Rafael
Márquez: Un capitán experimentado e irascible/
RAÚL
OCHOA
Revista Proceso # 1965, 28 de junio de 2014
A
los 35 años Rafael Márquez participa en su cuarta Copa del Mundo. Todo un
récord para este michoacano, capitán de la Selección desde Corea-Japón 2002.
Sin embargo, el personaje está lleno de claroscuros: es, sin duda, el
futbolista más experimentado y sólido del equipo nacional, pero su carácter y
sus desplantes en la cancha –que le han acarreado expulsiones en momentos
clave– han dañado al Tri en repetidas ocasiones.
El
defensa Rafael Márquez, capitán de la Selección mexicana, tiene 35 años y juega
su cuarta Copa del Mundo; esto lo vuelve el futbolista nacional con más
participaciones en estos torneos, después del portero Antonio La Tota Carbajal
–quien participó en cinco–, y lo coloca a la par de figuras legendarias, como
Pelé, Maradona, Cafú y Paolo Maldini.
Por
diversas razones está considerado el mayor referente de la Selección. Es
también el único a quien el director técnico Miguel Herrera le garantizó la
titularidad mucho antes de dar a conocer su lista de los 23 convocados a la
justa internacional, además de otorgarle el gafete de capitán.
Su
presencia en Brasil 2014 puede entenderse porque el futbol mexicano no ha sido
capaz de generar figuras de calidad que ocupen su sitio, pese a que después de
dos campeonatos mundiales Sub 17 y una medalla de oro olímpica ya debería tener
una lista considerable de sustitutos.
El
que fue
El
Mundial de Brasil parecía inalcanzable para Márquez, quien estuvo ausente de
las convocatorias clasificatorias de José Manuel de la Torre, técnico inicial
del tortuoso ciclo mundialista.
En
1996, a los 17 años, el michoacano debutó con el Atlas, donde permaneció hasta
1999. Luego fichó para el Mónaco (1999-2003), con el que conquistó el título de
la liga francesa en su primera temporada. Ahí llamó la atención del Barcelona,
con el que jugó siete temporadas (2003-2010). Cuando bajó su nivel de juego y
Pep Guardiola relevó a Frank Rijkaard, Márquez firmó con los New York Red
Bulls.
Su
única intención era “seguir disfrutando del futbol en otros niveles”, reconoció
ante los medios en enero de 2011. “Es difícil dejar un gran club. Para mí
hubiera sido fácil quedarme ganando lo que ganaba y poniéndome las medallitas
sin ningún mérito, pero cuando vi que no tenía mucha actividad, simplemente me
hice a un lado”.
Con
todo, no fue capaz de consolidarse en la liga estadunidense (MLS). En sus dos
temporadas con los Red Bulls (2010-2012) sólo jugó 44 partidos –42 como
titular– y anotó un gol.
De
modo que su repentina convocatoria a la Selección de De la Torre previo a las
eliminatorias mundialistas sólo le acarreó críticas. De pronto, el defensa
quedó fuera de la convocatoria por una lesión –rotura de fibras de grado 1 en
el muslo derecho– ocasionada, se dijo, por la falta de ritmo y su baja
condición física.
Regresó
a México, al recién ascendido León, donde empezó a mejorar. Eso le bastó para
que el entonces técnico nacional, Víctor Manuel Vucetich, lo llamara con el
objetivo de afrontar los dos últimos juegos del hexagonal final de la Concacaf.
El Tri logró una victoria (2-1) sobre Panamá y cayó (1-2) ante Costa Rica. Sólo
gracias a que Estados Unidos superó a Panamá de última hora, la Selección
accedió al repechaje contra Nueva Zelanda, cotejo en el que venció un equipo
dirigido por Miguel Herrera y formado, sobre todo, por jugadores del América y
del León. Márquez destacó y aseguró su plaza en Brasil.
Ya
en la Copa, su actuación ante Camerún (1-0) y Brasil (0-0) fue destacada.
Empero, su mejor momento lo vivió ante Croacia, el lunes 23. En el segundo
tiempo abrió el marcador y desde ese momento México se adueñó de la situación.
También prolongó con la cabeza una pelota para provocar el tanto de Javier
Chicharito Hernández. El cotejo terminó 3-1.
Con
su gol hizo historia, pues además de Cuauh-témoc Blanco es el único mexicano
que ha marcado en tres mundiales consecutivos. Y como premio a su notable
actuación, la FIFA lo distinguió como el Jugador Más Valioso del juego.
No
obstante, en ese partido corrió con muchísima suerte: al minuto 39, cuando el
partido estaba más parejo, le propinó una patada por detrás al croata Iván
Perisic, afuera del área mexicana. El árbitro lo amonestó pero debería haberlo
expulsado.
Agresiones
Los
éxitos de Rafael Márquez van a la par de los yerros que han manchado su
trayectoria. Le ocurrió en Corea-Japón 2002 ante Estados Unidos, cuando fue
expulsado por propinarle un cabezazo intencional a Cobi Jones, en el partido en
que México se jugaba su pase a cuartos de final. El Tri perdió 2-0.
En
la Copa Confederaciones 2005 vio la tarjeta roja por una barrida sucia,
innecesaria y fuera de tiempo en el cotejo contra Argentina por el pase a la
final. El juego terminó 1-1 en tiempo regular (en penales: México 5, Argentina
6). También fue expulsado en febrero de 2009, en el hexagonal de la Concacaf,
por una patada al portero estadunidense Tim Howard.
“En
el campo soy otra persona. Siento una pasión por el juego y nunca quiero
perder. Esa mentalidad a veces cambia quien soy”, reconoció el jugador en una
entrevista a The New York Times en mayo de 2011.
En
octubre de ese año volvió a crear polémica en la MLS por agredir al
estadunidense Landon Donovan, del Galaxy de Los Ángeles. El legendario
delantero de Estados Unidos acusó al mexicano de jugar “sucio” tras lanzarle el
balón al cuerpo apenas concluyó el partido contra los Red Bulls.
Con
actuaciones irregulares y lejos de sus mejores momentos, en mayo de 2012 estuvo
envuelto en una nueva controversia y su popularidad alcanzó bajos niveles al
ser sancionado con tres juegos y obligado a pagar una multa –impuesta por el
Comité Disciplinario de la MLS– por romperle la clavícula a Shea Salinas, del
San José Earthquakes.
“Márquez
sujetó, derribó y pateó a su oponente en el minuto 42 del partido del sábado 14
de abril ante San José Earthquakes y sus acciones fueron percibidas como una
conducta violenta que demostró una indiferencia evidente hacia la seguridad de
su rival”, anunció la liga en un comunicado.
En
septiembre de ese año su propio club lo suspendió un juego por criticar a sus
compañeros. Dijo que no estaban a su nivel: “Es un juego de equipo y
desafortunadamente no hay el mismo nivel entre mis compañeros y yo”, declaró
ante los medios.
Ni
siquiera su condición de baluarte en la Selección durante el repechaje y en su
club actual
–con
el cual suma dos títulos de liga en menos de un año– le han servido para borrar
la reputación de jugador temperamental.
Apenas
el pasado 22 de abril agregó una pifia a su rojo expediente: fue expulsado (en
el minuto 77) en el juego en el cual León empató a un gol frente al Bolívar
para quedar eliminado en los octavos de final de la Copa Libertadores.
Un
día después reconoció en su cuenta de Twitter: “Una vez más me equivoqué y he
perdido una batalla en contra de mi desesperación, asumo las consecuencias y
sobre todo las críticas”.
Con
cerca de 130 juegos internacionales con la Selección mexicana, en la cual
debutó el 7 de febrero de 1997, el exbarcelonista ha visto la tarjeta roja
cuatro veces y en 31 ocasiones ha sido amonestado. En contraste, en la Liga Mx
con el Atlas y el León sólo un partido no lo ha terminado (torneo Apertura
2013).
Reclamo
El
21 de septiembre de 2010 otra controversia lo salpicó: fue uno de los 11
jugadores que estuvieron en la fiesta de seleccionados y prostitutas en un
hotel de Monterrey.
La
Federación Mexicana de Futbol (Femexfut) multó a cada uno de esos futbolistas
con 50 mil pesos. Los sancionados fueron, además de Márquez, Javier Chicharito
Hernández, Giovani dos Santos, Andrés Guardado, Carlos Salcido, Héctor Moreno,
Francisco Javier Maza Rodríguez, Pablo Barrera, Enrique Esqueda, Efraín Juárez
y Carlos Vela. A los dos últimos también les aplicaron una suspensión de seis
meses.
Una
semana después, en su papel de capitán, Márquez encabezó un reclamo de la
Selección nacional en una carta firmada por 13 jugadores, en la cual exigieron
a los dos principales directivos de la Femexfut, Justino Compeán, presidente, y
Decio de María, entonces secretario general, no ser convocados a los partidos
de la Selección si no cambiaban las conductas y procedimientos de los
dirigentes, en particular del entonces director general de Selecciones
Nacionales, Néstor de la Torre.
Tras
el escándalo, De la Torre presentó su renuncia el 12 de octubre de ese año,
frustrado en su intento por imponer orden: “Me hago a un lado de las
selecciones nacionales. No he buscado la disciplina como capricho, sino como un
cambio de hábitos. (…) Si siguen haciendo las mismas cosas, se obtendrán los
mismos resultados. Se requiere un cambio de fondo para que los resultados
lleguen”.
En
diciembre pasado, Rafael Márquez fue clasificado por la revista especializada
Forbes como uno de los 11 jugadores con mejor salario en la Liga Mx. De acuerdo
con esta publicación, el defensa gana 1.5 millones de dólares anuales con el
León. Su carta fue tasada en 1.9 millones de dólares, muy lejos ya del máximo
valor (20.7 millones de dólares) que alcanzó en 2006.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario