Otro bucle informativo de TelevisaGloria Leticia Díaz
Revista Proceso # 1786, 23 de enero de 2011;
La tarde del martes 18 fue aprehendido en su residencia de Bosques de las Lomas José Jorge Balderas Garza, El JJ, quien a principios de 2010 presuntamente hirió al futbolista paraguayo Salvador Cabañas. Horas después, el supuesto operador de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, en el Estado de México y en el Distrito Federal era ya una estrella más en el Canal 2 de Televisa.
Revista Proceso # 1786, 23 de enero de 2011;
La tarde del martes 18 fue aprehendido en su residencia de Bosques de las Lomas José Jorge Balderas Garza, El JJ, quien a principios de 2010 presuntamente hirió al futbolista paraguayo Salvador Cabañas. Horas después, el supuesto operador de Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, en el Estado de México y en el Distrito Federal era ya una estrella más en el Canal 2 de Televisa.
La Policía Federal puso a disposición del consorcio al detenido, antes incluso de que llegara al Juzgado 30 Penal, con sede en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México, donde El JJ tiene orden de aprehensión por el intento de homicidio del exgoleador del club América, cuyo dueño es Emilio Azcárraga Jean.
El JJ ocupó la mayor parte de El Noticiero que conduce Joaquín López Dóriga, igual que el año pasado, cuando la televisora informó sobre el ataque a Cabañas en el Bar Bar, un antro al sur de la Ciudad de México frecuentado por Azcárraga Jean y algunas de sus estrellas tanto del ámbito artístico como del deportivo. Incluso opacó la información relativa al décimo aniversario de la fuga del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.
Hasta ese día, el único detenido por ese caso era el exgerente del antro, Carlos Cázares Ocaña, a quien la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) acusa de tentativa de homicidio en la modalidad de planeación, premeditación y facilitación de los hechos. Sus abogados interpusieron dos amparos contra el auto de formal prisión que le fueron favorables y que están en revisión.
Los tres escoltas de El JJ, exempleados de los Cuerpos de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem), y seis extrabajadores del antro fueron acusados por encubrimiento, aunque recuperaron su libertad al pagar una fianza.
La noche del martes 18, el conductor del noticiario matutino del consorcio, Carlos Loret de Mola, entrevistó al detenido. Balderas Garza intentó deslindarse y expuso que él no disparó contra Cabañas; dijo también que su guardaespaldas José Francisco Barreto García, El Contador, arrestado el 22 de junio del año pasado por agentes federales, lo traicionó.
El entrevistado respondió a Loret de Mola que el futbolista paraguayo –“estaba hasta la madre el güey”– fue quien lo ofendió en el baño del Bar Bar. Explicó también que al ingresar al lugar él y su escolta fueron revisados por un guardia de seguridad; que en el sanitario donde ocurrieron los hechos, Javier Ibarra, el afanador que lo señala como autor del disparo, no pudo ver lo que ocurría porque estaba encerrado limpiando un excusado, y que cuando el encargado de seguridad le advirtió sobre lo ocurrido, él y El Contador ya se habían ido.
El JJ aprovechó el horario triple A y propuso que se coteje su versión con el jugador agredido que ya “anda pateando bolas”; incluso deslizó la frase: “¿Quién dice que la pistolita no la traía Cabañas?”.
El miércoles 19, el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, celebró la detención “alentadora” de Balderas Garza. A su vez, el titular de la PGJDF, Miguel Mancera, expuso su desacuerdo con las declaraciones del detenido ante la misma televisora.
La dirección de Comunicación Social de la dependencia difundió las declaraciones ministeriales de Javier Ibarra Coronel y de José Barreto García, según las cuales El JJ sí discutió con el futbolista y luego le disparó en la cabeza.
Sobre “chivos expiatorios”
Por la noche, empleados de la PGJDF acudieron a las instalaciones de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) a tomarle sus huellas dactilares y fotografías al JJ, y a recabar su declaración ministerial. El detenido se negó a declarar.
El jueves 20, el subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la procuraduría capitalina, Luis Genaro Vásquez Rodríguez, en entrevista con la reportera, dijo que las declaraciones de Balderas Garza no modifican las actuaciones de la dependencia; incluso aclaró que ya estaba cerrada la averiguación previa del caso Cabañas. Ahora, según él, “todo está en manos del Juzgado 30 de lo Penal”.
Según Vásquez Rodríguez, la entrevista de Loret de Mola con El JJ tiene “un enorme valor periodístico, pero carece de valor jurídico”. La narración de Balderas en el Canal de las Estrellas, apunta, “nos da un indicio que incluso le sirve a la autoridad: el hecho de que él se identifique en circunstancias de modo, tiempo y lugar (que) estuvo en el Bar Bar (donde) tuvo un altercado con Salvador Cabañas. Eso será lo que tendrá que valorar el juez”.
–¿La defensa del exgerente del Bar Bar podría utilizar esa entrevista en el juicio? –se le pregunta.
–Puede hacer lo que a su derecho convenga, el juez valorará si le da crédito a un mitómano que se ostenta con siete personalidades y que estuvo un año prófugo de la justicia.
–¿Cómo calificar la actuación de la Policía Federal al facilitar el acceso a Televisa para que entrevistara a Balderas Garza?
–Somos respetuosos de los procedimientos que sigan las autoridades federales. Hemos mantenido en todo momento una colaboración muy respetuosa y muy eficaz con las autoridades federales, en concreto con la SSP federal y con la PGR.
–Lo pusieron primero a disposición de Televisa antes que a la autoridad competente…
–No afecta, porque las manifestaciones que haga ante los medios de comunicación carecen de valor probatorio.
–¿Y el papel de Televisa en este caso?
–Estamos en una nueva era en la que los medios de comunicación tienen un protagonismo en la vida pública nacional y las autoridades tienen que respetar el ejercicio de libertad de expresión y el derecho a la información de la sociedad.
Para el dueño del Bar Bar, Simón Charaf Medina, las afirmaciones de Balderas Garza desbaratan la historia “creada por Televisa y avalada de forma gravísima por la procuraduría del Distrito Federal”.
El empresario insiste en que las declaraciones de que El JJ y su escolta fueron revisados por personal del antro antes de ingresar y que no fueron auxiliados por los empleados cuando se retiraron del lugar avalan la procedencia de los amparos ganados por el exgerente Cázares Ocaña, quien es el “chivo expiatorio en la tragicomedia de Televisa”.
Charaf cuenta que inició un litigio contra el consorcio televisivo por incumplimiento de los acuerdos que tienen en la empresa Imagen y Talento Internacional (ITI), de la que la empresa de Azcárraga posee 51% de las acciones. Una de las causas del pleito es que Televisa no hizo parte a Charaf de las ganancias obtenidas en contratos con partidos políticos y gobiernos de los estados. En esos convenios publicitarios participaron personajes que fueron obligados a que ITI los representara (Proceso 1743 y 1746).
En entrevista, el empresario sostiene que para validar la versión de Televisa la PGJDF cometió varios agravios contra personal del Bar Bar, quienes pasaron de ser testigos voluntarios a procesados:
“Hubo violaciones a derechos humanos. Mientras el personal estaba participando de manera voluntaria, coadyuvando con la autoridad, resulta que los mantienen incomunicados, rodeados por elementos de la policía con armas de grueso calibre, en tanto que a Carlos Cázares lo tenían esposado cuando en su declaración ministerial se dice que estaba dando su testimonio de forma voluntaria. Si eso no es intimidación y coacción, no sé qué es.”
Durante las investigaciones, agrega, “no se permitió a nuestros abogados participar en la reconstrucción de hechos ni se les dio acceso para interrogar a Salvador Cabañas” en la audiencia realizada en agosto de 2010 en Asunción, Paraguay, y en la que el futbolista manifestó no recordar los hechos del 25 de enero de 2010.
A ello se suma que el local de la discoteca sigue asegurado. “Si por un herido que está en recuperación estamos clausurados, ¡debería estar cerrado todo el país ante tantas masacres y muertes!”, exclama Charaf.
Sobre las implicaciones que tendría para el Bar Bar el que Balderas Garza admita que era distribuidor de drogas en el Distrito Federal y el Estado de México, el entrevistado apunta:
“A nosotros La Chiva (Silvia Irabién) nos lo presentó como empresario del transporte y así era como lo veíamos. Si hubiera algo (relacionado con el narcotráfico) que se preocupe Televisa. El JJ era amigo de gran parte del talento de Televisa y de los futbolistas, no sólo de Cabañas; que investiguen adentro.”
Tras afirmar que el 6 de octubre de 2010 la juez Segundo de lo Civil del Distrito Federal, María Magdalena Malpica, le dijo que si seguía hablando de su sociedad con Televisa sería arrestado, Simón Charaf califica como absurdo el ataque del consorcio de Azcárraga Jean al Bar Bar.
“Era el lugar de Televisa. No se dieron cuenta de que se estaban tirando un balazo ellos mismos… Se les hizo fácil atacarnos sin tomar en cuenta las fotos y evidencias de su presencia en el Bar Bar, donde conocí al señor Azcárraga antes incluso de que nos hiciéramos socios”, comenta Charaf. l
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