Este sábado 2 de noviembre y con motivo de la Conmemoración de los Fieles Difuntos, el papa Francisco
descendió a las Grutas Vaticanas, para dedicar un tiempo de oración privada en
sufragio de todos los pontífices difuntos que lo antecedieron...
En dichas Grutas se encuentran enterrados los pontífices Benedicto
XV, Pío XI, Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo I. En cambio, los cuerpos de los
beatos Juan Pablo II y Juan XXIII, fueron trasladados a la Basílica de San
Pedro para su veneración.
Como se dicho Juan Pablo II y Juan XXIII, serán elevados a los altares de la
santidad el próximo 27 de abril, segundo domingo de Pascua, fiesta de la Divina
Misericordia, en una ceremonia que desde la Plaza de
San Pedro.**
Los no son superhombres sino personas que han conocido el amor de Dios, dice el papa:
Un día antes, y ante la multitud de
fieles congregada en la Plaza de San Pedro, con ocasión de la Fiesta de Todos
los Santos, el pontífice señaló que los Santos no son superhombres ni nacieron
perfectos, sino que son seres humanos como nosotros que han conocido el amor de
Dios.
“Ser Santos no es un privilegio de pocos, como si alguno hubiera recibido
una gran herencia. Todos nosotros tenemos la herencia de poder llegar a ser
Santos en el Bautismo”.
La santidad, subrayó, “es una vocación para todos. Por tanto, todos estamos
llamados a caminar por la vía de la santidad, y esta vía tiene un nombre, la
vía que lleva a la santidad tiene un nombre, tiene un rostro: el rostro de
Jesús. Él nos enseña a llegar a ser Santos. Jesucristo, Él en el Evangelio nos
muestra el camino: el de las Bienaventuranzas”.
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