En un comunicado emitido la Secretaría de Estado, el Vaticano
calificó de “deplorable” la difusión de múltiples noticias falsas o no
verificadas contra autoridades de la Iglesia, y subrayó que la Santa Sede
siempre ha defendido con fuerza “la libertad del Colegio de Cardenales” que
elige al Papa.
La
Santa Sede señaló que “es deplorable que, a medida que se acerca el inicio del
cónclave y los cardenales electores estarán obligados, en conciencia y ante
Dios, a expresar con plena libertad su elección, se multiplique la difusión de
noticias, a menudo no verificadas o no verificables, o incluso falsas, incluso
con graves perjuicios para las personas y las instituciones”.
Recientemente
la prensa internacional, particularmente en español, tras un error de
traducción de la agencia informativa Associated Press (AP), difundió la falsa
noticia de que el Arzobispo de Nueva York, Cardenal Timothy Dolan, había sido
destituido de su cargo el 20 de febrero por supuestamente encubrir a sacerdotes
pederastas.
La
noticia original, publicada en el New York Times, indicaba simplemente que el
Cardenal Dolan había rendido su testimonio ante las autoridades, por casos en
la Arquidiócesis de Milwaukee, que dirigió entre 2002 y 2009.
Por
su parte, el diario italiano La Reppublica difundió una información sin
sustento documental alguno,
asegurando que hay un “dossier” secreto apodado “la
madre de todos los archivos”, que revelaría intereses económicos, injerencia de
un lobby gay en el Vaticano, y pugnas de poder entre Cardenales, que “afectarán
el Cónclave”.
Ante
esto, la Santa Sede remarcó que “la libertad del Colegio de Cardenales, que
tiene la tarea, según establece el derecho, de elegir al Romano Pontífice,
siempre ha sido fuertemente defendida por la Santa Sede, como garantía de una
decisión que estuviera basada en evaluaciones motivadas únicamente por el bien
de la Iglesia”.
“A
través de los siglos, los Cardenales han debido hacer frente a múltiples formas
de presión ejercidas sobre los electores individuales y sobre el mismo Colegio
y cuyo fin era condicionar su decisiones, doblegándolas a lógicas de tipo
político o mundano”, recordó el comunicado.
El
Vaticano denunció que “si en el pasado eran las denominadas potencias, es
decir, los Estados los que intentaban hacer valer sus condicionamientos en la
elección del Papa, ahora se intenta poner en juego el peso de la opinión
pública, a menudo sobre la base de evaluaciones que no reflejan el aspecto
típicamente espiritual del momento que la Iglesia está experimentando”.
La
Secretaría de Estado de la Santa Sede subrayó que “nunca como en estos
momentos, los católicos se centran en lo esencial: rezan por el Papa Benedicto
XVI, rezan para que el Espíritu Santo ilumine al Colegio de Cardenales, rezan
por el futuro pontífice, confiados en que la suerte de la barca de Pedro está
en las manos de Dios”.
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