Las columnas políticas, a 20 de agosto de 2016.
Frentes
Políticos/ Excelsior
I. Los distraídos. Hombres armados secuestraron
a un grupo de comensales del restaurante La Leche, ubicado en la zona hotelera
de Puerto Vallarta, el pasado lunes. La fiscalía de Jalisco informó que entre
seis y diez hombres llegaron en dos camionetas blancas al estacionamiento, al
que entraron con armas largas y apuntando directamente a sus objetivos. Más
tarde se sabría que secuestraron a Alfredo Guzmán, hijo de Joaquín El Chapo
Guzmán. Bueno, pues habiendo temas más importantes, como detener la violencia e
investigar qué sucedió, las autoridades pierden su tiempo investigando la
filtración de las fotografías y el video del secuestro. ¿Y eso qué?
II.
Encontronazo. El inicio del ciclo escolar nunca estuvo tan salpicado de
incertidumbre. Las posturas en las negociaciones se han radicalizado y ninguna
de las dos partes cede, ni maestros disidentes ni autoridades. Ante el amago de
que el próximo lunes la CNTE llevará a cabo movilizaciones masivas y bloqueos a
garitas, carreteras y autopistas, los elementos de la Policía Federal están
listos para actuar en caso de ser llamados a evitar estas manifestaciones. No
obstante, Renato Sales Heredia, comisionado Nacional de Seguridad, aclaró que
“no se hará abuso del uso de la fuerza”. Los maestros se salen con la suya, no
darán clases al menos en Oaxaca y Tabasco, advirtieron. Ya se armó.
III.
Orgullo naval. Luego de que en los Juegos Olímpicos el pugilista Misael
Rodríguez concluyó con la medalla de bronce en boxeo, la marchista mexicana
María Guadalupe González se levantó con la segunda presea para México. En los
20 kilómetros de caminata, la representante nacional obtuvo la de plata. Ella
es teniente de corbeta de la Secretaría de Marina y por ello uno de los
funcionarios más felices ayer era Vidal Soberón, secretario de la Semar, quien
la felicitó a través de Twitter: “Con gran orgullo felicito a nuestra
#AtletaNaval Lupita González por su medalla de plata. ¡Enhorabuena!”. ¡Lástima!,
otra medalla que no se podrá colgar la Conade. A la heroína olímpica sólo la
apoyaron la Marina y la Universidad del Estado de México.
IV.
Presión extra. Vidulfo Rosales, el representante legal de los familiares de los
43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, informó que quieren que se
destituya del cargo a Tomás Zerón, de la Agencia de Investigación Criminal.
Además, rompieron el diálogo con la Procuraduría General de la República, pues
afirman que ésta no ha mostrado avances en la definición del mecanismo especial
de seguimiento del caso. ¡Es el colmo! ¿Las causas sociales ahora son medio de
presión política para tumbar a funcionarios? Por cierto, ¿de qué vive Vidulfo
Rosales? ¿Y de qué viven los respetables padres? ¿Quién paga sus idas y
vueltas?
V.
Urgencias. ¡No hay duda de que este país se va conformando día con día! A un
problema no resuelto se le suman otro y otro. El informe de la CNDH sobre
Tanhuato, Michoacán, “evidencia que estamos urgidos de una ley general del uso
legítimo de la fuerza pública”, afirmó Angélica de la Peña Gómez, la presidenta
de la Comisión de Derechos Humanos del Senado. Argumentó que con este vacío
legal no puede seguirse enfrentando desde las fuerzas policiales a grupos
criminales, como los denunciados en el rancho de ese poblado michoacano.
Tanhuato, Tlatlaya, Ayotzinapa, Apatzingán, Aguas Blancas, Atenco, Acteal, San
Fernando... Lo triste es que hay gente que avala ese terror.
#
Tanhuato: basta de juicios sumarios/Ivonne Melgar
Columna Retrovisor
Excelsior
El
informe de la CNDH sobre Tanhuato, la respuesta de la Comisión Nacional de
Seguridad (CNS) y la condena de los actores políticos a las “ejecuciones
extrajudiciales” encuera el conflicto que hoy nos atrapa: no sabemos qué hacer
con el crimen organizado.
Ni
la clase gobernante ni eso que llamamos opinión pública queremos asumir el
costo de enfrentar a las bandas delictivas y sus expresiones de poder, control
territorial e infiltración institucional.
Nos
resignamos a la comodidad del asombro pendular, ese que va de la indignación
con “el Estado” por no frenar a la narcopolítica en Iguala al cuestionamiento
del mismo “Estado” por “el uso excesivo de la fuerza” en Michoacán, a la hora
de combatir al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La
recomendación de la CNDH señala que elementos de la Policía Federal ejecutaron
arbitrariamente a 22 de las 43 personas que ahí murieron el 22 de mayo de 2015.
Claro
que la tarea del ombudsman es vigilar el respeto de los derechos humanos y, sin
duda, le asiste la razón en defenderlos bajo las definiciones de vanguardia,
más allá del contexto nacional.
Pero
así como no se valen los juicios sumarios con un cártel de narcos, tampoco
deberíamos permitirlos en la indefinición de su enfrentamiento.
Que
no haya omisiones en la aplicación de la ley con la delincuencia, pero tampoco
en las investigaciones de una CNDH que, esta vez, nos deja dudas:
¿Por
qué no anunció con anterioridad, como lo dicta la Constitución en el artículo
102, que había determinado que sus indagaciones serían por violaciones graves?
Esto habría significado entrevistas personales con los acusados e integrantes
de la cadena de mando. No se hicieron.
Eso
explicaría que el pronunciamiento de la CNDH se sustente en testimonios de los
agraviados y no haya tomado en cuenta los de la Policía Federal (PF).
La
recomendación se basa en dichos de tres detenidos y, según miradas expertas en
expedientes de ¡696 páginas!, mientras en un apartado se habla del
enfrentamiento entre uniformados y miembros del CJNG, en las conclusiones se
prejuzga que hubo ejecución arbitraria.
En
un lenguaje más cercano al de un Ministerio Público que al de un ombudsman que
debería plantear los hechos como probables, la CNDH descarrila a la PF al
señalar que sus informes escritos fueron falsos y cuestiona su ingreso al
Rancho del Sol porque carecía de una orden de cateo.
A
dos semanas del Cuarto Informe de Gobierno, en medio de las presiones
empresariales al titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, de que se
aplique el tolete con la CNTE para garantizar el ciclo escolar, el ombudsman
nos revela qué sucedió hace 15 meses.
Por
cierto, las últimas diligencias de la investigación se hicieron en septiembre.
Pasaron diez meses en los que no hubo prisa. Y ahora se concluye: fue ejecución
arbitraria. ¿Quién lo prueba? La opinión de un perito. ¿Es suficiente?
Una
duda más: ¿Por qué si el informe señala que la investigación de la PGR está mal
hecha, no se pronunció en su contra?
La
falta de un consenso sobre cómo afrontar al crimen organizado cumplirá casi una
década. Fue en diciembre de 2006 que el presidente Felipe Calderón determinó
que había que enfrentar con sangre y fuego a “los enemigos de la patria”.
Más
allá de las valoraciones de la decisión que el exmandatario tomó, desde
entonces arrastramos la incapacidad de definir con qué instrumentos se gobierna
un país donde hay grupos profesionales del secuestro, robo de combustible,
producción, tráfico y venta de drogas, entre otras acciones penadas por la ley.
Así
que el regateo de gobernadores y legisladores del PRI a Calderón cuando pidió
apoyo a su estrategia de seguridad, hoy se le revierte a la administración de
Enrique Peña y como prueba la virulencia de este informe de la CNDH.
Porque
al igual que la oposición en el calderonismo, y hoy en el peñismo, el ombudsman
Luis Raúl González Pérez y los legisladores y los partidos parecen no hacerse
cargo del país que tenemos, con policías al servicio de las bandas delictivas
en regiones donde lo que vale es la ley de plata o plomo, como ahí ocurría.
Lo
fácil es sumarse a la condena. Es lo suyo. ¿Pero qué hacemos cuando, como
sucedió en el Rancho del Sol, la propietaria denunció que 50 personas armadas
lo habían invadido?
Dicen
senadores y diputados que llamarán a cuentas a Renato Sales, titular de la CNS,
y a Enrique Galindo, de la PF. ¿Y si aprovechan el momento para hacer su
trabajo y cubren el vacío en la regulación del uso de la fuerza del Estado?
Necesitamos
un acuerdo político, una ley para México, viable, que responda a las preguntas
que nos deja Tanhuato: ¿Cuándo se puede atacar a un sicario? ¿Nunca? ¿Y si no
entrega las armas y dispara? ¿Y si su artillería es capaz de derribar un
helicóptero? ¿A rezar, con una mano atrás y otra adelante?
Basta
de tiros de gracia. Sí. Pero asumamos que no es cosa de alternancia partidista,
que la delincuencia está ahí y que los juicios sumarios —los de muerte y los
mediáticos— no curan nada. Absolutamente nada.
#
¿Mano negra contra Peña Nieto?/FRANCISCO
GARFIAS
Excelsior
Muy
activos andan medios gringos con las peticiones de información sobre las
actividades del presidente Peña.
Tenemos
información de que The Wall Street Journal y Univision han cursado solicitudes
para conocer precisiones sobre los viajes a Miami que realizó don Enrique para
visitar a La Gaviota cuando era gobernador del Estado de México.
Preguntan
sobre una decena de fechas concretas en las que el entonces mandatario
mexiquense se habría trasladado a ese puerto de Florida para visitar a quien
era su novia.
El
gobierno federal ya les respondió que en ocho de los diez días que lo ubican en
Miami en esas épocas ni siquiera salió del país. Sostuvo “actividades públicas”
en el estado que gobernaba, nos dicen.
Las
otras dos ocasiones corresponden a fines de semana.
Los
sospechosistas afirman que hay mano
negra en las notas negativas sobre el régimen que se han publicado en el
extranjero. La última es la relativa al apartamento que ha utilizado la señora
Rivera en Key Biscayne, Florida, que dio a conocer el británico The Guardian.
Cada
que se publica una nota de ese tipo en diarios importantes en el extranjero,
aparece el empresario Carlos Slim como el sospechoso número uno. Pero en el
equipo del magnate responden con realismo que al otrora hombre más rico del
mundo no le conviene pelearse con el gobierno federal.
Y
el argumento parece convincente.
Por
lo que vemos, el CISEN no tiene los medios de la CIA para detectar la mano que
mece la cuna.
En
Presidencia, por lo demás, trabajan a contrarreloj en los 25 spots sobre el
Cuarto Informe de Gobierno al que llega el Presidente con la carga que
significan los gasolinazos o los muertos de Nochixtlán.
Pero
también hay nuevos asuntos que dañan severamente su imagen: las ejecuciones
“arbitrarias” en Tanhuato de las que habla la CNDH, y los rebotes del
departamento que utilizó la señora
Angélica Rivera en Florida.
Nos
comentan que Aurelio Nuño le envió un mensaje por WhatsApp a Alfredo Castillo
con la petición de que ya no dé más entrevistas hasta que regrese a México.
¿Será
porque todo lo que dice se le revierte? Es pregunta.
Al
enterarnos entendimos por qué Manuel Feregrino, estrecho colaborador de Ciro
Gómez Leyva, no pudo entrevistar al
polémico titular de la Conade en Río y se vio obligado a narrar la charla que,
fuera de grabadora, sostuvo con él, mientras los taekwondoínes mexicanos
sumaban un fracaso más en la búsqueda de medallas.
Enrique
Galindo, comisionado de la Policía Federal, era un policía modelo. Sus méritos
lo llevaron a ocupar el lugar en el que está. El prestigio que tiene lo colocó
incluso como uno de los aspirantes a la candidatura del PRI al gobierno de San
Luis Potosí.
Pero
después del impactante informe de la CNDH sobre la “ejecución arbitraria” de 22
personas por parte de los federales en
Tanhuato, debe también mostrar dignidad y renunciar.
Es
cierto que los muertos civiles en esa localidad de Michoacán —42 en total— fueron peligrosos integrantes del Cártel
Jalisco Nueva Generación, el mismo que secuestró al hijo de El Chapo Guzmán.
Es
igualmente cierto que la eliminación de los integrantes del crimen organizado
es aplaudida por un buen número de ciudadanos cansados de la violencia y el
luto que provocan los cárteles de las drogas, que nos robaron la tranquilidad
hace ya mucho tiempo.
Pero
matar a 13 por la espalda, quemar vivo a un ser humano, ejecutar a cuatro que
ya estaban desarmados, atropellar a otro, sembrar armas, modificar la escena
del crimen, mentir, encubrir, es escupir sobre las leyes, fomentar odio y
provocar venganzas.
El
comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, jura que la acción de los
federales en Tanhuato fue en “legítima defensa”. Es decir, descalifica al ombusdman nacional,
Luis Raúl González Pérez.
Pero
si al final se confirman las llamadas “ejecuciones arbitrarias”, también se
debe de ir.
El
PAN mexiquense está obligado a celebrar elecciones para renovar su dirigencia
antes del 4 de septiembre. Es lo que resolvió
la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación.
La
campaña interna estaba suspendida por disposición de la sala regional del
mencionado Tribunal. Pero la Sala Superior dio la razón a los panistas que
argumentaban su derecho a votar y ser votados.
El
beneficiario es el candidato interno Víctor Hugo Sondón, un panista incluyente que ha sabido sumar a
integrantes de distintas tribus azules, y a los alcaldes de Huixquilucan y
Atizapán.
Su
potencial adversario es Oscar García,
apoyado por su tocayo Oscar
Sánchez, actual dirigente estatal, quien no buscará la reelección.
Sondón
se define “aliancista por necesidad”.
Sabe que en otros tiempos el PAN ha perdido en algunos municipios mexiquenses
por no concretarlas con el PRD. Pero ve a su partido más fuerte, a partir de
los resultados del pasado 5 de junio, y no descarta que vayan solos en 2017 a
la elección por la gubernatura.
¿Josefina?
Preguntamos. “Es un capital político importante con una trayectoria limpia.
Pero también hay otros actores que han levantado la mano. No voy a ahondar
porque voy a ser el próximo presidente del PAN y no debo alimentar
especulaciones”, concluyó.
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