1 abr 2014

Entrega de los Premios por la Igualdad y la No Discriminación 2013,


Mensaje del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, durante la Ceremonia de Entrega de los Premios por la Igualdad y la No Discriminación 2013, en el Museo Nacional de Antropología
México, D.F., 31/03/2014
Reitero el saludo a todas y a todos ustedes.
Me da mucho gusto ser el primer Secretario de Gobernación que viene, pero también lo lamento mucho, porque no pueden seguir pasando y pasando años en este país y dejar al último, temas tan importantes como el que hoy nos tiene a todos presentes aquí. Muy buenas tardes a todas y a todos.
Permítanme saludar a Ricardo Bucio Mújica.
Saludar a Mauricio Merino Huerta.
A la Subsecretaria Lía Limón.
A los integrantes de la Asamblea Consultiva de CONAPRED.

A las galardonadas, los galardonados, sus familiares.
A funcionarios del Gobierno de la República.
A integrantes de organizaciones de la sociedad civil.
A ciudadanos, mujeres y hombres que vienen de diferentes puntos del país.
A la representante de la ONU Mujeres en México.
Con el aprecio de siempre de saludar a todas y a todos ustedes, buenas tardes.
Somos una nación plural y diversa, ahí radica nuestra esencia histórica, esos son los cimientos que nos hacen fuertes, pero de ellos, debemos desterrar la discriminación para avanzar en la construcción de la igualdad.
Por primera vez, México cuenta con una política de Estado en materia de Derechos Humanos, que armoniza cuatro componentes:
Un marco constitucional de protección de los derechos fundamentales;
Un Plan Nacional de Desarrollo que los contempla de manera transversal;
Un mensaje claro y contundente a favor de su promoción y respeto;
Y acciones de gobierno que se traducen en la construcción de una sociedad de derechos.
Lograr que este marco jurídico y programático se convierta en una realidad cotidiana, en donde todas las personas puedan ejercer efectivamente sus derechos, es sin duda responsabilidad del conjunto de las instituciones públicas, de todos los poderes y órdenes de gobierno y un compromiso que debemos asumir junto con la sociedad.
Hoy reafirmo la determinación del Presidente Enrique Peña Nieto, de construir una sociedad cuya democracia tenga como horizonte y como proceso, la igualdad y la no discriminación.
Hay logros muy importantes alcanzados hasta hoy, reconozco el esfuerzo de instituciones y personajes comprometidos en la tarea de derrumbar prejuicios, visibilizar injusticias y erradicar la discriminación en todas sus manifestaciones.
En ello, CONAPRED ha sido fundamental para impulsar una agenda a favor de la inclusión social.
Desde la fundación de CONAPRED, en la que participaron personas de la talla de don Gilberto Rincón Gallardo, el Consejo ha impulsado permanentemente acciones afirmativas para superar las asimetrías, la marginación y la discriminación que daña a sectores de población que vive en situación de vulnerabilidad.
En la actualidad el Consejo no solo atiende y resuelve casos individuales y colectivos, sino que orienta y guía las políticas públicas y la acción del Estado en la materia, además de promover el cambio de la cultura social.
Destaco la labor de quienes integran de manera voluntaria y comprometida este órgano colegiado, de Mauricio Merino, quien preside la Asamblea Consultiva; de Ricardo Bucio, presidente del Consejo y de todos los integrantes de este Consejo.
Así como a todos aquellos que trabajan en reducir las brechas de desigualdad para que toda persona acceda a sus derechos en igualdad de oportunidades, toda persona.
En diciembre del año pasado me reuní con esta Asamblea y asumí diversos compromisos, de los cuales hoy tenemos resultado.
Les dije y hoy lo hago frente a ustedes, que no iba a cubrir el protocolo de una reunión, que iba para trabajar codo a codo, de la mano, junto con quienes lo están haciendo de una manera muy importante en favor de México.
Les dije que habremos de evaluar todas nuestras acciones y que el primero que quería ser evaluado era su servidor. Hoy lo ratifico y así seguirá siendo en todo momento con mi presencia y, por supuesto, evaluando cada una de las acciones a nombre del Gobierno de la República.
Hoy destaco algunos ya de los compromisos de diciembre para acá.
El 20 de marzo se publicaron las reformas a la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, con las que se apega la definición de discriminación y otros aspectos a tratados internacionales que han sido suscritos por México y a la reforma Constitucional en esta materia.
Y se establece la obligación de los tres poderes federales, de diseñar, implementar medidas de igualdad y se dota a CONAPRED de facultades para imponer diversas medidas administrativas de reparación, incluso al sector privado.
Otra base muy importante para visibilizar a las personas que históricamente han sufrido más la discriminación, es el haber decretado el 17 de mayo de cada año, como el Día Nacional de la Lucha contra la Homofobia.
Asimismo, el Instituto Mexicano del Seguro Social, como ya lo había hecho el ISSSTE, anunció que afiliará a las parejas del mismo sexo para que se le reconozcan los mismos derechos.
La mejor manera de dar pasos firmes en erradicar la homofobia, es poniendo el ejemplo como gobierno con acciones concretas, usando el lenguaje correcto y desarrollando políticas públicas que impidan la desigualdad de trato, garantizando que el acceso a la seguridad social no dependa de preferencias sexuales.
Además, se está trabajando en el Programa Nacional para la Igualdad y no Discriminación 2014-2018. En él participan investigadores, especialistas, instituciones públicas y privadas, así como organizaciones de la sociedad civil. Estamos, ya, en su última etapa de revisión y próximo a publicarse.
Sin embargo, sabemos que las normas formales no bastan, no bastan para cambiar, que se requiere de una transformación cultural profunda, de un cambio en los comportamientos, una toma de conciencia en el uso del lenguaje y de nuestras actitudes hacia los otros.
Para lograrlo, debemos revertir conductas sociales que reproducen mecanismos discriminatorios aprendidos a lo largo de muchos años, transmitidos incluso por generaciones.
Señalo con firmeza que el derecho a la no discriminación no es una prerrogativa accesoria, ni una forma de filantropía o caridad, por el contrario, lo entendemos como obligación central del Estado garantista, como oportunidad para la reconstrucción de una genuina sociedad de derechos basada en la igualdad de sus ciudadanas y de sus ciudadanos.
De ahí la importancia de los Premios por la Igualdad y la No Discriminación. Hoy se entregan estos premios los cuales se inscriben en este largo proceso de transformación de los comportamientos.
Hoy se reconocen importantes aportes de cambio cultural, porque se refieren a la erradicación de la violencia contra las mujeres, la inclusión laboral de quienes viven mayor exclusión y al reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar.
En la Categoría Institucional, destaco el reconocimiento al Centro Integral de Atención a las Mujeres, por su tarea decisiva y valiente de atender y apoyar a las víctimas de violencia de género, ayudándolas a reconstruir un proyecto de vida.
Para distinguir el impulso de la inclusión y la igualdad desde el ámbito empresarial, el reconocimiento póstumo se otorga a Francisco Javier Rangel González, quien fue integrante de la Asamblea de CONAPRED y que promovió el trabajo digno, la capacitación y la productividad con beneficios compartidos.
Su trabajo adelantó lo que hoy es un componente clave en la perspectiva gubernamental de democratizar la productividad.
Se reconoce también a Marcelina Bautista, cuyo liderazgo ha logrado revalorar y visibilizar el trabajo del hogar que realizan, como se ha dicho aquí, más de 2.3 millones de personas en todo el país.
La capacitación y el apoyo que brinda en su organización, han permitido ir construyendo una agenda contra los estigmas que existen y ha fomentado la toma de conciencia de la trascendencia y la dignidad de la labor que desempeñan millones de mujeres, muchas de las cuales son incluso niñas.
En este contexto hay que resaltar la trascendencia del Convenio 189 adoptado por la Organización Internacional del Trabajo, el cual, a nombre del Presidente Enrique Peña Nieto, me comprometo enviar al Senado para su estudio y ratificación.
Es fundamental que a todos los trabajadores, trabajadoras del hogar les sean respetados sus derechos en los términos que establece la Constitución y gocen de protección efectiva para que desempeñen sus actividades en condiciones de empleo equitativas y decentes, en igualdad de oportunidades y de trato frente a los demás.
Estamos dando pasos en esa dirección y el Presidente de la República presentó tres iniciativas que beneficiarán a todas y a todos los trabajadores: se propusieron cambios para fijar en 15 años la edad mínima para trabajar; la creación de la pensión universal bajo un esquema de solidaridad social, y se contemplan una serie de modificaciones a la Ley General de Salud para garantizar las acciones de protección mediante el financiamiento y la coordinación eficiente, oportuna y sistemática de los tres órdenes de gobierno en la prestación de los servicios.
Marcelina Bautista, con su incansable promoción, ha enfatizado en los aspectos intangibles del trabajo en el hogar, como son el cuidado del patrimonio, la atención de la familia, el funcionamiento y el apoyo a la vida cotidiana.
Debemos pasar del concepto equivocado del servicio doméstico, al del trabajo en el hogar; pasar de las relaciones culturales de servidumbre, a las de un trabajo digno con derecho y responsabilidades.
Ello requiere, sin duda, las acciones de reconocimiento de derechos laborales que corresponde hacer a las instituciones públicas, reformas centrales para la agenda de la igualdad y la no discriminación.
Debemos enfrentar juntos a la exclusión y a la discriminación, hacer una fuerte alianza para superar esta condición social. Para ser iguales en dignidad y en derechos, tenemos que visibilizar nuestras desigualdades y adecuar las leyes y las políticas a esa realidad.
El Estado mexicano está avanzando en los hechos y con acciones concretas en la consolidación de la sociedad de derechos con igualdad y equidad, con la que está comprometido el Presidente Enrique Peña Nieto.
Así lo constatan las reformas y los cambios en las normas que hemos concretado entre todos; así lo reconocen organizaciones internacionales como la ONU, que entregó el Premio de Derechos Humanos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Lo hizo recientemente el Consejo de Europa al integrar a México como primer país invitado a su Comisión contra el Racismo y Tolerancia.
 Y así ocurrió en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en donde se reconoció el compromiso de nuestro país en el respeto a los derechos fundamentales.
 Todo ello es el resultado del trabajo conjunto entre la sociedad y los gobiernos, quienes compartimos los mismos objetivos, que toda persona tenga igualdad de trato y de oportunidades. Que toda persona viva con tranquilidad y seguridad. Que toda persona encuentre opciones de desarrollo y bienestar sin sacrificar su libertad y, mucho menos, sin sacrificar su dignidad.

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