Hoy se cuentan con siete mil 719, asociaciones religiosas.
Este jueves 19 de julio se entregaron 48 registros más
Palabras del Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Gustavo Mohar Betancourt, durante la Entrega de Registros Constitutivos a Nuevas Asociaciones Religiosas
México, D.F., 19/07/2012
Muy buenos días a todas y a todos, bienvenidos a la Secretaría de Gobernación.
Monseñor Jesús Carlos Cabrero, Arzobispo de San Luis Potosí.
Obispo Eleazar Reyes, Presidente de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús.
Diputado Carlos Pizano.
Jorge Alberto Lara, colega amigo, Comisionado para el Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación.
Paulo Tort, Director General de Asociaciones Religiosas.
Amigas y amigos.
Señoras y señores:
Bienvenidos, les reitero, a la Secretaría de Gobernación.
El Secretario Poiré me pidió hacerles llegar a ustedes su personal saludo y lamentó no poder estar aquí con nosotros, pero tuvo que salir del país, en una comisión oficial que le encargó el señor Presidente de la República.
Pero siempre él ha estado con ustedes y ha disfrutado siempre estas ceremonias que lamentó perderse en esta ocasión.
Por lo tanto, me tocó a mí el privilegio de esta oportunidad de presidir, por primera vez, esta entrega de Certificados de Registros Constitutivos a Nuevas Asociaciones Religiosas y compartir unos minutos con ustedes.
La Subsecretaría que me toca coordinar tiene a su cargo varias áreas de responsabilidad en la Secretaría de Gobernación, entre ellas la relación con las Asociaciones Religiosas, a través de la Dirección General que preside Paulo Tort.
Pero también tiene, y me voy a permitir tomar unos minutos de su tiempo, un tema que es de la mayor importancia para el país que es el tema de la migración internacional.
Y aquí quiero aprovechar para agradecer a la Iglesia la participación, el apoyo y la solidaridad que en el día a día múltiples ministros de culto de todas las religiones prestan a los migrantes mexicanos y extranjeros que se encuentran en nuestro territorio, en albergues que operan en condiciones difíciles, a veces en condiciones de riesgo, confrontando a la delincuencia, apoyan lo que parece lo esencial para un ser humano, como es una comida, el poder darse un baño, tomar agua; de gente que viene a veces de regiones alejadas de México o de nuestros países vecinos de Centroamérica y que intentan llegar a la frontera con Estados Unidos.
Migrantes mexicanos, insisto, y extranjeros que encuentran en esos espacios presididos por hermanas, por monjas, por sacerdotes, un recinto que les da un respiro y un trato digno por unos momentos en una jornada que siempre está llena de riesgo y de peligro.
La Ley de Migración que se aprobó por el Congreso de la Unión hace ya más de un año, reconoce explícitamente el papel de los albergues y les da un tratamiento especial de una zona aislada, de alguna manera, que permite que los migrantes estén tranquilos ahí.
En fechas recientes hemos tenido noticias de problemas en un albergue que está aquí en el Estado de México, el que hemos estado tratando de resolverlo por la llegada de cientos de migrantes centroamericanos, sobre todo, cada día a esa zona del país.
El problema es enormemente complejo, pero refleja y por eso quería tomarme unos minutos para compartir con ustedes cómo esta Secretaría de Gobernación trabaja con la Iglesia, no sólo en el tema estricto de la aplicación de la ley, sino en otros múltiples campos de derechos humanos o de migración donde hemos encontrado siempre un aliado, un compañero para enfrentar estos problemas y estos retos que el país tiene que vivir día a día.
La Reforma Constitucional que se hizo durante la Administración del Presidente Calderón, en materia de Derechos Humanos, donde desde el Artículo 1º de nuestra Constitución reconoce la obligación de regirnos esencialmente en el cumplimiento de derechos humanos donde se encuentra, entre otros muchos, el derecho a la libertad religiosa, el derecho a la dignidad, el derecho de los niños.
Ese patrón y esa visión de derechos humanos se expresa concretamente en leyes como la Ley de Migración o la Ley de Refugio o, por supuesto, en la Ley de Asociaciones Religiosas.
Y el día a día se aplica en acciones cotidianas que suceden en nuestro país en donde migrantes de todas las nacionalidades y crecientemente menores de edad no acompañados cruzan por nuestro territorio enfrentando enormes riesgos.
Es una realidad que ha venido acrecentándose de menores de edad solos, niños desde 10 años hasta 16, 17 años que se vienen de Centroamérica, de Honduras, de El Salvador, de Guatemala y van a buscar a su familia a Los Ángeles o a Chicago, incurriendo en enormes riesgos.
La labor que la iglesia y las asociaciones civiles y el Gobierno de México y los estados hacemos todos los días para tratar de protegerlos merece, de mi parte, un reconocimiento a todos ustedes, a las iglesias y a los que en lo personal nos acompañan hoy que nos dedican y se dedican a atender este serio fenómeno social.
Como saben y se ha dicho aquí, a la Secretaría de Gobernación le corresponde la relación formal, oficial entre el Gobierno Mexicano y las Asociaciones Religiosas.
Hemos tenido el gusto de trabajar durante muchos años siempre en un ámbito de respeto, de colaboración y de diálogo.
A las Nuevas Asociaciones matrices, así como a las que registran hoy nuevas derivadas, quiero reiterarles que las puertas de esta Secretaría estarán siempre abiertas.
En ese sentido, la entrega que hacemos hoy tiene significado especial por el hecho, como se ha mencionado, por quienes tomaron la palabra antes de su servidor, por estar en este año a 20 años de la Ley de Asociaciones Religiosas.
En su momento hicimos una ceremonia para reconocer específicamente ese aniversario, pero hemos venido haciendo entrega de Certificados también durante la presente Administración.
La Ley de Asociaciones Religiosas ha probado ser un instrumento muy útil para asegurar a todos los que habitan en este país sus derechos en materia religiosa que consagra nuestra Constitución.
Veinte años en una relación milenaria en todas las sociedades del mundo y, por supuesto, en la sociedad mexicana son en realidad, puesto en perspectiva, un plazo menor.
Veinte años en que hemos ido aprendiendo a conocernos mejor, a entender nuestros puntos de vista, a entender que hay una diferente función en la sociedad entre el Estado y la Iglesia.
Y hemos logrado combinar en un balance muy virtuoso la laicidad que marca la Constitución y el derecho individual de toda persona a tener y practicar o no practicar su religión.
En ese sentido, México tiene un gran privilegio que debemos reconocer.
El número de iglesias registradas en esta Secretaría, más de siete mil 500, de todos los credos religiosos, que reflejan la multiplicidad de creencias, la diversidad de dogmas de fe.
Todo esto se ha hecho en paz, convivimos los mexicanos en paz, respetamos nuestras diferencias religiosas, respetamos a quien ha decidido no tener una práctica religiosa y ese es un gran valor que no debemos perder de vista cuando comparamos con conflictos en otras regiones del mundo, donde este tema ha generado guerras, ha generado violencia, ha generado revoluciones.
De ahí que creo que todos nos debemos de sentir muy orgullosos de que en estos 20 años en que se formalizó una relación centenaria en nuestro país, hemos aprendido y transitado con buena fe y con éxito.
Quisiera hacer mención también a que durante este Gobierno se atendió, diligentemente diría yo, un aspecto que estaba pendiente que era la regularización de la propiedad y los certificados de uso de los bienes inmuebles en propiedad de las iglesias.
Entre la Secretaría de la Función Pública y la Secretaría de Gobernación se trabajó en este sexenio para armonizar nuestras bases de datos y tenemos más de 50 mil bienes registrados en posesión de diversas iglesias.
Se han entregado por primera vez en la historia más de seis mil certificados y antes de que termine la Administración del Presidente Calderón esperamos entregar los 50 mil certificados de bienes inmuebles.
¿Qué significa esto?
Fortalecer la seguridad jurídica que tienen las iglesias en la posesión y uso de bienes de la Nación, es parte del proceso.
Y así como hoy damos certificado a Nuevas Asociaciones, como los ministros de culto son autorizados y registrados en la Secretaría de Gobernación para que puedan ejercer su culto de manera segura y legal, ahora dimos un paso muy importante para todos ustedes al darles a las iglesias estos certificados que les dan la garantía legal de que los bienes que la Nación les ha depositado están debidamente registrados y legalizados.
Quiero concluir diciéndoles que en nuestra opinión un evento como éste, es una expresión más de una política incluyente, de respeto a la ley y de respeto a las creencias personales de las gentes.
El hecho de que tengamos hoy Nuevas Asociaciones Religiosas es para nosotros motivo de orgullo profesional y personal, porque refleja que nuestro país sigue generando un nuevo orden, un mejor orden, un mejor sistema legal que protege a las iglesias y a sus creyentes, conforme al Estado de Derecho del que México está decidido a lograr.
No me queda más que reiterarles el compromiso de esta Secretaría, de los funcionarios que trabajamos en Gobernación para continuar trabajando hasta el último día de la Administración del Presidente Calderón, junto con ustedes.
Siéntanse abiertos con la libertad absoluta de acercarse con nosotros para dudas, para aclaraciones.
Ahora con esta nueva titularidad legal, la Dirección, la Subsecretaría, el propio Secretario, el licenciado Lara estamos a la orden para poder asegurarles a ustedes absoluta tranquilidad.
Bienvenidos de nuevo a la Secretaría de Gobernación y muchas felicidades.
*
Palabras del Director General de Asociaciones Religiosas, Paulo Tort Ortega, durante la Entrega de Registros Constitutivos a Nuevas Asociaciones Religiosas
Muy buenos días tengan todos ustedes.
Licenciado Gustavo Mohar Betancourt, Subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación.
Muy distinguidos integrantes del presídium.
Diputado Carlos Pizano.
Invitados especiales que nos acompañan.
Estimados ministros de culto, representantes legales y miembros de las Nuevas Asociaciones Religiosas que aquí nos acompañan.
Colegas de las áreas de asuntos religiosos de los gobiernos de los estados que también están aquí presentes.
Agradecemos su presencia y su esfuerzo al trasladarse a la Ciudad de México para asistir a este evento.
Buenos días tengan todos y cada uno de ustedes.
Con gran entusiasmo me complace darles una cordial bienvenida a la casa de todos, a la Secretaría de Gobernación; dependencia del Gobierno Federal responsable de conducir las relaciones entre el Estado Mexicano y las iglesias.
El día de hoy cada una de sus propias comunidades de fe quedará constituida formalmente como una Nueva Asociación Religiosa, que es el instrumento diseñado por el Estado Mexicano para otorgar personalidad jurídica a las iglesias y agrupaciones religiosas de nuestro país que han optado por incorporarse a nuestro entramado institucional.
La figura jurídica de la Asociación Religiosa es sin duda la aportación central que heredó la Reforma Constitucional del año de 1992 y la promulgación de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, la cual y, por cierto, justamente el pasado domingo 15 de julio cumplió sus primeras dos décadas de vigencia.
Dicha Reforma reafirmó el carácter laico que define la personalidad de nuestra República en materia religiosa, así como las libertades de creencias y de culto con las que gozamos todos los mexicanos.
También inauguró un nuevo capítulo en la historia de México, que formaliza y ordena las relaciones entre las autoridades y las iglesias.
Por todo lo anterior, para la Secretaría de Gobernación resulta un hecho de la mayor trascendencia la entrega de cada nuevo Registro Constitutivo, pues detrás de cada Asociación Religiosa existe una comunidad de creyentes que desea ejercer plenamente los derechos que la ley le otorga en un marco de absoluta certeza jurídica.
Con los 48 certificados de Registros Constitutivos que serán entregados en esta ceremonia, el Catálogo de Asociaciones Religiosas debidamente constituidas ante la Secretaría de Gobernación asciende a un total de siete mil 719, universo que refleja la confianza que las iglesias y agrupaciones religiosas han depositado en esta figura jurídica.
En este contexto, el Gobierno Federal ha trabajado para asegurar que la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público sea un instrumento vigente, útil y práctico para el ejercicio efectivo de los derechos y libertades de cada comunidad religiosa y de cada ministro de culto.
El volumen y frecuencia a los trámites que mes a mes se resuelven en la Dirección General es la muestra más contundente de ello.
Finalmente, me permito hacerles una sugerencia respetuosa:
Durante su acceso a este salón se les entregó a cada uno un ejemplar de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público y su Reglamento, y este folleto que se titula “Consejos prácticos para realizar sus trámites ante la Dirección General de Asociaciones Religiosas”.
Yo los invito a hacer de estas dos publicaciones unos nuevos libros de cabecera, que los tengan a la mano y que los hagan suyos a partir de este día.
Si necesitan más ejemplares, nos los pueden solicitar o inclusive bajarlos de la página de Internet www.asociacionesreligiosas.gob.mx
Es preciso siempre y en todo momento recordar que los nueve trámites que están planteados en este folleto son trámites gratuitos y por cierto bastante sencillos de realizar.
A partir de este día los servidores públicos que colaboramos en la Dirección General de Asociaciones Religiosas estamos atentos para orientar sus dudas y obligados a desahogar en tiempo y forma cada uno de los trámites y servicios que ustedes requieran.
No me queda sino felicitarlos nuevamente por la obtención de sus Registros Constitutivos como Nuevas Asociaciones Religiosas.
Enhorabuena y muchas gracias.
Fuente: -Dirección General de Comunicación Social—SEGOB
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