*Ángel Macías y el juego perfecto de aquella tarde del 23 de Agosto de 1957
Una historia de película. Fue en una tarde calurosa y asoleada del 23 de Agosto de 1957 cuando un grupo de niños que salieron de Monterrey en busca de una aventura que para muchos era solamente eso, una aventura y nadie imaginaba lo que se iba a vivir ese día.
Un grupo de pequeños beisbolistas que salieron de Monterrey con una sola meta, hacer historia, aunque de hecho al participar ya lo estaban haciendo tomando en cuenta que Monterrey era el primer equipo extranjero que participaba en el Torneo de Williamsport. dentro de esa lista de jugadores había uno en especial, aunque de hecho todos eran uno solo, pero el nombre de Ángel Macías dio la vuelta a todo México en aquella tarde del 23 de Agosto cuando lanzó aquel juego perfecto y que le daba a México el campeonato, un campeonato ganado a toda ley a pesar de estar en desventaja en todo, estatura, peso y para los norteamericanos en calidad, pero según la crónica de aquellos tiempos, quedó grabado un comentario de uno de los jugadores “Si no los vamos a cargar”, refiriéndose a la estatura y peso de los norteamericanos.
Los pequeños Mexicanos hicieron una gran carrera para llegar a la meta, incluso pasando por momentos difíciles tomando en cuenta que en aquel tiempo el racismo era lo principal sobre tierras texanas y sobre todo ver como un grupo de niños que según ellos, no tenían la madurez suficiente como para vencerlos.
En aquel tiempo, todos los encuentros eran a morir, es decir, equipo que perdía iba saliendo y con ello el alto mando César Faz junto con José González Torres buscaban esa fórmula ganadora la cual le dio excelentes resultados.
Primero fue McAllen, después de un viaje en Autobús vía Reynosa, llegar a Hidalgo, Texas para después trasladarse a pie a McAllen alrededor de 12 millas cargando cada quien su equipaje además de los aditamentos beisboleros, cinco triunfos en McAllen pasando a la siguiente ronda a Corpus Christi donde ganaron dos y otros dos en Fort Worth. Fue en Losuville Kentucky donde se escribe la historia para pasar a la Serie Mundial.
MUCHOS MEXICANOS PENDIENTES
César Faz, sabía que el compromiso era fuerte, estaban ante uno de los equipos más fuertes como era la Mesa, California, no era un juego cualquiera, era un juego donde el orgullo de ambos equipos estaba en lo más alto.
En aquella tarde del 23 de agosto, todo Monterrey estaba pendiente de lo que realizarían sus pequeños gigantes, la transmisión se escuchaba en toda Latinoamérica, nadie daba nada por el equipo mexicano, incluso hasta el más optimista decía que el llegar a la final era lo máximo, pero los pequeños dieron el extra y sobre el centro del diamante surgía la figura de un pequeño de nombre Ángel Macías quien jamás imaginaba realizar esa hazaña de lanzar juego perfecto, el primero y único en la historia del torneo de Williamsport.
Los aficionados con marcado nerviosismo seguían jugada tras jugada por el radio, ni uno ni otro cedía terreno, los outs por parte de los niños norteamericanos poco a poco iban cayendo uno tras otro, Macías había ponchado a ocho rivales y los demás bateadores no habían sacado la pelota del cuadro, sobre la cuarta entrada la crónica de aquel tiempo decía que el partido iba muy cerrado duelo de ceros, pero lo especial es que Macías estaba tejiendo la gran hazaña mientras que si rival Lew Riley quien ya había lanzado tres juegos sin hit, también estaba intransitable
Fue en la quinta entrada cuando el equipo de Monterrey aprovecha todo, conectaron par de hits, recibieron igual número de pasaportes aunado a un error anotando cuatro carreras. Sobre las gradas, los más de diez mil aficionados, lógicamente casi todos estadounidenses, esperaban una reacción de su equipo, pero no fue así, Macías retira la quinta entrada y en la sexta poncha a los tres que enfrentó para realizar la hazaña. “El juego más grande lanzado en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas”. Así lo describieron los medios de comunicación.
“Los pequeños Gigantes” fue el nombre de una película que se filmó un año después y donde los protagonistas fueron los mismos jugadores. En la escena final donde se logra el juego perfecto, cuando faltaba un aut, se ve como todos los jugadores empezaron a hacer sonidos como de gallos para estimular a Macías, hasta el momento nadie ha escrito la razón por esa “porra especial”.
VISITAS ESPECIALES
Los honores no se hicieron esperar para los que llamaron entonces “Pequeños Gigantes”, al día siguiente de la hazaña, fueron invitados especiales en el juego entre Dodgers Brooklyn y San Luis en Nueva York, la visita a la casa blanca donde fueron recibidos por el presidente Dwight D. Einsenhower.
Fueron varios festejos hasta llegar a México donde fueron recibidos por el presidente Adolfo Ruiz Cortines. Total que pasó un mes para que estos héroes llegaran a Monterrey un mes después de haber ganado el campeonato y donde fueron recibidos según las crónicas por cerca de 300 mil habitantes de los 500 mil que en aquel entonces tenía Monterrey.
UN ADMINISTRADOR DE EMPRESAS
Al volver a la vida normal, de aquel grupo de peloteritos, solamente Ángel Macías se dedicó a la pelota profesional, pero al pensarla muy bien , prefirió mejor dedicarse a los estudios y así recibirse de Lic. En Administración de Empresas.
Macías junto con Pepe Maiz, fueron los únicos que continuaron ligados al beisbol, Maiz Actualmente es el presidente nacional de Williamsport en México y propietario de los Sultanes de Monterrey.
Macías a los 17 años fue firmado por los entonces llamados Serafines de California, a los 18 años debutó en la Liga Mexicana con Broncos de Reynosa después jugó con los Sultanes de Monterrey. En la entonces llamada Liga Invernal Sonora-Sinaloa jugó para los Venados de Mazatlán, Tomateros de Culiacán (fue campeón en 69-70), Naranjeros de Hermosillo y Cañeros de Los Mochis.
VUELVE A LOS MOCHIS
Cerca de 40 años han pasado desde que Ángel Macías vistió la casaca de los Cañeros de Los Mochis, desde entonces, el pequeño gigante no había estado en nuestra ciudad y este viernes por la noche, junto con Pepe Maiz estará conviviendo con los pequeños beisbolistas que tomarán parte en el Torneo Campeón de Campeones.
Toda una historia la de este personaje quien decidió cambiar los bats y las pelotas por el estudio haciendo el compromiso de alcanzar su meta que fue la de tener una carrera profesional.
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