7 ago 2019

Las columnas políticas, hoy miércoles 7 de agosto de 2019

 Réplica / Sobre el Seguro Popular/ Juan Ramón de la Fuente
Escribo en relación a la columna Templo Mayor, por alusiones a mi persona. Ningún periodista de Reforma me preguntó, como correspondería a un medio serio, por qué no firmé la carta junto con otros exsecretarios de salud.
A diferencia de los exsecretarios que sí firmaron, yo nunca milité, ni milito, en un partido político. Casi todos ellos sí han militado o militan, están en la oposición y ejercen sus derechos.

Siempre me opuse a la forma como se instrumentó el Seguro Popular. Dinamitó la descentralización. Lo hice público, de cara a todos y cada uno de ellos, en diversos foros académicos. No tengo por qué avalar algo en lo que nunca creí.
La corrupción que propició el Seguro Popular, por su errática ejecución, es inadmisible. Lo saben ellos mismos, la comunidad médica y la opinión pública.
A propuesta del Presidente, con la ratificación unánime del Senado de la República, me desempeño como Representante Permanente de México ante la ONU, con las obligaciones y prerrogativas que la ley señala. Procuro hacerlo lo mejor posible y, por supuesto, me someto al escrutinio de la opinión pública, pero no de los infundios.
"Mi lealtad y mi amistad con Andrés Manuel López Obrador son públicas, no son nuevas y mucho me honran.
Atentamente
Juan Ramón de la Fuente
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Las columnas políticas, hoy miércoles 7 de agosto de 2019
Templo Mayor/ Reforma
NO ES por ser desconfiados, pero sería bueno que Andrés Manuel López Obrador respondiera una pequeña pregunta: dado que ya puso por escrito que no se va a reelegir, ¿eso incluye que tampoco aceptará que le amplíen el mandato por voluntad popular? La duda es válida, pues sigue sin resolverse el atraco electoral en Baja California y la tentación de seguirse por ese caminito puede ser muuuy grande.CINCO años después, hoy se podría escribir un nuevo capítulo sobre la historia del derrame tóxico en el Río Sonora, con la decisión que se tome en la Segunda Sala de la Suprema Corte.
LOS MINISTROS deben decidir si abren o no el fideicomiso que se creó para apoyar a las víctimas, pero sobre el cual hay dudas y denuncias respecto a cómo se utilizaron los recursos y a quiénes realmente beneficiaron.
HASTA el momento hay un voto a favor, dos en contra y dos en veremos. Habrá que estar al pendiente sobre cuáles son los ministros que terminan inclinando la balanza y, sobre todo, en favor de quién. Sin duda que en Palacio Nacional estarán muy atentos a esa votación.
SEGURAMENTE alguien está muy feliz con la idea de Marcelo Ebrard de pedir la extradición del multiasesino de El Paso: ¡el propio homicida! Y es que, si acaso llegara a ser entregado a la justicia mexicana, sin duda se la pasaría muy bien.
DE ENTRADA por la falta de investigaciones con bases científicas y no políticas, por la ineficiencia de los fiscales para integrar los expedientes y por la constante corrupción de los jueces. Todo eso, claro, sin mencionar que en México un amparo judicial es como un vaso de agua: no se le niega a nadie.
SIEMPRE existirá también la posibilidad de salir de la cárcel al "Chapo style", cavando un hoyo en el suelo y otro en la honestidad de las autoridades. Y, en el peor de los casos, si se quedara encerrado para siempre, tendría aseguradas fiestas, drogas, alcohol y la oportunidad de "estudiar" alguna lucrativa carrera delictiva, como la extorsión telefónica.
FUERTE, muy fuerte es la carta de Juan Ramón de la Fuente que se publica hoy en Reforma, en la que critica el comentario de ayer de esta columna. Ojalá el embajador en la ONU pusiera esa misma enjundia para defender a las instituciones de salud pública del país, que justo de eso se trataba el foro en el que no participó. Quienes sí estuvieron fueron seis ex secretarios de Salud, preocupados porque la medicina del actual gobierno puede resultar peor que cualquier enfermedad
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Trascendió/Milenio
QUE los líderes parlamentarios del G4 en el Palacio de San Lázaro no se confían ni bajan la guardia, pese al compromiso expreso de su homólogo morenista, Mario Delgado, de cumplir la palabra empeñada y garantizar la alternancia en la presidencia de la Cámara de Diputados durante la actual Legislatura.
El panista Juan Carlos Romero Hicks, el priista René Juárez, el emecista Tonatiuh Bravo y la perredista Verónica Juárez se mantienen en alerta y en comunicación permanente ante propuestas, como la de Dolores Padierna, para que Morena presida tres años la Mesa Directiva sin la rotación prevista hoy entre las principales fuerzas.
QUE entre los detalles del reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social sobre la pobreza destaca que entre 2016 y 2018 Michoacán, que gobierna Silvano Aureoles, redujo 9.3 por ciento ese problema, siendo líder en la materia, mientras que en Ciudad de México, bajo el mando aún de Miguel Ángel Mancera y José Ramón Amieva en el tramo final, aumentó 3 por ciento.
Caso aparte es el de Oaxaca, que encabeza Alejandro Murat, donde el flagelo se redujo 4 por ciento a diferencia de sus estados vecinos Chiapas, Guerrero, Veracruz y Puebla, donde no disminuyó la pobreza en ese periodo y, por el contrario, en la entidad a cargo de Héctor Astudillo se observó un crecimiento de 2.1 por ciento.
QUE ayer murió la escritora Toni Morrison, quien publicó estas líneas en noviembre de 2016 en el New Yorker: “El día de las elecciones, ansiosamente, muchos votantes blancos, tanto los mal educados como los bien educados, abrazaron la vergüenza y el miedo sembrados por Donald Trump. El candidato que cuestionó si Barack Obama nació en Estados Unidos y que parecía tolerar la golpiza de un manifestante de Black Lives Matter en un mitin de campaña. Que mantuvo a los trabajadores negros fuera del piso de sus casinos. Que es amado por David Duke y respaldado por el Ku Klux Klan”.
Se va la premio Nobel cuando más necesita el mundo su voz y sus letras.
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Bajo Reserva/Golpe a la transparencia
El Universal
Hoy mismo, la lucha por la trasparencia y en contra de los conflictos de intereses perderá una batalla importante. Nos dicen que este día en el Sistema Nacional Anticorrupción se resolverá la aprobación de los formatos para una descremada 3de3 y, no prosperará la exigencia del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) de que fueran públicos los nombres de los terceros cercanos a los funcionarios, es decir, hermanos, esposos, primos y socios. Aunque nos dicen que sí se tendrán que incluir en las declaraciones, éstas no serán públicas. Tampoco serán abiertos los saldos de las cuentas de los funcionarios públicos, solo el incremento o decremento porcentual que hubiesen tenido en el año. Nos aseguran que en este tema no hay vuelta, pues ya hay un consenso y el Inai, que preside el consejero Francisco Javier Acuña, se quedará solo con su propuesta.
Hágase la austeridad, en los bueyes de mi compadre
Presionados por el tiempo, los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobaron ayer el proyecto de distribución de la bolsa de 5 mil millones de pesos que tendrán los partidos para el año 2020. Y aquellos que toda la campaña prometieron un día sí y otro también reducirse el financiamiento, mejor guardaron silencio. Aunque eso no es de extrañar pues cierto líder de Morena anticipó la nueva postura: “la austeridad no aplica para los partidos”. Claro, hay que ser muy republicano, o de plano franciscano, para decirle no a más de mil 600 millones de pesos para el próximo año. Así que mientras el gobierno habla de austeridad, el partido prefiere que esta se practique en los bueyes del compadre antes que en los propios.
El fiel de la balanza en Morena
Nos dicen que el coordinador de los delegados federales, Gabriel García, se ha convertido en un actor relevante en la disputa por la renovación de la dirigencia nacional de Morena. El peso de don Gabriel, nos dicen, se ha hecho sentir no solo por las críticas hacia la actual líder morenista, Yeidckol Polevnsky, mismas que se han recrudecido en las últimas semanas, sino también por su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador y por el control que ejerce de los superdelegados federales. Nos comentan que la sospecha que tienen los dirigentes de Morena es que Gabriel García podría ser el fiel de la balanza en el proceso de renovación de su dirigencia nacional.
La oposición va a Palacio Nacional
La tarde de ayer se registró una visita poco usual a Palacio Nacional. Se trató de los coordinadores de los partidos en San Lázaro, René Juárez (PRI), Juan Carlos Romero Hicks (PAN) y Verónica Juárez Piña (PRD). Nos comentan que los diputados federales se reunieron con el gabinete del presidente, pero queda la duda si el presidente Andrés Manuel López Obrador los recibió. Otra duda es si sobre la mesa de Palacio estuvo el tema del cambio en la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, tema caliente tanto entre opositores, como en la propia bancada de Morena.
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Ante tiroteo en Texas, superdelegado prefiere descanso |
Kiosko/ Corresponsales de El Universal
Ante tiroteo en Texas, superdelegado prefiere descanso
A quien de insensible no lo bajan, nos comentan, es al superdelegado de Chihuahua, Juan Carlos Loera de la Rosa, debido a que el pasado domingo anduvo por El Paso, Texas, en Estados Unidos, y no precisamente trabajando. Lo que se le reclama, nos detallan, es que en sus redes presumiera una visita recreativa a esta región, justo un día después del tiroteo que dejó 22 muertos, entre ellos seis chihuahuenses. Pese a la gravedad del asunto y las pérdidas de sus paisanos, nos mencionan, don Juan Carlos no acudió a los hospitales donde estaban los heridos ni tampoco a hacer gestiones a favor de los connacionales, lo cual fue criticado por sus detractores y grupos ciudadanos. Nos señalan que lo que más molestó es que abiertamente el funcionario usara sus redes para dejar en claro que estaba pasando un domingo familiar, con todo y carnita asada, en medio del dolor que vivían Ciudad Juárez y Chihuahua. Al parecer, nos dicen, nadie le avisó que ante la tragedia no hay descanso.
Un tache más para Arturo Núñez
Nos platican que mientras el exgobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez (PRD), se pasea por las plazas de la Ciudad de México o por las de Madrid, España —ya que según dijo, daría clases en una universidad de ese país—, en su tierra siguen saliendo irregularidades cometidas en su último año de gobierno (2018). Resulta, nos dicen, que del préstamo de 700 millones de pesos solicitado para invertir en seguridad, un monto de cerca de 120 millones habría sido utilizado para el pago de nómina de trabajadores del sector Salud, esos mismos que a finales de diciembre pasado encerraron por más de siete horas a su esposa por no haberles pagado a tiempo sus prestaciones. Al parecer, nos señalan, para salir del hoyo, don Arturo habría mal utilizado esos recursos. Una rayita más al tigre.
Ojos cerrados… ante avalancha de problemas
A quien le llueve sobre mojado y parece no importarle, nos dicen, es al edil de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Carlos Morales Vázquez (Morena), ya que recientemente sexoservidoras y vendedores ambulantes han reclamado malas prácticas de su administración. El primer grupo, nos comentan, ha denunciado que son funcionarios municipales quienes más ingresos perciben en la zona de tolerancia conocida como Galáctica —donde hay varios tabledance—, así como presuntas privaciones de la libertad por parte de servidores públicos. Por otro lado, nos señalan, comerciantes ambulantes han indicado ser objeto de golpes por parte de inspectores fiscales del ayuntamiento. Y ni a quién acudir, nos cuentan, ya que ante esto don Carlos ha preferido hacer como las avestruces.
…Y el carrito de golf, la cereza del pastel
Nos cuentan que, en Baja California Sur, le tundieron al diputado local Homero González Medrano (Morena), ya que concluido su encargo como presidente de la Mesa Directiva, y tras rendir un informe ante los ciudadanos de su distrito, decidió darse un “relax” y presumirlo en sus redes, con una foto suya manejando un carrito de golf. Aunque la actividad podría no tener nada de malo, nos dicen que de inmediato salieron los detractores de don Homero a tacharlo de incongruente con aquello de la austeridad y la “justa medianía”, pero el diputado ni se inmutó y tachó de “ultraderechistas” a sus opositores. No obstante, nos mencionan, todavía hubo quien le mandó a decir que hay quienes “se ponen de pechito” y todavía se indignan.
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Trump y AMLO evaden factor odio | José Carreño Carlón
El Universal
Agenda Pública
No responsabilizarse del discurso de odio. Cuando el francotirador es musulmán, Trump culpa al Islam. Cuando no, minimiza el tema como caso aislado de enfermedad mental. No se hace cargo de los efectos de sus discursos de odio. Y a pesar de que en su campaña de reelección ha posteado desde enero más de dos mil avisos alertando contra la “invasión” de migrantes, como lo hace la proclama contra la “invasión hispana” del asesino de El Paso, y a pesar también de la evidente identidad mexicana de buena parte de las víctimas, tampoco el gobierno mexicano se atrevió a señalar el factor del odio racista y xenófobo compartido por el autor del asesinato colectivo y los dichos del presidente de Estados Unidos.
A reserva de analizar la nota diplomática de nuestro gobierno, la posición mexicana no había pasado hasta ayer de atribuir el crimen al tráfico de armas y de hablar de las funciones de protección de nuestras oficinas consulares, que poco pueden hacer, desvalorizadas y depauperadas por este gobierno. Sólo para consumo doméstico, la ‘venta’, al menos exagerada, de que por primera vez el gobierno mexicano concurrirá a investigaciones de asesinatos de mexicanos en Estados Unidos. También, el efectismo de tipificar lo ocurrido como acto de terrorismo, a manera de iniciativa original, cuando al otro lado abundan análisis con paralelismos entre las formas de operar, reclutar y fanatizar para su causa, a través de las redes sociales, del nacionalismo blanco de EU y el Estado Islámico.
A lo más que llegó nuestro canciller en la mañanera fue a especular, aunque reconoció que sin datos, hasta ahora, sobre la conexión del criminal de El Paso con las redes de supremacistas. Pero lo hizo sólo después de que, en una operación de control de daños electorales, Trump lanzó un par de tuits contra la intolerancia, el odio y la supremacía blanca. Antivalores, sí, pero de los que ha medrado y de los que en este episodio pretende distanciarse igual que de los efectos probables de su violencia verbal en la violencia sangrienta del fin de semana, con sus correspondientes costos en el electorado de esas poblaciones.
Ante los discursos de polarización. Es vasta la literatura académica sobre efectos de los procesos de comunicación. Y, por su enorme poder invasivo a través de medios y redes, está claro que los mensajes de los presidentes de Estados Unidos y México producen efectos con alcances diversos. Por ejemplo, el discurso dominante de Trump presenta a los migrantes mexicanos y centroamericanos como parte de una temible “invasión”. Primer efecto: hacerlos conocer como amenaza enemiga. Segundo efecto: generación de actitudes de temor, hostilidad y odio a los presuntos “invasores”. Tercer efecto: comportamientos en consecuencia, contra el identificado como invasor temido y odiado.
Es cierto que no todos los fans de Trump van a dispararles a mexicanos de compras en el super. Los efectos comunicacionales: los comportamientos varían de acuerdo a las diferentes condiciones de cada receptor de sus mensajes: sus creencias, valores, actitudes, expectativas, frustraciones.
Encomendémonos. Pero si aplicamos este ejercicio en nuestro país, incendiado por la violencia, al discurso de polarización del presidente mexicano, a la vista ya de sus primeros dos efectos: el de identificación de críticos y opositores como servidores de la mafia de poderosos que ha postrado al país, y el de la generación contra ellos de sentimientos de hostilidad pública, sólo nos resta encomendarnos para no tener que esperar a que irrumpa el tercer efecto: el paso de la violencia verbal a la violencia física, para que López Obrador detenga la intolerancia, el fanatismo y el odio a personas y grupos, patentes en los rabiosos mensajes en medios y redes de las clientelas oficialistas.
Profesor Derecho de la Información, UNAM.
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El presidente irreconocible | Carlos Loret de Mola
El Universal
Historias de Reportero
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que decía que todos los medios de comunicación estaban plegados al poder presidencial. Hoy lo que hay es un presidente que exige que la prensa se alinee a sus dictados
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que conquistó al electorado con un discurso de grandeza. Que invitó a soñar con una Transformación con mayúsculas. Que planteó, así, de saque, que el primer año de su gobierno la economía crecería al 2%. Y de ahí para arriba, hasta el 4%. Hoy lo que hay es un presidente que festeja como gran logro que el crecimiento es de 0.1%.
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que atemorizaba a los más poderosos cuando anunciaba un mitin de domingo en el Zócalo, una marcha de decenas de miles, un plantón bloqueando el corazón de la capital nacional. Que hizo de la protesta callejera el megáfono internacional de su lucha política. Hoy lo que hay es un presidente que se esconde en sus cómplices políticos —como el morenista gobernador de Tabasco— para prohibir las manifestaciones y blindar así la segunda peor decisión de su gobierno: construir una refinería en Dos Bocas, a la fuerza, y en contra de las recomendaciones hasta de sus aliados.
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que se quejaba desde la oposición de un tal “cerco informativo”. Que decía que todos los medios de comunicación estaban plegados al poder presidencial. Hoy lo que hay es un presidente que exige que la prensa se alinee a sus dictados, tome partido por él y sólo por él, que no sea plural ni crítica.
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que decía que la violencia se resolvería desde el primer día de su gobierno. Hoy lo que hay es un presidente que lleva más de medio año en el gobierno, y los índices de delincuencia están en récord histórico. Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que criticaba los operativos que sólo pateaban el avispero. Hoy lo que hay es un presidente cuyo principal operativo antidelincuencia, el ejecutado en Guanajuato contra los huachicoleros, tiene hoy a ese Estado en segundo lugar nacional de ejecuciones.
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que prometía ser implacable si alguien de los suyos cometía un acto de corrupción. Hoy lo que hay es un presidente que protege a sus colaboradores denunciados por su propio secretario de Hacienda en su carta de renuncia. Un presidente al que le basta con que el más escandaloso de sus superdelegados se separe del cargo (salida política clásica de régimen corrupto), frente al cúmulo de denuncias de los contratos que lo beneficiaron.
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador que nunca hubiera tratado mejor a Donald Trump que a un migrante, que nunca se hubiera mostrado más conmovido por la sentencia a un narco que por el dolor de las víctimas de la violencia.
Me acuerdo de un Andrés Manuel López Obrador… y no reconozco al que veo en cada mañanera.
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El parecido más lamentable entre AMLO y Trump | Ana Paula Ordorica
El Universal
Brújula
Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador tienen muchas semejanzas, de las cuales se ha escrito ampliamente. Varias de estas similitudes caben en el libreto del populismo, pero de todas ellas la similitud que considero más lamentable por los efectos que está teniendo en México y en Estados Unidos es el no darse cuenta, ninguno de los dos, del tamaño del megáfono que tienen y las consecuencias por ello no solo de sus palabras, sino de sus mentiras.
Tanto Trump como AMLO mienten con total desfachatez. Lo han hecho antes de estar sentados en la silla presidencial y lo siguen haciendo ahora. El problema es justamente que no toman en consideración la gravedad del peso de sus palabras ahora que están al mando.
Cuando Trump no era más que un empresario cuyo éxito estaba siendo cuestionado, decía a diestra y siniestra que Barack Obama no había nacido en Estados Unidos. Eso le ameritó atención y el crédito de haber sido uno de los fundadores del movimiento conocido como “birtherism”. Así se denominó a todos los que dudaban que Obama hubiese nacido en Estados Unidos y por ello de la legitimidad de su presidencia.
Pero las mismas afirmaciones también le generaron burlas. En una de las cenas anuales de gala de la prensa con el presidente Obama, Trump fue el foco de risas del evento, al grado que un ex colaborador cercano del hoy presidente, Sam Nunberg, describió ese momento que para Trump fue sumamente humillante como el que lo llevó a decidir buscar la presidencia de Estados Unidos. No por inspiración en hacer grande a América, sino por despecho.
A la fecha Trump no ha querido asistir a esta cena anual con la prensa. A partir de entonces la detesta. Pero su apego a mentir permanece. Por ello ha repetido una y otra vez que Estados Unidos está siendo invadida por caravanas de migrantes. Ese discurso xenófobo, antimigrante y racista, es el que ocupa un lugar central en su discurso y campaña para reelegirse en el 2020. Y por ello no puede ahora salir a decir que la matanza de El Paso nada tiene que ver con su discurso.
El joven que manejó diez horas para llegar al Walmart más concurrido por mexicanos, que hacían compras previo al regreso a clases, cuyo nombre no quiero publicitar, subió a redes un manifiesto señalando justo esa invasión como motivo de la matanza en la que quería dispararle al mayor número posible de mexicanos.
Trump tiene un megáfono. Y tiene que asumir las consecuencias de ello, no solo lucrar con sus beneficios.
Lo mismo podemos decir de nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, quien estos días volvió a repetir que la elección de 2006 fue fraudulenta. Lo ha dicho muchas veces y de muchas formas, desde el plantón de Reforma que paralizó la Ciudad de México durante dos meses. Ahora, trece años después y desde el púlpito de la mañanera en Palacio Nacional, ha vuelto a repetir algo que nunca ha podido probar, lo que sin duda es irresponsable.
Las instituciones electorales le permitieron ganar la Presidencia. No fueron solamente las ‘benditas redes sociales’. Seguir denostándolas, conociendo que hay legiones que le creen ciegamente, es sumarle al desprecio por el INE, el Tribunal Electoral y los ciudadanos que han trabajado en favor de su fortalecimiento.
Pero a esta mentiras del presidente hay que agregarle una lista más extensa de varios señalamientos de corrupción y corruptos que no ha ni probado ni procedido en contra. Caso concreto, el de las estancias infantiles que decidió cancelar por supuesta corrupción. A la fecha varias de las mujeres que tenían estancias infantiles han tenido que salir de sus comunidades en medio de un desprestigio inmerecido. Como el presidente dijo desde su púlpito que ahí había corrupción sin haber probado nada, no solo tuvieron que cerrar las estancias, tuvieron que salir y/o esconderse sus directoras señaladas todas de ser una corruptas.
“Me quitaron mi trabajo, mi empleo, pero también mi dignidad”, han declarado algunas de las directoras y dueñas de estancias infantiles.
Trump y AMLO no se dan cuenta del tamaño del megáfono que tienen; o sí, pero creen que lo pueden minimizar. Pero no porque sus palabras, con su megáfono, tienen peso diferente y por ello, consecuencias.
@AnaPOrdorica
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Son las armas, carajo | Alejandro Hope
El Universal
Plata o Plomo
Patrick Crusius, el asesino de El Paso, es un hombre desequilibrado. Solo una persona con un severo problema de salud mental puede hacer lo que hizo: manejar centenares de kilómetros, entrar a un supermercado, verificar que se encuentra lleno, salir al vehículo, tomar un rifle de asalto, regresar a la tienda y empezar a disparar a mansalva.
Patrick Crusius es también un fanático. Minutos antes de convertirse en multihomicida, subió a la red un violento manifiesto antiinmigrante en el que hablaba de la “invasión hispana a Texas”, expresaba su admiración por el perpetrador de la masacre de Christchurch, Nueva Zelanda, y amenazaba con “eliminar a suficientes personas”.
Patrick Crusius era un visitante constante en los rincones más oscuros de Internet. Participaba activamente en 8chan, un foro virtual frecuentado por neonazis, nacionalistas blancos y extremistas xenófobos. Es, además un admirador del presidente Donald Trump, partidario del muro fronterizo y la deportación masiva de extranjeros.
 Patrick Crusius, el discurso de odio le dio motivación para matar. La enfermad mental le quitó las inhibiciones. Pero su locura se convirtió en masacre porque pudo hacerse de un instrumento de destrucción masiva: un rifle de asalto.
Estados Unidos no tiene problemas de salud mental significativamente mayores a los de otros países desarrollados. En 2016, su tasa de suicidio por 100 mil habitantes (un indicador grueso de la prevalencia de desórdenes psiquiátricos en una población determinada) fue 13.7. No muy distinta a la de Japón (14.3), Francia (12.1) o Suecia (11.7).
Tampoco hay más xenofobia o sentimiento antiinmigrante en el país vecino que en otras naciones con niveles similares de desarrollo. Según una encuesta reciente realizada por el Pew Research Center, 34% de los estadounidenses consideran que los inmigrantes son una carga para su país. Esa opinión es compartida por 39% de los franceses, 42% de los holandeses y 54% de los italianos.
Es cierto, sin duda, que Trump ha validado el discurso de odio y empoderado a los grupos extremistas en su país. Pero eso no es muy distinto a lo que sucede en otras latitudes. En Italia, Matteo Salvini, ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga Norte, ha hecho declaraciones como la siguiente: “Se acabó la buena vida para los inmigrantes. Qué empiecen a hacer las maletas”.
Asimismo, la extrema derecha está en ascenso en casi todo el continente europeo. Allí está Vox en España, Alternativa por Alemania, o el Frente Nacional en Francia, por dar solo algunos ejemplos.
Pero, salvo contadas excepciones, en ninguno de esos países pasa lo que pasó en Estados Unidos el pasado fin de semana: un tiroteo masivo perpetrado por un fanático desquiciado, con decenas de muertos como desenlace.
La diferencia central entre Estados Unidos y el resto del mundo desarrollado no es el racismo o la exclusión o la enfermedad mental: es el acceso a las armas. En Estados Unidos, hay 120 armas de fuego por cada 100 habitantes. En Canadá, el número comparable es 34. En Francia, 20, y en el Reino Unido, 5.
No es casualidad, por tanto, que la tasa de homicidio por arma de fuego en Estados Unidos sea cuatro veces mayor que la de Suiza y catorce veces la de Alemania.
La masacre de El Paso tiene múltiples causas, sin lugar a dudas. Pero una explica mucho más que otras.
Son las armas el problema de su lado y del nuestro. Nuestra interminable matazón está alimentada por un flujo imparable de armas estadounidenses.
Si queremos honrar a las víctimas mexicanas de la masacre en El Paso y a las víctimas invisibles de nuestra propia violencia, haríamos bien en poner el ojo donde está el problema.
Son las armas.
@ahope71
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Nos quieren ver la cara de tontos/Raymundo Riva Palacio
Estrictamente Personal..
El Financiero,
Desde el domingo pasado, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, llena la arena pública con un discurso que a primera vista refleja un compromiso pleno en la defensa de los mexicanos en el exterior, y muestra indignación ante el asesinato de ocho conciudadanos por parte de un supremacista en El Paso. Su retórica escala con los días. Dice que analizan si acusan al asesino por terrorismo, sugiere su extradición y plantea con el interés de saber si Patrick Crusius tenía cómplices, porque el gobierno está preocupado que haya más personas que piensen como él. La secuencia de intenciones es absurda. No porque Ebrard lo sea, sino porque quiere vernos la cara de tontos. De acuerdo con el artículo 19 de la Convención Interamericana contra el Terrorismo, México no tiene jurisdicción en otro Estado, pero le ayuda al gobierno a desviar la atención de los temas que lo aplastan, la inseguridad y el deterioro económico.
Los señuelos son tragados por muchos, por el horror de la matanza en El Paso y la cercanía con las víctimas mexicanas. Ebrard juega con las emociones, propias de un gobierno que las transmite todo el tiempo para construir el consenso para gobernar, dentro de una aparente estrategia que estimula el sentimentalismo para olvidar otras preocupaciones y angustias. La empatía del gobierno para con las víctimas se traduce en empatía de la sociedad con su gobierno, que ha caminado estos días por un sendero donde no se mete con el presidente Donald Trump, pese al repudio generalizado en su país y el mundo por no comprometerse con una reforma para el control de armas, al tiempo de desplegar juegos pirotécnicos mediante la retórica.
Insistir que quieren acusar a Crusius de terrorismo es una táctica de distracción. La discusión pública sobre terrorismo doméstico en Estados Unidos, como se ha clasificado políticamente el ataque, no significa que vayan a acusar al asesino de terrorista. Estados Unidos tiene una ley sobre terrorismo doméstico, pero las autoridades texanas no tienen necesidad de ser demagogos y tampoco perderán el tiempo con acusaciones que magnifican el homicidio, pero son jurídicamente vulnerables. Crusius fue acusado de homicidio calificado y habrá nuevas acusaciones una vez que concluyan las investigaciones y se presenten a un gran jurado del condado de El Paso. El fiscal quiere imputarle el delito de crimen de odio y pedir la pena capital.
En ningún momento han hablado de acusarlo por actos terroristas. La ley de terrorismo doméstico no incluye en esa categoría a los asesinatos masivos. Un fuerte debate en Estados Unidos es que esta insuficiencia refleja racismo, al calificar a yihadistas como “terroristas” por ser musulmanes, mientras los terroristas estadounidenses son “lobos solitarios”. No existe tampoco una ley internacional sobre el terrorismo, porque no hay acuerdo sobre su definición. 
Ebrard dice que para México, Crusius es “terrorista”, y plantea extraterritorialidad. Adelanta querer su extradición, pero es un ardid mediático. Aunque el asesinato no fue necesariamente aleatorio por la amenaza contra los “hispanos” en su manifiesto, los abogados del gobierno mexicano tendrían que probar que Crusius iba directamente a matar a las personas que asesinó. La Fiscalía General, en todo caso, no tiene competencia, y la valoración sobre la acusación chocará con esa realidad.
Todo esto lo saben Ebrard, el fiscal y el Presidente. No son ignorantes ni ingenuos. Es un juego de espejos. Lo más básico de la estratagema es la “preocupación” que haya más personas que piensen como Crusius. Sobra. Ese pensamiento existe desde la colonia en Estados Unidos, que motivó la Guerra Civil que no resolvió el problema, que se arrastró al Siglo XX y no ha cesado. El canciller juega para la gradería en la construcción de percepciones. Que la atención se centre en El Paso, no en México. Los problemas están afuera, no adentro. Regresamos a los 80, cuando el sistema político forzaba a hablar mucho de lo exterior para no hablar de lo interior.
Sin embargo, en el mediano plazo, este discurso podría ser contraproducente para el gobierno. El artículo 139 del Código Penal Federal establece prisión de seis a 40 años y hasta mil 200 días de multa por los delitos que resulten, “al que utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para que tome una determinación”.
Elevar la atención de los mexicanos sobre la posibilidad de acusar de terrorista a quien comete ese tipo de crímenes, abre una puerta en México. Por ejemplo en Minatitlán, donde en abril hubo una matanza de 14 personas confundidas con un grupo de narcotraficantes. Un comando hizo lo mismo que Crusius: utilizó armas largas, disparó aleatoriamente y causó terror. Bajo el criterio de Ebrard, también son terroristas.
Los familiares de las víctimas de Minatitlán podrían acusar a los asesinos de terrorismo de acuerdo con el Código Penal, e ir más allá y acusar de omisión a las autoridades estatales y federales para resolver la matanza, y de probable complicidad del gobierno federal porque no combate narcotraficantes. Crusius y los sicarios son lo mismo, aunque lo fraseen diferente. La estrategia que dice Ebrard seguirá en El Paso, podría ser replicada en contra del gobierno en Minatitlán. No sería este el único caso, pero la verborrea demagoga de las autoridades lo presenta involuntariamente como un posible arquetipo para juicios por terrorismo en México.
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Inaudita saña contra Rosario
El Asalto a la Razón/ Carlos Marin
Milenio
Hace ocho días, Animal Político informó que “fuentes ministeriales” le confiaron que no contaban todavía “con pruebas suficientes para imputar a Rosario Robles el delito de cohecho, por lo que el citatorio (judicial para este miércoles 8) se limita al presunto delito de ejercicio indebido de la función pública”.
La nota es importante porque a) ese portal destapó y bautizó como la estafa maestra la investigación de su equipo y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad que publicó hace casi dos años (septiembre de 2017), y b) el caso implica empresas fantasma y el probable desvío de tres mil 433 millones de pesos, con la complicidad de universidades públicas (parecían ser ocho). En octubre de 2018, Animal… precisó que son cuatro las que “participaron en el presunto desvío de recursos con dependencias federales a través de convenios para hacer supuestos servicios que no se cumplieron (…). Se trata de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, que hizo cinco convenios por mil 140 millones de pesos con la Sedesol y la Sagarpa; la del Estado de México, que sumó mil 440 millones de pesos en convenios con Sedesol; la Autónoma de Tabasco, que consiguió cinco convenios por 580 millones de pesos con Pemex, y la de Zacatecas, que ganó 220 millones de la Sagarpa. Dichos tratos ocurrieron entre 2013 y 2015. Este mecanismo de desvío fue alertado desde 2013 por la Auditoría Superior de la Federación, que en sus revisiones anuales detectó que universidades públicas subcontrataban a empresas que no cumplían con los servicios previstos. Aún así, diferentes instituciones de educación superior continuaron con esa práctica, pese a que el ex auditor superior, Juan Manuel Portal, advertía que se trataba de un esquema que propiciaba corrupción. Entre los implicados en la estafa maestra, las universidades son las únicas que no han dicho nada públicamente y no han sido llamadas a rendir cuentas por nadie, pese a que han sido denunciadas penalmente en 2015 y 2017 por parte de la Auditoría Superior de la Federación”.
En el crimen están involucradas 11 dependencias gubernamentales y organismos estatales de comunicación como Radio y Televisión de Hidalgo y Telemax Sonora.
La ASF concluyó que el asunto es de fraude y corrupción, tras lo cual el Servicio de Administración Tributaria inició un rastreo que, en principio, involucró a 38 empresas.
Escandaloso, grande y oneroso este caso cuando Enrique Peña Nieto era Presidente de la República y la ex jefa de Gobierno de la capital del país encabezaba la Sedesol, primero, y la Sedatu después.
Hoy la señora está acusada por la Fiscalía General de la República como presunta responsable de delitos contra la administración pública por el uso indebido de recursos, y sus dos cuentas bancarias fueron congeladas por la perspicaz y porosa Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que Rosario no pueda gastar sus inexplicables… ¿20 mil pinches pesos…?
cmarin@milenio.com
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Relaciones Exteriores, cambio de nombre | Rafael Cardona
La Crónica, 
El Cristalazo
Hace unos días esta columna se refirió a la forma palaciega como se comportan en el orgulloso  equipo de la IV-T. Pareciera como si entre ellos hubiera un concurso para probar de manera más visible su disponibilidad a los dictados del poder.
Ya están como los viejos priistas, “con usted, Señor Presidente, hasta la ignominia”.
Hoy no solamente Marcelo Ebrard, el secretario de Exteriores, teje el vistoso discurso del disimulo en cuanto a los motivos profundos del ataque y matanza de Texas, la cual ha causado una indignación nacional como no se veía desde la batalla de San Jacinto o la toma de la ciudad de México por las tropas de Winfield Scott, en 1847.
Pero de acuerdo con la interpretación dictada desde el Palacio Nacional a los funcionarios mexicanos de la IV-T, tan sumisos ante el gabacho como no se tiene memoria reciente, en Estados Unidos no hay ninguna directriz política superior cuyo aliento impulse a los supremacistas a probar su superioridad. 
Es como si los muchos discursos odiosos de Donald Trump jamás se hubieran pronunciado. Trump, es cierto, no inventó la denostación ni la injuria contra los mexicanos, ni inauguró la cultura de las armas. Esas actitudes han dominado a todos los políticos estadunidenses, contenidos a veces, por las buenas maneras de su muy especial forma de comprender la diplomacia.
Pero —también eso es verdad—, el actual presidente americano ha incorporado como un valor americano, el desprecio formal a los mexicanos y a los Centroamericanos.
Y México se ha fajado los pantalones… en los tobillos.
Dos políticos ilustrados de la IV-T han salido a decir en público —Alejandro Encinas (subsecretario de Derechos Humanos de Segob) y Ricardo Monreal (presidente de la Junta Política del Senado) en sendos artículos publicados en El Universal y Milenio, respectivamente—  cada uno, su compendio de lugares comunes, y en ambos textos la inspiración de Trump, brilla por su ausencia. Como si nada hubiera ocurrido jamás.
Dice Alejandro mientras, sigiloso, camina por las ramas de los human rights:
“…Esta masacre debe marcar un hito en las relaciones de nuestro país con el vecino del norte, donde no basta enfrentar el grave problema del tráfico ilegal de armas, sino que debe atenderse la defensa de la vida y de los derechos de la población migrante, mexicana o de otras nacionalidades.
“Pero también constituye una alerta ante el resurgimiento en México, de los sentimientos discriminatorios  y el odio racial, de los que no estamos exentos…”
Es notable la manera de flotar de don Alex. Un discurso desde la Casa Blanca no es importante. Lo es más un discurso discriminatorio en México, ¿pronunciado por quién o por quiénes?
Su artículo no vale ni siquiera por la lectura entre líneas. Y cuando culmina su blanda caminata por los arbustos, Encinas toma el sahumerio:
“El gobierno de México ha asumido un compromiso, por el pleno respeto a los derechos humanos y el principio rector de la igualdad y bla, bla, bla…”
Pero la orden de no tocar a Trump ni con el pétalo de una insinuación, también se cumple en el Poder Legislativo. Esto ha escrito Ricardo Monreal:
“…La respuesta de las autoridades estadunidenses fue importante y certera, al tratar como “terrorismo interno” todos estos ataques a civiles inocentes que han enlutado hogares estadunidenses y mexicanos por igual. Incluso obligó al Presidente Trump a condenar expresamente el racismo, la intolerancia y el supremacismo blanco, aunque no el uso de las armas…”
Hasta donde esta columna sabe, por la superioridad blanca, Trump prohibió el ingreso de personas con pasaportes de países musulmanes. No importa el destino judicial de esas órdenes ejecutivas. Simplemente lo hizo. Y no hay espacio para recordarle a Monreal cuántas  veces Trump les ha dicho animales a los centroamericanos, ni cuántas, ladrones, violadores y delincuentes a los mexicanos.
Al paso que vamos pronto se le cambiará de nombre a la SRE por la de “Felaciones” Exteriores. Las interiores, ya sabemos.
ÁGUILAS
La Calzada de las Águilas, en Álvaro Obregón comienza, pequeñita, entre Las Flores y la lateral del Periférico. Es la única calle por la cual esta vía —hacia el norte—, se desahoga hacia el sur oriente. Todos las demás, Cóndor y Alpes, llevan sentido inverso.
Pero cuando los genios intervienen lo hacen para perjudicar. Y por ese motivo, le cambiaron el sentido a las Águilas para agravar la congestión producida por edificios de oficinas y el centro comercial “Portal San Ángel”.
No se podía esperar mucho de doña Layda…
Twitter: @CardonaRafael
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¡Engañan al presidente; las pruebas!/ Ricardo Aleman.
¿Quién le proporciona información incorrecta, falsa y que en muchas ocasiones es "un refrito" de asuntos y temas públicos desde hace muchos años? | Ricardo Alemán
La Silla Rota, 07/08/2019;
RicardoAlemanMx

En distintos momentos aquí hemos preguntado si el presidente López Obrador está mal informado o si, de plano, es engañado.
Hoy existen pruebas claras de que alguno o algunos de "los hombres del presidente" lo engañan.
¿Por qué? ¿Cuáles son esas pruebas?
Vamos por partes.
En "la mañanera" del pasado 18 de julio de 2019, el presidente Obrador preguntó a los reporteros si recordaban el caso del chino-mexicano al que el gobierno de Calderón decomisó millones de dólares en una casa de Bosques de las Lomas.
Luego, el mandatario insistió en interrogar a los periodistas si sabían dónde quedó el dinero y los bienes confiscados a Zhenli Ye Gon, el 15 de marzo de 2007.
"Nadie sabe dónde quedó ese dinero", dijo convencido López Obrador, mientras que ninguno de los reporteros presentes fue capaz de decirle que su afirmación era inexacta y que la información era vieja y nada novedosa.Por eso, frente al dilema fundamental para su gobierno –de conocer el destino del mayor decomiso de dólares en la historia–, Obrador dijo haber ordenado que le hicieran una investigación a fondo.
Ese mismo día, el que respondió de inmediato en su cuenta de Twitter fue Felipe Calderón, el ex presidente que, en su momento, ordenó la detención del chino-mexicano y la incautación de una verdadera montaña de dinero, luego de un operativo conjunto entre México y la DEA.
En tono burlón, Calderón le dijo al presidente: "El dinero decomisado al Sr. Ye Gon se destinó a la construcción de 335 Centros "Nueva Vida", de Prevención y Tratamiento de Adicciones en el país. Entiendo que dijo que nunca se había hecho nada al respecto pero, afortunadamente, hay otros datos".
Pero el ex presidente panista no fue el único en responderle a que López Obrador. También en su cuenta de Twitter, el periodista Fred Álvarez dijo lo siguiente, a manera de respuesta al huésped de Palacio: "Presidente, así se repartió el dinero del "chino mexicano"; fueron distribuidos en tres partes iguales, entre la SSA, el Poder Judicial y la PGR; ello ocurrió en 2007; 68 millones de dólares a cada quien".
Además, en su blog y en la revista Código Topo de Excélsior, el mismo Fred Álvarez publicó un extenso artículo sobre el tema, en el que detalla el operativo, la detención del "chino-mexicano", el destino del dinero y la residencia donde fue encontrado.
Sin embargo, y a pesar de que se trataba de información vieja, que se podía localizar en cualquier buscador en cuestión de minutos, nadie en la casa presidencial fue capaz de decirle al presidente que se ahorrara el ridículo y la citada investigación.
Y, por eso, porque engañan al presidente, una semana después –el 25 de julio–, López Obrador regresó al tema y, como si se tratara de un gran descubrimiento, les dijo a los reporteros: "les adelanto que se está haciendo una investigación para saber qué se hizo con el dinero que se confiscó al ciudadano chino-mexicano; no hay ningún propósito de persecución sino que sólo queremos saber a dónde fue el dinero".
El 29 de julio –once días después de que el presidente tocó el tema por primera vez–, Obrador informó, con bombo y platillos, que el director del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) –motejado como Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado–, Ricardo Rodríguez daría la primicia mundial del caso Zhenli Ye Gon.
Como niños con juguete nuevo, esa mañana del 29 de julio de 2019, el presidente y Ricardo Rodríguez disfrutaban la primicia del descubrimiento de la casa y el destino del dinero decomisado al chino-mexicano.
Sin embargo, ninguno de "los hombres del presidente" les dijo a López Obrador que el 12 de julio de 2007 –12 años antes–, en conferencia de prensa conjunta, Eduardo Medina Mora, titular de la PGR; José Ángel Córdoba, secretario de Salud y Luis Felipe Mancera, Procurador Fiscal federal, explicaron el destino de los 205 millones de dólares decomisados y de la casa de Bosques de las Lomas. Y toda esa información se localiza, en un minuto, en cualquier buscador de Internet.
Por eso las preguntas: ¿Quién engaña al presidente? ¿Quién le proporciona información incorrecta, falsa y que en muchas ocasiones es "un refrito" de asuntos y temas públicos desde hace muchos años?
¿A qué nivel de engaño y de ocultamiento de información está sometido el presidente Obrador? ¿Imaginan la tragedia si en temas verdaderamente importantes, engañan al presidente de la misma forma?
Al tiempo...

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