Triste día en EEUU: cuando se confirmó que el presidente Trump mintió..
El director del FBI, James Comey, participa el 20 de marzo en una audiencia en la Cámara de Representantes en Washington sobre la interferencia de Rusia en las elecciones norteamericanas del año pasado. Drew Angerer Getty Images
PEDRO CAVIEDES, Escritor colombiano. www.pedrocaviedes.com
El Nuevo Heraldo, 26 de marzo de 2017..
El lunes 20 de marzo pasará a la historia como uno de los días más tristes de esta nación llamada los Estados Unidos de Norteamérica. Ese día el director del FBI y el director de la Agencia de Seguridad Nacional revelaron a un comité de la Cámara de Representantes que su jefe, su presidente, nuestro presidente, había mentido descaradamente al pueblo estadounidense, acusando a su predecesor de haberlo espiado. Pero no bastando con esto, también se reveló una investigación criminal en curso, por la posible colusión entre la campaña del ahora presidente y las agencias de espionaje y propaganda rusas.
La tristeza no acaba allí. Uno de los protagonistas de la indagatoria, el director del FBI, James Comey, nos dejó una perla que deja mucho que desear mínimo de su capacidad de raciocinio, y quizá de su honor: la investigación se inició en junio del 2016. Es decir que mientras a Comey le pareció absolutamente necesario enviar una carta al Congreso avisando de que volvía a abrir la investigación a Hillary Clinton por unos supuestos correos encontrados en la computadora de Huma Abedin, y que a la postre resultaron en nada, no le pareció necesario avisar de una investigación criminal sobre la otra campaña, en la que nada más y nada menos se llevaban a cabo pesquisas sobre lo que el lunes sí (¡obviamente!) le pareció de interés nacional.
Pero las agencias de espionaje ruso no solo se inmiscuyeron en la campaña de Hillary Clinton vs. Donald Trump, se inmiscuyeron en la de Bernie Sanders, con el fin de confundir a sus seguidores sobre quién votar una vez que éste fue derrotado.
Lo peor es que quien debe juzgar si seguir adelante o no con la investigación una vez que las agencias de seguridad saquen sus conclusiones, es nada más y nada menos que el Departamento de Justicia que dirige Jeff Sessions. Por el lado de la Cámara, el comité que supervisa todas estas pesquisas es dirigido por el representante Devin Nunes, que ya esta semana se pasó por la Oficina Oval, a contarle a su investigado aspectos de la investigación que ni siquiera había compartido con sus colegas de comisión.
Si lo comparáramos con el deporte, esto no se trata de que un jugador de un equipo se dopó o utilizó esteroides para mejorar su rendimiento o de que alguien desinfló unos balones. Esto se trata de que todo un equipo se dopó y utilizó esteroides, y con ayuda de un rival de otra liga confundió a la afición de su contrincante logrando que un gran porcentaje no asistiese al estadio, le metieron comida podrida a la alimentación y además tenían de su lado al árbitro.
Lo siento por sus seguidores, pero de descubrirse una trama tal en el deporte, ese equipo perdería inmediatamente el campeonato y quedaría impedido de participar en una competición por al menos veinte años. En los Estados Unidos, dirigidos por personas honorables que anteponían el bien común a los (o sus) intereses privados, también pasaría eso. Definitivamente corren otros tiempos.
Con lo que ya se sabe, basta para decir que la democracia estadounidense ha sido atacada en sus cimientos. Pero si se llega a comprobar colusión entre la campaña de Donald Trump y Rusia, lo destinos de esta gran nación estarían siendo actualmente regidos por un equipo de traicioneros.
Y eso sería el acontecimiento más grave de la historia de este país. Y quizá del mundo, al menos en los últimos cincuenta años.
Por el bien de todos, espero que la verdad se sepa pronto. La verdad, sin política en el medio.
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