Columna Itinerario político
El Universal, 23 de abril de 2015
Juzgadores y abogados amigos pretendieron torcer la ley para favorecer a la conductora despedida.
La “chicana legaloide” que montaron la conductora despedida de MVS, su abogado y un juez amigo, se desplomó por su propio peso; el peso de la corrupción.
Y es que magistrados de un Tribunal Colegiado revocaron en forma unánime el amigable amparo –suspensión provisional–, que le otorgó a la conductora su amigo el juez Fernando Silva García, por intermediación de su abogado y amigo de ambos, Javier Quijano, quien en abierta tortura a la ley pretendió amparar a la conductora echada de MVS, no de un acto de autoridad sino de un vulgar despido laboral.
En la trama –y la trampa–, siempre existió un grosero conflicto de interés denunciado aquí el pasado 15 de abril, en el que participaron el ministro de la Corte, Juan Silva Meza, su hijo Fernando Silva García, el amigo de ambos, Javier Quijano y la amiga de todos ellos, la conductora despedidas.
Y para llevar a buen puerto la trampa, el grupo de amigos torció la ley, violentó procedimientos y pisoteó principios éticos fundamentales, a fin de que coincidieran “la chabacana solicitud de amparo” con el turno del juez amigo. ¿Y por qué debieron torturar de esa manera el Estado de derecho?
Porque sabían que el amparo que buscaban era improcedente; porque sabían que sólo un juez amigo le daría entrada. Pero además, porque el ministro de La Corte, su hijo y el abogado de la conductora son los mismos que elaboraron el soporte jurídico de la nueva Ley de Amparo. Es decir, hicieron la ley y pretendieron hacer la trampa.
Pero resulta –como también lo dijimos el 16 de abril–, que a los ojos de jueces no coludidos con el grupo de amigos, era una grave violación constitucional la suspensión provisional que otorgó el juez Fernando Silva García a la demanda de amparo promovida por la conductora.
En ese momento también dijimos, por ejemplo, que el amparo se otorga a un ciudadano contra actos de autoridad; que MVS no es autoridad y no realiza actividades equiparables; que el despido de la conductora es un hecho consumado y que frente a esa terca realidad, no hay materia para un amparo y tampoco autoridad frente a cuyos actos se intente amparar.
¿De qué o frente a qué pretendían amparar los amigos a la conductora? La conclusión era aplastante; juzgadores y abogados amigos pretendieron torcer la ley para favorecer a la conductora despedida. Y es que la ley y su aplicación no es asunto de amigos, tampoco es un acto de fe y menos producto de filias y fobias. El Estado de derecho es el Estado sometido al derecho.
Por eso –y en unanimidad aplastante–, magistrados del Octavo Tribunal Colegiado en materia administrativa revocaron “la chabacana” suspensión provisional.
Pero puede resultar menor que un grupo de amigos se coluda para torcer la ley. Lo grave del affaire Aristegui-MVS y del intento de amparo es que se descubrió el cochinero que se cuece todos los días en el poder judicial; esa gran casa familiar de amigos y parientes en donde unos a otros se tapan y solapan; se descubrió la clase de “cochupos” que se cocinan entre jueces amigos de reputados abogados; se destapó la cloaca de los ministros de la Corte que hacen jueces a sus hijos y, sobre todo, quedó al descubierto que los mismos que hacen la ley, hacen la trampa.
La aplastante unanimidad del colegiado que tiró el montaje para favorecer de manera ilegal a la conductora, es la mejor prueba de que se trató de un conflicto de interés. ¿Y ahora que van a decir todos los que nos insultaron, ofendieron, amenazaron..? El fanático es ciego, sordo y estúpido. Al tiempo.
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BAJO
RESERVA/ EL Universal
Aristegui
(malas) noticias
Luego
de que los magistrados del Octavo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa
del Distrito Federal revocaron la suspensión que le habían otorgado a la
periodista Carmen Aristegui, nos comentan que el conflicto entre la conductora
y la empresa MVS podría entrar en un largo y tortuoso camino en el que la
mediación al parecer ha quedado descartada. Aunque la decisión de los magistrados
señala que deja de ser obligatorio que MVS participe en una reunión entre la
empresa, Aristegui y José Woldemberg, en carácter de mediador —programada para
mañana viernes en las instalaciones de MVS—, aún cabía la posibilidad de que el
encuentro se desarrollara. Sin embargo, dentro de la propia empresa aseguran
que dado que la ley no los obliga a sentarse con doña Carmen, ellos no lo harán
de manera voluntaria, y que sería muy complicado que su ex conductora vuelva a
cruzar la puerta que separa sus instalaciones de la calle. El conflicto parece
que va para largo. Malas noticias.
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