Quirino
o el pragmatismo de Peña/Francisco Bustillos..
Impacto, 2 de enero de 2016..
Parece
un trabajo fácil, pero llevó meses y absoluta discreción; sólo unos pocos
iniciados voltearon la vista hacia el diputado Quirino Ordaz y mantuvieron el
secreto mientras la legión de aspirantes dominaba la promoción mediática
Si
se atreve a preguntar, quizás el próximo miércoles 13 Mario López Valdez
(Malova, para los cuates) sepa por qué Enrique Peña Nieto se inclinó por el
diputado federal Quirino Ordaz, un personaje que no figuraba en la disputa
priista por la candidatura a gobernador de Sinaloa. No hay misterio escuchó a
los sinaloenses.
Con
la bendición del gobernador, Vargas Landeros operó una intensa y costosa
campaña en los medios de la Ciudad de México, pero también en taxis, autobuses
y espectaculares locales. Las ovejas descarriadas pretendían volver al PRI para
no perder el poder.
Aquella
noche en Los Pinos, el Presidente pudo decir a sus comensales que si por él
fuera, postularía al diputado federal David López, su amigo de toda la vida y
de los pocos, muy pocos, a quien confiaría la espalda sin reserva alguna, pero
fiel a su naturaleza decidió jugar con el score.
Una
vez escuchadas la ponderación de todas las propuestas, aún las más
descabelladas, el Presidente mencionó el nombre que nadie había puesto sobre la
mesa, Quirino Ordaz Coppel.
La
sorpresa fue mayúscula. Sólo uno del cónclave sabía de su existencia en la
nomenclatura priista.
El
líder nacional del PRI platicó que fue amigo de su padre, el ex presidente
municipal de Mazatlán, Quirino Ordaz Luna, pero lo es también del hijo. El
ahora diputado federal y pronto candidato del PRI a gobernador fue
subsecretario de Hacienda y Tesorería en el sexenio de Jesús Aguilar Padilla,
por lo que coincidió en tiempo con el cuñado de Manlio, Salvador Sánchez
Estrada, que fue secretario de Finanzas en el gobierno de Javier Duarte en
Veracruz.
‘TE
LO ENCARGO, MANLIO’
Me
han hablado muy bien de Quirino; te lo encargo Manlio, recomendó el Presidente.
Y
ni quien alegara al ampáyer.
El
miércoles 13, Peña Nieto viajará a Sinaloa; a la primera oportunidad comunicará
al gobernador la decisión y le recordará que ha llegado el momento de cumplir
el compromiso de apoyar con todo su decisión y hacer válida su afirmación de
que nunca dejó de ser priista, que si aceptó la candidatura de la alianza fue
porque los dueños del partido en aquella época le cerraron los
caminos.
Además, “Malova” tiene una deuda de gratitud con Ordaz; sin importar a Quirino que López Valdés abandonara al PRI para ser gobernador por la alianza PAN-PRD, entrenó a su gente en el manejo de las finanzas estatales; mejor aún, les mostró los secretos para gestionar las partidas federales sin las cuales las entidades federativas no pueden sobrevivir.
Además, “Malova” tiene una deuda de gratitud con Ordaz; sin importar a Quirino que López Valdés abandonara al PRI para ser gobernador por la alianza PAN-PRD, entrenó a su gente en el manejo de las finanzas estatales; mejor aún, les mostró los secretos para gestionar las partidas federales sin las cuales las entidades federativas no pueden sobrevivir.
Quizá
la candidatura de Quirino empezó a tomar forma en julio pasado cuando David lo
presentó con el entonces dirigente nacional del PRI y actual coordinador de la
bancada priista en la Cámara de Diputados. César Camacho tampoco lo conocía,
pero escuchó con atención la relatoría de López.
Aspecto
relevante de este episodio en Los Pinos no es precisamente la sorpresiva
candidatura de Ordaz, sino la identidad de los convocados: el líder nacional
del PRI, el secretario de Gobernación y el coordinador de la bancada priista en
el Senado que tenía 3 prospectos a candidato. Nadie más.
Parecen
lejanos los tiempos en que las candidaturas se decidían de otra manera, pero
sólo recordemos que en febrero pasado, en la elaboración de las listas de
candidatos plurinominales a diputados federales participaron quienes comían más
pinole, tan poderosos todos que hasta se dieron el lujo de excluir a Camacho.
Sin
embargo, contra lo que se piense, esto no significa que Luis Videgaray y
Aurelio Nuño estén fuera de la jugada del todo.
En
Colima, por ejemplo, repitió Ignacio Peralta, el único propuesto directamente
por Peña Nieto en la pasada remesa de candidatos a gobernadores; en realidad,
el colimota fue y sigue siendo alfil del secretario de Hacienda.
Peralta,
ya sabemos, fue víctima de la traición del entonces gobernador Mario Anguiano
que por alguna razón, no revelada aún, actuó en beneficio del candidato panista
Jorge Luis Preciado que también repite como candidato a gobernador.
No
obstante, es significativo que al encuentro nocturno del 16 el Presidente sólo
convocara a los directamente responsables de los procesos electorales, en
especial el secretario de Gobernación y el líder nacional del PRI. Si estuvo
Gamboa fue porque la bancada del tricolor en el Senado tenía 3 prospectos,
Aarón Irizar, Amador Gaxiola y Diva Gastélum.
Pero
¿cómo llegó el nombre de Quirino a los oídos de Peña Nieto?
EL
ARTE DE MOVER FICHAS DE DOMINÓ
No
es secreto, un Presidente que sabe ejercer su cargo suele escuchar a todas las
voces y no se deja llevar por columnazos. Los empresarios fueron decisivos.
Pero
además, el ex jefe de prensa del Presidente de la República, convertido en
diputado federal, engañó durante meses a quien quiso dejándose querer y
permitiendo que algunos otros se engañaran a sí mismos. Mientras, David movía
el nombre de su compañero legislador como si de ficha de dominó se tratara.
Estaba
consciente de sus escasas posibilidades personales. La noche que presenció la
protesta de su hijo del mismo nombre como candidato a presidente municipal de
Metepec se sintió satisfecho; al padre le sobra pasado y presente, el futuro es
del vástago.
David
López no es de los que se suelen engañar a sí mismos, siempre supo que la
candidatura a gobernador de Sinaloa sería para otro no para él ni para quienes
se promovían con todo; no obstante, hasta él desconocía identidad del priista
con quien Peña Nieto buscaría rescatar realmente y no con caballos de Troya,
como el delfín de Malova, la gubernatura sinaloense.
La
baraja se presentaba amplia, pero engañosa. Evidentemente los tiempos exigen
nuevos perfiles; la mayoría de los aspirantes pertenece a otra época.
Hace
3 décadas que David trabaja en el Estado de México; acompañó en sus aventuras a
3 de los más conspicuos mexiquenses, Alfredo del Mazo, Emilio Chuayffet y
Enrique Peña Nieto, pero nunca dejó el terruño. Conoce a la clase política
sinaloense como pocos.
Por
eso fue que en julio del 2014 había trazado al líder nacional priista el perfil
de Ordaz; la respuesta del ahora coordinador de los diputados federales del
PRI, dijo estar “al mil” con el proyecto.
Parece
un trabajo fácil, pero llevó meses y absoluta discreción; sólo unos pocos
iniciados voltearon la vista hacia el diputado Quirino Ordaz y mantuvieron el
secreto mientras la legión de aspirantes dominaba la promoción mediática.
Pragmatismo
puro.
Pero
lo importante es que Peña Nieto está escuchando más allá del reducido círculo
que lo asfixiaba. Y esa es una de las buenas noticias de finales del año
anterior y del que inicia.
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