Redacción, BBC
Mundo, 21
enero 2016
Alexander
Litvinenko fue envenenado con polonio tras tomar un té en un céntrico hotel de
Londres.
El
asesinato del exespía ruso Alexander Litvinenko en 2006 fue
"probablemente" aprobado por el presidente de Rusia, Vladimir Putin,
según una investigación pública realizada en Reino Unido.
Litvinenko,
un antiguo miembro de los servicios de inteligencia rusos, murió en Londres a
los 43 años días después de ser envenenado con polonio radioactivo 210,
aparentemente administrado en una taza de té.
Y
según el reporte británico hay indicios para creer que Putin –quien como
director de los servicios de inteligencia rusos había sido jefe de Litvinenko–
autorizó su asesinato tras una disputa de larga data.
El
crimen casi perfecto contra el exespía ruso Alexander Litvinenko en Londres
La
investigación también señala al entonces jefe del Servicio Federal de Seguridad
–FSB, el organismo sucesor de la KGB– Nikolai Patrushev.
"Tomando
en cuenta toda la evidencia y análisis que se me hizo disponible, encuentro que
la operación de la FSB para matar a Litvinenko fue probablemente aprobada por
Patrushev y también por el presidente Putin", dijo Sir Robert Owen, el
juez que presidió la investigación.
Según
la investigación, la enemistad entre Putin y Livitnenko tenía "una
dimensión personal".
Según
Owen, "había sin dudas una dimensión personal" en el antagonismo
entre Putin y Litvinenko.
"Estoy
satisfecho de que, en términos generales, miembros de la administración Putin,
incluyendo al propio presidente [...] tenían motivos para tomar medidas en
contra de Litvinenko, incluyendo matarlo", dijo el letrado.
El
gobierno ruso, sin embargo, ha negado cualquier relación con la muerte del
exespía.
"Lamentamos
que un caso puramente criminal haya sido politizado y haya ensombrecido la
atmósfera general de las relaciones bilaterales… El proceso no ha sido
transparente. No hubo razón para esperar que fuese objetivo y sin sesgo",
dijo en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Federación
Rusa.
Lugovoi
y Kovtun
Dos
exespías rusos, Andrei Lugovoi y Dmitry Kovtun, ya habían sido acusados por el
asesinato del exespía por la justicia británica.
"Estoy
seguro de que el señor Lugovoi y Kovtun colocaron el polonio 210 en la tetera
en el Pine Bar el 1 de noviembre de 2006", fue, en ese sentido, la
conclusión de Owen.
Qué
es el polonio 210 que mató al espía ruso Alexander Litvinenko
Investigación
del caso Litvinenko
El
asesinato de Litvinenko ha sido descrito como "un acto de terrorismo
nuclear en las calles de Londres".
Ambos,
sin embargo, siempre han negado toda responsabilidad y Lugovoi calificó a las
acusaciones en su contra de "absurdas".
"Como
esperábamos, no hubieron sorpresas", dijo en declaraciones recogidas por
la agencia de noticias rusa Interfax, en las que también se hizo eco de la
posición del Kremlin.
"Los
resultados de la investigación hecha pública hoy confirman una vez más la
posición anti-rusa de Londres", dijo Lugovoi, quien es diputado suplente
en el parlamento ruso.
Y
según el especialista en temas de seguridad de la BBC, Gordon Corera, el
reporte seguramente le pondrá más presión al gobierno británico para que tome
medidas en contra de Rusia.
"Eso
puede plantear dificultades dada la importancia de Rusia en Medio Oriente, pero
sin medidas decididas la gente puede empezar a preguntarse si se está dejando
que el gobierno ruso se salga con la suya en la que ha sido descrito como un
acto de terrorismo nuclear en las calles de Londres", dijo Corera.
"Extremadamente
preocupantes"
Por
lo pronto, Helen Bower, vocera oficial del primer ministro del Reino Unido,
David Cameron, dijo que Downing Street estaba tomando los hallazgos de una
manera "extremadamente seria" y que el mandatario los encontró
"muy preocupantes".
"La
conclusión de que el asesinato fue autorizado en los niveles más altos del
Estado ruso es extremadamente preocupante", indicó.
Cameron
reaccionó a pocos minutos de conocerse las conclusiones de la investigación.
"No
es la forma en que ningún Estado, mucho menos un miembro permanente del Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas, se comporta".
"Lamentablemente,
estos hallazgos confirman lo que nosotros y gobiernos previos ya
sabíamos".
La
vocera indicó que las medidas tomadas en contra de Rusia en 2007 se mantendrán
vigentes y añadió: "A la luz de las conclusiones de la investigación,
estamos considerando qué otras acciones podemos emprender".
Marina
Litvinenko Image copyrightGetty
Image
caption
Marina,
esposa de Litvinenko, dijo: "Fue un ataque horroroso a un ciudadano
británico".
Marina
Litvinenko, esposa del exespía, dijo afuera del Tribunal Supremo en Londres que
estaba "muy complacida porque las palabras que mi esposo pronunció en su
lecho de muerte cuando acusó al señor Putin, han sido probadas por un tribunal
inglés".
Minutos
después, en una rueda de prensa, la esposa de Litvinenko le hizo un llamado a
Cameron para implemente acciones como imponerle una prohibición de viaje a
Putin y sanciones a Rusia.
Y
le agradeció a la Policía Metropolitana, a su equipo legal y al juez que hizo
"justicia".
Alexander
Goldfarb, un amigo de Litvinenko y director de la Fundación Justicia
Litvinenko, calificó como justa la conclusión a la que llegó la investigación
porque "nadie en la jerarquía rusa se hubiese atrevido a ordenar semejante
asesinato sin la aprobación del señor Putin".
"Como
recordarán, en su lecho de muerte, Sacha Litvinenko nombró al señor Putin como
la persona responsable por su envenenamiento y ahora se ha convertido en un
hecho legalmente establecido", indicó Goldfarb.
Nunca
se recuperó
Una
fuente de inteligencia ya le había dicho a la BBC que Litvinenko fue asesinado
bajo las órdenes del Estado ruso, por realizar acusaciones directas contra el
presidente y exjefe de los servicios de inteligencia rusos, Vladimir Putin.
Pero
el Kremlin siempre ha negado cualquier relación con el tema.
Alexander
Litvinenko comenzó a sentirse mal horas después de dejar el hotel donde se
reunió con Lugovoi y Kovtun, a quienes consideraba contactos de negocios y
amigos.
Y
tres semanas después, el 3 de noviembre de 2006, ingresó al hospital con
vómitos y mucho dolor. Nunca se recuperó y falleció el 23 de noviembre.
El
propio Litvinenko les dijo a los doctores que creía haber sido envenenado.
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