El Sustituto de la Secretaría de Estado, el Arzobispo Angelo Becciu, aseguró que
“el Vaticano no es una cueva de ladrones. Representarlo así constituye una
falsedad absoluta”.
Así
lo afirmó een una reciente entrevista concedida a la revista Panorama
en la que, entre otros temas, opina sobre el caso conocido como Vatileaks 2 por
el que dos periodistas y exfuncionarios de la Santa Sede están siendo
procesados.
La información la difunde la agencia católica ACI, y dice que ell alto prelado señala también que es “sumamente injusto que nuestros dependientes,
orgullosos de desarrollar un servicio para el Papa y la Iglesia, desde hace un
tiempo han llegado incluso a avergonzarse cuando afirman que trabajan aquí dentro”.
Sobre
los libros “Via Crucis” de Gianluiggi Nuzzi, y “Avarizia” de Emiliano
Fittipaldi –ambos actualmente sometidos a juicio por el Vaticano– el prelado
precisa que “no está en discusión el derecho de los periodistas a publicar las
noticias de aquella información que poseen. Las dudas se refieren al modo en el
que se consiguen estas noticias. Hay un proceso en curso y allí se sabrá”.
“Pero
me pregunto, ¿Por qué las fuentes de los dos libros que el señor Nuzzi (el
primero fue ‘Su Santidad’ de 2012) ha escrito sobre el tema terminan siempre en
la cárcel? No me parece un mérito”.
En
efecto, la publicación del primero de los libros de Nuzzi sobre los Vatileaks
terminó con el arresto y juicio del mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele,
quien robó los documentos privados del Santo Padre para dárselo al autor de “Su
Santidad”.
Respecto
a la afirmación de que algunos cardenales deberían dejar sus departamentos
privados para transferirse a la Casa Santa Marta, una propuesta de Nuzzi, el
Arzobispo afirma que “la idea me parece populista y al límite del ridículo.
Transferir a los cardenales significa forzar la voluntad de personas ya
ancianas, y además, ¿dónde se quedarían los sacerdotes, secretarios de la
Secretaría de Estado que ahora viven en Santa Marta? Nos tocaría construir otro
lugar para acogerlos”.
“Sobre
la base de un prejuicio ideológico, se nos pide dejar libres los departamentos
y gastar ingentes cantidades de dinero en nuevos edificios. ¿Es esto acaso amor
a los pobres?”, cuestiona Mons. Becciu.
Sobre
el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda y la relacionista pública
Francesca Immacolata Chaouqui –exfuncionarios de una comisión vaticana que
también son procesados por haber filtrado documentos privados de la Santa Sede
a Nuzzi y Fitipaldi– el Arzobispo señala que “la traición de ambos ha sido una
bofetada al Santo Padre. Juraron sobre el Evangelio no revelar a nadie lo que
habían visto, escuchado o leído en el desarrollo de su trabajo”.
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