19 jul 2016

Denuncian corrupción en Sedesol

El Siglo de Durango, martes 19 de jul 2016
Denuncian corrupción en Sedesol
Pendiente. El adeudo por la renta asciende a los 250 mil pesos, según el exsevidor público entrevistado.
A mediados de 2015, Javier Hernández Flores, delegado estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), buscó a Roberto Hernández Bruciaga (entonces subdirector de la Comisión Estatal de Suelo y Vivienda) para que le rentara una bodega ubicada en la colonia Jardines de Cancún.

Trabajadores del servidor público federal llevaron hasta ese sitio decenas de cubetas de pintura e impermeabilizante que, después supo Roberto, habían sido compradas con recursos de la Sedesol para atender contingencias ambientales como parte del Programa de Empleo Temporal Inmediato (PETI), cuyo recurso económico y material se deben dispersar al momento de su llegada.
Sin embargo a más de un año de distancia, esos insumos continúan almacenados, sin ejercerse por una aparente decisión del propio Hernández Flores, según narra Hernández Bruciaga. Y no solo eso: ese lugar, rentado a partir de un acuerdo verbal entre ambos, ya se encuentra lleno de otros productos que poco a poco fueron llevados de parte del delegado.

A la fecha, la bodega está repleta de papel de baño, harina de maíz, pasta para sopa, juguetes, balones con logotipos del Gobierno Federal y Estatal, y hasta aguinaldos con la mayoría de sus elementos ya caducados, pues no se repartieron a tiempo.
Una parte de estos últimos, fueron -inexplicablemente- retirados de bodegas de Distribuidora Conasupo SA de CV (organismo dependiente de la Sedesol) y almacenados ahí, en un tráiler que prácticamente se llenó para mover de un lado a otro los materiales.
¿Cuál era la intención de almacenar todos esos productos y material en una bodega no oficial?
Roberto Hernández Bruciaga, quien hasta hace algunas semanas fue colaborador de Javier Hernández Flores en la Secretaría de Desarrollo Social revela lo que dice saber: el segundo de ellos estaba convencido de que sería candidato a la presidencia municipal de Durango, lo que lo motivó a guardar elementos que, en caso de una campaña, le serían útiles.
Hoy, a tres semanas de que Hernández Bruciaga renunció a la Sedesol como encargado de los Programas de Empleo Temporal (PET) y PETI, revela las razones que lo orillaron a tomar esa decisión. Y expone presuntos malos manejos recurrentes al interior de la dependencia, en los cuales -afirma- declinó a participar.
CUATRO MESES EN SEDESOL
A finales de febrero de este 2016 (al menos siete meses después de que comenzó la renta de la referida bodega), Roberto Hernández Bruciaga fue llamado por el delegado de Sedesol para invitarle a incorporarse a dicha dependencia como coordinador del PET y PETI, programas que en este momento cuentan con más de 8 millones de pesos para repartir en el estado.
En primera instancia rechazó el ofrecimiento, pero el servidor público federal le insistió (argumentando instrucciones del Ejecutivo) para que incursionara en la instancia federal. El invitado puso algunas condiciones económicas para el cierre de su relación laboral con Coesvi, instancia en la que trabajaba como Subdirector y en la que se había desempeñado por varios años.
"No sé cómo logra desincorporarme para entrar ahí con él a la Sedesol", relata al tiempo que reconoce que se cumplieron sus expectativas de liquidación laboral. Y en las primeras semanas, no hubo mayor problema. "Estábamos trabajando muy bien", define.
Su llegada coincidió con un par de fenómenos climatológicos, que en marzo principalmente, se reflejaron en fuertes vientos y tormentas que dañaron infraestructura social de municipios como el de Durango.
Fue el primer reto de Hernández Bruciaga: solicitó respaldo económico para Durango como parte del Programa de Empleo Temporal Inmediato y la entidad recibió casi 9 millones de pesos, traducibles en 20 jornadas de empleo para 6 mil 177 personas, con salario de 72 pesos por jornal. En números cerrados, se tenía para repartir 8 millones 894 mil 880 pesos.
Tras los trámites correspondientes, las oficinas centrales de Sedesol determinaron que el recurso se ejerciera en la limpieza de 7 millones y medio de metros cuadrados de superficie de arroyos, alcantarillas, ríos y calles de la ciudad de Durango, como una forma de combatir futuras inundaciones.
Una vez definido el destino del recurso, debía firmarse un convenio con el Ayuntamiento de Durango para que fuera este orden de Gobierno el que lo ejerciera. Fue ahí cuando se dio la discusión que derivó en la renuncia del entrevistado a la Secretaría de Desarrollo Social.
"De la noche a la mañana Javier Hernández se quiere pasar por alto las reglas de operación que tienen cada uno de los programas; entonces él empezó a repartir los empleos temporales, a su gente", relata Hernández Bruciaga al tiempo que explica que esa es una irregularidad, pues el único ejecutor autorizado es el Ayuntamiento. Y el se adelantó a las formas aun antes de firmado el convenio.
Tal situación, abunda, se presta a malos manejos, pues lo único que se requiere en programas como este, es la firma en papel por parte de los beneficiarios. Esto porque al ser un programa de aplicación inmediata, se busca evitar retrasos a causa de la burocracia; además, la fiscalización en la materia es blanda.
"Yo le decía que eso no estaba bien, que eso lo debería operar el Municipio", señala. Javier Hernández, continúa, me "argumentaba que él tenía instrucciones de que así se manejara. Y entonces pues yo prefiero mejor retirarme, decir con permiso, porque prácticamente se viene convirtiendo en mi responsabilidad. Renuncio el 30 de junio de este año y me retiro", sentencia. Su salida, incluso, se logró antes de la firma del convenio Federación - Municipio, lo que hasta este día mantiene sin acordar las condiciones de dicho ejercicio.
Sin embargo ahí no acabó todo.
 EL PAGO DE LA RENTA
Una vez concluida la relación laboral, Javier Hernández Flores buscó a Roberto Hernández Bruciaga para acordar la entrega de los productos y material almacenados en la bodega.
"¿Cómo le vamos a hacer con las cosas?", preguntó el delegado a su exsubalterno.
-Pues págame la renta. Y me pagas la renta de los 13 meses que me debes.
Después de eso, inició una serie de interacciones vía telefónica y mensajes, de manera directa y a través de intermediarios de Sedesol, que incluso intentaron negociar las condiciones del pago.
Por ejemplo, le prometieron el pago a cambio de postergar su renuncia y avalar el convenio del Programa de Empleo Temporal Inmediato; incluso le ofrecieron una cantidad menor a la solicitada y hasta el pago en parcialidades de los 250 mil pesos pendientes.
Sin embargo Roberto Hernández dice que la situación ha empeorado a grado tal, que ya prefiere no negociar. Más aun, teme represalias en su contra.
"Lo vi cómo con la mano en la cintura se deshace de una responsabilidad que solo a él le atañe", incriminando a otras personas en irregularidades en el manejo de recursos.
"Y yo ya tengo temor por la seguridad en lo personal y más allá, en lo de la familia, porque como se caracteriza Javier de manejarse, que él cumple órdenes y que él cumple todo esto, pues yo creo en un momento de desesperación pues puede cometer otra tontería más, pero ya sería con mi familia o conmigo".
Respecto a los abarrotes y materiales, dice que está dispuesto a entregarlo a los gobernantes recién electos, con la condición de que sean entregados a través de programas de beneficio social.
"A este muchacho ya no, porque si es para su bien personal, pues yo prefiero que e

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