Revista Proceso
# 2075, 7 de agosto de 2016.
Puebla sangra mientras
Moreno Valle se sueña presidente/
GABRIELA HERNÁNDEZ
En el primer semestre de
2016 se han cometido 205 ejecuciones en Puebla, una estadística que no era
vista antes en la entidad. Pese a ello, el gobernador Rafael Moreno Valle sigue
soñándose presidente de México. Ya el propio Senado condenó, por ejemplo, la
inacción del mandatario ante la escandalosa ordeña clandestina de ductos de
Pemex en ese estado, que en su administración se disparó a mil 600%.
PUEBLA, Pue.- Mientras
que el gobernador Rafael Moreno Valle recorre las entidades del país “para
compartir los logros de su gobierno” con miras a posicionarse como
presidenciable, en Puebla el crimen organizado se hace presente con balaceras,
ejecuciones, extorsiones, desaparecidos y secuestros.
Cuando falta medio año
para que concluya el sexenio, de la Puebla segura que presumía el mandatario
sólo queda el discurso. La creencia de que esta ciudad es utilizada por líderes
del crimen organizado sólo como residencia quedó rebasada.
De acuerdo con el
observatorio Semáforo Delictivo, en el primer semestre de 2016 se cometieron
205 ejecuciones relacionadas con el
crimen organizado, una estadística que hasta hace unos años no era común en la
entidad.
El pasado martes 2 fue
localizado el cadáver del alcalde de Huehuetlán El Grande, José Santamaría
Zavala, quien fue emboscado por un grupo armado; ese mismo día se dio a conocer
que el edil auxiliar de Acatepec, Carlos Rivera Tapia, sufrió un intento de
secuestro del que supuestamente pudo escapar.
En una zona muy cercana
al centro histórico, ese mismo día un sujeto disparó contra el notario público
Juan Crisóstomo Orea, y el viernes 5 apareció ultimado de varios balazos el
empresario Juan Francisco González Pacheco, quien había sido plagiado en
Tehuacán.
Otros cinco alcaldes,
exalcaldes y funcionarios municipales han sido asesinados en lo que va del
sexenio de Moreno Valle.
El 19 de abril fue
ejecutado Tarcisio Lorenzo Marcos, expresidente municipal de San Felipe
Xochiltepec, en tanto que Neftalí Hernández Mejía, quien lo fue de Domingo
Arenas, murió el 15 de julio en un asalto.
En mayo de 2015 fue
ejecutado el regidor de Chignahuapan, Salvador Méndez Morales, y en abril de
2013 fue asesinado ante su esposa e hijo José René Galindo Rocha, presidente
municipal de San Salvador El Verde.
Públicamente se ha
conocido que al menos 15 familiares directos de alcaldes y diputados han sido
víctimas de secuestros en la entidad. En abril último, siete meses después de
haber sido secuestrado en el municipio de Xicotepec, apareció el cuerpo sin
vida del excandidato a alcalde del PRI Esteban Fosado Fuentes.
El empresario Zito
Zanatta Vidaurri, hermano del diputado federal Rosalío Zanatta, fue secuestrado
por Los Zetas en octubre de 2014, pero hasta la fecha no se tienen noticias de
su paradero.
Según las autoridades
federales, el incremento de la inseguridad está relacionada con la operación de
bandas dedicadas al robo de combustibles en los ductos de Petróleos Mexicanos
(Pemex).
Las estadísticas de la
paraestatal indican que este delito se disparó en el sexenio morenovallista,
pues de 49 tomas clandestinas que se detectaron en 2010, al cierre de 2015
alcanzaron 825, lo que representa un crecimiento de más del mil 600%.
En el primer semestre de
este año, indica la misma empresa, Puebla se colocó como el estado donde se
registra la mayor incidencia del robo de combustibles, al ubicar en su
territorio 601 tomas clandestinas.
El fiscal general del
estado, Víctor Carrancá Bourget, reconoció en febrero que Los Zetas operan en
la zona conocida como el Triángulo Rojo, formada por los municipios de Tepeaca,
Acatzingo, Quecholac, Tecamachalco y Palmar de Bravo, donde pasan los ductos de
Pemex que van de Veracruz al Distrito Federal. Este delito también ha repuntado
en la Sierra Norte de Puebla, en el corredor Xicotepec-Venustiano
Carranza-Huauchinango.
En las últimas semanas,
decenas de alcaldes poblanos han denunciado que son objeto de amenazas y
extorsiones por parte de grupos delictivos que les piden garantizarles el libre
tránsito por sus territorios para la ordeña de ductos.
Los alcaldes de
Tepeyahualco de Cuauhtémoc, Francisco Palacios Lorenzo; de Tochtepec, Marco
Pérez; de Acajete, Antonio Aguilar, y de Santa Rita Tlahuapan, Joel Díaz
Ramírez, revelaron públicamente que están amenazados de muerte por los llamados
huachicoleros, como se les llama a quienes se dedican a esa actividad ilegal.
Ante la inseguridad, la
autodefensa
Desde enero de este año,
las balaceras y las narcoejecuciones se han vuelto noticia cada vez más
presente en los medios de comunicación poblanos.
El día 20 del mismo mes,
un comando de medio centenar de sicarios se enfrentó a balazos con militares en
la comunidad de San José Bellavista, en Palmar de Bravo. El 1 de marzo, hombres
armados irrumpieron una pelea de gallos en Cuautlancingo, donde ejecutaron a
dos hombres y secuestraron a una veintena de personas, cuyos cadáveres fueron
localizados después dentro de tambos de ácido.
A principios de abril,
en el municipio de Francisco Z. Mena, un grupo de plagiarios disparó contra un
niño de siete años para llevarse a su padre. El 25 de abril fueron localizados
siete cuerpos calcinados en los límites con Veracruz.
A finales de mayo, un
hombre fue baleado en el bar El Tigre, ubicado en la avenida Juárez, una de las
calles más transitadas de Puebla.
La noche del 31 de ese
mes, personas dedicadas al robo de combustibles ingresaron a la Junta Auxiliar
La Purísima, en Palmar de Bravo, y asesinaron a cuatro jóvenes. Días después,
el 12 de junio, otro comando asesinó a cuatro personas durante un partido de
beisbol en Acatzingo.
En un lapso de horas, el
4 de julio fueron localizados seis cuerpos de personas ejecutadas en los ejidos
de Sebastián Villanueva y Felipe Ángeles, de Acatzingo.
La madrugada del 18 de
julio, una toma clandestina generó una fuga de diésel que provocó pánico entre
habitantes de fraccionamientos situados en los alrededores del parque
industrial Finsa.
Hartos de la inseguridad
que generan estas bandas y de la protección que reciben por parte de las
autoridades, los habitantes de San Francisco Tláloc, municipio de Tlalancaleca,
se organizaron en guardias comunitarias para enfrentar a los delincuentes.
En al menos tres
ocasiones los pobladores se han enfrentado a balazos con supuestos chupaductos,
han detenido y entregado a las autoridades a tres de ellos y les han quemado o
volcado al menos dos docenas de vehículos usados para transportar el
combustible robado.
Cómplices sin castigo
El 1 de marzo de este
año, el Senado aprobó un punto de acuerdo, promovido por el grupo parlamentario
del PRI, que cuestiona la nula actuación del gobierno de Moreno Valle para
frenar la ordeña de ductos en esta entidad, así como la complicidad de las autoridades
estatales con las citadas bandas.
En el escrito se asegura
que “el gobierno del estado no ha mostrado interés ni esfuerzos por coadyuvar
en el combate de este ilícito, lo que evidencia que la Federación y municipios
trabajan sin el respaldo del Ejecutivo local”.
Los senadores hacen
referencia a la detención, ocurrida el 14 de julio de 2015, del director
general de la Policía Estatal Preventiva, Marco Antonio Estrada López, y del
jefe del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), Tomás Méndez Lozano, cuando
escoltaban a decenas de vehículos cargados de combustible robado.
“De acuerdo a diferentes
legisladores que dieron seguimiento al caso, estos exfuncionarios del gobierno
de Rafael Moreno Valle fueron trasladados a la delegación de la Procuraduría General
de la República (PGR) en Puebla, en donde recibieron asistencia jurídica de la
Secretaría de Seguridad Pública de Puebla, al mando de Facundo Rosas Rosas”,
refieren.
En el acuerdo, los
senadores piden al gobernador poblano un informe pormenorizado sobre el avance
de las investigaciones relacionadas con integrantes de la Policía Estatal
presuntamente vinculados con ese ilícito.
Aun cuando se comprobó
la cercanía de ambos mandos con Rosas Rosas, el funcionario morenovallista
renunció semanas después del escándalo, sin que hasta ahora se le hayan fincado
cargos.
Por el contrario, a
mediados de julio la defensa de los dos exjefes policiacos estatales abrió la
posibilidad de que puedan obtener una sentencia absolutoria.
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