Gobierno
de México considera extraditar a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán a Estados Unidos/
Por
AZAM AHMED JAN. 9, 2016
NYT, 9 de enero de 2016.
CIUDAD
DE MÉXICO — Tras numerosas peticiones de Washington, el Gobierno mexicano está
considerando la extradición de Joaquín Guzmán Loera, el capo mexicano conocido
como El Chapo, a los Estados Unidos, donde enfrenta cargos por asesinato y
tráfico de drogas, según confirmaron fuentes gubernamentales este sábado.
Los
funcionarios mexicanos, que pidieron el anonimato porque el gobierno de México
no ha anunciado la decisión oficialmente, explicaron que el proceso puede
llevar meses por el sistema judicial. Se prevé que los abogados de Guzmán
intenten evitar la extradición a Estados Unidos donde el capo enfrenta, al
menos, siete acusaciones en tribunales federales por narcotráfico y asesinatos.
Un
portavoz del Presidente Enrique Peña Nieto declinó hacer comentarios y, debido
a la controversia que despierta la extradición en México, existe la posibilidad
de que su gobierno mantenga la postura de negarse a trasladar a Guzmán a
Estados Unidos hasta que cumpla con las condenas que enfrenta en México.
La
extradición sería un giro de 180 grados para el gobierno mexicano, que se ha
resistido a la idea con el argumento de que se trata de un tema de soberanía
nacional. Guzmán, el líder del cartel de Sinaloa, cumplirá primero los cargos
que enfrenta en México antes de que se le envíe a Estados Unidos, según han
insistido fuentes oficiales.
Hace
casi un año, Jesús Murillo Karam, quien era el procurador general de México en
ese momento, afirmó: “Puedo aceptar la extradición, pero en el momento que yo
diga. El Chapo se tiene que quedar aquí a cumplir su condena y después lo extradito.
Unos 300, 400 años después. Falta mucho”.
Estados
Unidos hizo la petición formal de extradición contra Guzmán cuando apenas
habían pasado tres semanas tras su escape de la cárcel de El Altiplano, a
través de un sofisticado túnel de más de 1,5 kilómetros conectado a su baño.
Pero
incluso si el gobierno ha decidido avanzar en la extradición, los trámites
judiciales podrían durar meses. Los abogados de Guzmán ya han presentado
recursos para bloquear el proceso que debe aprobarse en cortes, desde la última
vez que se le capturó, en febrero de 2014.
“No
es solamente una decisión ejecutiva”, afirmó uno de los funcionarios.
Pero
mientras que la aprobación de la extradición debe pasar por la Secretaría de
Relaciones Exteriores, la oficina de la presidencia de México es fundamental para
cualquier decisión. Después de todo, fue su decisión que no se le extraditara
la vez pasada.
Sobre
el proceso de extradición, expertos legales han aclarado que Guzmán tiene el
derecho de apelar la decisión, que es casi una certeza en este caso. La Procuraduría
General de México tendría que argumentar contra el recurso en una corte
judicial.
En
el pasado, aseguran los analistas, los tribunales se han puesto del lado del
gobierno en los casos de extradición. Pero no se espera que sea rápida la
decisión sobre si el proceso será concedido o rechazado.
“No
existe la extradición fast-track”, afirma Agustín Acosta, un abogado que no
está involucrado en el caso. “El proceso podría llevarse hasta un año”.
Los
funcionarios estadounidenses esperan que el narcotraficante sea enviado una vez
que mejoren las relaciones judiciales entre los dos países, afirmó este sábado
un funcionario del Departamento de Justicia.
“¿Es
posible?, Sí”, aseguró un funcionario que accedió a ser entrevistado sin que se
le identifique, debido a la naturaleza diplomática del tema. “Pero no he
escuchado nada definitivo”.
El
oficial señaló que México ha aceptado enviar a algunos fugitivos de alto
perfil, entre ellos Edgar Valdez “La Barbie”, extraditado en septiembre, y
afirmó que las relaciones entre los dos países en materia de seguridad y
acuerdos judiciales han mejorado en los últimos meses. La fiscal general
Loretta E. Lynch se ha reunido en dos ocasiones con su contraparte mexicana,
Arely Gómez González.
“Hay
un cambio de mentalidad”, comentó el funcionario estadounidense.
En
los meses que siguieron al escape de Guzmán, en 2015, las relaciones entre los
gobiernos de México y Estados Unidos pasaron por un mal momento. Las ofertas de
Washington para colaborar con las autoridades mexicanas con drones e
inteligencia fueron rechazadas de entrada.
Guzmán,
quien posee una fortuna de cerca de mil millones de dólares y el cártel más
poderoso de México, tiene muchos recursos.
Las
relaciones entre Estados Unidos y el gobierno de Peña Nieto han sido
complicadas. Cuando Peña Nieto asumió el cargo buscó distanciarse de la
administración de su predecesor, Felipe Calderón, que trabajó muy de cerca con
los norteamericanos y dedicó muchos esfuerzos a la guerra contra las drogas que
encabeza Estados Unidos.
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