El Mundo unido
por un balón /FA
Publicado en La Otra Opinión 13 de junio de 2014;
Para mi hijo Fred Alberto para que vea que no soy ajeno a esta fiesta..
Publicado en La Otra Opinión 13 de junio de 2014;
Para mi hijo Fred Alberto para que vea que no soy ajeno a esta fiesta..
El
futbol es una religión global donde su altar es la TV, pero también puede ser
–como dice el papa Francisco-, “una fiesta de solidaridad entre los pueblos”, y
la solución pacifica a varios conflictos.
Este
viernes 13 de junio de 2014, día de plenilunio, es también día del dios Fútbol.
Mucha gente estará metida de lleno a lo que suceda en el mundial de Brasil
2014. Varios de mis amigos estarán pegados al televisor, y seguramente ganarán
peso al comer y beber como dios mandata.
Este deporte es mucho más
que un balón y 22 jugadores, es antes que nada una religión global donde su
altar es la TV. ¡Si no hay tele y comentaristas difícilmente habrá fútbol,
aunque haya radio, teléfonos celulares y
redes sociales: Twitter y Facebook.
Hoy
México le ganó al Camerún 1-0, aunque debería de haber sido- 3-0. La culpa se
la echaron obviamente al arbitro,
Este
viernes 13 hubo algunas oficinas publicas que obligaron a la gente a ver el
futbol; todos se pusieron la camiseta verde; las bromas en las redes sociales
son maravillosas. Recibí muchas, una de ellas dice;: “Hoy juega México. Ponte
la verde”, se refieren a la camiseta, pero envían una imagen de varias matas
mariguana, con el agregado de “cola de borrego”. Alex Lora pide que no se use
la expresión TRI ya que dice que él tiene los derechos de autor. Obviamente
nadie le hace caso.
Y
es que se puede ser liberal, comunista, capitalista, sabio, ignorante, viejo,
joven, católico, protestante, budista, musulmán, adorador del niño Fidencio o
de la Santa muerte, o simplemente ateo pero durante un mes todos sólo creerán
en el dios Balón y en sus profetas; los futbolistas que admiran. Obviamente los
de la selección mexicana como El Chicharito
y el Piojo., y un largo etcétera.
Acá
entre nos, la verdad es que yo no sé casi nada del futbol (mi hijo FA es
maestro en el tema); no sé por qué al director le dicen Piojo, o a la gran estrella “El Chicarito”.
Y
es que debo de saberlo ya que me puedo ver tonto.
¿Como
no saber quién es El Piojo y El Chicharito?
Debo
saberlo, por lo menso lo básico.
¿Y
es que si escribo de otros temas como no hacerlo del futbol?
Todos
estos días debemos seguir las grandes proezas de nuestros jugadores que de alguna
manera son los representantes de México en Brasil 2014.
En
ese deporte hay pues mucha pasión y más orgullo nacional,; combinadas estas dos
cosas pueden ser un peligro, ya que se desbocan en excesos. Y se caen todas las barreras culturales,
políticas, económicas y sociales. Surge una sola ilusión, una sola pasión y una
sola forma de entender la vida: ganar o perder; y claro es mejor ganar.
Como
lo fue hoy: 1-0 ante Camerún
¿Pero que es el futbol?
Es
el deporte que levanta más pasiones, adhesiones, filias y fobias que cualquier
otro; entorno al fútbol la gente discute, se molesta, se deprime, se pone feliz
hasta la euforia –como hoy- e incluso llega a los golpes.
Dice
Manuel Mandianes que “el fútbol marca el
ritmo de las tristezas y de las alegrías de millones de aficionados porque
escenifica la dimensión agónica y muestra de manera plástica la
incertidumbre de la existencia humana. El fútbol, en ciertas circunstancias,
desempeña la función de fuerza orgánica de cohesión de la sustancia social que
tradicionalmente desempeñaba la religión y la política.”
También
el deporte puede ser usado- y se hace- por los políticos como arma de
propaganda, y también puede ser un monstruo
de mil cabezas. Juan Cruz entrevistó
al argentino y campeón del mundo Jorge Valdano (El País Semanal 18/09/2011), y
justo le preguntó:
-Usted ha
comentado que la afición es un monstruo de 100, 000 cabezas, orgulloso y
exigente; da la impresión de que el aficionado es como un asistente al circo
romano, quiere que el suyo gane a cualquier coste...
Respondió
Valdano:
-Hay
mil maneras de entender el fútbol. El fanatismo tiene el defecto de estrechar
el recinto mental y dejar espacios solo para nuestras obsesiones, nobles con
respecto a nuestro equipo y demoniacas respecto al contrario. El aficionado es sectario por naturaleza, y
eso es siempre un peligro potencial. Creo más en las mayorías silenciosas.
En la sociedad afloran muchas veces conductas extremas y cada día más ruidosas
que me espantan.
También
dice Valdano que el futbol tiene una enorme capacidad de contagio.”Cada afición
tiene algo de tribu y cada tribu tiende a tener un pensamiento único. No caben
muchas ideas dentro de un grupo de fanáticos.”
¿Y que decir de
los cronistas del futbol?
Caray.
Son los personajes de moda; la gente los trata y lo ve como si fueran artistas
o autenticas estrellas de rock.
Pues
caramba. Voy a tener que comprar una playera y ponerme “la verde” por lo menos para
que la gente crea que soy especialista en futbol.
Recientemente
el Presidente Enrique Peña Nieto estuvo de visita con el papa Francisco y le
llevo de regalo la “verde”, es decir la playera de la selección mexicana.
Francisco la vio y agradeció el gesto, pero no se pondrá la “verde”, él en
privado se pondrá la camiseta de la selección argentina.
A
propósito del papa. Me llamó la atención
su posicionamiento sobre el futbol.
Como sabemos
don Jorge Mario es
aficionado al futbol, tienen credencial- es “hincha”- del club argentino San
Lorenzo Almagro y como lo decimos arriba le va a la selección argentina.
Para
Francisco el fútbol, como algunas otras disciplinas, ¡se ha convertido en un
gran negocio! , y por eso ha pedido en más de una ocasión que no se pierda su
carácter deportivo.
Véase:
La
Iglesia católica unida por un balón/Fred Alvarez en La Otra Opinión
Y
bien, en ocasión de la ceremonia de inauguración del Mundial el líder religioso
emitió un tuit que fue leído por millones de seguidores que dice:
@Pontifex_es:
“Les
deseo a todos que puedan disfrutar de un maravilloso Mundial de fútbol, con un
espíritu de verdadera fraternidad”
Al
tuit le añadió un video de felicitaciones
en lengua portuguesa transmitido por la televisión brasileña Rete Globo, en el que Jorge Mario
Bergoglio desea que el Mundial “pueda
desarrollarse con serenidad y tranquilidad, siempre con respeto recíproco, con
la solidaridad y fraternidad entre hombres y mujeres que se reconocen miembros
de una única familia”. El jesuita espera que “además de ser una fiesta del
deporte” el Mundial de Brasil se convierta en “una fiesta de solidaridad entre
los pueblos”.
El deporte es el instrumento –dice el papa- para
comunicar los valores que favorecen el bien de las personas y ayuda a construir
una sociedad más pacífica y fraterna. Pensemos en la lealtad, la perseverancia,
la amistad, el compartir y la solidaridad”.
Y
ha indicado tres lecciones de la práctica deportiva, tres comportamientos
esenciales en favor de la paz: la necesidad de “entrenarse”, el “juego limpio”
y el respeto a los adversarios.
Muy
interesante el mensaje del jesuita argentino.
Quizá
a los lectores de La Otra Opinión les interese el texto completo del papa
Francisco; por lo que se los comparto;
Queridos
amigos,
Con
mucha gran alegría me dirijo a todos ustedes, los aficionados al fútbol, al
comenzar la Copa del Mundo de 2014 en Brasil. Deseo enviarles un afectuoso
saludo a los organizadores y a los participantes; a todos los atletas y
seguidores, así como a todos los espectadores que en los estadios o a través de
la televisión, la radio e Internet, participan
en este evento que supera las fronteras lingüísticas, culturales y nacionales.
Mi
esperanza es que, además de una fiesta
del deporte, este Mundial se pueda transformar en una fiesta de la solidaridad
entre los pueblos. Esto supone, sin embargo, que los partidos de fútbol
sean considerados por lo que son esencialmente: un juego y al mismo tiempo una oportunidad para el diálogo, el
entendimiento, de mutuo enriquecimiento humano.
El
deporte es no sólo una forma de entretenimiento, sino también - y sobre todo,
yo diría - una herramienta para comunicar los valores que promueven el bien de
la persona humana y ayudan a construir una sociedad más pacífica y fraterna.
Pensemos en la lealtad, la perseverancia, la amistad, el compartir, la
solidaridad. Ciertamente, el fútbol suscita muchos valores y actitudes que han
demostrado ser importantes no sólo en el campo, sino también en todos los
aspectos de la vida, más específicamente en la construcción de la paz. El
deporte es una escuela de paz, nos enseña a construir la paz.
En
este sentido, me gustaría destacar tres lecciones de la práctica deportiva,
tres actitudes esenciales a favor de la causa de la paz: la necesidad de
"entrenarse", el "juego limpio" y el respeto entre los
adversarios. En primer lugar, el deporte nos enseña que para ganar hay que
entrenarse. Podemos ver, en esta práctica deportiva, una metáfora de la vida.
En la vida hay que luchar, "entrenarse", esforzarse para lograr
resultados significativos.
El
espíritu deportivo nos remite, de esta manera, una imagen de los sacrificios
necesarios para crecer en las virtudes que construyen el carácter de una
persona. ¡Si para mejorar a una persona es necesario un
"entrenamiento" intenso y continuo, un mayor compromiso deberá ser
invertido para llegar al diálogo y a la paz entre los individuos y los pueblos
"mejores"! Es necesario entrenarse mucho…
El
fútbol puede y debe ser una escuela para la formación de una "cultura del
encuentro", que conduzca a la armonía y a la paz entre los pueblos. Y aquí
nos ayudará una segunda lección deportiva: aprendamos lo que el "juego
limpio" en el fútbol nos puede enseñar.
Para
jugar en equipo hay que pensar, en primer lugar, en el bien del grupo, no para
sí mismos. Para ganar, hay que superar el individualismo, el egoísmo, todas las
formas de racismo, de intolerancia y de instrumentalización de la persona
humana. Por tanto, ser "individualistas" en el fútbol es un obstáculo
para el éxito del equipo; pero si somos "individualistas" en la vida,
ignorando a las personas que nos rodean, sale perjudicada toda la sociedad.
La
última lección útil que nos da el deporte para la consecución de la paz es el
deber de respetar al adversario. El secreto de la victoria, sobre el campo, y
también en la vida, está en saber respetar al compañero de equipo, así como
también al adversario.
¡Nadie
gana solo, ni en el campo, ni en la vida!
¡Que
nadie quede aislado o se sienta excluido!
Y,
si bien es cierto que al final de esta Copa del Mundo, sólo un equipo nacional
va a levantar la copa como ganador, aprendiendo las lecciones que nos enseña el
deporte, todos seremos ganadores, fortalecimiento los lazos que nos unen.
Queridos
amigos, gracias por la oportunidad de haber podido dirigir estas palabras a
ustedes -en particular, agradezco a Su Excelencia la Presidenta de Brasil,
señora Dilma Rousseff, a quien
saludo- y les aseguro mis oraciones para que las bendiciones celestiales
abunden sobre todos ustedes. Que esta Copa del Mundo pueda celebrarse con toda
serenidad y tranquilidad, siempre desde el respeto mutuo, la solidaridad y la
fraternidad entre los hombres y las mujeres que se identifican como miembros de
una sola familia.
¡Gracias!
Francisco.
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