Una
violación en México desata el debate contra la impunidad
Cuatro
hijos de grandes empresarios y de un exalcalde, acusados de abusar de una menor
en el Puerto de Veracruz
Nota de ELENA
REINA/El País, 29 MAR 2016 - 10:24 CST
En
mayo de 2015 la familia de Daphne Fernández denunció que su hija había sido
violada por cuatro hijos de grandes empresarios veracruzanos y de un exalcalde
de un municipio de la entidad. El padre de la víctima decidió publicar en las
redes sociales la semana pasada unas cartas y un vídeo que grabó de los jóvenes
disculpándose al ver que la Justicia para su hija no avanzaba. Uno de ellos
está involucrado en el accidente de coche que mató a un corredor en 2013. Nunca
fue detenido. El caso de Los Porkys [apodo de los cinco acusados] ha dividido a
la sociedad veracruzana. Las protestas por la "impunidad de los más
adinerados" han llenado las calles del Puerto este lunes. Los jóvenes
alegan que la chica miente y que el padre los amenazó de muerte.
La
investigación sobre la supuesta violación de la joven parece haberse trasladado
de las oficinas de la Fiscalía a los portales de Facebook. Cada día hay un
nuevo episodio de este conflicto que pone en evidencia las carencias del sistema
de justicia mexicano. El padre de Daphne, Javier Fernández, cuenta que estaba
harto de la campaña de desprestigio contra su hija y decidió hacer público el
vídeo que les grabó reconociendo lo sucedido. "Aún con todo lo que le
hemos mostrado, la Fiscalía sigue pidiendo pruebas ridículas", cuenta el
padre desesperado. La institución ha señalado este lunes que esas imágenes no
pueden tomarse como una prueba. El abogado de los chicos insiste en que
pudieron haber sido "amenazados" para responder.
La
fecha en la que sucedieron los hechos fue en enero de 2015, pero no fue hasta
mayo cuando se hizo una denuncia formal. "No hicimos nada esos meses
primero, porque no lo sabíamos y después, porque mi hija estaba devastada, me
hizo prometer que no haría nada. Es una situación muy dolorosa, sentía mucha
vergüenza. Hay chicas que nunca denuncian", cuenta Fernández. En ese
tiempo, el padre se reunió con los familiares de los agresores —el audio de esa
junta también ha sido difundido recientemente— y les pidió que se disculparan
con su hija (en el vídeo publicado), que asistieran a terapia y que se alejaran
de Daphne. Pero según Fernández, incumplieron su promesa y él decidió difundir
todo su material.
Este
lunes responde desde el otro lado del teléfono deshecho. Su hija acaba de
escrbir en Facebook contando su versión. "Está muy mal. Va a terapia todos
los días, pero está fatal", cuenta con la voz quebrada. "Lo que me ha
robado el sueño es ver la mirada vacía de mi hija. ¡Ver a una niña que se
quiere morir!", exclamaba el padre a los familiares en la junta privada
que mantuvieron el año pasado.
En
enero de 2015 Jorge Cotaita Cabrales, Enrique Capitaine —hijo del exalcalde de
Nautla, Felipe Capitaine—, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodríguez Acosta
salieron de fiesta. Estaban estrenando el Mercedes de Capitaine que recogieron
al salir del antro y quisieron continuar en otro lado. Daphne Fernández estaba
ahí. Todos se conocían de uno de los institutos más exclusivos de Veracruz, el
Rougier, pero ellos ya figuraban como antiguos alumnos. Todos ellos eran
mayores de edad. Daphne se subió a ese coche, según la familia, forzada por los
agresores. En la casa de uno de ellos ocurrió la violación, supuestamente, por
el dueño del Mercedes. El abogado de los Porkys ha repetido que las
declaraciones en vídeo de los chicos están "sacadas de contexto" y
que ella se subió por su propio pie al vehículo.
Todos
son hijos de familias adineradas en Veracruz, se pasean exhibiendo su poderío y
con autos nuevos por las zonas más exclusivas de la entidad como auténticos
mirreyes, según cuentan los vecinos. Cotaita estuvo implicado en la muerte de
Jonathan Peña Yáñez, un corredor de 35 años que falleció atropellado el 24 de
abril de 2013. Su hermano Hugo Calderón Yáñez, cuenta por teléfono que después
de insistir en que se investigara el caso recibió amenazas de muerte y tuvo que
mudarse con su familia a otro municipio. Este lunes ha regresado para hacerles
ver a la familia Fernández que no están solos. Ha marchado junto a decenas de
personas en el Puerto de Veracruz para pedir que se acabe la impunidad.
"Quería que se supiera que ese joven no es la primera vez que logra evadir
la Justicia. Mi hermano está muerto, pero sentí la responsabilidad de
apoyarlos", señala Calderón.
Calderón
ha perdido la esperanza. Sabe que el expediente del caso de su hermano
permanecerá "dormido para siempre". Javier Fernández ha decidido
seguir luchando para evitar que ninguno de ellos pueda cometer un crimen como
el que asegura ha sufrido su hija.
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