, sobre todo ante el cambio de
paradigma.
Es
decir, mientras que se piensa en legalizar la mariguana, nadie piensa en el
fortalecimiento de la lucha contra el crimen que ocupa el segundo lugar en la
rentabilidad; el secuestro. Nadie quiere ver que cuando las bandas criminales
ven cerrado el negocio de la droga se diversifican al que sigue en
rentabilidad. Y ese negocio se llama secuestro. ¿Cuántos recursos materiales,
económicos y técnicos dedican los gobiernos federales a la lucha contra el
narcotráfico y cuántos al secuestro?
En
el Distrito Federal fracasaron desde Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López
Obrador –que incluso se burló de los manifestantes contra el secuestro–, hasta
los fracasos de los interinos Rosario Robles y Alejandro Encinas. Pero también
fracasó Marcelo Ebrard. Todos ellos prometieron acabar con el secuestro y todos
fueron derrotados por una de las mafias más rentables.
Y
es que desde que existen gobiernos elegidos en la capital del país –desde
1997–, el pecado capital de los gobernantes del DF es el crimen organizado.
Ninguno de los gobernantes del PRD se atreve a reconocer que en la capital del
país predominan las bandas criminales. En el Distrito Federal “no opera el
crimen organizado”, han dicho Cárdenas, AMLO, Marcelo Ebrard y Miguel Mancera.
Y será el sereno, pero el DF está entre las diez entidades con más secuestros.
Y el secuestro no lo llevan acabo bandas aisladas.
Pero
también en los últimos 20 años fracasaron decenas de gobernadores de todas las
entidades del país, al extremo de que en casos como el del veracruzano Fidel
Herrera, su gestión no fue señalada por la voz popular como la de un gobernador
de Veracruz sino como la del verdadero jefe de la banda de secuestradores,
vinculada con “Los Zetas”.
Pero
más allá de los dichos, en todos o casi todos los gobiernos estatales hablan
los hechos. ¿Y cuales son los hechos? Casi nada, que los mandatarios estatales
no sólo no han cumplido su responsabilidad en materia de secuestro sino que se
han burlado de la sociedad a la que dicen gobernar. Y es que al no convertir en
instituciones efectivas a las comisiones antisecuestro que prometieron crear,
en realidad solapan a los secuestradores. ¿Cuántos gobernadores –sea por
apatía, dejadez o valemadrismo–, incurren en complicidad de las bandas de
secuestradores, al ser omisos de su responsabilidad frente a ese secuestro?
Pero
el fracaso no sólo se puede acreditar al Ejecutivo Federal y tampoco a los
ejecutivos estatales. No, lo cierto es que también fracasaron el Poder
Legislativo federal, que fue capaz de poner de acuerdo a diputados y senadores
de todos los partidos para sacar adelante importantes reformas constitucionales
–como las reformas de telecomunicaciones, energética y político electoral–,
pero han sido incapaces de crear las leyes y hacer las reformas necesarias y que
reclama la sociedad para combatir el secuestro.
Resulta
de risa loca que desde 1968 –pasando por los importantes cambios político
electorales de 1989, 1996, 2007 y 2013–, los partidos políticos han sido
capaces de construir por lo menos diez reformas en materia electoral para
garantizar el sufragio efectivo y las elecciones creíbles, pero en todos esos
años no han sido capaces de ponerse de acuerdo para construir las leyes que
requiere la lucha contra el secuestro. ¿Por qué? Porque a los partidos y a los
políticos les importa su negocio, el poder, no lo que le importa a los
ciudadanos, como la seguridad. Y eso es complicidad.
Y en el
secuestro también falló el Poder Judicial; uno de los Poderes más corruptos
–como ayer lo demostramos–, del Estado mexicano. El gobierno federal puede
hacer mucho para combatir el secuestro, pero de poco servirá si los otros
fallan. ¿Por qué creer que es la buena?
EN
EL CAMINO.
Vergüenza
para la democracia mexicana el elogio de Peña Nieto a la dictadura de los
Castro. ¿Qué ganamos? ¿El sueño de la Unión Latinoamericana? Al tiempo.
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El secuestro,
más desestabilizador que Michoacán/ Jorge Fernández Menéndez
Excélsior,
29/01/2014
Lo
platicaba, off the record, un alto funcionario de seguridad federal en días
pasados, hablando de la inseguridad y los secuestros. Contaba su experiencia en
un estado azotado por ese delito: llegó a la unidad antisecuestros local y se
encontró con que toda persona que llegaba ahí era fotografiada, interrogada, se
registraban en la entrada todos sus datos y se le preguntaba qué quería
denunciar. Luego se le canalizaba a una oficina donde volvía a ser interrogada.
Si llegaba a esa unidad a hacer una denuncia o a testificar contra algún
delincuente, era, además, videograbada. Cualquiera diría que se extremaban las
medidas de seguridad pero, en realidad, esa unidad antisecuestros era el centro
operativo y de información de las principales bandas de secuestradores: de allí
recibían la información sobre quién los denunciaba, quién testificaba en su
contra, cómo evolucionaban las investigaciones. Hoy, desde hace apenas unos
días, esa unidad ha sido desarticulada y todos sus integrantes están siendo
“evaluados”. Pero las bandas ahí siguen operando.
Ese
será el mayor desafío que se encontrará Renato Sales Heredia, flamante jefe de
la Coordinación Nacional Antisecuestros del gobierno federal. Como dijo María
Elena Morera, Renato Sales es el hombre adecuado para esa difícil, casi poco
humana misión. Es un funcionario joven, muy bien preparado y con gran
experiencia, que conoce lo que es operar en el gobierno federal, pero también
en las procuradurías locales, y que, vaya cualidad en estos tiempos, es un
hombre honesto. Y sabe del tema.
Como
parte de los acuerdos, también se creará el Comité Especial de Seguimiento y
Evaluación, que revisará las acciones implementadas por la Coordinación
Nacional. Allí participarán funcionarios de distintas dependencias,
representantes de la Conago y cuatro personajes clave en el combate a este
delito: Alejandro Martí, María Elena Morera, Isabel Miranda y Josefina Nava. La
política antisecuestros se focalizará en las diez entidades que concentran 78%
de secuestros en el país.
Según
Isabel Miranda y su organización Alto al Secuestro, entre el primero de
diciembre del 2012 y el 31 de diciembre del 2013 hubo dos mil 754 secuestros,
de los cuales 423 no fueron denunciados; los que sí llegaron a averiguación
previa son dos mil 326. Estamos hablando de entre siete y ocho secuestros
diarios, de los mismos, la mayoría se han cometido en el Estado de México (590
secuestros), en Morelos (240) y en el Distrito Federal (202). Se redujeron en
Tamaulipas, donde el gobernador Egidio Torre está trabajando a marchas forzadas
para la construcción de una unidad antisecuestros confiable, pero la cifra
sigue siendo alta, 200 secuestros. Veracruz tuvo 164, Michoacán 138 y Guerrero
132, según cifras de Alto al Secuestro.
Pero
la encomienda, con todo, va más allá: el desafío es desarticular bandas que se
dedican al secuestro, pero también a muchos otros delitos, conexos o no; es
limpiar procuradurías locales y unidades antisecuestros que, en la mayoría de
los estados, simplemente no cumplen con su función o están coludidas con los criminales
que se supone deben perseguir. Si bien el coordinador nacional, Renato Sales,
tendrá amplias facultades para tomar decisiones y coordinarse con autoridades
federales y locales, el verdadero reto estará en que esa coordinación pueda
tener mando, instrumentos y personal operativo confiable, porque los esfuerzos
locales son disparejos, los elementos y recursos involucrados también y la
trama que se debe desarticular en demasiadas ocasiones está relacionada con
factores muy importantes de poder que, necesariamente, tendrán que ser
afectados.
Todo
esfuerzo es poco porque sin reducir drásticamente el número de secuestros (y la
extorsión), la ciudadanía no percibirá, aunque se avance en otros ámbitos,
mejora alguna en su seguridad y tranquilidad. Nada es más desestabilizador que
el secuestro y la extorsión.
Claroscuros
federales
Un
acierto: la estrategia antisecuestros y, como dijimos, el nuevo coordinador,
Renato Sales. Otro: los acuerdos con las autodefensas michoacanas (hay que
recordar que las de Guerrero no son lo mismo, aunque parezcan similares) y la
detención de Dionisio Loya Plancarte.
El
error: se comprende que se vaya a Cuba a una reunión internacional, pero qué
necesidad de publicar un artículo en el único periódico cubano, el oficial, en
un país sin la más mínima libertad de prensa, alabando el “liderazgo” de Cuba
en el mundo; por qué exaltar los logros, cada día menos evidentes, en
“educación, salud y deporte” del régimen y no decir una palabra de la
catastrófica situación económica que vive su gente, de la ausencia absoluta de
democracia o de la persecución a todo tipo de oposición. Dirían los clásicos,
¿qué necesidad?
**
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