Jorge Sánchez: urge nueva legislación para el cine/COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE
Revista Proceso # 2149, 7 de enero de 2018..
Sonó la hora de la consolidación del cine de nuestro país, según suma el director de Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) Jorge Sánchez Sosa, refrendando el compromiso de incentivar más la producción, distribución y exhibiciones fílmicas para 2018. Si bien 2017 fue en su opinión un año positivo, la industria aún se halla en un momento embrionario, y hace un llamado en pos de “una nueva legislación porque los tiempos han cambiado de manera vertiginosa, cada vez dejamos la era analógica y vivimos más en la etapa digital”.
Jorge Sánchez Sosa, director del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), asegura que ante el séptimo arte hispano, “la cinematografía mexicana posee un sitio privilegiado, hay películas maravillosas, aunque hay mucho que trabajar, no me cabe duda”.
Al unísono sugiere, en entrevista con Proceso, la necesidad de “una nueva legislación porque los tiempos han cambiado de manera vertiginosa, cada vez dejamos la era analógica y vivimos más en la etapa digital”.
En el informe de las actividades del 2017, el Imcine anuncia que este año se produjeron 175 largometrajes de ficción y documentales (de los cuales 96 se apoyaron con los fondos y estímulos fiscales, Foprocine, Fidecine y Eficine), y además, se estrenaron 85 filmes (ficción y documental), los cuales convocaron a 21 millones 500 mil personas; pero sumando el público de televisión abierta, las plataformas de internet (Cinema México Digital y FilminLatino) y la Semana de Cine Mexicano que recorre las ciudades del país, en total 68 millones de espectadores vieron cintas nacionales.
A la pregunta si con esas cifras ya se puede hablar de una industria fílmica en México, expresa que se vive “una etapa embrionaria”, y aclara:
“Resulta muy difícil completar el ciclo que requiere una industria, consistente en: produces algo que se consume, se paga, lo cual posibilita reinvertir para un producto nuevo o de la misma naturaleza del que vendiste. El Imcine va por un beneficio social que se da a partir de que los creadores tienen derecho de expresarse, de contar sus historias, y de relacionarse con la gente, los ciudadanos.
“Por supuesto, no deja de preocuparnos el ámbito económico. Generar industria en nuestro país es muy complicado. Hemos intentado porque esa relación con productores y las regalías que dejan los proyectos, también vayan hacia el Imcine. No podemos ser un organismo o una institución que viva únicamente del presupuesto federal, cuando son recursos públicos que debemos cuidar y procurar su devolución en la medida de lo posible a causa de la explotación de los filmes.”
En el resumen escrito del Imcine, se presume que esta instancia “consolidó” en 2017 “el compromiso de incentivar la producción, distribución y exhibición fílmica”. En 2016, se produjeron 162 películas, y se estrenaron 90 películas, más que en el 2017.
–“Consolidó” es una palabra fuerte que usan en el boletín, ¿qué me puede decir al respecto cuando aún es un problema la distribución y la exhibición del cine nacional?
–Que vamos a consolidarlo en los próximos años y específicamente en el 2018. Sí, es una palabra muy fuerte, pero yo soy más positivo que tú. Lo veo en el terreno de que ha habido pequeños avances que para nosotros son muy significativos.
Lo más visto
Los largometrajes del país con más taquilla durante 2017:
En primer lugar Hazlo como hombre, de Nicolás López, con 4 millones 339 mil 123 asistentes. El segundo, 3 idiotas, de Carlos Bolado, con 2 millones 688 mil 323. Sigue Cómo cortar a tu patán, de Gabriela Tagliavini, con 2 millones 359 mil 646. Luego están Todos queremos a alguien, de Catalina Aguilar Mastretta, con 2 millones 65 mil 985, y El tamaño sí importa, de Rafa Lara, con un millón 58 mil. Sánchez Sosa enfatiza sobre esas cintas con el mayor público captado, un aspecto muy positivo:
“Se rompieron en lo general los prejuicios relativos al cine mexicano del potencial espectador.
“Al mismo tiempo, el Imcine debe procurar la diversidad en relación a las temáticas, los puntos de vista; sean de cuestiones de género, políticas, en fin, y lo hacemos en la Semana de Cine Mexicano que ahora organizaremos en colaboración con la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) o la Fiesta del Cine Mexicano, será una nueva actividad que planeamos con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), y se llevará a cabo en 2018.”
–La queja más frecuente de los cineastas del país es que no se respeta el tiempo en pantalla en las salas comerciales, ¿cuál es su opinión?
–Vemos que existe una interpretación de la Ley de Cine, en relación con ese 10% que está establecido en el artículo 19. Dicen: “Si de cien estrenos 14 fueron mexicanos, entonces estamos superando lo que dice la ley”. No es una interpretación adecuada; pero a nosotros no nos corresponde ese aspecto de reclamación, y sería muy interesante, como sector de la sociedad, que los productores ante los órganos que corresponden, Comisión Federal de Competencia Económica u otros más, hagan la reclamación correspondiente y pidan que se esclarezca la interpretación de ese artículo.
El Imcine, se lee en el mismo boletín, es un organismo público descentralizado de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la República. Creado en 1983, impulsa el desarrollo de la actividad cinematográfica nacional, a través del apoyo a la producción, el estímulo a creadores, el fomento industrial y la promoción, distribución y difusión del cine mexicano.
–Se murmura una tibieza del Imcine para defender el tiempo en pantalla y con esas limitaciones del Imcine, pareciera que no está cumpliendo con la función de fomentar y difundir el cine mexicano, ¿cómo ve eso?
–Es algo que a nosotros en ley no nos compete. Está en el ámbito de la Dirección General de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC) de la Secretaría de Gobernación.
Reformas a tres años
Subraya que en el Imcine existe un crédito a bajas tasas para modernizar en toda la nación cines que han cerrado, y se extenderá a cines comunitarios.
–¿Imcine puede dialogar o influir en RTC?
–El papel del Imcine al respecto es lo que está dentro de ley. Yo puedo poseer un pensamiento y una actitud personal ante el cine mexicano, que espero que se refleje en lo que es esta administración, que es ir más a las audiencias. No creo tampoco en esta noción, para mí equivocada, de que el cine sólo existe en las pantallas comerciales.
“Existe un ámbito que corresponde a los órganos legislativos para modificar la Ley de Cine. En el caso de Argentina o Brasil, su legislación se transformó, por la presión de los cineastas.”
–¿Por lo mismo el Imcine debería cambiar internamente sus estatutos?
–No es que deba cambiar, está cambiando. Lo estamos transformando con reformas que nos pueden llevar hasta tres años; por ejemplo, ahora habrá apoyo para que se estrenen de manera más inmediata las películas que participen en festivales internacionales por medio de un estímulo.
–Otra preocupación en la comunidad del cine del país son las plataformas, como Netflix, que pagan poco por proyectar sus películas. El realizador mexicano sólo es el maquilador y no lo protege ninguna ley en la nación al respecto, ¿qué va a pasar con las salas de cine?
–La modernidad se expresa en esas nuevas formas y modos de consumo, es decir, ¡es inevitable! Esta nueva modalidad sí va a democratizar el consumo del audiovisual nacional porque habrá más opciones y una accesibilidad diferente. Queramos o no, los precios de entrada de los cines son prohibitivos para grandes sectores de la población. No quiero decir que el internet será la solución mágica, muy probablemente no lo sea de manera directa; pero es inevitable la construcción de una política pública para tener mayor accesibilidad al internet.
–¿Qué va a pasar con la Ley de Cine? ¿Ya debería reformarse?
–Aquí la comunidad debería ser más activa de lo que es, no puedes depositar en las instituciones una facultad que tú tienes como ciudadano para impulsar nuevas visiones que se plasmen en lo legislativo sobre tu actividad, sobre tu profesión, sobre tus creencias.
“Digo de manera muy clara que se necesita una nueva legislación. Se requiere de mesas donde se sientan los diferentes sectores, se confronten y lleguen a opciones que se plasmen en la Ley.”
–¿Cómo ve la situación del cine mexicano ante el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)?
–Debemos analizar desde un punto de vista más global, que incluye por supuesto las cuestiones relativas a las telecomunicaciones, la propiedad intelectual, el comercio electrónico, que además son aspectos del TLCAN. Hemos estado en conversaciones desde la AMACC, la Canacine y la Secretaría de Economía. Espero que estemos transmitiendo de manera adecuada lo que son las visiones de lo que se puede realizar o no dentro de este ámbito de la renegociación.
Y termina:
“Hay mucho que defender y, repito, mucho por realizar.”
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