En
una carta, el arzobispo de Canterbury explica la decisión del Sínodo anglicano
de nombrar mujeres obispo. Decisión que, según el Patriarcado de Moscú,
"alejará a muchos fieles"
Hace
unos días se daba a conocer la histórica decisión del Sínodo anglicano de
nombrar a obispas…
El Patriarcado ortodoxo de
Moscú se declaró "alarmado y desilusionado" por lo que el arzobispos de Cantebury Justin Welby, primado de la
Comunión anglicana, ha enviado una carta a las organizaciones ecuménicas en la
que explica las razones de tal decisión.
En
la carta, enviada el pasado jueves y publicada por L'Osservatore Romano, Welby
dice que es consciente "de que esta histórica decisión da lugar a una
reacción doble dentro de la Iglesia de Inglaterra. Mientras muchos creen que el
nombramiento de mujeres obispo afirma su papel en la ministerio de la vida de
la Iglesia, para otros, sin embargo, esta decisión podrá ser fuente de
decepción y preocupación".
"Algunas
de nuestras iglesias hermanas en comunión - señala el arzobispo de Canterbury -
comparten la alegría de tener mujeres en el episcopado. Pero también somos
conscientes de que nuestros interlocutores ecuménicos encontrarán en esta
decisión un nuevo obstáculo en nuestro camino hacia la plena
comunión". Sin embargo, subraya,
"hay muchas cosas que nos unen y espero que los lazos de amistad que
continuarán fortaleciéndose y que nuestro entendimiento mutuo continúe
creciendo en el futuro".
Las
Iglesias "se necesitan mutuamente", afirma el primado. Y asegura que
la Comunión anglicana continuará en su compromiso y en la búsqueda "para
hacer más visible nuestra unidad con los que están en comunión con nosotros, y
para una mayor unidad con aquellos que aún no lo están".
Es
evidente, subraya Welby en la carta, que "si bien nuestro diálogo
teológico se enfrentará a nuevos retos, todavía hay algo que preocupa a una
gran parte del mundo de hoy, es decir, nuestro testimonio común del
Evangelio". Sobre todo en un momento histórico caracterizado por
"diferentes conflictos en muchas regiones del planeta, la pobreza extrema,
el desempleo y la gente huyendo de sus países en busca de refugio en otros
lugares". Por tanto, "nos necesitamos unos a otros -dice el
arzobispo- y nosotros, como Iglesias fortalecidas por el Espíritu Santo,
tenemos la tarea de proclamar la Buena Nueva de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo y luchar por una amistad más estrecha y una mayor unidad".
Mientras
tanto, el Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú,
expresó su parecer al respecto: "La Iglesia ortodoxa rusa está alarmada y
decepcionada por la noticia de la decisión de la Iglesia de Inglaterra de
admitir a las mujeres al episcopado".
Según
la Iglesia de Moscú, esta es una decisión que "impide considerablemente el
diálogo entre ortodoxos y anglicanos" y "contribuye a aumentar las
divisiones en el mundo cristiano en general". Además, "la
introducción al episcopado femenino también elimina la posibilidad teórica de
un reconocimiento por parte de la Iglesia ortodoxa de la existencia de la
sucesión apostólica en la jerarquía anglicana". Y añaden que "la
consagración de mujeres obispos contradice a la antigua tradición de la
Iglesia".
Para
el Patriarcado, por tanto, la decisión del Sínodo no habría sido causada por
"una necesidad teológica o asuntos de la práctica de la iglesia",
sino -se lee en la declaración- de "un esfuerzo por satisfacer la idea
mundana de la igualdad de género en todos las esferas de la vida y mejorar el
papel de la mujer en la sociedad británica". En otras palabras, se trata
de una "secularización del cristianismo", que "alejará a muchos
fieles que, en la inestabilidad del mundo moderno buscan apoyo espiritual en la
inquebrantable tradición del Evangelio y de los apóstoles".
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