5 may 2014

“Nosotros los de entonces....”


“Nosotros los de entonces....”/Fred Alvarez Palafox

 “Y fue a esa edad... Llegó la poesía a buscarme.
No sé, no sé de dónde salió,
de invierno o río. (quizá en aquel verano)
No sé cómo ni cuándo...
allí estaba sin rostro
y me tocaba..."Pablo Neruda.
Celebro estar esta sábado 3 de mayo de 2014, en Los Mochis, Sinaloa; hermosa ciudad donde viví mi niñez, adolescencia y los mejores años de mi juventud.
El pueblo donde se nace es como el primer beso: nunca se olvida.
Me da gusto estar aquí con antiguos compañeros y amigos de la secundaria federal -ahora se conoce como la # 1-. Ignacio Manuel Altamirano; "la IMA"

Por cierto, muchos de ustedes no nos habíamos visto desde hace cuarenta años, es una maravilla los reencuentros...
Este es un día especial ¡maravilloso e innenarrable! Gracias...
Y el motivo es por el gusto de estar aquí; los de entonces –y otros más-, que como dirá Pablo Neruda “ya no somos los mismos...”¡Somos mejores!

Además se trata de abrazar y apapachar a nuestra compañera y amiga María Luisa Miranda Monreal: ¡te queremos, y no te detengas!
Me da gusto ver a amigos entrañables quienes hicimos teatro experimental hace muchos años..
Hace unas semanas charlé con Mario -quién hoy trabaja de gobernador- sobre la posibilidad de hacer este encuentro y se pudo.
Mario López Valdez siempre que me ve, le comenta a los amigos de la Ciudad de México de lo que hicimos en nuestra adolescencia y juventud;  teatro experimental y recitamos poesía coral, por cierto de protesta.
Y bueno la idea de la reunión me pudo encantar.
¿Cómo se dieron las cosas?
Como si fuera magia...
Mucho ayudó al apoyo de Carlos Aguilar Alvarez, alías Pablito; fue él quién hizo el gran trabajo...La verdad no sé como le hizo pero consiguió los teléfonos de todos ustedes, y fue quien hizo la convocatoria...
Gracias por asistir, gracias mil.
Además, muchos de Uds no viven aquí en Los Mochis y sabemos el gran esfuerzo para esta reunión única e inolvidable.
Hacerla valió la pena, gracias Ana María Soto García, Mayela Guzmán Mercado Luis Roberto Limón Valenzuela, Carlos A Zavala López, Ramón Arredondo Morales, , Samuel Zayas, Jorge Zayas, a Federico Rodríguez Soto y Francisco Javier Souza Quiroz, Victor Kelly, y Joel Armando Ibarra....
Al profesor Silvino Bahena.
Y a todos los demás amigos entrañables de María Luisa.
¡Y sobretodo gracias a Mario López Valdez por estar aquí!
Quiero aprovechar este tiempo, para que cada uno de Uds. dirijan un breve mensaje, una anécdota quizá, que nos haga retroceder "de momento” en el tiempo; retornar a los años setentas.
Es algo mágico es como pedirle al tiempo que vuelva.
¿Les parece? 

Mario nos dirá cosas. Deben saber que tiene una excelente memoria, se acuerda de detalles que en lo personal había olvidado, como situaciones de aquel viaje que hicimos a la Ciudad de México y a Cuernavaca, Morelos, a presentar la obra de teatro "Viento Sur", de Ignacio Retes sobre la vida y obra de Emiliano Zapata.
Dice Mario que cuando llegó la noche en la casa de nuestros amigos anfitriones -Mascarones-, y nos disponíamos a dormir- y otros a soñar- que él, como el mayor del grupo, se puso en medio de todos para que no hubiera travesuras amorosas...., 
¡Caray!
Debo decir que en aquel tiempo no había camas donde dormir, todos lo hacíamos en el suelo y sin pijama; la felicidad estaba a flor de piel.
Además comíamos en el mismo plato; no había de otra.
¿Por cierto alguien se caso con la compañera o compañero de entonces?
Pedro Tamen, el poeta dice:..
“En aquel tiempo, vivir era la mejor cosa del mundo.
Cuando hacía el sol todos veían
y los hombres eran niños más Allá de los montes....,”
En aquel tiempo habíamos sido criados y éramos iguales a las
                                                        hierbas y a las flores...
Nuestra teología era el beso del niño más próximo
y el acostarnos en la tierra con hojas de la misma planta,
apacibles, limitados conscientes.
Mirando hacia arriba, el cielo se abría y todos los ángeles
                                      venían a sentarse en el borde
y reían como nosotros com pequeñas carcajadas...”
Sin más...
Voy a iniciar con este ejercicio para recordar a la persona que nos metió en este asunto del teatro y la poesía, me refiero al profesor Remberto Gil Pérez.
Remberto fue nuestro maestro de Literatura, lo recuerdo con mucho cariño.
No sólo por haber sido nuestro profesor en la secundaria y preparatoria IMA, sino que de repente nos seguimos viendo muchas veces en la Ciudad de México.
Recuerdo que una vez coincidimos en un concierto de Facundo Cabral en el Polyforum Cultural Siqueiros. Con Remberto iba Inocencio Amador Soria, director de la escuela.
Era un sábado de verano de mediados de los años 70.
Nos pudo fascinar el concierto del argentino Cabral, sobretodo la forma que tocaba la guitarra, sus canciones, su filosofía, muy particular. Era un auténtico hippie, traía barba larga, pantalones informales, huaraches; ¡era un auténtico juglar!
Chencho, Remberto y yo nos emocionamos juntos cuando escuchamos aquel canto que nació den 1970 e una improvisación en el exilio: Uruguay.
 “No soy de aquí, ni soy de allá
no tengo edad, ni porvenir
y ser feliz es mi color de identidad...
Desde entonces se convirtió en de mis canciones preferidas.
Años después -quizá en 1989-, me volví a reencontrar con mi estimado profesor de literatura en la ciudad de México cuando trabajaba como servidor publico en la SRA, era secretario particular de Gonzalo Armienta Calderón.
Recuerdo como si fuera ayer que tenía en su oficina una enorme foto de Emiliano Zapata de la colección  Casasola.
En ese momento me pidió un favor –y aquí entró el toma y daca- había que ir hasta Cuernavaca, Morelos, a la casa del grupo cultural Mascarones a conseguirle un disco de poesía coral para su hija...
Lo hice con mucho gusto. Le conseguí varios discos, libros de poesía coral y canciones de protesta como "A Desalambrar" de Daniel Viglieti, interpretada por el chileno Víctor Jara:
“A desalambrar, a desalambrar
que la tierra es nuestra
es tuya y de aquel
de Pedro y María, de Juan y José....”.
Era difícil conseguirlos entonces.
Lo escuchamos juntos, recuerdo su cara feliz e imaginándose como trasmitirla a sus alumnos.
Me miro, sonrió y engoló la voz -muy característica de los fumadores empedernidos-  y me dijo "gracias cuánto te debo”. 
¡Nada!,  le respondí.
Encendió un cigarro sin filtro, empezó a fumar con elegancia –por cierto en el mismo estilo que el poeta Jaime Sabines- se acomodó el enorme bigote zapatista que usaba y mirándome fijamente a los ojos que parecían brillarle  me dijo que a cambio me daría algo que por favor se lo pidiera.
Pues bueno....le pedí que me regalará la gran foto de Zapata que tenía en su despacho. 
Remberto vivió intensamente formando seres humanos y los enseñó a amar la poesía; a nosotros nos inculcó el teatro y la poesía coral; y ellos nos cambio la vida. 
“...las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo”, diría Whitman.
¿Alguien lo duda?
Ya no lo volví a ver. Supe que murió en mayo de 2002, hoy lo recuerdo con cariño.
Hace unos meses, cuando Mario me hizo el favor de presentar el libro sobre Renato Leduc, (Soy un hombre de Pluma y me llamo Renato...) aquí en Los MoChis le pregunte públicamente que en que nos no había cambiado la vida las enseñanzas deL PROFE  Remberto.
Y su respuesta fue IMPROVISADA, recitó de memoria y con gran emoción, Plegaria desde América del Colombiano Carlos Castro Saavedra:
“Me llamo Carlos, soy nuevo, soy de América,
vivo en el sur de América con un hijo reciente,
mis pies son claros y anchos como la madrugada,
mi rostro es matinal, todo mi cuerpo es verde,
sobre mi pecho pastan búfalos y caballos
y el sol abre amapolas con su mano caliente.
Creo en el pescador, en sus pescados y en sus redes,
me gusta ver un pueblo estrenando palomas,
siempre espero una carta con noticias del mundo...”
En efecto, las bellas artes y sobretodo la poesía cambian la vida de las personas.
Creo que es el caso también de María Luisa, que ha vivido al lado de Mario impulsando la cultura en nuestra entidad, primero en Ahome, y después en todo Sinaloa.
Quiero beberme un trago en recuerdo del profe..
Y ¿saben? los sueños se cumplen. Esta reunión fue un sueño, hoy se concreta.
¡Ah! y a Remberto le hubiera dado mucho gusto saber que uno de sus alumnos es hoy el responsable de los destinos de Sinaloa.
Gracias Mario, gracias María Luisa Miranda Monreal.
Un abrazo a todos ustedes por estar aquí....

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