Maduro
apela al diálogo en un artículo de opinión en ‘The New York Times’
EVA
SAIZ
El País, Washington 2 ABR 2014
El
presidente de Venezuela Nicolás Maduro ha denunciado en un artículo de opinión
publicado por el diario The New York Times que el único fin de quienes están
protagonizando las protestas en su país es expulsarlo del poder. En su texto,
titulado Venezuela: Una llamada al diálogo, el sucesor de Hugo Chávez, además
de abogar por una salida pacífica a la crisis venezolana, defiende la
legitimidad democrática de su Gobierno, enumera las medidas que ha adoptado
para tratar de salir del caos político, económico y social en el que está
sumida la nación y trata de tender puentes a la Administración estadounidense
ante la amenaza de sanciones, sin olvidarse de recordar que la oposición por la
que se ha decantado Washington representa a un ínfimo porcentaje de la
población y que muchos de sus integrantes estuvieron relacionados con el golpe
de Estado de 2002 que apoyó el Ejecutivo que entonces presidía George W. Bush.
“Las
recientes protestas en Venezuela ha copado los titulares de la prensa
internacional. Gran parte de la cobertura extranjera ha distorsionado la
realidad que se vive en mi país y los hechos que rodean a los acontecimientos”.
Así comienza el editorial de Maduro en el Times que se publica cinco días
después de que el líder opositor Leopoldo López publicara el suyo en el mismo
diario. Mientras López recriminaba la falta de libertades y la brutal represión
que el Gobierno venezolano está ejerciendo sobre los estudiantes y el resto de
los manifestantes, el presidente de Venezuela asegura que esas denuncias sobre
la deficiencia democrática de su Administración pertenecen a una
"corriente de opinión que se contradice con los hechos". “Las
protestas antigubernamentales están siendo lideradas por miembros de los
segmentos más pudientes de la sociedad que lo único que persiguen es revertir
los logros de un proceso democrático que ha beneficiado a la gran mayoría de la
población”, asegura Maduro.
El
mandatario acusa a los manifestantes de “ataques a clínicas, de quemar una
universidad en el Estado de Táchira y de lanzar cocteles Molotov y piedras a
los autobuses" y de otras agresiones a instituciones públics como la
fiscalía y el Tribunal Supremo.. “Los que protestan tienen un objetivo claro:
la expulsión inconstitucional del Gobierno elegido democráticamente”, sostiene
Maduro, quien los señala como “directamente responsables” de “al menos la
mitad” de las 36 víctimas mortales que se han cobrado las protestas. En su
editorial, sin embargo, no se hace alusión a las denuncias de tortura, abusos,
detenciones arbitrarias, indefensión y violaciones de los derechos humanos
contra los opositores al gobierno que ha documentado Amnistía Internacional en
un informe que ha presentado este martes.
Maduro
reconoce la precaria situación económica que vive su país y la responsabilidad
de miembros de las Fuerzas de Seguridad en determinados actos de violencia para
recordar que su Gobierno ha creado una comisión para investigar los incidentes
en las protesta -Una institución que la oposición no reconoce por estar
integrada únicamente por miembros afines al chavismo-.
El
presidente venezolano subraya que ha aceptado “las recomendaciones de Unasur
para iniciar un diálogo con la oposición” y envía un mensaje conciliatorio a la
Administración Obama recordando que le ha transmitido sus “deseos de volver a
intercambiar embajadores”. Hace un mes, Maduro designó a Max Arveláez, un
hombre de confianza de Chávez y del actual jefe del Estado de Venezuela, como
representante de Venezuela ante la Casa Blanca, un nombramiento que aún no ha
sido aceptado por Washington.
No
obstante, Maduro reprocha el respaldo que este país, a su juicio, esta
brindando a la oposición a su Gobierno. “En EE UU, los manifestantes han sido
descritos como pacíficos, mientras que se dice que el Gobierno de Venezuela los
está reprimiendo. De acuerdo con esta narrativa, el Gobierno norteamericano se
estaría alineando con el pueblo venezolano, pero en realidad se está alineando
con el 1% del total de la población que quiere arrastrar a nuestra nación a la
época en la que el otro 99% no tenía cabida en la vida política”, sostiene.
El
dirigente venezolano llama también la atención sobre una propuesta de ley
bipartita que prevé sanciones individuales para miembros del Gobierno y
empresas afines al chavismo, así como una partida de 15 millones de dólares de
ayuda a la oposición que la semana pasada se presentó ante el Senado y que se
une a una petición, también por parte de ambos partidos, que se dirigió al
presidente Barack Obama en la que se le instaba a aplicar medidas de castigo
directamente. “No olvidemos que muchos de los que apoyaron el desalojo del
Gobierno democráticamente elegido en 2002 son los que están liderando las
protestas hoy en día”, advierte Maduro.
Tal
y como se encabeza su editorial, Maduro termina su texto haciendo un llamado a
la entente.: “Venezuela necesita paz y diálogo para seguir adelante. Damos la
bienvenida a quien de manera sincera quiera ayudarnos a alcanzar esa meta”.
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