"Yo quiero, para las víctimas, la justicia, la reparación integral, y eso sólo se puede dar con el fortalecimiento de las instituciones..." ADF
Acuerdo.- Se ratifica el nombramiento que hiciera el Titular del Poder Ejecutivo Federal a favor del ciudadano Sergio Jaime Rochín del Rincón, como Comisionado Ejecutivo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, por un período de tres años. (2017-2020).
Se emitieron un total de 93 votos; de los cuales 74 a favor; 14 en contra y cinco abstenciones.
Es interesante leer el posicionamiento de la senadora Adriana Dávila Fernández...,(PAN), su voto fue con contra del proceso de nombramiento.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Tiene el uso de la palabra para hablar en contra, la Senadora Adriana Dávila Fernández.
Es interesante leer el posicionamiento de la senadora Adriana Dávila Fernández...,(PAN), su voto fue con contra del proceso de nombramiento.
El Presidente Senador Pablo Escudero Morales: Tiene el uso de la palabra para hablar en contra, la Senadora Adriana Dávila Fernández.
La Senadora Adriana Dávila Fernández: Muchas gracias, señor Presidente.
Quisiera pedir un momento de atención por parte de las señoras y los señores Senadores de este recinto, porque me parece fundamental que sepamos qué es lo que estamos votando.
Es en realidad un nombramiento lo que estamos votando, es en realidad el nombre de quien ocupará la titularidad de la Comisión Ejecutiva de Pensión a Víctimas, lo que estamos votando.
Yo empezaría primero por hacer un reconocimiento, y lo digo de manera sincera a las Comisiones de Derechos Humanos, de Justicia y de Gobernación, que estoy segura han hecho este proceso con la mejor intención y el trabajo comprometido que yo le conozco y le reconozco especialmente a la Senadora Angélica de la Peña, a la Senadora Cristina Díaz, al Senador con licencia Fernando Yunes y hoy, por supuesto a la Senadora Pilar Ortega.
Pero el nombramiento que hoy se hace no es el nombramiento del titular, es el tipo de institución que queremos para reparar integralmente el daño a quienes han sido víctimas de delitos o víctimas a violaciones de derechos humanos.
El nombramiento de hoy no es una estadística más de este Senado, como nos ha sucedido en los últimos tiempos, y quiero decirlo con toda certeza, en las últimas décadas hemos dejado de darle nombre a las víctimas, lo hemos cambiado por un número, se le llama la víctima número 500, la víctima número 700, la víctima número 70 mil. No sabemos en ocasiones, ni siquiera quienes son, porque aunque la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, tendría, tiene entre sus obligaciones haber creado el registro de víctimas, hoy no tenemos este registro y así lo planteó la Auditoría Superior de la Federación.
Las victimas deben de dejar de ser vistas como eso, como números, las víctimas eran personas y son personas.
Hemos dado por hecho que la sociedad civil está representado toda por muchos cabilderos que ocupan su tiempo, su espacio, su esfuerzo para venir a nuestras oficinas o a las oficinas de los gobiernos, federal y estatales.
Creemos que cualquier colectivo representa a todos los ciudadanos, a los 120 millones de ciudadanos.
Pensamos que la justicia y reparación del daño a quienes han sido víctimas de delito o en su defecto víctimas de graves violaciones a derechos humanos, se resuelve como lo dice hoy la ley, con dinero, la reparación integral, su reincorporación a la sociedad se ha medido hoy en cuánto dinero les vamos a dar.
Lo que le cuesta dinero al gobierno, le sale barato, porque lo que le debe costar al gobierno para hacer su trabajo, son la evidencia de sus omisiones y la incapacidad del Estado mexicano que hoy queremos cubrir con el pago económico que disfraza la incompetencia, la insensibilidad y el uso electoral en muchos casos de quienes son los más vulnerables.
Hoy reitero, lo que se vota en el Senado no es el nombre del titular, no está en juego el nombre aquí de Jaime Rochín o de cualquier otro u otra que haya participado.
Hoy, reitero, lo que se vota en este Senado es qué institución queremos crear.
Se ha hablado en esta tribuna de las grandes ventajas que tienen las modificaciones que hemos aprobado en la materia, pero permítanme recordarles después de más de cuatro años cómo ha sido este proceso.
En el 2012, una Ley de Víctimas en controversia constitucional, porque no tenemos facultades para hacerlo, el 73 constitucional no nos permitía hacer una Ley General de Víctimas, pudo más la presión y pudo más la promesa de campaña que hiciera el Presidente Enrique Peña Nieto, para quitar esa controversia constitucional y aprobar fuera de la ley, una Ley General de Víctimas, plagadas de violaciones, errores jurídicos y formas de no poder llevar a cabo esta reparación integral que aparentemente buscábamos.
En el 2013, este Senado aprobó más del 80 % de cambios a la Ley de Víctimas, sin embargo se quitó la controversia constitucional en lugar de hacer una nueva ley, 80 % de cambios, sí es cierto, yo también aprobé esa ley, pensando que quizás el marco jurídico era lo mejor.
Después de 2013, algunos cuantos meses, en diciembre del año pasado, recientemente en estos meses, en inicio de período, aprobamos nuevamente otro más, 80 % más de cambios a una Ley de Víctimas, preguntaría, ¿cuántos cambios más nos faltan hacer a esta Ley de Víctimas?
Penamos que la reparación del daño integrada a las víctimas se va a hacer por decreto.
Hoy tenemos reportes de distintas áreas, entre ellas, por ejemplo, el de trata de personas, se reportan más de mil 500, ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Cuáles son sus nombres? ¿Quién las atiende? ¿Quién no las señala? ¿Quién las usa? ¿Quién las revictimiza?
En estos meses, reitero, no fuimos capaces de repensar lo que queríamos, no es por decreto como se va a lograr, no es por una ley como se va a lograr que las instituciones funcionen.
No estoy de acuerdo, no es sobre Jaime Rochín, no es sobre Olga Noriega, no es sobre ninguna de las personas que participaron como comisionados y que nosotros mismos nombramos, no se trata tampoco de ninguna de las personas que hoy andan cabildeando y sintiéndose dueños de cada uno de los temas en este país.
Tenemos dueños de víctimas, tenemos dueños de trata, tenemos dueños de secuestro, tenemos dueños de violencia de género, tenemos dueños de todo, pero de lo que no hemos sido dueños es de nuestras propias decisiones, de las decisiones que pagarán cuando las instituciones como hoy estén fallando.
¿Qué debe pensar este Senado?
¿Y por qué mi voto en contra?
Mi voto en contra no es contra Jaime Rochín, mi voto en contra es por no haber sido capaces de pensar, reflexionar, razonar en las enormes fallas de los Poderes de la Unión, del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo, del Poder Judicial, de la falta de acceso a la justicia, al permitir la impunidad, al generar complicidades entre poderes y perdonar errores, como lo estamos haciendo hoy, errores graves en el funcionamiento de las instituciones.
Estos errores graves que hoy vamos a aprobar, vamos a certificar, vamos a legitimar, porque no puede resolver, no puede resolver el problema quien lo ha generado.
Creo que este Senado tiene que ser más responsable.
Espero y deseo que en la reflexión, porque sé también que por mayoría este Senado aprobará este nombramiento en la conciencia de cada uno de nosotros se encuentra el rostro de muchas personas que conocemos a quienes se les ha negado la justicia.
Se encuentra también entre ustedes ese pedacito de conciencia que al Poder Legislativo le ha hecho falta durante los últimos años.
Se encuentra también en pensar que somos padres, hermanos, hijos, madres de muchas y muchos que pueden estar en esta situación también.
No estamos exentos a lo que está pasando.
Como nunca este país vive una grave crisis en materia de derechos humanos. No es hoy con este nombramiento como se va a resolver, por supuesto que no le deseo a nadie que la Comisión Ejecutiva no funcione, pero por mi parte, mi voto en contra me va a permitir con calidad moral, exigir que la Comisión Ejecutiva funcione, con mi voto en contra me va a permitir hacer los señalamientos que tengamos que hacer y no ser cómplice más de todos los nombramientos que hemos hecho, y de los cuales nos hemos arrepentido.
Yo quiero, para las víctimas, la justicia, la reparación integral, y eso sólo se puede dar con el fortalecimiento de las instituciones.
Mi voto, adelanto, será en contra, en contra de los mecanismos que hemos usado para poder hacer este tipo de nombramientos, en la conciencia de cada uno estará, cuando en el tablero aparezca por lo que queremos votar.
Y espero que a los legisladores todavía nos quede conciencia.
Muchas gracias.
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