Concluido el rezo del Ángelus en la Solemnidad de
la Asunción de la Virgen María, el 15 de agosto, el papa Francisco lamentó la
nueva matanza ocurrida el fin de semana en el noreste de la República
Democrática del Congo, en África, y denunció el “silencio vergonzoso” a nivel
mundial sobre estos crímenes.
Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Beni de la provincia de Kivu del Norte durante la noche, declaró a la agencia el portavoz del Ejército conglés, Mak Azuray.
"Acabamos de encontrar los cuerpos", agregó.
Se sospecha que la masacre fue obra de los islamistas del grupo conjunto de Fuerzas Democráticas Aliadas y Ejército Nacional para la Liberación de Uganda (ADF-Nalu).
Las rebeldes Fuerzas Democráticas Aliadas fueron establecidas en Uganda y desde finales de los 1990 operan en el vecino Congo.
La provincia de Kivu del Norte ha sido escenario de muchos ataques atribuidos a la ADF, en particular, la zona de Beni ha sufrido un gran número de masacres desde octubre de 2014.
bergoglio encomendó “a la Reina de la paz, que contemplamos hoy en la gloria
celestial” las “angustias y los dolores de las poblaciones que en tantas partes
del mundo son víctimas inocentes de los conflictos persistentes”.
“Mi
pensamiento se dirige a los habitantes de Kivu del Norte, en la República
Democrática del Congo, recientemente afectados por nuevas matanzas, que desde
hace tiempo se perpetúan en el silencio vergonzoso, sin llamar ni siquiera
nuestra atención”.
Estas
víctimas, dijo, “lamentablemente forman parte de los tantos inocentes que no
tienen peso en la opinión mundial”.
“¡Que
María obtenga para todos sentimientos de compasión y de comprensión; y deseo de
paz y concordia!”, concluyó.
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