Hoy
es 1 de octubre de 2013
EL
UNIVERSAL:
Buscan a Caro en 190 países
El
narcotraficante Rafael Caro Quintero es
un fugitivo internacional, luego de que se emitió la ficha roja en su contra,
para que en caso de ser localizado en el extranjero, sea detenido con fines de
extradición para enfrentar una decena de cargos, que incluyen el asesinato del
agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, perpetrado en 1985. Los 190 países
que pertenecen a la Policía Internacional (Interpol) ya buscan al ex líder del
Cártel de Guadalajara, luego de que el gobierno de México a través de la
Policía Federal Ministerial lanzó a la red de información de la corporación
global la alerta en la que se pide su localización y detención, en cualquiera
de las naciones que integran este órgano de combate al crimen organizado
trasnacional.
Columnas.
BAJO
RESERVA/ EL UNIVERSAL
Va
Nuevo ciclo de tensión por Caro Quintero
LA
REVELACIÓN ofrecida hoy por EL UNIVERSAL sobre negocios oscuros de los hijos
del narcotraficante Rafael Caro Quintero reavivará el debate sobre la libertad
concedida a éste por un juzgado federal. La Procuraduría General de la
República, que encabeza Jesús Murillo, ha reiterado que fue informada en forma
extemporánea sobre el amparo que puso a Caro en la calle. Pero el Poder
Judicial de la Federación, que preside el ministro Juan Silva Meza, tiene
listo, nos aseguran, el expediente completo con evidencias de que el Ministerio
Público federal estuvo enterado paso a paso del proceso seguido al mafioso hoy
en libertad.
CARO QUINTERO,
FALLA COLECTIVA/Editorial EL UNIVERSAL
De
manera sorpresiva, en agosto pasado fue liberado el narcotraficante Rafael Caro
Quintero. Supuestas fallas procesales permitieron su liberación tras permanecer
28 años en prisión por el homicidio del agente de la DEA, el estadounidense
Enrique Camarena Salazar. Según el nuevo criterio de un juez, se cometió el
error de enjuiciarlo en el fuero federal y no en un juzgado del orden común.
A
reserva de que se revise tal fallo, a partir de las apelaciones de la
Procuraduría General de la República y de los reclamos del gobierno
estadounidense, no debe perderse de vista que si bien el personaje se encontraba
privado de su libertad, la justicia mexicana no fue capaz en todos esos años de
detener la circulación del dinero mal habido, producto de su actividad como
traficante de drogas. Cuatro hijos y la ex esposa del fundador del Cártel de
Guadalajara son señalados por la DEA como partícipes de una red de ‘blanqueo de
recursos’ en la que estarían involucradas 18 personas y 15 empresas.
Este
periódico constató cómo se “lavaron” esos recursos, que existen todavía
empresas “fantasma” de fachada legal o incluso en domicilios falsos que aun a
la fecha generan recursos que ninguna autoridad, ni federal, ni estatal, han
combatido. Significa ello también que la circulación del dinero de origen
sospechoso no fue alertado por miembros de la sociedad o de la iniciativa
privada.
¿En
verdad nadie supo durante todos estos años qué se hacía con los millonarios
recursos de Caro? Hacienda no detectó estos “lavaderos”; la tesorería local de
Jalisco no supo de cuantiosas inversiones en efectivo, con empresas cuyo
domicilio fiscal eran lotes baldíos; los profesionistas contratados para
desarrollar edificios, viviendas o vender servicios a su nombre jamás indagaron
el origen de los recursos que los financiaban; pese a las sospechas, hubo quien
adquirió bienes y servicios, tal vez de buena fe, que ayudaron a que el dinero
de las drogas se fuera por el sistema circulatorio financiero del país.
Son
muchas omisiones para ser todas producto de la inocencia. Revelan la facilidad
con la que la sociedad y las autoridades voltean hacia otro lado cuando hay
mucho dinero de por medio, aunque su origen legal no haya sido verificado. Es
una falla colectiva que empodera a los criminales y degrada al país en su
conjunto. Y el dinero de Caro Quintero es apenas una muestra del problema.
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