29 ene 2014

La nota de hoy en los medios la Estrategia Antisecuestro.


EL UNIVERSAL: Lanzan decálogo contra el secuestro
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, dijo que la nueva Estrategia Nacional Antisecuestro es contundente y transparente, con el objetivo de que este delito disminuya de forma sistemática y sostenida en todo el país, pero en particular en las 10 entidades con el mayor índice de este ilícito. Ayer se publicó en el Diario Oficial de la Federación la creación de la Coordinación Nacional Antisecuestro, a cargo de Renato Sales Heredia, ex subprocurador de la Procuraduría General de la República (PGR), instancia responsable de unificar la lucha de este flagelo desde el nivel federal y con los estados, a la cual se sumaron como consejeros los líderes sociales Isabel Miranda, Alejandro Martí, María Elena Morera y Josefina Ricaño.
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MILENIO: Solo una denuncia cada 11 secuestros
Renato Sales Heredia, coordinador nacional antisecuestro, afirmó que el plagio es uno de los delitos con la cifra negra más alta, pues cuando se denuncia uno dejan de reportarse 10 a las autoridades. Advirtió sobre la posibilidad de que la cifra oficial de secuestros en el país se incremente con la nueva estrategia que él encabeza, pero no debe temerse a las cifras, sino entenderse que habrá mayor confianza ciudadana para denunciar. Incluso señaló que organizaciones civiles que llevan su propia contabilidad sobre secuestros y reportan casi el doble de los 1,695 registrados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) durante 2013, pueden quedarse cortos en sus números.

REFORMA: 

Presentan nuevo plan antiplagios
La nueva Coordinación Nacional Antisecuestro, que deberá implementar una nueva estrategia contra el delito de la privación ilegal de la libertad, fue presentada este martes por el gobierno federal. Con el nuevo organismo, encabezado por Renato Sales, la Secretaría de Gobernación se hará cargo de prevenir, sancionar y abatir los plagios.
EXCÉLSIOR: Aislarán en prisión a secuestradores
Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, anunció ayer la Estrategia Nacional Antisecuestro en la que se pretende, previo acuerdo con los estados, crear "módulos especiales en penales de alta seguridad" para secuestradores. Este modelo de reclusión,  así como el incremento de las capacidades de las unidades antisecuestro de las 31 entidades y del Distrito Federal —a través de la homologación del marco jurídico, de los protocolos de actuación y de atención a víctimas— forman parte de las diez acciones que se dieron a conocer para frenar el repunte de casos.
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LA JORNADA 
El gobierno lanza estrategia nacional contra el secuestro
Al presentar la Estrategia Nacional Antisecuestro, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, afirmó: "En esta materia hay un solo resultado aceptable: la disminución sistemática y sostenida de la incidencia del secuestro. Vamos por los delincuentes para presentarlos ante la ley (…) el objetivo fundamental del esfuerzo del gobierno de la República y todos los estados y del Distrito Federal, es incrementar las capacidades para prevenir este delito, capturar a los responsables y combatir a las bandas criminales". La estrategia contempla que para disminuir la incidencia de este ilícito, el gobierno federal conformará un sistema único de análisis de información que contenga la base nacional de datos criminales en materia de secuestro y desarrollará indicadores y patrones de comportamiento criminal.

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LA RAZÓN: Poeta y detective de éxito, nuevo zar antisecuestro
Una pared tapizada con fotografías de escenas del crimen, retratos hablados, mapas, peritajes, declaraciones e informes que se sostenían con tachuelas, era la que tenía en 2004 Renato Sales Heredia en su oficina de la colonia Doctores, en el Distrito Federal. El entonces subprocurador capitalino encabezaba personalmente las investigaciones para detener a la única homicida serial que ha existido en México: La Mataviejitas. Ayer, 10 años después de aquellos días en que finalmente la atrapó, este funcionario dedicado a la procuración de justicia, que privilegia la inteligencia por encima de la fuerza, fue nombrado Coordinador Nacional Antisecuestro de México. Además de jurista, Renato Sales es poeta, ensayista y apasionado de palíndromos (frases que se leen igual al derecho que al revés), como éste que publicó en su Twitter el pasado 15 de octubre: Amalia la dama ama Dalai Lama.
Columnas
OTRA VEZ EL SECUESTRO/ EL UNIVERSAL
Tres grandes manifestaciones sociales se han dado en contra de la inseguridad —en particular contra el secuestro— en los últimos 20 años: en 1997, en 2004 y en 2008. Tres veces en las que marchas masivas en la Ciudad de México orillaron a diferentes gobiernos federales a responder con ambiciosos planes. Fracasos en el balance. Y la mejor evidencia de ello es la situación actual del secuestro en el país: la peor en dos décadas.
Ayer el gobierno federal anunció una nueva Estrategia Nacional Antisecuestro, la cual consiste, entre otras medidas, en la certificación de las policías locales especializadas en ese delito; la homologación de criterios jurídicos, y la implementación de módulos especiales para secuestradores en penales de alta seguridad.
Era necesaria la respuesta del gobierno federal actual dado que el año 2013 tuvo un récord de mil 695 casos de secuestros denunciados en todo el país, es decir, 5 plagios cometidos cada día.
Esos son los datos oficiales. Pero existe siempre una cifra oculta, la que conforman los delitos no reportados ante las autoridades y que siempre son mucho más altos. Para tener una idea de la dimensión del problema hay que recurrir a una encuesta del INEGI. El instituto informó que durante 2012 hubo 105 mil 682 secuestros en México, de los cuales los ciudadanos apenas denunciaron mil 317. Si esta cifra es verdadera, entonces hubo 289 secuestros por día en todo el país.
Ya no se puede estar a salvo ni siquiera cuando se carece de recursos económicos. La organización Alto al Secuestro presentó un informe en el que destaca que las principales víctimas —en este último año— no son altos funcionarios ni acaudalados empresarios, sino comerciantes, asalariados, estudiantes y profesionistas.
En 1997 Ernesto Zedillo prometió “apresurar” la lucha frente al crimen; en 2004 Vicente Fox anunció 10 acciones contra la delincuencia; en 2008 Felipe Calderón convocó al Acuerdo Nacional por la Seguridad. Hubo avances —de hecho algunos delitos se han reducido, como el homicidio o el robo—, pero mientras el secuestro aumente no se logrará lo importante: hacer que la gente se sienta segura en su vida cotidiana.
Esta vez debe ser diferente. Hay suficientes fracasos de dónde aprender.
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TRASCENDIÓ/Milenio
Que en el gobierno federal aseguran que el paquete de Renato Sales Heredia como coordinador nacional antisecuestro es como sacarse la rifa del tigre.
Si ya veían complicada la misión de Alfredo Castillo como comisionado federal para la Seguridad y Desarrollo de Michoacán, la de Sales Heredia la ven mucho más complicada, porque abarca un delito que comprende todo el territorio nacional.
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FRENTES POLÍTICOS/Excelsior
I. Mensaje alentador. El discurso de Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, enfatiza la raíz de un problema que México ha arrastrado por lustros. Un solo secuestro, uno solo, dijo, lastima no solamente a la familia donde sucede; lastima y agrede a la sociedad entera. El secuestro es el delito que más afecta a las familias y con ello a la sociedad, pues el daño a la integridad física, emocional y patrimonial, en la gran mayoría de los casos, es irreparable. De ahí la importancia del encargo presidencial de combatir el secuestro. El trabajo se focalizará en las diez entidades con mayor incidencia de ese delito. Hay idea. Y lo mejor, confianza en Osorio Chong.
II. El nacimiento. La Segob presentó la Coordinación Nacional Antisecuestro, que estará a cargo de Renato Sales Heredia. Se creará un Comité Especial de Seguimiento y Evaluación de las acciones puestas en marcha, integrado por las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, la PGR, un representante de las entidades federativas designado por la Conago, cuatro de la sociedad civil y la misma Coordinación Nacional Antisecuestro. Lo mejor, los cuatro: Alejandro Martí, presidente de la Asociación México SOS; Isabel Miranda de Wallace, presidenta de la Asociación Alto al Secuestro; María Elena Morera, dirigente de Causa en Común, y Josefina Ricaño de Nava, presidenta de México Unido Contra la Delincuencia. Habrá un antes y un después. No lo dude.
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TRASTIENDA/24 Horas
Renato Sales, el nuevo zar antisecuestros, llegó el año pasado a la PGR para sustituir a Alfredo Castillo en la Subprocuraduría de Procedimientos Penales y directamente desde Campeche, donde fungía como procurador y había tenido mucho éxito en el control del secuestro. Sales tiene un largo historial judicial en el Distrito Federal, donde en 2003 fue el encargado de llevar el muy publicitado caso de la presunta corrupción de René Bejarano por parte del mecenas del PRD, Carlos Ahumada, en esa época financiero de Rosario Robles, líder del partido y cercana al ex presidente Carlos Salinas. Lo que es la vida. Viejos adversarios, hoy compañeros de gabinete—no por Bejarano, claro que subsiste, bien, en la ignominia pública.
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¡Secuestro..! ¿Otra vez?/Ricardo Alemán
El Universal,
Ante el flagelo del secuestro, todos han fracasado; partidos, políticos, gobiernos y poderes del Estado. Fracasaron los ex presidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón; casi dos décadas en las que se disparó de manera escandalosa el secuestro.
Y fracasaron los gobiernos federales de los últimos 20 años porque al tiempo que colocaron la prioridad en el combate al narcotráfico, poco o nada hicieron contra un delito igual o más pernicioso para miles de mexicanos; el secuestro. Y es que el secuestro debe ser colocado como la mayor prioridad de las políticas contra la violencia y el crimen, sobre todo ante el cambio de paradigma.
Es decir, mientras que se piensa en legalizar la mariguana, nadie piensa en el fortalecimiento de la lucha contra el crimen que ocupa el segundo lugar en la rentabilidad; el secuestro. Nadie quiere ver que cuando las bandas criminales ven cerrado el negocio de la droga se diversifican al que sigue en rentabilidad. Y ese negocio se llama secuestro. ¿Cuántos recursos materiales, económicos y técnicos dedican los gobiernos federales a la lucha contra el narcotráfico y cuántos al secuestro? 
En el Distrito Federal fracasaron desde Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador –que incluso se burló de los manifestantes contra el secuestro–, hasta los fracasos de los interinos Rosario Robles y Alejandro Encinas. Pero también fracasó Marcelo Ebrard. Todos ellos prometieron acabar con el secuestro y todos fueron derrotados por una de las mafias más rentables.
Y es que desde que existen gobiernos elegidos en la capital del país –desde 1997–, el pecado capital de los gobernantes del DF es el crimen organizado. Ninguno de los gobernantes del PRD se atreve a reconocer que en la capital del país predominan las bandas criminales. En el Distrito Federal “no opera el crimen organizado”, han dicho Cárdenas, AMLO, Marcelo Ebrard y Miguel Mancera. Y será el sereno, pero el DF está entre las diez entidades con más secuestros. Y el secuestro no lo llevan acabo bandas aisladas.
Pero también en los últimos 20 años fracasaron decenas de gobernadores de todas las entidades del país, al extremo de que en casos como el del veracruzano Fidel Herrera, su gestión no fue señalada por la voz popular como la de un gobernador de Veracruz sino como la del verdadero jefe de la banda de secuestradores, vinculada con “Los Zetas”.
Pero más allá de los dichos, en todos o casi todos los gobiernos estatales hablan los hechos. ¿Y cuales son los hechos? Casi nada, que los mandatarios estatales no sólo no han cumplido su responsabilidad en materia de secuestro sino que se han burlado de la sociedad a la que dicen gobernar. Y es que al no convertir en instituciones efectivas a las comisiones antisecuestro que prometieron crear, en realidad solapan a los secuestradores. ¿Cuántos gobernadores –sea por apatía, dejadez o valemadrismo–, incurren en complicidad de las bandas de secuestradores, al ser omisos de su responsabilidad frente a ese secuestro?
Pero el fracaso no sólo se puede acreditar al Ejecutivo Federal y tampoco a los ejecutivos estatales. No, lo cierto es que también fracasaron el Poder Legislativo federal, que fue capaz de poner de acuerdo a diputados y senadores de todos los partidos para sacar adelante importantes reformas constitucionales –como las reformas de telecomunicaciones, energética y político electoral–, pero han sido incapaces de crear las leyes y hacer las reformas necesarias y que reclama la sociedad para combatir el secuestro.
Resulta de risa loca que desde 1968 –pasando por los importantes cambios político electorales de 1989, 1996, 2007 y 2013–, los partidos políticos han sido capaces de construir por lo menos diez reformas en materia electoral para garantizar el sufragio efectivo y las elecciones creíbles, pero en todos esos años no han sido capaces de ponerse de acuerdo para construir las leyes que requiere la lucha contra el secuestro. ¿Por qué? Porque a los partidos y a los políticos les importa su negocio, el poder, no lo que le importa a los ciudadanos, como la seguridad. Y eso es complicidad.
Y en el secuestro también falló el Poder Judicial; uno de los Poderes más corruptos –como ayer lo demostramos–, del Estado mexicano. El gobierno federal puede hacer mucho para combatir el secuestro, pero de poco servirá si los otros fallan.  ¿Por qué creer que es la buena?
EN EL CAMINO.
Vergüenza para la democracia mexicana el elogio de Peña Nieto a la dictadura de los Castro. ¿Qué ganamos? ¿El sueño de la Unión Latinoamericana? Al tiempo.
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El secuestro, más desestabilizador que Michoacán/ Jorge Fernández Menéndez
Excélsior, 29/01/2014
Lo platicaba, off the record, un alto funcionario de seguridad federal en días pasados, hablando de la inseguridad y los secuestros. Contaba su experiencia en un estado azotado por ese delito: llegó a la unidad antisecuestros local y se encontró con que toda persona que llegaba ahí era fotografiada, interrogada, se registraban en la entrada todos sus datos y se le preguntaba qué quería denunciar. Luego se le canalizaba a una oficina donde volvía a ser interrogada. Si llegaba a esa unidad a hacer una denuncia o a testificar contra algún delincuente, era, además, videograbada. Cualquiera diría que se extremaban las medidas de seguridad pero, en realidad, esa unidad antisecuestros era el centro operativo y de información de las principales bandas de secuestradores: de allí recibían la información sobre quién los denunciaba, quién testificaba en su contra, cómo evolucionaban las investigaciones. Hoy, desde hace apenas unos días, esa unidad ha sido desarticulada y todos sus integrantes están siendo “evaluados”. Pero las bandas ahí siguen operando.

Ese será el mayor desafío que se encontrará Renato Sales Heredia, flamante jefe de la Coordinación Nacional Antisecuestros del gobierno federal. Como dijo María Elena Morera, Renato Sales es el hombre adecuado para esa difícil, casi poco humana misión. Es un funcionario joven, muy bien preparado y con gran experiencia, que conoce lo que es operar en el gobierno federal, pero también en las procuradurías locales, y que, vaya cualidad en estos tiempos, es un hombre honesto. Y sabe del tema.

Como parte de los acuerdos, también se creará el Comité Especial de Seguimiento y Evaluación, que revisará las acciones implementadas por la Coordinación Nacional. Allí participarán funcionarios de distintas dependencias, representantes de la Conago y cuatro personajes clave en el combate a este delito: Alejandro Martí, María Elena Morera, Isabel Miranda y Josefina Nava. La política antisecuestros se focalizará en las diez entidades que concentran 78% de secuestros en el país.

Según Isabel Miranda y su organización Alto al Secuestro, entre el primero de diciembre del 2012 y el 31 de diciembre del 2013 hubo dos mil 754 secuestros, de los cuales 423 no fueron denunciados; los que sí llegaron a averiguación previa son dos mil 326. Estamos hablando de entre siete y ocho secuestros diarios, de los mismos, la mayoría se han cometido en el Estado de México (590 secuestros), en Morelos (240) y en el Distrito Federal (202). Se redujeron en Tamaulipas, donde el gobernador Egidio Torre está trabajando a marchas forzadas para la construcción de una unidad antisecuestros confiable, pero la cifra sigue siendo alta, 200 secuestros. Veracruz tuvo 164, Michoacán 138 y Guerrero 132, según cifras de Alto al Secuestro.
 Pero la encomienda, con todo, va más allá: el desafío es desarticular bandas que se dedican al secuestro, pero también a muchos otros delitos, conexos o no; es limpiar procuradurías locales y unidades antisecuestros que, en la mayoría de los estados, simplemente no cumplen con su función o están coludidas con los criminales que se supone deben perseguir. Si bien el coordinador nacional, Renato Sales, tendrá amplias facultades para tomar decisiones y coordinarse con autoridades federales y locales, el verdadero reto estará en que esa coordinación pueda tener mando, instrumentos y personal operativo confiable, porque los esfuerzos locales son disparejos, los elementos y recursos involucrados también y la trama que se debe desarticular en demasiadas ocasiones está relacionada con factores muy importantes de poder que, necesariamente, tendrán que ser afectados.
 Todo esfuerzo es poco porque sin reducir drásticamente el número de secuestros (y la extorsión), la ciudadanía no percibirá, aunque se avance en otros ámbitos, mejora alguna en su seguridad y tranquilidad. Nada es más desestabilizador que el secuestro y la extorsión.
 Claroscuros federales
 Un acierto: la estrategia antisecuestros y, como dijimos, el nuevo coordinador, Renato Sales. Otro: los acuerdos con las autodefensas michoacanas (hay que recordar que las de Guerrero no son lo mismo, aunque parezcan similares) y la detención de Dionisio Loya Plancarte.
El error: se comprende que se vaya a Cuba a una reunión internacional, pero qué necesidad de publicar un artículo en el único periódico cubano, el oficial, en un país sin la más mínima libertad de prensa, alabando el “liderazgo” de Cuba en el mundo; por qué exaltar los logros, cada día menos evidentes, en “educación, salud y deporte” del régimen y no decir una palabra de la catastrófica situación económica que vive su gente, de la ausencia absoluta de democracia o de la persecución a todo tipo de oposición. Dirían los clásicos, ¿qué necesidad?
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