12 sept 2022

Chorizo con papas ( en Edomex)

Chorizo con papas

TOLVANERA / Roberto Zamarripa

en REFORMA, 12 de septiembre de 2022

Los comensales estaban en silencio, atentos, inquietos. Era el miércoles 3 de agosto. Cuatro de los seis ex gobernadores vivos del Estado México escuchaban: Alfredo Baranda de 78 años, gobernador interino en 1986; Emilio Chuayffet, de 70 años, gobernador por dos años (1993 a 1995) pero que se convirtió en uno de los políticos más influyentes en el país hasta su cargo como titular de la SEP con el gobierno de Enrique Peña; su sucesor en la gubernatura, César Camacho Quiroz, de 63 años, titular del Colegio Mexiquense, y Eruviel Ávila, quien entregó el cargo a Alfredo Del Mazo Maza y quien es ahora senador.

El grupo Atlacomulco, o lo que ello signifique hoy en día, estaba reunido en el comedor principal de la Casa de Gobierno, ubicada en Paseo Colón; en la cabecera y al habla estaba justamente el gobernador Alfredo Del Mazo.

Ausentes dos de los gobernadores vivos: Enrique Peña Nieto que por obvias razones no regresa ni por equivocación al país y Arturo Montiel, de 78 años de edad, dedicado a promocionar a Ana Lilia Herrera como su candidata a la gubernatura del Estado de México, a contrapelo de las preferencias del gobernador Del Mazo. Montiel mandó un recado para justificar su ausencia: había ido a dejar a sus hijos a la escuela... a París. Es decir, no estaba cerca de Toluca.

Y justamente el motivo central de la comida convocada por el gobernador Alfredo Del Mazo era la sucesión en el Estado de México. Enlistó, como si fuera una receta médica, cinco puntos: 1) El candidato a gobernador que impulse el tricolor debe ser respaldado por la alianza opositora de PRI-PAN- PRD. 2) El candidato de la alianza opositora debe ser un priista. 3) La propuesta de sucesor se decide en el Estado de México lo que suponía que la prerrogativa inequívoca es del gobernador. 4) Es necesaria la unidad del priismo 5) Habrá lastimados con la decisión por lo que los ex gobernadores deben ayudar a la cicatrización de las heridas.

Hace un mes las aguas no estaban tan agitadas como ahora. Los principales precandidatos del PRI a la gubernatura eran (son) el presidente del partido, Erick Sevilla; la secretaria de Desarrollo Social, Alejandra del Moral, favorita del gobernador; y, la diputada Ana Lilia Herrera, azuzada por Montiel, lo que le ha hecho más daño que beneficio.

Del Mazo se detuvo en un punto: ¿alguno de ustedes tiene duda de que el abanderado de la alianza debe ser un priista? Los comensales negaron con la cabeza y con su voz.

Y entonces los emplazó al decirles que sabía que algunos de ellos habían recibido al panista Enrique Vargas y lo habían escuchado en sus alegatos por ganar la candidatura de la alianza. Y refirió incluso que el expresidente Enrique Peña lo había recibido con cita expresa en Madrid. Dijo Del Mazo no molestarse por el tema. "Pero sí les pido que cuando lo vean le digan esto que estamos hablando: que él no tiene posibilidades; el o la candidata de la alianza será un priista". Todos, según relatos de asistentes, asintieron.

Del Mazo tuvo el cuidado de solicitarle a un allegado que acudiera con Montiel para darle la relatoría del encuentro y leerle expresamente los cinco puntos escritos en una tarjeta.

Un mes después de aquel encuentro las cosas han cambiado. Una maniobra de Alejandro Moreno para salvar su pellejo fracturó la alianza opositora el mismo día que Del Mazo le proponía a Santiago Creel, jefe real de los diputados panistas, que los litigios legislativos de la alianza aislaran el tema del Estado de México.

Incluso puso sobre la mesa una posibilidad de acuerdo: que la candidatura de la alianza opositora en Edomex fuera para el PRI mientras que la de la Jefatura de Gobierno para el 2024 fuera para un panista.

Pero al fracturarse la alianza y poner en riesgo el acuerdo opositor para el 2023, dos personajes levantaron las cejas y sonrieron: Enrique Vargas, financiador principal de las candidaturas panistas y considerado como el jefe de "los padroneros" de Acción Nacional, quien aspira a la candidatura en el Edomex; y Alito, quien ya hizo saber su intención de ser candidato a jefe de Gobierno en la Ciudad de México. Liberados del compromiso de una alianza pueden satisfacer esa ansia personal. Chorizo con papas.

robertozamarripa2017@gmail.com

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