Confesión
de parte/ Gil Gamés
El Financiero, 24 de julio de 2014
Repantigado
en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leyó la entrevista exclusiva de
León Krauze con Mamá Rosa para la cadena Univision y reproducida en parte en su
periódico El Universal. Dios quiera y no le digan a Gil que quiere prender de
nuevo la mecha del linchamiento en contra de la señora Verduzco. Ella misma ha
reconocido en la entrevista que tenía un reclusorio, una correccional para
menores, que vivían detrás de los barrotes, que maltrataba a los niños, que les
impedía la libertad cuando se lo pedían, que les daba alimentos caducos y que
les cobraba a los padres las visitas a sus hijos. Dicho sea de paso, el
desaseado trabajo de la Procuraduría declaró inimputable a la señora Rosa
aduciendo demencia senil. Lo que Gamés leyó en la entrevista de León Krauze fue
el testimonio de una mujer responsable de sus actos; más aún, defensora de sus
actos.
El
sopapo
“Uy,
yo era buena para el soplamocos, para el sopapo”. León Krauze le pregunta
entonces: “¿Por qué cree usted que eso es parte de la disciplina con los niños
que usted tenía?”, y Mamá Rosa contesta quitada de la pena: “Pues porque
también es parte importante de la línea afectiva (…) Tú has oído el dicho de
que ‘si no pegas no quieres’. No porque los corrigiera los iba a dañar”. Muy
bonito: la sangre con letra entra, o como se diga, diez varazos y se aprende
las tablas de multiplicar en un dos por tres.
*
En una entrevista para la cadena Univisión con el periodista León Krauze, Rosa Verduzco habló de La Gran Familia.
MILENIO DIGITAL Y AP
22/07/2014 08:20 PM
Ciudad de México
Mamá Rosa, está sentada en una silla, viste un suéter rojo y la falda a cuadros que la caracteriza. Levanta el dedo índice para resaltar sus palabras: "De una cosa sí estoy segura, que (a los muchachos) les he dado lo único que yo tengo: mi vida", le dijo al periodista León Krauze en una entrevista para la cadena Univisión.
En un avance de la entrevista que será transmitida esta noche por la cadena estadunidense, Rosa Verduzco, la fundadora del albergue La Gran Familia dice que "no entregaba a los niños a sus madres porque debían cumplir con el convenio y si los querían debían ir a un juzgado".
Mamá Rosa dijo que "es más madre la que cría que la que engendra", ante los cuestionamientos de personas que decían que no era la madre biológica de los menores.
Krauze vio a Mamá Rosa en uno de los nosocomios donde estuvo hospitalizada después de haber sido detenida por la PGR.
-Se ha dicho que la casa estaba muy sucia, que había chinches, había ratas..., le preguntó el periodista
-¿Nunca viste una rata en tu casa? , contestó Mamá Rosa.
-Sí, respondió Krauze.
-¿Entonces? Entonces no era diferente a la vida de la ciudad, dijo Verduzco.
En una conferencia en esta semana, el procurador General de la República, Jesús Murillo, refirió que en diversos testimonios Mamá Rosa ha sido señalada de incurrir en abusos, pero sólo golpes.
La mujer de 79 años no lo negó e incluso lo consideró no sólo parte de la disciplina sino una muestra de cariño.
"¿Tú has oído el dicho 'si pegas no quieres'? No porque los corrigiera los iba a dañar", dijo la mujer a Univisión. "También es parte importante de una línea afectiva", añadió en una entrevista en la que mencionó que ella es "dura" porque así se hizo en la vida.
Sin embargo, negó que hubiera una celda de castigo en el albergue localizado en la ciudad de Zamora, como han afirmado las autoridades a partir de declaraciones de menores que identificaron el lugar como "Pinocho". Ella aseguró que "Pinocho" es una enfermería.
Interrogada sobre si se arrepentía de algo, Verduzco dijo que todos tienen algo de lo cual arrepentirse. "Por ejemplo si yo les fallé con omisión de cuidados a los niños no sólo me arrepiento sino que me duele. Y les digo: perdónenme", comentó
Parte
de la entrevista con León Krauze
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