Juan
Gelman.../Fred Alvarez P.
@fredalvarez
@fredalvarez
"...La
muerte me enseñó que no se muere de amor.
Se
vive de amor..."Juan Gelmán, In memoriam
La tarde
de este martes 14 de enero murió en su casa de la colonia Condesa de la Ciudad
de México, donde vivía desde 1988, y tras una larga enfermedad el poeta, escritor y periodista argentino
Juan Gelman, tenía 83 años de edad.
Gelman
nació en 1930 en el barrio de Villa Crespo, en Buenos Aires y fue el tercer
hijo Paulina Burichson y José Gelman
emigrantes ucranianos; su madre era hija de un rabino y su padre fue un
obrero de ideas socialistas, quien huyó de las cárceles zaristas después de
haber participado en la revolución de 1905; el matrimonio se instaló en
Argentina en 1928; dos años después nació el poeta, quien desde niño se enamoró
de la poesía con los versos de Pushkin en ruso que recitaba su hermano, y que
él no comprendía.
Escribió
sus primeros poemas a los 8 años para sus amores de barrio y a los 11 años publicó
en la revista Rojo y Negro; el primer
verso comprometido que leyó en su vida fue “Irún, no pasarán”, una pintada
en una pared de su infancia.
Quizá
influenciado por su padre dedicó su vida a la militancia política, activismo
que lo llevó a los 15 años –en los años 40- a militar en la Federación Juvenil
Comunista y más tarde abandonó la carrera de química para dedicarse a la
poesía y al periodismo.
Fue encarcelado
en 1963 junto con otros escritores por su pertenencia al Partido Comunista, se
alejó de éste en 1964; poco después se unió a la Fuerzas Armadas Revolucionarias
y, posteriormente, a la organización guerrillera Montoneros.
Con 25
años de edad fundó con varios jóvenes militantes comunistas el grupo de
poetas El pan duro, que buscaba una poesía comprometida y
popular. El colectivo dio a conocer sus trabajos un año después en el libro
Violín y otras cuestiones.
A partir
de mediados de los años 60 incursionó en el periodismo: fue jefe de redacción
de la revista Panorama, secretario de
redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión, secretario de redacción de la revista Crisis y jefe de redacción del diario Noticias.
Cuando
ocurrió el golpe militar del 24 de marzo de 1976, él se encontraba fuera de su
país; y los militares al no encontrarlo se llevaron preso a su hijo Marcelo y a
su esposa María Claudia.
Gelman ya
no regreso a su país, salvo una breve entrada clandestina, y permaneció
exiliado. Residió alternativamente en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York
y México, trabajando como traductor de la Unesco.
A
principios de los años 80, durante el gobierno de Raúl Alfonsín, continuaron abiertas causas judiciales por supuestos
homicidios y otros delitos imputados a grupos guerrilleros como Montoneros.
Había una orden de captura en su contra, por lo cual protestaron sus colegas
escritores Gabriel García Márquez,
Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, Alberto Moravia, Mario Vargas Llosa,
Eduardo Galeano y Octavio Paz, entre otros.
La muerte de su hijo
En agosto
de 1976 su hijo Marcelo Ariel Gelman Shuberoff, de 20 años, y su esposa,
María Claudia, 19 años, por entonces militantes de la Juventud Peronista afín a
la guerrilla "Montoneros", fueron secuestrados y trasladados al
campo torturas "Automotores Orletti" donde él fue asesinado entre el
4 y el 9 de octubre de 1976.
Le
dispararon un tiro en la nuca, metieron su cadáver en un barril de petróleo
vacío que rellenaron de cemento y lo arrojaron a un canal del rio de la Plata.
De allí fue rescatado recién a fines de los años 80 y, finalmente, en 1990 la
familia pudo hacer el velatorio en el sindicato de periodistas de Buenos Aires
e inhumarlo.
Empero,
la esposa de Marcelo fue trasladada a Uruguay, donde se le perdió la pista y
dio a luz a la niña de la que estaba embarazada: Macarena. En febrero de 1978 Gelman supo que ella había dado a
luz en cautiverio, y lo supo gracias al padre Fiorello Cavalli, de la Secretaría de Estado de El Vaticano.
Y hasta
sus últimos momentos el poeta luchó por encontrar los restos aún desaparecidos
de su nuera María Claudia Iruretagoyena, sin éxito.
Empero, las
circunstancias se dieron y el año 2000 el poeta
pudo encontrase con su nieta Macarena quien había sido entregada y criada por un
policía uruguayo.
Antes de
conocerla le escribió un carta:
"...Me pregunto cuál ha
sido tu destino. Me asaltan ideas contrarias. Por un lado, siempre me
repugnó la posibilidad de que llamaras “papá” a un militar o policía ladrón de
vos, o a un amigo de los asesinos de tus padres. Por otro lado, siempre quise
que, cualquiera que hubiese sido el hogar al que fuiste a parar, te criaran y educaran
bien y te quisieran mucho. Sin embargo, nunca dejé de pensar que, aun así,
algún agujero o falla tenía que haber en el amor que te tuvieran, no tanto
porque tus padres de hoy no son biológicos –como se dice– sino por el hecho de
que alguna conciencia tendrán ellos de tu historia y de cómo se apoderaron de
tu historia y la falsificaron. Imagino que te han mentido mucho...."
La
historia es interesante.
Hay una
excelente y conmovedora entrevista de Gabriela Cañas a Macarena
publicada en El País Semanal en
agosto de 2008 que vale la pena ser leída.
-¿Ha
leído a Juan Gelman?-, le pregunta Gabriela.
-He leído
todo lo que he podido. La poesía siempre me ha gustado.
El caso
de Macarena fue emblemático de los niños que nacieron en cautiverio de padres
secuestrados durante la dictadura Argentina. Después de confirmar su parentesco,
el poeta y su nieta restablecieron su relación, aunque ella reconoció que era
complicado por la distancia debido a que ella vive en Uruguay.
Ayer
miércoles 15 de enero por la tarde llegó
Macarena a la agencia funeraria de la Colonia Juárez a despedir a su
abuelo..Había en capilla puros amigos y familiares del poeta como Hugo
Gutiérrez Vega, Marco Antonio Campos, Eduardo Lizalde, Margo Glantz, Paco
Ignacio Taibo II, Cristina Pacheco, José Ángel Leyva, José María Espinasa,
Federico Campbell, Phillipe Olle-Laprune y Myriam Moscona, entre otros.
Verdad y justicia
El 23 de
abril de 2007 cuando Juan Gelman recibió el Premio Cervantes en Alcalá de
Henares, recitó: "Dicen que no hay que remover el pasado, que no hay que tener
ojos en la nuca, que hay que mirar hacia adelante y no encarnizarse en reabrir
viejas heridas. Están perfectamente
equivocados. Las heridas aún no están cerradas. Laten en el subsuelo de la
sociedad como un cáncer sin sosiego. Su único tratamiento es la verdad. Y
luego, la justicia. Sólo así es posible el olvido verdadero".
En
primera fila le escuchaba atentamente Macarena.
Hoy sus
restos fueron cremados.
Se le
debe un homenaje
Gracias
poeta argentino-mexicano, gracias por tu poesía “hermano mayor”.
¡Hasta
siempre!
Al margen
Gelman
fue autor de más de 30 libros; en 2007 alcanzó el reconocimiento unánime de las
letras españolas y ganó el premio Cervantes, el más importante de las letras
hispanas. Una década antes, en 1997, había obtenido el Premio Nacional de
Poesía; en 2000, el premio Juan Rulfo; en 2004, el Premio Iberoamericano de
Poesía Ramón López Velarde; y en 2005, los premios Iberoamericano Pablo Neruda
y Reina Sofía de Poesía, entre muchos otros.
Decía
Gelman que la poesía viaja del misterio de uno al misterio de todos y en
ese encuentro gana su transparencia. Pasa sin nombre, sin número, ajena al
cálculo y la sumisión, corrige la fealdad y el desamor, abriga en sus tiendas
de fuego. Entra en el lenguaje como cuerpo, corazón que interroga y no puede
dormir, come los libros de la noche.
“Si
me dieran a elegir, yo elegiría
esta
salud de saber que estamos muy enfermos,
esta
dicha de andar tan infelices.
Si me
dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia
de no ser un inocente,
esta
pureza en que ando por impuro.
Si me
dieran a elegir, yo elegiría
este amor
con que odio,
esta
esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte..."
#
Sus obras
Su
relación con El Pan Duro, marcan sus
primeros libros de poemas: Violín y
otras cuestiones (1956), El
juego en que andamos (1969) y Velorio
del solo (1961).
En 1962, Gotán («tango» al revés) supone una
consolidación de la llamada Nueva Poesía Hispanoamericana. A Cólera buey (1964) le suceden Citas
y comentarios (1982), Los poemas de Sidney
West (1969), Valer la pena (2002)
y Mundar (2008), entre otros.
Periodista
desde 1954; colaboró regularmente con Página/12, en Milenio en México.
Los libros que mas lo influenciaron,
dicho por él.
1.
Cántico espiritual, San Juan de la Cruz.
2. Crimen
y castigo, Fiódor Dostoievski.
3. Don
Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes.
4.
Trilce, César Vallejo.
5. A la
sombra de los barrios amados, Raúl González Muñón.
6.
Ricardo III, William Shakespeare.
7. Los
hundidos y los salvados, Carlo Levi.
8.
Elegías del Duino, Rainer Maria Rilke.
9.
Poemas, Osip Mandelstam.
10. No
amanece el cantor, José Ángel Valente.
Su amigo Antonio
Gamoneda (1931-) dice que su libro
favorito es “El emperrado corazón amora”, de su hermano mayor Juan
Gelman.
*
Selección poética.
"No es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal
**
Alza
tus brazos,
ellos
encierran a la noche,
desátala
sobre mi sed,
tambor,
tambor, mi fuego.
Que
la noche nos cubra con una campana,
que
suene suavemente a cada golpe del amor.
Entiérrame
la sombra, lávame con ceniza,
cávame
del dolor, límpiame el aire:
yo
quiero amarte libre.
Tú
destruyes el mundo para que esto suceda
tu
comienzas el mundo para que esto suceda.
*
Ausencia
de amor
Cómo
será pregunto.
Cómo
será tocarte a mi costado.
Ando
de loco por el aire
que
ando que no ando.
Cómo
será acostarme
en
tu país de pechos tan lejano.
Ando
de pobre cristo a tu recuerdo
clavado,
reclavado.
Será
ya como sea.
Tal
vez me estalle el cuerpo todo lo que he esperado.
Me
comerás entonces dulcemente
pedazo
por pedazo.
Seré
lo que debiera.
Tu
pie. Tu mano.
**
Certezas
A
ver cómo es.
Estaba
quieta la inquietud por una vez.
La
desazón en sazón y
¡cómo
se parecía el mundo a Gerarda
envuelta
en sensaciones de encaje!
Las
palabras chocan contra la tarde
/y no la descomponen.
La
furia no me deja solo conmigo.
Habrá
que recortar la sombra militar.
¡Camaradas
especialistas en esperar cansancios:
apaguen
el amor dudoso
que
baja humilde y despacito!
Hasta
el revés del cosmos morirá!
**
El
juego en que andamos
Si
me dieran a elegir, yo elegiría
esta
salud de saber que estamos muy enfermos,
esta
dicha de andar tan infelices.
Si
me dieran a elegir, yo elegiría
esta
inocencia de no ser un inocente,
esta
pureza en que ando por impuro.
Si
me dieran a elegir, yo elegiría
este
amor con que odio,
esta
esperanza que come panes desesperados.
Aquí
pasa, señores,
que
me juego la muerte.
*
Epitafio
Un
pájaro vivía en mí.
Una
flor viajaba en mi sangre.
Mi
corazón era un violín.
Quise
o no quise. Pero a veces
me
quisieron. También a mí
me
alegraban: la primavera,
las
manos juntas, lo feliz.
¡Digo
que el hombre debe serlo!
Aquí
yace un pájaro.
Una
flor.
Un
violín.
**
Escribo
en el olvido
en
cada fuego de la noche
cada
rostro de ti.
Hay
una piedra entonces
donde
te acuesto mía,
ninguno
la conoce,
he
fundado pueblos en tu dulzura,
he
sufrido esas cosas,
eres
fuera de mí,
me
perteneces extranjera.
**
Fábricas
del amor
Y
construí tu rostro.
Con
adivinaciones del amor, construía tu rostro
en
los lejanos patios de la infancia.
Albañil
con vergüenza,
yo
me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para
darte la voz,
para
poner dulzura en tu saliva.
Cuántas
veces temblé
apenas
si cubierto por la luz del verano
mientras
te describía por mi sangre.
Pura
mía,
estás
hecha de cuántas estaciones
y tu
gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas
de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué
infinito de besos contra la soledad
hunde
tus pasos en el polvo.
Yo
te oficié, te recité por los caminos,
escribí
todos tus nombres al fondo de mi sombra,
te
hice un sitio en mi lecho,
te
amé, estela invisible, noche a noche.
Así
fue que cantaron los silencios.
Años
y años trabajé para hacerte
antes
de oír un solo sonido de tu alma.
**
Gotán
Esa
mujer se parecía a la palabra nunca,
desde
la nuca le subía un encanto particular,
una
especie de olvido donde guardar los ojos,
esa
mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención
atención yo gritaba atención
pero
ella invadía como el amor, como la noche,
las
últimas señales que hice para el otoño
se
acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro
de mí estallaron ruidos secos,
caían
a pedazos la furia, la tristeza,
la
señora llovía dulcemente
sobre
mis huesos parados en la soledad.
Cuando
se fue yo tiritaba como un condenado,
con
un cuchillo brusco me maté
voy
a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él
moverá mi boca por la última vez.
**
La
muchacha del balcón
La
tarde bajaba por esa calle junto al puerto
Con
paso lento, balanceándose, llena de olor,
Las
viejas casas palidecen en tardes como ésta,
Nunca
es mayor su harapienta melancolía
Ni
andan más tristes de paredes,
En
las profundas escaleras brillan fosforescencias como de mar,
ojos
muertos tal vez que miran a la tarde como si recordaran,
eran
las seis, una dulzura detenía a los desconocidos,
una
dulzura como de labios de la tarde, carnal,
carnal,
los
rostros se ponen suaves en tardes como ésta,
arden
con una especie de niñez
contra
la oscuridad, el vaho de los dancings.
Esa
dulzura era como si cada uno recordara a una mujer
Sus
muslos abrazados, la cabeza en su vientre,
El
silencio de los desconocidos
Era
un oleaje en medio de la calle
Con
rodillas y rostros de ternura chocando
Contra
el "New Inn", las puertas, los umbrales de color abandono.
Hasta
que la muchacha se asomó al balcón
de
pie sobre la tarde íntima como su cuarto con la cama deshecha
donde
todos creyeron haberla amado alguna vez
antes
de que viniera el olvido.
*
La
rueda
El
arco o puente que va
de
tu mano a la mía cuando
no
se tocan, abre
una
flor intermedia.
¿Qué
toca, qué retoca, qué trastoca
ese
vacío de las manos
solas
en su fatiga?
Nace
una flor, sí,
se
agosta en mayo como una
equivocación
de la lengua
que
se equivoca , sí.
¿Por
qué este horror?
En
la página de nosotros mismos
tu
cuerpo escribe.
**
Lo
que pasa
Yo
te entregué mi sangre, mis sonidos,
mis
manos, mi cabeza,
y lo
que es más, mi soledad, la gran señora,
como
un día de mayo dulcísimo de otoño,
y lo
que es más aún, todo mi olvido
para
que lo deshagas y dures en la noche,
en
la tormenta, en la desgracia,
y
más aún, te di mi muerte,
veré
subir tu rostro entre el oleaje de las sombras,
y
aún no puedo abarcarte, sigues creciendo
como un fuego,
y me
destruyes, me construyes, eres oscura como la luz.
***
Mujeres
decir
que esa mujer era dos mujeres es decir poquito debía tener unas 12397
mujeres
en su mujer era difícil saber con quién trataba uno en ese pueblo de
mujeres ejemplo:
yacíamos
en un lecho de amor
ella
era un alba de algas fosforescentes
cuando
la fui a abrazar se convirtió en singapur llena de perros que aullaban
recuerdo
cuando se apareció envuelta en rosas de agadir
parecía
una constelación en la tierra
parecía
que la cruz del sur había bajado a la tierra
esa
mujer brillaba como la luna de su voz derecha
como
el sol que se ponía en su voz
en
las rosas estaban escritos todos los nombres de esa mujer menos uno
y
cuando se dio vuelta
su
nuca era el plan económico
tenía
miles de cifras y la balanza de muertes favorables a la
dictadura militar
nunca
sabía uno adónde iba a parar esa mujer
yo
estaba ligeramente desconcertado
una
noche le golpié el hombro para ver con quién era y vi en sus
ojos desiertos un camello
a
veces
esa
mujer era la banda municipal de mi pueblo
tocaba
dulces valses hasta que el trombón empezaba a desafinar
y
los demás desafinaban con él
esa
mujer tenía la memoria desafinada
usté
podía amarla hasta el delirio
hacerle
crecer días del sexo tembloroso
hacerla
volar como pajarito de sábana
al
día siguiente se despertaba hablando de malevich
la
memoria le andaba como un reloj con rabia
a
las tres de la tarde se acordaba del mulo que le pateó la infancia una noche
del ser
ellaba mucho esa mujer y
la
devoraron todos los fantasmas que pudo alimentar con sus miles de mujeres
y
era una banda municipal desafinada
yéndose
por las sombras de la placita de mi pueblo
yo compañeros
una noche como ésta que nos empapan los rostros que a lo mejor morimos
monté
en el camellito que esperaba en sus ojos y me fui de las costas tibias de esa
mujer
callado
como un niño bajo los gordos buitres que me comen de todo menos el pensamiento de cuando ella se unía
como un ramo de dulzura y lo tiraba en la tarde
**
Nota
I
te
nombraré veces y veces.
me
acostaré con vos noche y día.
noches
y días con vos.
me
ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te
mostraré mi rabioso corazón.
te
pisaré loco de furia.
te
mataré los pedacitos.
te
mataré uno con paco.
otro
lo mato con rodolfo.
con
haroldo te mato un pedacito más.
te
mataré con mi hijo en la mano.
voy
a venir con diana y te mataré.
voy
a venir con jote y te mataré.
te
voy a matar, derrota.
nunca
me faltará un rostro amado para
matarte
otra vez.
vivo
o muerto/un rostro amado.
hasta
que mueras
dolida
como estás/ya lo sé.
te
voy a matar/yo
te
voy a matar.
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