El papa Francisco envió un mensaje al nuevo líder de la
Iglesia anglicana y arzobispo de Canterbury (Reino Unido), Justin Welby, con
motivo de su entronización.
“El ministerio pastoral es un llamamiento a caminar en la fidelidad al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Le aseguro mis oraciones en este momento en que asume sus nuevas responsabilidades, y le pido que rece por mí ahora que he respondido a la nueva llamada que el Señor me ha dirigido”, expresó el pap.
En su mensaje, el Papa Francisco transmitió al líder anglicano su deseo de “poder reunirme con usted en un futuro próximo y continuar las buenas relaciones fraternales que nuestros antecesores disfrutaron”.
“El ministerio pastoral es un llamamiento a caminar en la fidelidad al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. Le aseguro mis oraciones en este momento en que asume sus nuevas responsabilidades, y le pido que rece por mí ahora que he respondido a la nueva llamada que el Señor me ha dirigido”, expresó el pap.
En su mensaje, el Papa Francisco transmitió al líder anglicano su deseo de “poder reunirme con usted en un futuro próximo y continuar las buenas relaciones fraternales que nuestros antecesores disfrutaron”.
Este jueves tuvo lugar
en la Catedral de Canterbury la solemne ceremonia de entronización del
arzobispo Justin Welby, primado de la Comunión Anglicana.
El mensaje de Francisco:
Para el
Reverendísimo y Honorable Justin Welby arzobispo de Canterbury
"Gracia y
paz en abundancia." (1 Pedro 1, 2b)
Le doy las
gracias por las amables palabras de su mensaje por mi elección, y deseo a su
vez ofrecer mis saludos y mejores deseos con ocasión de su entronización en la
catedral de Canterbury.
El ministerio
pastoral es una llamada a avanzar en la fidelidad al Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo. Tenga la seguridad de mis oraciones mientras usted toma sus nuevas
responsabilidades, y les pido que oren por mí, ya que responder a la nueva
llamada que el Señor me ha dirigido.
Espero poder
reunirme con usted en un futuro próximo, y para la continuación de las buenas
relaciones fraternales que nuestros antecesores disfrutaron.
Desde el
Vaticano, 18 de marzo 2013
También el papa
emérito Benedicto XVI el 4 de febrero envió un mensaje al arzobispo en ocasión
de la investidura oficial.
Para el
Reverendísimo y Honorable Justin Welby arzobispo de Canterbury:
Damos gracias a
Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando sin cesar por ustedes, desde
que nos hemos enterado de la fe que tienen en Cristo Jesús y del amor que
demuestran a todos los santos, a causa de la esperanza que les está reservada
en el cielo (Col 1:3)
Con estas
palabras de san Pablo, os saludo con alegría en el nombre del Señor Jesús,
"a quien Dios hizo para nosotros sabiduría, justificación, santificación y
redención" (1 Corintios 1, 30), y le expreso mis deseos piadosos buenos
con motivo de su instalación como arzobispo de Canterbury.
Usted toma su
cargo en un momento en que la fe cristiana está siendo cuestionada en muchas
partes del mundo occidental por aquellos que dicen que la religión es un asunto
privado, sin ninguna contribución para ofrecer al debate público. Ministros del
Evangelio de hoy tienen que responder a una sordera generalizada a la música de
la fe, y un cansancio generalizado que rechaza las exigencias del discipulado.
Sin embargo, el hambre de Dios, aunque no reconocido, está siempre presente en
nuestra sociedad, y la tarea del predicador, como mensajero de la esperanza, es
contar la verdad con amor, derramando la luz de Cristo en la oscuridad de la
vida de las personas. Que vuestro apostolado producir una cosecha rica y puede
abrir los ojos y los oídos de muchos al mensaje vivificante del Evangelio.
Demos gracias a
Dios porque los lazos de afecto entre católicos y anglicanos se han consolidado
en las últimas décadas a través del diálogo y la colaboración, así como por las
reuniones personales entre nuestros respectivos predecesores. Con una gran esperanza
de seguir construyendo sobre ese importante legado. Las decepciones que se han
encontrado y los retos que quedan en nuestro camino hacia la plena comunión son
bien conocidos, pero también ha habido signos de esperanza. Reconociendo que
nuestra unidad surgirá sólo como un don del Señor, vamos a confiar a su
Espíritu Santo, al la vez que renovamos nuestra determinación de buscar la
unidad en la fe y participar más
profundamente en el testimonio común y la misión.
Con sentimientos
de relación fraternal, le aseguro mis oraciones mientras toma sus nuevas
responsabilidades. Cualquier desafío que se produzca, que la fuerza del Señor
le conceda la sabiduría, y que el Espíritu Santo le guíe en todas tus labores
en su nombre.
Desde el
Vaticano, 04 de febrero 2013
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