En los últimos días perdieron territorios clave en Libia, Irak y Siria; los kurdos empiezan a acercarse a Mosul, uno de sus bastiones; en lo que va del año su zona de influencia se redujo sensiblemente
La Nación, LUNES
15 DE AGOSTO DE 2016
BEIRUT.-
El califato de Estado Islámico (EI) se desmorona en todos los frentes. Luego de
una semana de derrotas en Sirte (Libia) y en Manbij, una ciudad estratégica en
Siria, los extremistas perdieron ayer diez pueblos a tan sólo 40 kilómetros de
Mosul, uno de los principales bastiones jihadistas en la convulsionada Irak.
Las
milicias kurdas, más conocidas como peshmergas, apoyadas por los aviones de la
coalición internacional liderada por Estados Unidos lanzaron ayer una fuerte
ofensiva en Irak contra EI, en la que murieron 120 extremistas.
Los
kurdos liberaron así a diez pueblos cerca de Mosul, la segunda ciudad de Irak,
y también a las localidades de Qarqasha y Abzag, y cercaron el pueblo de
Quareitag, al nordeste de Mosul.
La
de ayer fue una nueva derrota para EI, que en lo que va de 2016 perdió el 12%
del territorio que controla en Siria e Irak, según un análisis de la revista
militar británico-estadounidense IHS Jane's, publicado el mes pasado.
Una
de las posibles consecuencias de la pérdida de territorio, advierten varios
analistas, es que EI busque compensar esa debilidad local ofreciendo una imagen
de fortaleza en la arena internacional, con grandes atentados en Occidente.
"Desafortunadamente
esperamos un incremento de ataques con bajas masivas y sabotajes a
infraestructuras económicas, en Irak, Siria y más allá, incluida Europa",
reconocen desde IHS.
Otra
crucial derrota que sufrió el grupo fue la pérdida de Manbij, anteayer. La
ciudad es desde enero de 2014 uno de los principales feudos de EI en Siria.
Tanto por su cercanía a la frontera turca, a Raqqa -la mayor ciudad que ocupa
EI en Siria- y a Aleppo, la segunda ciudad del país, el enclave servía de
puerta de entrada al califato y de distribuidor de suministros procedentes de
Turquía.
El
paso de combatientes extranjeros de EI desde Turquía, al igual que su salida
hacia Europa, se verá a partir de ahora comprometido.
Con
la caída de Manbij y una hipotética próxima caída de la fronteriza Jarabulus y
de Raqqa, desde donde EI controla sus operaciones en Siria, el grupo verá
seriamente comprometida su supervivencia.
La
conquista de Manbij se produjo después de 73 días de combates casa por casa por
las Fuerzas Democráticas Sirias (una alianza de rebeldes kurdos y árabes). El
SDF contó con apoyo aéreo de la coalición internacional encabezada por Estados
Unidos y de las fuerzas especiales norteamericanas sobre el terreno,
Manbij
contaba con unos 75.000 habitantes en 2009, dos años antes de que comenzara la
guerra en el país árabe.
EI
trasladó ahora sus fuerzas a la ciudad fronteriza de Jarabulus, a orillas del
Éufrates, la única vía importante para el suministro de armas y víveres desde
Turquía que mantiene aún abierta.
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