Efemérides, 21 de marzo de 2013
Ronda de
intervenciones de los grupos parlamentarios, para referirse al aniversario del
natalicio de don Benito Juárez García.
-EL C.
SENADOR EVIEL PÉREZ MAGAÑA: Hoy conmemoramos el 207 aniversario del
natalicio de un hombre de Estado, que surgió de las entrañas de una nación
emergente y supo trascender, a su tiempo, para sentar las bases del México
moderno.
Un México liberal y de vocación social, sin tiranías.
Hoy recordamos al oaxaqueño universal, al Presidente histórico y emblemático,
al restaurador de la República, al impulsor de la segunda independencia de
México, al forjador del andamiaje institucional, que hoy sostiene a este país,
de libertades fundamentales y garantías individuales, que hoy tenemos los
mexicanos.
Así es, como hoy recordamos a don Benito Juárez García.
No hay mexicano, al que le deba más la historia nacional, que a don
Benito Juárez, el estadista, quien definió el régimen de derecho y al respeto
al derecho ajeno, como las premisas de una sociedad civilizada y de un mundo
sin opresión, ni violencia, de paz y armonía.
El estadista que fue más allá de los postulados teóricos, ya de por si muy
valiosos por certeros. Y encabezó a la mayor generación de hombres y mujeres
que han transformado a esta gran nación.
La generación liberal de la Reforma, Lerdo de Tejada, Iglesias, Ramírez, Zarco,
Altamirano, entre otros muchos más.
El estadista que delimitó los ámbitos de la competencia del Estado y la
Iglesia.
El mundo terrenal y el mundo espiritual, impulsando la creación de un cúmulo de
leyes y reformas, que recuperaron para el poder civil, facultades que no le
eran propias. Como lar rectoría de la educación, el registro civil y las
contribuciones fiscales.
El estadista, que desde un estado nacional fuerte, legal y legítimo, supo
unificar a México.
Superando más de medio siglo de enfrentamientos fraticidas; inestabilidad
política; intervenciones extranjeras y ausencia de identidad nacional.
Una sociedad temerosa entre pasado, que no terminaba de irse, y un presente que
se negaba a consolidarse.
Hoy, México nuevamente vive un punto de inflexión de su historia.
Hoy con el liderazgo de un gobierno que mira adelante, a partir de un diagnóstico
crudo de los hechos, se reponen inercias, se acaba con privilegios y se
transforma México.
Hoy con el gobierno y su congreso, México impulsa una nueva generación de
reformas de fondo; reformas estructurales que la sociedad venía demandando y que
la ausencia de operación política, venía postergando.
Hoy México vive una nueva etapa política de cambios
profundos, desde un liderazgo firme, visionario. Pero también, y quiero
destacarlo, desde una voluntad propositiva y abierta de las principales fuerzas
políticas nacionales, fuerzas representadas en ambas Cámaras del Congreso
federal.
Son reformas nacidas no desde un cesarismo presidencial, sino desde un
liderazgo democrático que suma voluntad a favor de México.
Con la llegada de Enrique Peña Nieto al gobierno y la sinergia de voluntad
constructivas, el país ha dado en meses más pasos adelante que los que dio en
décadas. Con este gobierno y con este Congreso, México ha superado el punto
muerto de parálisis legislativa y contención recíproca en que había caído por
años.
Con este nuevo espíritu de responsabilidad republicana que no significa
abdicación de nuestras naturales diferencias.
Con este nuevo gobierno y este nuevo Congreso, le hemos dado al país una reforma
laboral, una reforma para llevar a México a la competitividad y fomentar el
empleo.
Hemos aprobado legislación en materia de contabilidad gubernamental, lavado de
dinero. Una reforma educativa que ha recuperado para el Estado la rectoría del
sistema educativo nacional frente a poderes de facto para que las niñas y los
niños hagan efectivo su derecho a la educación de calidad.
Mención especial merece el que todas las fuerzas representadas en el Senado
hayan antepuesto sus diferencias y privilegiando los consensos se haya aprobado
una nueva generación de reformas constitucionales en materia de transparencia y
acceso a la información pública gubernamental.
Con este nuevo espíritu responsable y reformista, el Ejecutivo ha enviado al Congreso,
con el concurso de las principales fuerzas políticas, una Iniciativa de reforma
a Ley de Telecomunicaciones que haya sido aprobada en comisiones en la Cámara
de Diputados y que, estoy seguro en breve, será aprobada en esta soberanía.
Con este nuevo espíritu reformista y responsable, estoy seguro que México
seguirá dando pasos importantes hacia delante, al amparo de reformas de fondo
que le dé la nueva realidad a nuestro México.
México merece ser una nación próspera, con crecimiento económico, desarrollo
social, equilibrio regional y sobre todo con justicia social.
Hoy es tiempo de honrar el legado de Juárez, haciendo justicia a las entidades
del sur rezagado y, en particular, a nuestros pueblos originarios.
-EL
C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: Señor senador, informo que el tiempo se
ha agotado.
-EL
C. SENADOR EVIEL PÉREZ MAGAÑA: La participación del Congreso está
sabiendo ser a la altura de la historia. México no puede seguir siendo un país
que en el norte mire la globalización y en el desarrollo y en el sur siga
anclado a las inercias del pasado.
Compañeras y compañeros senadores.
Para el Congreso no hay mejor homenaje a Juárez que seguir su ejemplo. Su
ejemplo de tenacidad, firmeza, de lucha incansable por las ideas y los
principios.
El deseo vehemente de un país de libertades fundamentales efectivas y derechos
sociales plenos.
Un país que aún no tenemos terminado de construir.
No hay mejor homenaje al restaurador de la República que concretar las reformas
que fortalezcan al Estado nacional y a los poderes legítimos y constituidos
frente a los poderes de facto.
¡Viva Juárez!
-EL
C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: Gracias señor senador Eviel Pérez
Magaña. A continuación se le concede el uso de la palabra al senador Luis
Miguel Barbosa Huerta, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución
Democrática.
¿Sí?
Sonido en el escaño del senador Benjamín Robles Montoya.
¿Para qué asunto, señor senador?
-EL
C. SENADOR ÁNGEL BENJAMÍN ROBLES MONTOYA (Desde su escaño): Para
hacerle una atenta súplica al presidente de la Mesa Directiva.
Sé que le dieron un tiempo especial a este tema, pero hablar de Juárez, del más
universal de los mexicanos, con todo respeto me parece que no es prudente
interrumpir a un orador hablando de un patriota como Juárez.
Quisiera rogarle a la presidencia tolerancia para los oradores cuando están
hablando de tan insigne mexicano.
-EL
C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: Yo les pido también que respetemos el
reglamento del Senado y que de esa manera podamos llevar a cabo las cosas en
orden. Si se ha tomado un acuerdo parlamentario en ese sentido, se ha dado
prioridad precisamente por la importancia del tema cuando éste tema debimos de
haberlo tratado al final de la discusión de dictámenes.
Se le está dando la preferencia por ello y atiendo desde luego con mucho gusto
su inquietud.
Adelante, señor senador.
-EL
C. SENADOR LUIS MIGUEL BARBOSA HUERTA: Qué honor para los integrantes
de este órgano, senadoras y senadores, poder hablar desde esta tribuna en una
fecha como ésta, 21 de marzo.
Con más solemnidad, con más respeto, con mejor previsión debió haberse desaojado
esta efemérides.
Sin duda que nos equivocamos si pensamos que transitar como un trámite
legislativo es la mejor forma de desahogar el natalicio de Benito Juárez.
Porque como decía el poeta Bonifaz Nuño: “Decimos Juárez y mencionamos a la
patria”.
Yo primero agradezco la generosidad de mis dos compañeros de bancada, senadores
oaxaqueños, Benjamín Robles y Adolfo Romero Lainas, que me permitieron
participar en esta sesión para esta efemérides tan importante. Gracias.
Y es que en el calendario cívico de México, el 21 de marzo es de las fechas más
destacadas. Es celebrar el natalicio de un zapoteca, de un oaxaqueño, del
mexicano más universal. De un hombre que por su origen indígena, con su fe y su
voluntad desafío el destino que a los indígenas les tenía prevista su época ay
su tiempo.
De un estadista que con su fe y su voluntad construyó la nación mexicana.
De un héroe, de un patriota que defendió nuestra tierra y derrotó a la nobleza
europea que pretendió imponer un imperio en México.
De un hombre que debe de verse así y para entender y dimensionar el nacimiento
de Benito Juárez, hay primero que entender la época en la que ocurrió, era
principios del Siglo XIX. Este territorio, esta tierra, la Nueva España, 1806,
aún era posesión del Reino de España.
Y los indígenas no tenían otro destino que la marginación. Pero Juárez fue un
ejemplo desde ese tiempo a seguir.
Justo Sierra, uno de los principales, si no es el más importante autor del
libro sobre Juárez, nos describe su personalidad: fe y voluntad. Fe y voluntad
las dos características de este gigante que hicieron posible, lo imposible en
su tiempo.
Fe que es creer en lo que uno hace.
Voluntad es el tesón para hacerlo hasta conseguir los propósitos.
Y con esa fe y voluntad en ese tiempo, el tiempo en que México era una sociedad
de cast un hombre mexicano, un indio zapoteca, construyó la nación
mexicana, él era el hombre donde iba, iba México, el México de hoy puede
entenderse a partir de que Juárez construye la estructura del Estado Mexicano.
Guillermo Prieto, un intelectual que lo acompaña, un revolucionario, un
inconforme decía de Juárez: “Juárez, en él se pueden ver cómo dos fuerzas
enormes fuerzas se aprovechan, la terquedad y el paso del tiempo, la
terquedad y el paso del tiempo, las dos fortalezas que Juárez aprovechaba con
efectos devastadores y con los cuales venció a su propia época, venció a la
nobleza de Europa, y construyó la Nación Mexicana”.
Del legado de Juárez se ha escrito mucho, seguramente es de quién más se
ha escrito y de él debemos entender muchas cosas, debe seguir siendo el ejemplo
de niños, de jóvenes y de servidores públicos como nosotros, la austeridad
republicana, los hombres se preparan. . .
-EL C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: Señor Senador, su tiempo ha
terminado.
-EL C. SENADOR LUIS MIGUEL BARBOSA HUERTA: No le voy a hacer caso
al Presidente.
(Risas)
-Los hombres se preparan al servicio público. . .
-EL C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: No se trata de que le
haga caso al Presidente, se trata de que le haga caso al reglamento y si no
estamos dispuestos a respetar el reglamento, creo que entonces tampoco
estamos cumpliendo con la función que tenemos al pueblo. Yo le pido que
se sujete al tiempo que le hemos marcado, hemos sido tolerantes, pero si
queremos tener orden, tenemos todos que cumplir por igual y con todos hemos
tenido tolerancia, yo le pido que concluya su intervención para poder continuar
con los temas agendados en el orden del día de hoy.
-EL C. SENADOR LUIS MIGUEL
BARBOSA HUERTA: Quiero decir que Juárez debe ser el ejemplo, que el
ejemplo debe ser la ruta de nosotros, los servidores públicos, y de verdad
promoveré en la Junta de Coordinación Política el desahogo más protocolario,
más respetuoso de una efeméride tan importante como el 21 de marzo, fue un
honor para mí ocupar esta tribuna y hablarles a mis compañeras y
compañeros sobre Benito Juárez, espero que también lo sea para quien conduce
esta sesión. (Aplausos)
-EL C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: Gracias, Senador Luis
Miguel Barbosa Huerta.
A continuación
se le concede el uso de la palabra al Senador Daniel Avila Ruiz, del
Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional.
-EL C. SENADOR DANIEL AVILA RUIZ: “Entre los individuos como
entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Con su permiso, Senador Presidente, el Grupo Parlamentario del Partido Acción
Nacional en el Senado de la República se une a la conmemoración del
Ducentésimo Séptimo Aniversario del Natalicio de don Benito Juárez García,
originario de cuna humilde e indígena, su empeño, dedicación y talento,
lo llevaron a ocupar las posiciones más altas en el escenario político
mexicano, ocupó los cargos de regidor del ayuntamiento de Oaxaca, Diputado
Local, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Gobernador del
Estado Libre y Soberano de Oaxaca, Ministro de Justicia e instrucción pública y
Presidente de la República.
Su gestión como gobernador se destacó por la realización de diversas obras
públicas como la rehabilitación de caminos, la reconstrucción del Palacio
d Gobierno, la creación de escuelas normales así como el levantamiento de una
carta geográfica y del plano de la Ciudad de Oaxaca.
Siendo Presidente de la República promulgó las leyes de reforma, normatividad
de vanguardia para la época que declaró la independencia del estado
respecto de la iglesia.
Debido a la convulsionada e inestable situación política que se vivía en
nuestro país, por diversos hechos como luchas internas, invasiones extranjeras
y la instauración del segundo imperio, Juárez asumió la Presidencia de la
República en diversas ocasiones hasta 1872.
Para el Partido Acción Nacional el legado perdura hasta nuestros días y se ve
reflejado en la trascendental reforma a la Constitución Política de os Estados
Unidos Mexicanos en materia de derechos humanos, cuyo primer antecedente
se encuentra en el reconocimiento de los derechos del hombre contenidos en la
Constitución de 1857, sin duda, fruto de la destacada labor de don Benito
Juárez García.
Las senadoras y senadores del Partido Acción Nacional estamos
convencidos que el legado de don Benito Juárez García pertenece a todos los
mexicanos sin colores, sin emblemas ni grupos políticos que pretendan
beneficiarse con su imagen.
Por todo lo anterior expuesto, nos congratulamos que el día de hoy en el
Senado de la República honremos al indígena, al abogado, al servidor público,
al abogado, al estadista y al benemérito, quizás uno de los próceres más
grandes de la historia nacional, recordemos el apotegma que acuñó, “Entre
los individuos, como entre las naciones, el respeto ajeno es la paz”, al que
defendió sus principios ante la amenaza ante la integridad física y de su
vida, misma al mexicano que además de concebir el respeto como el inicio
de la paz pronunció: “Los hombres no son nada, los principios lo son todo”.
Por su atención, muchas gracias.
-EL C. PRESIDENTE AISPURO TORRES: Gracias, señor
Senador Daniel Avila Ruiz.
A continuación se le concede el uso de la palabra al Senador Juan Gerardo
Flores Ramírez, del Grupo Parlamentario del Partido Verde Ecologista de México.
-EL C. SENADOR JUAN GERARDO FLORES RAMIREZ: Con su permiso, señor
Presidente.
Compañeras y compañeros senadores, indudablemente la historia de México
registra de sus anales a un grupo de personajes que no sólo han definido el
curso de nuestra nación, sino que también le imprimieron personalidad.
El día de hoy nos complace recordar a don Benito Juárez García en una ocasión
más de un aniversario más de su natalicio.
El papel de ese ilustre oaxaqueño desempeñó en el ámbito jurídico y político de
nuestro país, no sólo le ha merecido ser considerado por muchos historiadores,
como el principal responsable de la consolidación republicana del Estado
Mexicano, sino como el benemérito de Las Américas, por sus aportaciones y
ejemplo a nivel continental reconocidos por gobiernos como los de Colombia,
Perú y República Dominicana.
Más allá de su importancia histórica, a nombre del grupo parlamentario del
Partido Verde Ecologista, me gustaría hacer una reflexión sobre lo que Juárez
representa como ejemplo de vida, pues su historia podría ser la de muchos
mexicanos, Benito Juárez superó una gran cantidad de adversidades, sobre todo
durante los primeros años de su vida, de ser de origen humilde., perder a sus
padres a temprana edad, quedando a cargo de sus abuelos, trabajar en el campo,
siendo un niño, en lugar de ir a la escuela, y el tener que desplazarse a la
capital de su estado para iniciar su educación formal, siendo ya casi un adolescente,
sufriendo discriminación por su origen indígena, y verse en la necesidad de
trabajar en diversos oficios para su manutención.
No obstante los
obstáculos que enfrentó Juárez, logró estudiar una carrera universitaria,
convirtiéndose en un destacado abogado en su estado natal; ostentando diversos
cargos públicos en los que no sólo demostró su talento como jurista, sino de un
alto sentido de responsabilidad y rectitud, con especial capacidad para la
construcción de instituciones y sensibilidad en el bienestar social.
Su trayectoria
como jurista y político en Oaxaca le mereció destacar a nivel nacional
principalmente a partir de su oposición a Antonio López de Santa Ana, después
de ser apresado y exiliado junto con otros ilustres personajes planeó la Revolución
de Ayutla, logrando derrocar al dictador.
A partir de
entonces, Juárez participó activamente en el gobierno de México hasta
convertirse, en 1858 en el primer Presidente de la República de origen
indígena, en un país lleno de desigualdades internas por el poder, muchas de
las cuales desafortunadamente persisten.
El legado más
reconocido de Juárez lo constituyen las llamadas “Leyes de Reforma”, destacando
sus contribuciones en materia de Libertad de Cultos, Nacionalización de los
Bienes Eclesiásticos, La Supresión de Tribunales Especiales; la Creación del
Registro Civil, y la Igualdad de los Individuos; la Libertad de Imprenta.
- EL C.
PRESIDENTE SENADOR AISPURO TORRES: Permítame, señor orador, sonido en el escaño
de la Senadora Luisa María Calderón, ¿para qué motivo?
- LA C. SENADORA
CALDERON HINOJOSA (Desde su escaño): Gracias, señor Presidente, para hacer una
moción, estamos escuchando una efeméride del gran Benito Juárez, y por acá,
parece que no lo están escuchando.
- EL C.
PRESIDENTE SENADOR AISPURO TORRES: Pido a la poner atención al orador, gracias,
señora senadora, continúe en el uso de la palabra, señor senador.
- EL C. SENADOR
FLORES RAMIREZ: El legado más reconocido de Juárez lo constituyen las llamadas
“Leyes de Reforma”, destacando sus contribuciones en materia de Libertad de
Cultos, Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos, la Supresión de Tribunales
Especiales, la creación del Registro Civil y la Igualdad de los Individuos, la
Libertad de Imprenta y la Secularización de los Hospitales y Establecimientos
de Beneficencia.
La trascendencia
de estas contribuciones fue tal que sentaron las bases de la Constitución de
1857, quedando consagradas con el máximo nivel de jerarquía en el Sistema
Jurídico Mexicano con lo cual Juárez se consolidó como uno de los grandes
transformadores de nuestro país.
Compañeras y
compañeros senadores: Hablar de Benito Juárez significa referirnos al actor más
importante de una etapa fundamental de la historia de México, es referirnos a
un actor que le dio personalidad a nuestro país.
Sin embargo, su
ejemplo de tenacidad, lucha por la nación y espíritu republicano debe formar
parte del presente de nuestro país a fin de que los ideales del Benemérito de
las Américas estén más vigentes que nunca.
Es cuanto señor
Presidente.
(A P L A U S O
S)
- EL C.
PRESIDENTE SENADOR AISPURO TORRES: Muchas gracias, señor Senador Juan Gerardo
Flores Ramírez. A continuación, para el mismo asunto se le concede el uso
de la palabra el Senador Marco Antonio Blásquez Salinas, del Grupo Parlamentario
del Partido del Trabajo.
- EL C. SENADOR
BLASQUEZ SALINAS: Muchas gracias, un saludo republicano a todos mis compañeros
en este día tan especial, que conmemoramos el natalicio de Benito Juárez
García.
Quiero, primero
que nada hacer un reconocimiento a todos los compañeros nativos de ese gran
Estado de Oaxaca, a mis compañeros que representan honradamente a esa tierra,
esa tierra sufrida, esa tierra primitiva que importa calamidades, y en cambio
exporta héroes, como es el caso del más grande mexicano de todos los tiempos,
el gran Benito Juárez García.
Benito Juárez es
un hombre universal, de allí que todas las corrientes políticas, de allí que
todas las corrientes de pensamiento puedan en su momento encontrar un eslabón
de comunicación, y de entendimiento con su obra.
Nació Benito
Juárez un 21 de marzo de 1806, en San Pablo, Guelatao, Oaxaca, descrito por él
mismo, nació dentro de una familia india zapoteca en la república, que así le
llamaba él, la republica zapoteca.
Benito Juárez
quedó huérfano de madre y padre a los 3 años de edad, quedó al cuidado de
su hermana mayor, y precisamente cuando tenía 12 años de edad, orientado
por su afán de superación, a pie marchó de San Pablo Guelatao hacia la Capital
del Estado de Oaxaca.
Y, es ahí cuando
inicia la gran historia de este hombre que por más que conocemos, y por más que
estudiamos, más lo admiramos.
Ahí, en la
Capital de Oaxaca se pone al servicio de la familia Maza, concretamente del que
fuera posteriormente su suegro, don Antonio Maza, y conoce a su mentor, conoce
a su maestro, al viejo encuadernador de libros de la Orden Franciscana Tercera,
don Antonio Salanueva, que es precisamente quien lo induce a las luces y al
conocimiento, porque, hay que decir que cuando Benito Juárez llegó a Oaxaca, a
los doce años, no hablaba sino su idioma primitivo que era el zapoteco, y es
ahí donde se ilustra en teología, porque no obstante la resistencia que tuvo
hasta su muerte a la religión católica, estuvo iniciado en teología, ahí
estudia leyes, ahí aprende latín, y se convierte a la postre en el presidente
de la república mexicana, no sin antes haber transitado por diferentes
posiciones.
Quiero señalar
que hay una obra que quiero yo recomendar a todos mis compañeros en esta sede
senatorial, sean de la corriente política que sean, que se llama “Apuntes Para
Mis Hijos”.
Cuando ustedes,
si no la han leído, ingresen a ese territorio de pensamiento del maestro
Juárez, creo que quienes piensen con iniciativas liberales, verán reforzada su
filosofía; quienes piensen con filosofías de centro, por supuesto que se
sentirán orgullosos de estar invadidos por esa luz juarista, y quienes piensen
con alguna inclinación de orden de derecha o conservadora, por supuesto que ahí
encontrarán la respuesta a por qué un hombre como él alcanzó los niveles de
grandiosidad que tuvo. Apúntenlo, por favor, compañeros, cito a los compañeros
del ala derecha, “Apuntes Para Mis Hijos”, ahí encontrarán mucha de la verdad
del gran maestro Benito Juárez.
Y en ese espacio
quiero también recordar a un hombre que mi compañero, querido compañero, Luis
Miguel Barbosa señala, con frecuencia, que es el gran Guillermo Prieto. Ese que
fue un gran periodista, un gran político, recuerdo cuando el maestro Barbosa lo
señala como uno de los grandes periodistas de todos los tiempos, era tanta su
devoción y su respeto al maestro Juárez, que cuando en un momento dado sintió
que iban a asesinarlo, se interpuso entre los agresores y Benito Juárez, y les
pronuncia unas palabras históricas, que quisiera compartir con ustedes: “Los
Valientes No Asesinan, Si quieren Sangre, Tomen la Mía, Pero No Toquen al
Presidente”.
Y quiero, en
este espacio hacer un recordatorio de que el ejemplo juarista mantiene vivo el
espacio del Cerro de las Campanas para quienes traicionen a este país.
Quiero decirles
que la energía juarista que fue capaz de enfrentar a la monarquía francesa en
sus tiempos de gloria, pervive en el espíritu y en el corazón de todos los
mexicanos.
Y, para
despedirme, en nombre de mi fracción parlamentaria, les quiero decir: “..Que
los valientes no traicionan, no agredan a Juárez, porque eso es una
autoagresión...”.
Es la cuenta,
señor Presidente, muchas gracias.
(A P L A U S O
S)
- EL C.
PRESIDENTE SENADOR AISPURO TORRES: Gracias, señor Senador Marco Antonio
Blásquez Salinas. A continuación se le concede el uso de la palabra a la
Senadora Monica Arriola Gordillo, del Partido Nueva Alianza para hablar sobre
el mismo asunto.
-LA C. SENADORA
MÓNICA TZASNA ARRIOLA GORDILLO: Con la venia de la presidencia.
Compañeras y
compañeros legisladores:
Como es de todos
ustedes conocido, Don Benito Juárez García nació el 21 de marzo de 1806, hoy a
más de 200 años de su natalicio recordamos a un destacado jurista y Presidente
de México, pero sobre todo a un ilustre y heroico oaxaqueño mexicano y ser
humano.
Su
perseverancia, tenacidad y valor convirtieron a un indígena mexicano
pauperizado bajo las más crueles condiciones de marginal social, económica y
cultura, en un ícono de nuestra historia patria y en un referente mundial del
liberalismo del siglo XIX.
Incluso en la
actualidad es elevado como estandarte de las luchas liberales que se dan por
las vías institucionales. En los turbulentos años de finales de los 50’s, del
siglo XIX, inmerso en la llamada Guerra de Reforma o Guerra de los Tres Años,
Benito Juárez se convirtió en Presidente, y lo fue en cinco ocasiones
diferentes entre los años 1858 y 1872.
Hacia 1864 este
gran hombre surgido y forjado en el heroico sur de la República mexicana defendió
la soberanía de la República frente a las tendencias imperialistas de ultramar
con el arma más importante con la que cuenta el ser humano, su integridad
moral.
Durante este
período, justamente en el año de 1864, el impuesto imperio de Maximiliano habría
ofrecido a Juárez reunirse con el objeto de poner fin a las hostilidades y
otorgarle a éste un puesto distinguido dentro del gobierno usurpador impuesto
por Napoleón III.
Aún retumban en
los anales de la historia las palabras con que Juárez rechazara la infausta
invasión de Maximiliano para traicionar a los mexicanos, y así lo dijo, y
registró la historia:
“Es cierto,
señor, que la historia contemporánea registra el nombre de grandes traidores
que han violado sus juramentos y sus promesas, que han faltado a su propio
partido, a sus antecedentes y a todo lo que hay de sagrado para el hombre
honrado; que en estas traiciones el traidor ha sido guiado por una torpe
ambición de mando y un vil deseo de satisfacer sus propias pasiones y aún sus
mismos vicios; pero el encargado actualmente de la Presidencia de la República,
saliendo de las masas obscuras del pueblo, sucumbirá cumpliendo con un
juramento, correspondiendo a las esperanzas de la Nación que preside y
satisfaciendo las inspiraciones de su conciencia.
Soy de usted
atento y seguro servidor. Benito Juárez.”
Sin embargo, Don
Benito Juárez no se vio exento de traiciones surgidas en ocasiones de sus filas
más cercanas y, sin embargo, supo sortear los embates del exterior y de su
propia trinchera.
Por todo ello,
compañeras y compañeros, en Nueva Alianza, como un instituto político de corte
liberal, con orgullo manifiesta su respeto y reconocimiento al legado de
Juárez, manifiesto en las instituciones que el día de hoy nos rigen y que
continúan soportando como inquebrantables pilares al Estado mexicano.
La herencia de
este gran hombre, de este gran mexicano debe permanecer vigente en nuestras
conciencias y en nuestros corazones. Que nuestros actos, en cualquiera de
nuestras actividades, se guíen por la honestidad, la rectitud, la lealtad y la
fortaleza con que Don Benito Juárez combatió a propios y extraños para la
dignificación de la Patria mexicana.
Es este el mejor
homenaje que podemos hacerle a este gigante de nuestra historia. Por su atención,
muchísimas gracias. (Aplausos)
-EL C.
PRESIDENTE AISPURO TORRES: Gracias, Senador Mónica
Arreola Gordillo.
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