Prisa
ve su salvación en México/
ALEJANDRO
GUTIÉRREZ
Revista Proceso # 1960, 24 de mayo de 2014
El
tiempo se le agota al Grupo Prisa para refinanciar la deuda que arrastra desde
2010 con tres de sus bancos acreedores, pues el plazo vence el próximo 4 de
julio, por lo que sus directivos miran hacia América Latina donde, como dijo su
presidente, Juan Luis Cebrián, el pasado 28 de abril, México es su objetivo. Y
ya tejieron alianzas con empresarios cercanos al presidente Enrique Peña Nieto
y el grupo Atlacomulco, entre ellos Roberto Alcántara Rojas, así como Luis y
Anuar Maccise. Estos últimos son dueños del Grupo Mac Multimedia y están
interesados en adquirir un nuevo canal de televisión abierta.
MADRID.-
“Se mire por donde se mire, nuestro futuro está en América”, soltó Juan Luis
Cebrián, presidente del Grupo Prisa, que edita el diario El País, ante los
miembros de la Junta General de Accionistas celebrada el 28 de abril pasado.
En
ese encuentro, que tuvo como foro el auditorio del Museo Nacional de Arte Reina
Sofía, Cebrián trataba de matizar la situación por la que atraviesa el
conglomerado. Hoy, dijo, 937 millones de euros de los ingresos totales (34%)
provienen del extranjero.
La
“armada invencible” de los medios de comunicación en español y portugués
arrastra una deuda de más de 3 mil millones de euros que ahoga al grupo, así
como pérdidas por 649 millones en el ejercicio 2013; y lo peor, no tiene
perspectivas de crecimiento en España. Eso lleva al consorcio a buscar su
crecimiento en América Latina, donde México es uno de sus principales
objetivos.
De
ahí que Cebrián sentenciara: “Esa realidad nos permite definir a Prisa como un
grupo Iberoamericano de empresas, antes que español”.
El
empresario mexicano Roberto Alcántara Rojas, accionista de Vive Aerobús y
presidente del Grupo Inversionistas en Autotransportes Mexicanos (IAMSA), quien
se estrenaba como nuevo accionista del grupo de comunicación español, escuchaba
atento el discurso de Cebrián.
En
esa sesión se aprobó la incorporación de Alcántara como nuevo miembro del
Consejo de Administración, al igual que el financiero Claudio Boada y John
Paton, consejero delegado de Digital First Media, el segundo grupo de
periódicos más grande de Estados Unidos y octavo de noticias por audiencia en internet.
Alcántara
Rojas quedó integrado en la Comisión Ejecutiva de Prisa y comparte silla con el
expresidente Ernesto Zedillo en el consejo del grupo. Oriundo de Acambay,
Estado de México, tierra de la familia paterna del presidente Enrique Peña
Nieto, entró al grupo español el 26 de febrero pasado.
El
comunicado enviado ese día por Prisa a la Comisión Nacional del Mercado de
Valores (CNMV) de Madrid señala que el Consorcio Transportista Occher, S.A. de
C.V., filial del Grupo Herradura Occidente, S.A. de C.V., adquirió 233 mil 50
acciones clase A del grupo.
El
nuevo inversionista firmó un “pacto de sindicación de participaciones” con los
herederos del extinto Jesús de Polanco (presidente fundador de Prisa y de El
País) a través de su sociedad Rucandio. En la actualidad los Polanco detentan
25.533% de los derechos de voto de Prisa, tras una drástica reducción desde
31.629%, luego de la conversión de un instrumento financiero (warrants) que
forzaron los bancos acreedores.
En
un comunicado, Alcántara consideró cono un “gran honor” su incorporación al
accionariado de referencia y manifestó su intención de “fortalecer, como
accionista, como consejero y con toda la dedicación posible, la gestión de la
compañía que preside Juan Luis Cebrián”.
“Roberto
es un exitoso empresario mexicano, curtido en el negocio del transporte aéreo y
terrestre, así como en el financiero, que ha adquirido un importante compromiso
inversor con nuestra compañía, de acuerdo con el actual accionista de
referencia”, expuso Cebrián en su discurso del 28 de abril.
Alcántara
Rojas sustituyó en la Comisión Ejecutiva a Martin Franklin, uno de los
tiburones financieros de Wall Street que se incorporó a Prisa en diciembre de
2010 tras la ampliación de capital. Desde ahí “tendrá oportunidad de contribuir
con su talento y experiencia de manera más habitual a las tareas de nuestra
empresa de forma relevante a su refinanciación”, comentó Cebrián.
En
la segunda fila se encontraba la delegación de México, conformada por el
cabildero Antonio Navalón y los hermanos Luis y Anuar Maccise, propietarios del
Grupo Mac Multimedia, quienes el 31 de julio de 2013 firmaron con Prisa un
acuerdo de colaboración para fomentar “el intercambio de contenidos de medios
de comunicación en el mercado mexicano”, según informó El País ese mismo día.
Grupo
Mac Multimedia edita varios periódicos, entre ellos Rumbo de México, Estadio
–especializado en deportes–, el semanario Cambio y diarios en el Estado de
México, Querétaro, Morelos, Puebla, Oaxaca y Veracruz; además posee Green TV,
una cadena de televisión restringida. A los hermanos Maccise se les identifica
con el grupo Atlacomulco.
Conexión
Atlacomulco
Antes
de iniciar la sesión del 28 de abril, Ignacio Polanco, presidente de honor de
Prisa, departió con Navalón y los hermanos Maccise.
El
círculo parece cerrarse: en uno de los grupos que levantó la mano para
participar en la licitación de los nuevos canales de televisión abierta en
México están varios de los que asistieron a la sesión efectuada en el Reina
Sofía.
El
grupo lo encabeza precisamente Alcántara Rojas, en alianza con Prisa. Se prevé
la incorporación de los hermanos Maccise, también accionistas de referencia en
Genoma Lab, la firma mexicana de cosméticos y fármacos de libre venta.
De
acuerdo con una fuente próxima a Prisa, que solicitó no revelar su identidad,
Navalón, antiguo representante de Prisa en México, formó parte de las gestiones
para acercar a los empresarios (Alcántara y Maccise) vinculados a la clase
política del Estado de México, en especial al hoy presidente Peña Nieto y a su
tío Arturo Montiel Rojas, quien gobernó la entidad de 1999 a 2005.
Para
completar el rompecabezas, el 17 de febrero el Grupo Mac Multimedia adquirió
una importante participación de Reporte Índigo, la publicación multimedia que
dirige Ramón Alberto Garza y de la que Navalón es vicepresidente y director
adjunto.
En
su edición digital, el diario mexicano denominó a esa transacción como una
“asociación institucional (en los) campos de expansión impresa y digital e
innovación multimedia y audiovisual”, que se suma al acuerdo que el grupo Mac
alcanzó con Prisa.
A
su vez, el Grupo Prisa se presenta como una “compañía líder en creación y
distribución de contenidos culturales, educativos, de información y
entretenimiento en los mercados de habla hispana y portuguesa, con presencia en
22 países”, que tiene como buque insignia al diario El País, y su presidente no
desperdicia oportunidad para presentarse como la prensa que hizo posible la
transición española a la democracia.
Y
su nuevo socio mexicano, Alcántara Rojas, es un empresario del clan
transportista del Estado de México ligado a los negocios en la entidad y
conocido por su apoyo financiero a las campañas políticas priistas.
El
padre del empresario mexiquense, Jesús Alcántara Miranda, fundó IAMSA, que hoy
controla alrededor de 9 mil unidades de transporte de pasajeros y preside el
propio Alcántara Rojas.
En
su libro Los Golden Boys, publicado en noviembre de 2012 por Planeta, el
periodista mexicano Francisco Cruz asegura que Alcántara es “pariente de Arturo
Montiel” y muy cercano al grupo político de Peña Nieto, al que también
pertenece monseñor Abelardo Alvarado Alcántara, quien fue obispo de Atlacomulco
durante las administraciones de Montiel y Peña Nieto y hoy es obispo auxiliar
emérito de la Arquidiócesis de México.
Otro
integrante clave del clan de Acambay, emparentado con Alcántara Rojas y miembro
del círculo cercano de Peña Nieto, es Jesús Sergio Alcántara Núñez, quien
“pertenece a una poderosa casta política y económica que controla el Estado de
México y es socio de un emporio dedicado al transporte terrestre de pasajeros a
nivel nacional”, escribió en julio de 2011 el periodista José Pérez-Espino,
citado por Cruz.
Alcántara
Núñez ha ganado posiciones políticas, como la alcaldía de Acambay, ha sido dos
veces diputado local y también federal en la LX Legislatura. Es nieto de Jesús
Alcántara Miranda, sostiene el autor de Los Golden Boys. También fue asesor de
Luis Enrique Miranda Nava cuando éste fue secretario de Gobierno en la
administración de Peña Nieto en el Estado de México, y hoy se desempeña como
subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación. De hecho es el
hombre de confianza de Peña Nieto, a quien conoce desde su infancia (Proceso
1810).
La
apuesta envenenada
Roberto
Alcántara Rojas incursionó en el mundo financiero durante el sexenio de Carlos
Salinas de Gortari, cuando encabezó a un grupo de inversionistas que compró
Bancrecer. Los accionistas quebraron a la institución financiera, que fue
rescatada con más de 102 mil millones de pesos del erario a través del
Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) (Proceso 1291).
Sin
embargo, el comunicado de Prisa que ofrece un perfil de Alcántara Rojas omite
ese pasaje y destaca que el magnate ocupa el lugar 79 entre los “100
empresarios más importantes de México”, según el ranking de la revista
Expansión correspondiente a 2013.
Y
mientras en México se considera a Alcántara Rojas y al Grupo Prisa como firmes
aspirantes a una cadena de televisión abierta, en España el grupo de medios
inició una venta de rebajas de sus principales activos para enfrentar sus
deudas. Está comprometido con los bancos acreedores –Santander, La Caixa y
HSBC– a desinvertir en buena parte de sus negocios, principalmente en la
televisión.
La
caída de Prisa se inició este año con la venta de 3.69% de su participación en
el grupo audiovisual Mediaset en 121.2 millones de euros, en un proceso de
colocación acelerada entre inversores del que se encargó Credit Suisse. Hoy,
Prisa conserva 13.65% en Mediaset.
Sin
embargo, el dolor de cabeza del grupo es Canal + (o Digital Plus). Unos días
después de la junta de accionistas, Telefónica anunció su postura de compra de
56% de la plataforma de televisión de pago en 725 millones de euros, cifra muy
lejana a los mil millones que pedía el grupo de medios. No obstante, Prisa
aceptó.
El
mal negocio de Digital Plus llevó a Prisa a disparar su deuda hasta 5 mil
millones de euros, hoy rebajada a 3 mil 200 millones.
Otra
de sus ventas de garaje es la de Alfaguara y otros sellos editoriales de
Santillana (con presencia en 22 países y un catálogo de escritores selectos) a
Penguin Random House Group por 72 millones de euros.
En
su comunicado, Prisa anunció que concentrará sus esfuerzos empresariales y de
inversión en el área de educación, el sector de origen del extinto presidente
del grupo: Jesús de Polanco.
De
acuerdo con un exdirectivo de Prisa –quien pide al corresponsal omitir su
nombre pues aún trabaja en medios de comunicación españoles– es contradictorio
que el grupo haya fracasado en la televisión hispánica “y ahora pretenda entrar
en una nueva aventura televisiva en México”.
Y
agrega: “Salvo que aporten sólo contenidos y su nuevo socio mexicano se
encargue de inyectar el capital, no veo cómo puedan participar”.
El
entrevistado recuerda que a esas dificultades debe añadirse que en julio
próximo los bancos acreedores “entrarán irremediablemente al capital (del Grupo
Prisa), vulnerando aún más la ya de por sí golpeada independencia editorial del
grupo”.
Como
parte del plan de refinanciación diseñado en 2010 (seguido en 2011 y 2012) para
evitar la quiebra, Prisa emitió bonos convertibles para canjear por deuda con
esos bancos, cuyo vencimiento es el próximo 4 de julio.
En
esa fecha, irremediablemente, Santander, La Caixa y HSBC canjearán su plan de
salvamento por más de 20% del capital del Grupo Prisa. Sin embargo, no es un
plan que alegre a las instituciones bancarias españolas, porque les representa
un “agujero negro” de unos 200 millones de euros.
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