Antiterrorismo y espionaje, en vez de Iniciativa Mérida/J. JESÚS ESQUIVEL
Revista Proceso No. 1892, 3 de febrero de 2013
La intención de Enrique Peña Nieto de borrar cualquier
vestigio del sexenio anterior, especialmente en lo tocante a la guerra contra
el narcotráfico, es vista en Washington como el anuncio del fin de la
Iniciativa Mérida, aquella inventada por Felipe Calderón y George W. Bush y
cuyos resultados no satisficieron a nadie. Ante esa eventualidad, en el
Congreso y en el Departamento de Defensa de Estados Unidos ya preparan los
mecanismos que la sustituirán; éstos incluyen el entrenamiento de policías y
militares mexicanos en técnicas de espionaje y antiterrorismo… y la creciente
injerencia del Pentágono.
WASHINGTON.- Ante la determinación de Enrique Peña Nieto de
desmilitarizar paulatinamente la lucha contra el narcotráfico, en el Congreso
de Estados Unidos se analiza una alternativa de respaldo a México basada en
labores de inteligencia (espionaje) y tácticas contrainsurgentes, según dos
informes entregados a los legisladores estadunidenses.
Realizados por el Servicio de Investigaciones del Congreso
estadunidense (CRS, por sus siglas en inglés), ambos reportes abordan como
punto central el tema del futuro de la relación con México durante el gobierno
de Peña Nieto y su determinación de borrar todo vestigio del sexenio de Felipe
Calderón, sobre todo en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico.
“Peña Nieto prometió reducir la violencia en México e hizo
un llamado para que se revise la actual estrategia de cooperación con Estados
Unidos en el combate a los narcóticos”, dice uno de los reportes, de 39
páginas, titulado Cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y
México: Más allá de la Iniciativa Mérida, fechado el 14 de enero.
El documento advierte indirectamente al Capitolio que en la
relación con Peña Nieto, Estados Unidos debe buscar ya una alternativa a la
Iniciativa Mérida –actual herramienta de cooperación antidrogas– y en este
sentido recomienda:
“Al mismo tiempo que cambie la estrategia de México el
Congreso tendría la necesidad de examinar cómo esas prioridades (mexicanas)
empatan con los intereses de Estados Unidos. Cuando el Congreso revise la
petición presupuestal del presidente Barack Obama para el año fiscal 2014 (que
empezará el próximo 1 de octubre) tiene que analizar el uso de los fondos de la
Iniciativa Mérida para enfrentar amenazas diferentes, como la de autos bomba y
otras tácticas que utilizan en México las organizaciones del tráfico de drogas
y que son similares a las de las insurgencias armadas.”
Elaborado por Clare Ribando Seelke y Kristin M. Finklea,
especialistas en temas latinoamericanos y de seguridad nacional del CRS,
respectivamente, el reporte destaca que en México priva un altísimo clima de
narcoviolencia exacerbado por la lucha militarizada que lanzó Calderón.
“La violencia para combatir a las organizaciones criminales
ha tenido amenazada la seguridad ciudadana y al gobierno de México en algunas
partes del país, donde la criminalidad ha rebasado a las instituciones del
sector judicial”, sostiene la introducción del reporte.
Seelke y Finklea advierten a los legisladores estadunidenses
que a diferencia de Calderón, en materia de seguridad Peña Nieto tiene como
prioridad reducir el nivel de la violencia y que el nuevo mandatario –aunque se
comprometió a seguir enfrentando al crimen organizado– no considera el decomiso
de cargamentos de droga ni el arresto o eliminación de capos de los cárteles
del narcotráfico como una medida del éxito.
“En este contexto se tiene que determinar si la Iniciativa
Mérida ha sido exitosa o un fracaso, y por ello es necesario abordar otras
posibilidades de apoyo a México”, subraya el reporte.
Invitación al Pentágono
Tomando en cuenta que el gobierno de Peña Nieto quiere
concentrarse más en los temas de inteligencia –para mejorar la capacidad del Ejército
y la Marina– y en el desmantelamiento de las organizaciones del crimen
organizado, también de manera indirecta el reporte del CRS sugiere al Capitolio
considerar una mayor participación del Pentágono en los asuntos mexicanos de
seguridad.
“El Departamento de Defensa no jugó un papel primordial en
el diseño de la Iniciativa Mérida y tampoco entrega apoyo de ninguna clase en
este contexto. Su intervención se limita a la supervisión del equipo bélico que
se entrega al gobierno mexicano, su uso y mantenimiento”, destaca el reporte.
Agrega: “Pero pese a su papel limitado en la Iniciativa
Mérida, se ha ido incrementando el apoyo del Pentágono al gobierno de México
por medio de los programas de entrenamiento que proporciona a las Fuerzas
Armadas mexicanas dentro del territorio de Estados Unidos”.
El informe explica que el apoyo que ha dado el Pentágono a
México está muy enfocado a las tácticas de inteligencia militar, como las que
se utilizan en Oriente Medio, África y Asia para la eliminación de células
terroristas o insurgentes.
“En respuesta a pedidos directos del gobierno de México, el
Departamento de Defensa ha enviado aviones no tripulados para sobrevolar el
territorio mexicano con la misión de recolectar información de inteligencia
sobre las organizaciones del tráfico de drogas”, ejemplifica el reporte.
Explica que en diciembre de 2011 el Departamento de Defensa,
en coordinación con el de Seguridad Interior, anunció el cambio de la misión de
la Guardia Nacional que ayudaba a vigilar la frontera con México.
La Guardia Nacional “durante todo 2013 se concentrará en
proporcionar a la Patrulla Fronteriza apoyo de vigilancia aérea” a lo largo de
los más de 3 mil kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México.
El informe añade que aunque está fuera del contexto de la
Iniciativa Mérida, el Pentágono ya comenzó a desarrollar un plan de apoyo para
las fuerzas de seguridad de México.
“El Comando Norte tiene listo un plan de entrenamiento en la
base aérea Peterson, en Colorado”, señala el reporte del CRS en alusión al
proyecto del Pentágono de entrenar a las fuerzas de seguridad de México en
tácticas antiterroristas (Proceso 1890).
Fracaso de la Iniciativa
El clima de inseguridad que heredó Peña Nieto del sexenio de
Calderón –de acuerdo con el estudio del CRS– es una realidad que amenaza la
estabilidad en las comunidades de la frontera sur estadunidense.
El documento sostiene que aun cuando nadie en el gobierno de
Obama considera que algunos sectores de la frontera sur de Estados Unidos ya se
contagiaron de la narcoviolencia mexicana, “aceptan que ésta es una posibilidad
y que es además una muy seria preocupación” en términos de seguridad nacional.
El debate en el Capitolio sobre la cooperación
antinarcóticos con México tiene que “determinar si es efectivo el apoyo que se
da a México por medio de la Iniciativa Mérida para reducir la violencia y sobre
todo para prevenir el contagio”, destaca el reporte.
Bajo la Iniciativa Mérida, creada por Calderón y por el
expresidente estadunidense George W. Bush, entre 2008 y 2012 el Congreso
federal estadunidense aprobó poco más de mil 900 millones de dólares para
ayudar a financiar la guerra militarizada contra el narcotráfico y el crimen
organizado en México.
En coincidencia con muchos analistas políticos, algunos
sectores del Capitolio concluyen que el saldo de más de 100 mil muertos en
México refleja el fracaso de la Iniciativa Mérida.
Hasta el pasado noviembre –sin contar los 269.5 millones de
dólares que todavía no aprueba el Congreso estadunidense para apoyar la lucha
contra el narcotráfico en México y que forman parte del presupuesto federal
para el año fiscal 2013– Washington había desembolsado mil 116.7 millones de
dólares en equipo bélico, tecnológico y en entrenamiento para la Iniciativa
Mérida.
De esos fondos, 873.7 millones de dólares son el costo del
equipo militar dado al gobierno de Calderón: Cuatro aviones de vigilancia y
supervisión marítima clase Casa 235, nueve helicópteros Black Hawk UH 60 y ocho
más modelo Bell 412.
El Departamento de Estado utilizó otros 146 millones de
dólares de los fondos autorizados para entrenar a las fuerzas de seguridad
mexicanas en el uso y mantenimiento del equipo militar y –hasta septiembre de
2012– para adiestrar en técnicas de investigación a 4 mil 400 policías
federales, 19 mil funcionarios judiciales, 500 del sector penitenciario y 7 mil
500 fiscales.
La entrega a la Procuraduría General de la República de
equipo tecnológico especial para sofisticados sistemas de vigilancia y otros
aparatos de intercepción no intrusivos implicaron un gasto de 97 millones de
dólares.
“El Departamento de Estado debe en este momento hacer del
conocimiento público los resultados de su sistema de monitoreo y evaluación de
la efectividad de la Iniciativa Mérida”, recomienda el informe a los
legisladores estadunidenses.
Análisis del gabinete
El otro reporte del CRS, de 18 páginas y titulado El nuevo
gobierno de México: Prioridades y asuntos clave en la relación con Estados
Unidos, es un análisis sobre el historial político de Peña Nieto y algunos
miembros de su gabinete.
“Así como México experimenta una fuerte transformación por
el cambio de poderes (del PAN al PRI), la relación con Estados Unidos podría
estar también sujeta a cambios”, dice este informe elaborado únicamente por
Seelke y fechado el 16 de enero.
Tras hacer un recuento de la carrera política de Peña Nieto,
el informe plantea las siguientes preguntas cuyas respuestas considera serán la
base para definir el futuro de la relación entre México y Estados Unidos:
“¿Qué tipo de líder resultará ser Enrique Peña Nieto?
¿Ahora que regresó el PRI al poder, está México en el
camino de la reforma y la modernización?
“¿Está Peña Nieto liderando a un nuevo gobierno priista
preparado para fortalecer la democracia y combatir la corrupción, o fracasará y
caerá en los hábitos que en el pasado caracterizaron a los gobiernos de su
partido?
“¿Qué tan efectivo será Peña Nieto para garantizar la
aprobación legislativa de sus iniciativas?
“¿Tendrá el gobierno de Peña Nieto la capacidad de reducir
el nivel de violencia, al mismo tiempo que enfrenta al crimen organizado?
“¿Cómo apoyará este gobierno los esfuerzos para promulgar en
Estados Unidos una reforma migratoria integral?
“¿Se desarrollará mejor la economía mexicana en la presidencia
del PRI que cuando el Poder Ejecutivo estuvo en manos del PAN?”
Concluye el reporte: “De manera muy cercana el Congreso de
Estados Unidos tendrá que monitorear las condiciones en México”.
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