Una
táctica de inteligencia poco inteligente/Juan Velediaz •
Tomado del blog http://www.estadomayor.mx, 16 de abril del 2016
El
video donde aparecen dos militares, hombre y mujer junto a una agente federal,
torturando a una presunta secuestradora, reforzó los informes que
organizaciones internacionales de derechos humanos tienen sobre México, donde
acusan que la tortura es una práctica generalizada. La padecen por igual
víctimas inocentes, y miembros de las bandas criminales que tienen contra la
pared a la sociedad, como ocurre en la Tierra Caliente de Guerrero, donde se
grabaron las imágenes que golpearon la de por sí precaria imagen del gobierno
federal. Dos de los militares detenidos por el caso, pertenecen al sexto
batallón de Policía Militar, que fue desplegado a finales del 2014 en la región
como parte de un operativo especial contra el crimen organizado.
México,
16 de abril.- Tenía menos de dos meses que el sexto batallón de Policía
Militar, que venía de su base en San Miguel de los Jagüeyes, Estado de México,
había llegado al municipio de Arcelia, en la Tierra Caliente de Guerrero. Entre
diciembre del 2014 y enero del año pasado, varios pelotones recorrieron
carreteras, caminos y poblados que comunican con San Miguel Totolapan, a
orillas del río Balsas, y con Ajuchitlán del Progreso. Al paso de las semanas,
habían recopilado informes sobre asesinatos, secuestros, cobros de piso, y
percibieron un temor generalizado entre los pobladores por la presencia de
diferentes grupos de la delincuencia organizada que peleaban en la zona.
La
Policía Militar formaba parte del “operativo especial” Tierra Caliente, que el
3 de diciembre del 2014 el gobierno federal puso en marcha en esta región que
comprende varios municipios del estado de Guerrero, Michoacán y parte del
Estado de México.
El
6 de febrero del 2015 el periódico Diario de la Tarde, editado en la ciudad de
Iguala, publicó una nota de sus corresponsales en Ajuchitlán del Progreso,
sobre la detención de tres presuntos secuestradores, a quienes se relacionó con
la organización criminal conocida como la Familia Michoacana. El texto decía:
“De
acuerdo con el reporte policiaco, la captura de los tres presuntos
secuestradores, dos hombre y una mujer, se dio dentro del Operativo Tierra
Caliente implementado en el municipio de Ajuchitlán del Progreso, donde existen
reportes de un repunte en los índices de violencia producto de la presencia del
citado grupo criminal.
“Fue
aproximadamente a las 13 horas de este miércoles, cuando agentes de las fuerzas
federales y personal del Ejército Mexicano lograron la captura de los tres
presuntos criminales, a quienes les aseguraron armas de grueso calibre, entre
éstas las conocidas como “cuernos de chivo” y R-15, además de equipo celular,
una motoneta y dinero en efectivo. Los detenidos fueron identificados como José
Villalobos Díaz, de 32 años, originario de Arcelia; Juan Hernández Villa, de 35
años también de Arcelia, y Elvira Santibañez Margarito, de 21 años, originaria
de Ajuchitlán”. A los tres se les decomisaron cuatro armas largas y un arma
corta, nueve cargadores, ocho de ellos para fusil y más de 200 cartuchos
útiles.
Lo
que después se supo fue que uno de los detenidos, el probable jefe de la célula
criminal, era buscado por la Policía Federal acusado de secuestro. De acuerdo a
fuentes militares, formaba parte de un grupo que planeaban emboscar a la base
de operaciones mixtas que se había instalado en el municipio. Había otros
integrantes involucrados, y fue a lo que se abocaron a investigar.
En
las imágenes se aprecia a un oficial del ejército que acompaña a una mujer
militar y una agente federal, que interrogan mientras agreden física y verbalmente
a una joven descalza, vestida de mezclilla y blusa de tirantes, que yace
sentada sollozando en el piso de tierra de una vivienda. El interrogatorio
contra Elvira Santibáñez Margarito, detenida con los otros dos presuntos
secuestradores, ocurrió el 4 de febrero del 2015 en Ajuchitlán del Progreso.
Durante
poco más de cuatro minutos se aprecia cuando le colocan una playera en la
cabeza, cortan cartucho y apuntan con el cañón de un arma de fuego tocándole el
cráneo. Después la atan de manos por la espalda, mientras le colocan una bolsa
de plástico en el rostro para simular asfixia mientras le preguntan: “¿Quién es
María? ¿No me vas a decir? Dime y no te mato”.
Los
sollozos solo se entrecortan cuando una mujer vestida con el uniforme azul de
policía federal, jala la bolsa para intentar asfixiar a la víctima. Pasan
varios segundos y de nuevo se la quitan mientras le preguntan. “¿Ya te
acordaste, o quieres toques o agua?”.
El
jueves la Sedena salió al paso de las críticas que habían generado las imágenes
en redes sociales y confirmó que la autenticidad del video. En un comunicado
informó que los dos militares, hombre y mujer que ahí aparecen, se encuentran
procesados ante el fuero de guerra por el delito de desobediencia. Junto con la
agente federal civil, los tres están sujetos a investigación por el Ministerio
Público Federal quien dio parte a la Procuraduría General de la República donde
se inicio una indagatoria.
El
hecho de que se grabe una “sesión de interrogatorio”, genera riesgos como el
que esas imágenes puedan algún día conocerse más allá del círculo de quienes
participan. Fuentes militares consultadas por este blog, señalaron que la
certificación médica que se hizo a la mujer detenida, mostró que no tenía
lesiones. Junto a los dos hombres que la acompañaban, fueron identificados por
habitantes de Ajuchitlán como parte de un grupo de secuestradores que tenían
asolada la región. Tras su captura, la situación crítica que se vive en esa
región no ha cambiado en nada al día de hoy día. Los tres están presos en un
penal federal de Tepic, Nayarit.
Pese
a lo crudo de las imágenes, en las primeras diligencias que de febrero a la
fecha ha realizado la PGR, aun no existe aún señalamiento contra el capitán y
la soldado detenidos. La víctima hace referencia en sus primeras declaraciones
a un coronel, como el que llevaba la voz cantante, lo cual podría ser un error
pues un tercer militar que estuvo ahí y que no aparece a cuadro tenía el rango
de mayor, según las mismas fuentes que pidieron el anonimato.
El
video se dio a conocer pocas semanas después de que el gobierno de Enrique Peña
Nieto, rechazara en marzo pasado la visita de Juan Méndez, relator especial de
la ONU para la tortura. El diplomático es autor del informe 2015 en la materia,
donde señala que en México esta práctica es “generalizada”. Sus conclusiones
generaron un diferendo diplomático, que irritó por los señalamientos al
gabinete de seguridad federal.
A
los militares se les inició proceso en tribunales castrenses dos semanas antes
de que el general Salvador Cienfuegos Zepeda, señalara en su discurso del 19 de
febrero por el Día del Ejército celebrado en un nuevo cuartel de la Policía
Militar en Nuevo León, que no tolerarían violaciones a los derechos humanos por
parte de integrantes de las fuerzas armadas. El secretario de la Defensa
Nacional en ese momento ya estaba enterado de la existencia del video, el cual
según el comunicado del jueves pasado, conocieron en diciembre del 2015.
Al
interior del ejército otras fuentes comentaron que como arma de dos filos, la
filtración se pudo originar en la propia dependencia. A manera de simulación de
que se castiga ese tipo de actos, como previniendo el futuro. Una señal es que
no existe hasta el momento ningún integrante de la cadena de mando, como el
coronel a cargo del sexto batallón de Policía Militar, detenido por el caso.
@velediaz424
Estado
Mayor MX
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