Zabludovsky
se quedó con las ganas... y el gobierno también/
ALEJANDRO
GUTIÉRREZ
Revista Proceso # 1960, 24 de mayo de 2014
MADRID.-
La orden de la residencia oficial de Los Pinos era darle todo el impulso a la candidatura
de Jacobo Zabludovsky para que consiguiera el premio Príncipe de Asturias de
Comunicación y Humanidades 2014. Pero el esfuerzo resultó vano.
Como
presidente, Enrique Peña Nieto no ha escatimado reconocimientos a quien durante
casi tres décadas acató a rajatabla la línea de Televisa –donde él se
consagró–, mientras los directivos del consorcio profesaron un apego
incondicional al PRI y al presidente de la República en turno (Proceso 1108).
Uno
de los primeros gestos del mandatario para Zabludovsky fue la emisión de un
billete de la Lotería Nacional con su efigie. Siguió el homenaje por sus 70
años de carrera periodística, en el que incluso el presidente develó una placa
y se deshizo en elogios. El tercer acto fue la promoción para el Príncipe de
Asturias de Comunicación y Humanidades.
Al
final, el dibujante y humorista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino,
de 82 años –creador del personaje de Mafalda, una de las historietas de dibujos
con más seguidores en América y Europa– se quedó con el premio.
Reunido
en Oviedo, el jurado compuesto por 15 hombres y tres mujeres, entre ellos el
rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles,
y el presidente de El Colegio de México, Javier Garciadiego Dantán–, consideró
que “la obra de Quino conlleva un enorme valor educativo y ha sido traducida a
numerosos idiomas, lo que revela su dimensión universal; sus personajes
trascienden cualquier geografía, edad y condición social”.
Añadió:
“Al cumplirse el 50 aniversario del nacimiento de Mafalda, los lúcidos mensajes
de Quino siguen vigentes por haber combinado con sabiduría la simplicidad en el
trazo del dibujo con la profundidad de su pensamiento”.
Hubo
22 candidatos propuestos por 14 países, entre ellos los creadores de Skype, el
programa de mensajes instantáneos de texto, voz y video; la legendaria agencia
Magnum de fotografía, creada por Robert Capa y Henri Cartier-Bresson; la
periodista congoleña Caddy Adzuba, quien desde una radio local denuncia el uso
de la violencia sexual como arma de guerra; la periodista Christiane Amanpure,
jefa de la sección internacional de CNN, y el escritor Roberto Saviano.
La
terna finalista estuvo conformada por el galardonado, el filósofo Emilio Lledó
y el biólogo Francisco José Ayala, ambos españoles, el último radicado en
Estados Unidos.
Es
la segunda ocasión que Zabludovsky aparece en las candidaturas para obtener
este galardón. El año pasado perdió y el Príncipe de Asturias quedó en manos de
la fotógrafa Anne Leibovitz, cuyos retratos de celebridades son emblemáticos,
como el portafolio fotográfico de John Lennon horas antes de su asesinato.
También
han ganado el premio escritores, críticos y periodistas, como Umberto Eco,
George Steiner y Ryszard Kapuscinsky, así como The Royal Society, Google y la
revista Nature & Science.
Limpiando
el pasado
La
promoción de la candidatura de Zabludovsky se manejó con sigilo. Sobre el
particular, el corresponsal entrevistó a dos fuentes bajo la condición del
anonimato.
Una
de ellas, consultada en esta capital, aseguró que la Secretaría de Relaciones
Exteriores (SRE) se encargó de la operación, que, aun cuando no fue formulada
por escrito, se hizo a la antigua usanza; es decir, como “una orden de
Presidencia”.
La
otra sostuvo que algunas de las firmas de apoyo se recabaron por medio de la
embajada de México en España entre personajes, instituciones y amigos, y fueron
enviadas directamente a la fundación del premio: “pero también desde la SRE se
hicieron gestiones y gestos para que la candidatura de Zabludovsky fuera tomada
en cuenta”.
Refirió
incluso que el 4 de diciembre último, en un acto realizado en la escuela
primaria España, ubicada en el centro de la Ciudad de México, el secretario de
Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet, dijo que en aquel país se entrega
“un premio muy importante, que es el Príncipe de Asturias, y que este año la
Secretaría de Relaciones Exteriores propuso a Jacobo”.
En
esa ocasión, ante el presidente Enrique Peña Nieto; el jefe de gobierno del
Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y el propio Zabludovsky, Chuayffet
aprovechó para entregar a éste una copia de la carta escrita por la directora
del plantel, Judith Martínez Orobio, los nueve docentes y más de 200
estudiantes, dirigida a la SRE y a la embajada de México en España “para que se
otorgue por merecidísimas causas el premio a Jacobo”, explicó el titular de la
SEP.
A
través de la embajada que encabeza Roberta Lajous se canalizaron algunas de las
cartas de apoyo a la candidatura de México, como las del secretario general de
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José
Ángel Gurría; la del propio Mancera, así como las de la escritora y periodista
Elena Poniatowska, recién galardonada con el Premio Cervantes de literatura, y
de un colegio que lleva el nombre de Jacobo Zabludovsky, según la información
oficial.
El
titular de la SRE, José Antonio Meade, quien a principios del mes viajó a
Costa Rica con la representación del gobierno de Peña Nieto a la toma de
posesión del presidente Luis Guillermo Solís, incluso mantuvo un encuentro con
el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, para hablar de los preparativos de
la Cumbre Iberoamericana, que se celebrará el 8 y 9 de diciembre en Veracruz,
México.
Meade
entregó una copia de la carta de registro de la candidatura al heredero de la
Corona española, quien preside la ceremonia oficial y la entrega del premio a
los galardonados en el Teatro Campoamor, en Oviedo, en octubre.
El
hecho llamó la atención porque, según los estatutos de la fundación que otorga
el premio, el príncipe Felipe no participa en la recepción de las candidaturas
ni en las deliberaciones y votaciones del jurado en el seno de la fundación.
Por
los servicios prestados
Directivos
y exdirectivos de la UNAM, donde Zabludovsky estudió la carrera de derecho, se
implicaron en la promoción de la candidatura. Alicia Mayer, directora del
Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM-España, dio su firma de apoyo.
Durante
los 27 años que condujo el noticiario 24 Horas de Televisa, Zabludovsky
mantuvo una declarada subordinación hacia el presidente en turno y el PRI, al
extremo de ocultar informaciones sobre la oposición política en México, como el
movimiento de protesta en Chihuahua de 1986 contra el fraude electoral y los
comicios federales de 1988, cuando la Corriente Crítica del PRI puso en jaque
al gobierno priista (Proceso 595).
Peña
Nieto no aludió a ese servilismo el pasado 4 de diciembre, cuando presidió el
homenaje por los 70 años de trayectoria periodística de Zabludovsky en la
escuela primaria España. Sólo dijo: “Él ha sido testigo y relator, pero también
partícipe de los sucesos que han marcado la historia contemporánea. Ha enseñado
que el derecho a disentir y la posibilidad de coincidir son atributos
esenciales de una sociedad democrática”.
Y
Zabludovsky le correspondió: “No creo que ningún mexicano, por lo menos de los
que yo he leído o conocido, haya recibido el honor que ahora la generosidad del
presidente de la República y el jefe de Gobierno me dispensan. Un honor tan grande
como el de mi agradecimiento por ello”.
Esa
vez, Mancera se mostró tan efusivo que incluso hizo a un lado el discurso que
había preparado. “La emoción que transmite don Jacobo Zabludovsky –dijo– obliga
simplemente a dejar fluir los sentimientos”.
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