19 jul 2012

El Congreso de México apoya la adopción del Tratado Internacional para regular el comercio de armas

Sesión Permanente del miércoles 18 de julio de 2012
PUNTO DE ACUERDO
PRIMERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión expresa su beneplácito y apoya la adopción del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas, que se discute en la ciudad de Nueva York en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas.
SEGUNDO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que persiste en impulsar entre los estados que participan en la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas la adopción de un instrumento multilateral con altos estándares y de amplio alcance que evite el comercio irresponsable de armas convencionales y prevenga su desvío al mercado ilícito.

TERCERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión solicita al titular del Poder Ejecutivo Federal que informe al Congreso de la Unión de los avances en las negociaciones del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas al concluir la Conferencia en Nueva York, situación prevista para el próximo 27 de julio.
Sala de Comisiones de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, a los 17 días del mes de julio de 2012.
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-EL C . PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Por un error involuntario de esta Presidencia, omitimos el dictamen por el que la Comisión Permanente expresa su beneplácito y apoya la adopción del traslado internacional para regular el comercio global de armas que se discute en la ciudad de Nueva York, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas, relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas.  ¿Desea hacer usted el uso de la voz? Tiene usted el uso de la voz.
-EL C. DIPUTADO CARLOS FLORES RICO (PRI: Compañeras y compañeros legisladores de esta Comisión Permanente, del Congreso de la Unión, como ustedes saben, desde el día dos de julio al día “17” de este mismo mes, en curso, se está desarrollando en la ciudad de Nueva York, en la sede de Naciones Unidas, una asamblea general con representantes de 193 países, discutiendo lo que se puede denominar como el Acuerdo General o Acuerdo Global para el Control del Comercio de Armas, esta es una iniciativa que tiene ya varios años trabajándose, que nace probablemente, su acto puede ser desde el 95, y que se viene trabajando en diversas instancias hasta llegar en el año de 2009, finalmente, a un acuerdo de la Asamblea General, en el que por ese mandato, este mes, durante cuatro semanas consecutivas, se reúnen los diferentes representantes para tratar de llegar a un acuerdo general que finalmente, después de décadas de lucha pueda establecer controles a la transferencia, tanto de armas convencionales como de armas ligeras o portátiles.
El hecho es sin precedente, existen, como ustedes saben muy bien, legislaciones nacionales, algunas de tipo regional, como la Unión Europea, como la Comisión Interamericana, su protocolo, y se refieren a la fabricación y a la producción de este tipo de instrumentos, y fundamentalmente al control interno, cuya potestad reside en cada país firmante, pero hoy, este mes lo que se discute es la construcción de un acuerdo global para todo el mundo, que vincule de manera obligatoria a los países miembros de Naciones Unidas.
Es pues, un esfuerzo enorme que se presenta ante una situación, ante un panorama verdaderamente aterrador en el mundo sobre la cuestión del tráfico de armas.
Y me voy a referir a varios datos que sustentan este esfuerzo internacional y que hay que ser justos y decirlo, que mucho de su impulso, de su ímpetu, se debe a los esfuerzos de las organizaciones civiles, las más conocidas, Amnistía Internacional, entre otras, pero que pueden ser ejemplo de lo que trabajando un diálogo fructífero se puede conseguir en ángulos muy complejos de la violencia criminal en todo el mundo.
Hay que reconocer, sin embargo, que el uso de las armas convencionales tiene también una dimensión legal, positiva, incluso entendible, cuando se trata de comercializar armamento que va dirigido a los países para su defensa interior o inclusive para sus previsiones de defensa exterior, esto es admisible, es entendido, y es fundamentalmente legal en prácticamente todo el mundo.
Sin embargo, al amparo de este tipo de transacciones se da otro mundo, el mundo de la “ilicitud”, de la ilegalidad y del tráfico de armas que no necesariamente van a parar a las fuerzas institucionales de los países, sino que se filtra al mundo de países que pueden no estar en el cumplimiento alineado del cumplimiento de la legalidad y los derechos humanos, lo cual es gravísimo, porque pueden alimentar regímenes totalitarios o regímenes simplemente irrespetuosos de la legalidad y de la normatividad mundial de protección a los derechos humanos.
Pero puede ocurrir una cosa todavía peor, si es que eso sea lo peor, que las tiranías, y es el crimen organizado, es decir, se trata también de una fuga de armamento, sobre todo de carácter ligero, es decir, portátil, que puede ir a parar, como ocurre, y lo sabemos, a la criminalidad organizada y alimentar, junto con este, los tres ángulos de un triángulo terrible que se identifica por la violencia de las armas, por el lavado de dinero, y finalmente por la delincuencia de todos los órdenes de la piratería, la irregularidad y el conjunto.
¿Cuál es la intención de este propósito que hoy hacemos aquí de su conocimiento?  Que este Congreso de la Unión pueda externar su beneplácito para respaldar la acción mexicana en Naciones Unidas, y que podamos firmar ese Tratado Global de Acuerdo del Comercio de Armas, para que permita controlar el flujo internacional de armas mediante controles sancionados por Naciones Unidas. 
El problema es gravísimo, se habla de que hay 650 millones de armas en este momento circulando en el mundo; de que hay una producción anual de entre 14 mil millones y 16 mil millones de municiones en todo el mundo, cuyo tráfico es prácticamente en este momento incontrolable.
Hay 92 países que producen armas de todo tipo y magnitud, ya lo sabemos, que entre los principales productores están Rusia, Ucrania, China, los Los Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia”, evidentemente estamos hablando de 92 países, y he citado exclusivamente los más importantes en esta materia.
Y evidentemente dentro de ese grupo está también un segmento de países que son los que se significan por su capacidad exportadora de armas a otros países.
De nueva cuenta, los Estados Unidos de América, agregaríamos a Italia, Alemania, Bélgica, Australia, Brasil, Rusia y China.
¿Cuál es el asunto? Que cada año mueren 750 mil personas, producto de este comercio mundial de armas, y que se estima, se estima que en el Continente Americano mueren 200 mil al año, y lo más grave de todo eso es que más del 40 por ciento ocurre en América Latina; y casi 15 mil ocurren aquí en nuestro país.
De manera que si queremos coadyuvar de manera seria a disminuir el índice de violencia que aqueja a nuestros países, es muy conveniente que México se suscriba, que forme parte de este grupo de países que están luchando por controlar el tráfico, el comercio de armas.
Evidentemente se habla de los 2 rubros: armas convencionales y armas ligeras. Pero si logramos reducir el espacio de maniobra que actualmente tiene esta industria que vale aproximadamente, aproximadamente al año, entre 60 y 70 mil millones de dólares, podemos ayudar en mucho a los países, como el nuestro, que no tienen una producción de armas, pero que son víctimas del tráfico ilegal que viene alimentando a las organizaciones criminales.
Lo que propongo es que este Congreso se pronuncie a favor de este acuerdo global de control del comercio de armas, y podamos hacer, junto con otros países democráticos, un gran frente mundial por la paz, por la consistencia sana de la humanidad, y finalmente por garantizarles nuevas herramientas jurídicas a los gobiernos para ser capaces de manejar y controlar a las empresa que han hecho de la muerte el negocio cotidiano.
Muchísimas gracias. (Aplausos).
-EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Gracias.
-EL C. PRESIDENTE SENADOR ARROYO VIEYRA: Aprobado el dictamen, comuníquese.
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DICTAMEN CON PUNTO DE ACUERDO CON RESPECTO DE LA EVENTUAL ADOPCIÓN DEL TRATADO INTERNACIONAL PARA REGULAR EL COMERCIO GLOBAL DE ARMAS, QUE SE DISCUTE EN LA CIUDAD DE NUEVA YORK EN EL MARCO DE LA CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS.



HONORABLE ASAMBLEA



A la Segunda Comisión de Trabajo de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública, en el Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio Constitucional de la LXI Legislatura, fueron turnadas para su análisis y dictamen diversas proposiciones con punto de acuerdo relativas al Tratado Internacional para Regular el Comercio Global de Armas impulsado por la ONU.



Con fundamento en el artículo 78, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; de los artículos 116, 127 y demás aplicables de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos; así como de los artículos 58, 60, 87, 88, 176 y demás aplicables del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, los miembros de esta Segunda Comisión que abajo suscriben, someten a la consideración del Pleno el presente Dictamen, de conformidad con los siguientes:



ANTECEDENTES



1. Con fecha 11 de julio de 2012, el Dip. Carlos Flores Rico, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, presentó ante el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la proposición con punto de acuerdo por el que la Comisión Permanente expresa su beneplácito y apoya la adopción del Tratado Internacional para Regular el Comercio Global de Armas.



2. Con fecha 11 de julio de 2012, la Dip. Ana Georgina Zapata Lucero, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, presentó ante el Pleno de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión la punto de acuerdo que exhorta a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que acuerde con los representantes de los estados que participan en la Conferencia Diplomática de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas los mecanismos de seguimiento necesarios para revisar en forma periódica los avances para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas.



3. En esa misma fecha la Presidencia de la Mesa Directiva de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, dispuso que dicha solicitud de Punto de Acuerdo se turnara para su estudio y dictamen correspondiente a la Segunda Comisión, de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública, por lo que se emite en este acto el Dictamen correspondiente, de conformidad con las siguientes:



CONTENIDO DE LAS PROPOSICIONES



1. El legislador proponente del punto de acuerdo relacionado con el numeral 1 en el apartado de antecedentes establece expresamente en sus consideraciones:



Se calcula que en el mundo circulan 650 millones de armas pequeñas, casi el 60% de ellas en manos civiles, y que cada año se fabrican 16 mil millones de municiones, o sea más de dos balas por cada ser humano. Amnistía Internacional denuncia que hay cerca de 640 millones de armas convencionales (pistolas, granadas, subametralladoras, fusiles, lanzagranadas) cuyo tráfico es incontrolable. La Red Internacional de Acción sobre Armas Ligeras estima, en su informe 2007, que existen 875 millones de armas, 74% de ellas en manos no autorizadas. El número de armas civiles supera, 3 a 1, a las gubernamentales; y sólo 800 mil armas son destruidas anualmente por las autoridades.



92 países producen armas de todo tipo y magnitud. Entre los principales productores están Rusia, Ucrania, China, Estados Unidos de América, Gran Bretaña y Francia. En la última década el número de empresas que producían, importaban o exportaban armas pequeñas, municiones y equipo pasó de 300 en 1998, a 600 en 2001; y a 1,249 en 2004; mismas que fabrican 8 millones de armas por año. En ese periodo, el mercado creció más del 400%.



Los principales exportadores de armas pequeñas y ligeras son Estados Unidos de América, Italia, Alemania, Bélgica, Australia, Brasil, Rusia y China. Los principales importadores de armas pequeñas y ligeras son Estados Unidos de América, Arabia Saudita, Canadá, Francia y Alemania.



Al menos 76 países producen municiones para armas pequeñas y ligeras destinadas a fuerzas militares, de seguridad y policiales, así como al mercado civil. Se estima que la producción global anual para armas pequeñas de especificación militar es de 10 a 14 mil millones de unidades, es decir entre 27 y 28 millones de cartuchos al día.



Entre el 2007-2011, el comercio mundial de armas convencionales aumentó un 24% con respecto al lustro anterior, según un informe difundido por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).



Estados Unidos mantiene la hegemonía mundial como principal exportador y octavo importador del mundo, mientras que la India fue el país que más armamento compró en los últimos cinco años, seguida de Corea del Sur, Pakistán, China y Singapur.



Los cinco mayores exportadores mundiales: Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia y Reino Unido, acapararon el 75% de las ventas totales en el período 2007-2011, en tanto que las exportaciones de armamento de Estados Unidos, que suponen el 30% mundial, subieron un 24% en ese lustro con respecto al anterior. Por regiones, Asia y Oceanía recibieron el 45% de las exportaciones estadounidenses, seguidas de Medio Oriente (27%) y Europa (18%).



Rusia, que vendió un 12% más y acapara casi una cuarta parte del total mundial, tuvo a India como su mejor cliente; mientras que Alemania, que desbancó a Francia del tercer puesto, vendió un 37% más, con Grecia como principal destinatario.



El informe del SIPRI destaca además que el continente americano experimentó un aumento del 61% en sus importaciones de armas entre 2007-2011, con Estados Unidos como principal importador. Mientras que en América del Sur, Chile y Venezuela acapararon el 61% de las importaciones en la región. El país bolivariano aumentó un 555% sus importaciones en el último lustro, pasando del número 46 al número 15 en la lista de importadores mundiales.



El comercio anual global de armas, según estimaciones, oscila entre 60 mil y 70 mil millones de dólares, en tanto que anualmente unas 750 mil personas –más de una persona cada minuto- mueren por causa de la violencia con armas ligeras ilícitamente, además de los miles que diariamente, por lo mismo, sufren abusos y lesiones, denuncian Amnistía Internacional y otras organizaciones.



En contraste, el Boletín de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por su sigla en inglés), Combate Contra Armas de Fuego Ilícitas, reporta que el inventario de armas provoca anualmente 200 mil muertes, pero lo más triste, es que el 42% de esos decesos ocurren en América Latina y el Caribe.



El comercio ilícito de armas de fuego pequeñas y ligeras, en conclusión, es un fenómeno que afecta a muchos países del mundo. Los más pobres son grandes consumidores de armas convencionales de uso militar y de armas pequeñas. Los países más poderosos ganan millones de dólares fabricando y exportando armas. El mercado negro se nutre de arsenales remanentes después de los conflictos, cargamentos de armas desviadas o robadas, armas viejas que son sustituidas por otras de más alta tecnología.



El tráfico ilícito de armas debe resolverse desde ámbitos múltiples y concurrentes en lo local, nacional, regional e internacional. A nivel mundial y regional se han promovido numerosas iniciativas para controlar el comercio de las armas y municiones, y su destino para evitar que deterioren los derechos humanos, culturales y políticos de las poblaciones, pero no siempre se han traducido en acciones o políticas públicas racionales que den resultados efectivos y resuelvan la amenaza del tráfico mortal.



El tráfico ilegal de armas involucra intereses económicos legítimos e ilegítimos, empleo y desarrollo empresarial; creencias, valores y principios de raigambre y tradición cultural. También, ambiciones políticas y prestigios electorales, la seguridad y sobrevivencia de los grupos criminales.



El tráfico ilícito involucra y amenaza la economía y la situación social de los países que sufren su embate violento, y padecen elevados índices de pobreza, desigualdad, contraste regional y ruptura del tejido social por la disolución de valores. Son estos fenómenos, imbricados entre sí, el verdadero veneno para la paz social y la subsistencia de nuestras democracias.



Regular el tráfico de armas, en el contexto internacional, parece se encuentra en un camino inmejorable, a raíz de la apertura de negociaciones para establecer estándares comunes en el comercio global de armas, que llega como resultado de una iniciativa surgida hace tiempo desde la sociedad civil internacional, que luego de años de trabajos previos parece traducirse en la posible adopción del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas, conocido en inglés con las siglas ATT (Arms Trade Treaty).



El ATT es una iniciativa para regular la importación, exportación y transferencia internacional de armas convencionales, buscando con ello evitar muertes de personas que son consecuencia del comercio no regulado o de la desviación de armas al comercio ilícito.



La iniciativa, surgida en 1995, no pretende prohibir el comercio de armas ni su fabricación, pero sí establecer internacionalmente criterios que disminuyan los riesgos de que las armas convencionales se desvíen hacia un mercado ilícito que contribuye a los conflictos armados, al desplazamiento de personas, la delincuencia organizada y el terrorismo; con su consecuente uso en violaciones serias de los derechos humanos, crímenes contra la humanidad o genocidio, y en actividades que puedan ir en detrimento de la seguridad regional o del desarrollo económico y social de los países.



Con la adopción de la Resolución 64/48 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y luego de que a lo largo de alrededor de seis años concluyera la labor sustantiva del Comité Preparatorio, al que se le mandató hacer recomendaciones sobre regulación del comercio de armas, la ONU ha iniciado en este mes (del 2 al 27 de julio) las discusiones hacia una posible adopción del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas.



En nuestra consideración, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión no puede quedar ajena de este esfuerzo histórico de la comunidad internacional, de ahí que estoy proponiendo que esta Soberanía exprese su beneplácito y muestre su apoyo a la adopción de un tratado para regular el comercio global de armas.



El gobierno mexicano, verbigracia, ya se ha pronunciado sobre el particular, llamando a crear un marco normativo que evite el comercio irresponsable de armas convencionales y prevenga su desvío al mercado ilícito.



En la Sesión Inaugural de la Conferencia de las Naciones Unidas relativas al Tratado sobre el Comercio de Armas, el gobierno de nuestro país declaró que el futuro del tratado internacional no puede ser una declaración de buenas intenciones, sino que debe ser un compromiso que establezca obligaciones jurídicas y derechos para todas sus partes, pues la regulación del comercio internacional de armas será eficaz en la medida de que la comunidad internacional atienda el problema del desvío de armas del mercado ilícito.



Sin lugar a dudas, estamos frente a una excelente oportunidad para poner freno a una actividad que frecuentemente amenaza la economía y la situación social de los países que sufren su embate violento; sin embargo, creemos que el gobierno de nuestro país debe incluir en su posición negociadora buscar una responsabilidad compartida, vinculante, entre los países exportadores, importadores y de tránsito, debiendo informar a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión sobre los avances de las negociaciones.




Ante lo expuesto, la proposición de mérito establece el siguiente punto resolutivo:



Punto de Acuerdo



Primero.- La Comisión Permanente del Congreso de la Unión expresa su beneplácito y apoya la adopción del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas, que se discute en la ciudad de Nueva York en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas.



Segundo.- Exhorta al Ejecutivo Federal a mantener informado al Congreso de la Unión de los avances de las negociaciones del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas.



2. La legisladora proponente del punto de acuerdo relacionado con el numeral 2 en el apartado de antecedentes establece expresamente en sus consideraciones:



El comercio de armas convencionales, uno de los más peligrosos, nunca ha estado regulado adecuadamente. Existen normas complejas y estrictas que regulan el comercio de todo tipo de productos, sin embargo, no existen normas que regulen el comercio de armas.



El resultado de esta falta de regulación es que, cada día, millones de personas sufren las consecuencias directas e indirectas del comercio de armas irresponsable y sin regular. Cientos de personas mueren y muchas más resultan heridas, mientras muchas otras se ven obligadas a abandonar sus hogares o a vivir bajo el constante temor de que las armas caigan en manos equivocadas.



Aunque los organismos de control nacionales, regionales e internacionales son importantes, no son suficientes para evitar la transferencia irresponsable de armas y munición entre países. Los vacíos y las lagunas legales pueden ser aprovechados fácilmente por países o comerciantes de armas sin escrúpulos, facilitando que las armas caigan en manos equivocadas.



Se calcula que en el mundo circulan 650 millones de armas pequeñas, casi el 60% de ellas en manos civiles, y que cada año se fabrican 16 mil millones de municiones, o sea más de dos balas por cada ser humano.  Por su parte Amnistía Internacional denuncia que hay cerca de 640 millones de armas convencionales. La Red Internacional de Acción sobre Armas Ligeras estima, en su informe 2007, que existen 875 millones de armas, 74% de ellas en manos no autorizadas. El número de armas civiles supera, 3 a 1, a las gubernamentales; y sólo 800 mil armas son destruidas anualmente por las autoridades.



92 países producen armas de todo tipo y magnitud, de entre ellos el principal productor e importador en el continente americano es Estados Unidos. De acuerdo al Instituto Internacional de Paz de Estocolmo, se estima que Estados Unidos destina más de 340 mil millones de dólares al año para el desarrollo, producción e implementación de armas, que lo convierte en el país armamentista más grande del mundo, por encima de Rusia y Alemania.



Además, en el informe presentado el 21 de febrero de 2011, el Instituto reveló que de las 100 empresas fabricantes de armas con mayores ganancias, 45 se encontraban en Estados Unidos. Las ganancias de estas compañías fueron de 247 mil millones dólares en ventas, que es 61.5% del total de las ventas.



Como es conocido por todos, Estados Unidos ocupa el primer lugar en exportación de armamentos, con un 30 por ciento de las ventas a nivel global y Rusia el segundo puesto con un 24 por ciento. El comercio anual en este rubro supera los 70 mil millones de dólares.



De 2007 a 2011, Asia y Oceanía importaron el 44 por ciento de las armas, seguidos por Europa (19 por ciento), Oriente Medio (17 por ciento), América (11 por ciento) y África (9 por ciento), destaca un informe reciente del Instituto de Estocolmo de Investigaciones sobre la Paz Internacional de Suecia.



India fue el mayor receptor mundial, el 10 por ciento de todas las importaciones de esos equipos, y le siguen Corea del Sur, (6 por ciento), Paquistán (5 por ciento), China (5 por ciento) y Singapur (4 por ciento), según la institución sueca.



Un estudio elaborado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), itulado: “Armas  Pequeñas y Livianas: Una Amenaza para la Seguridad Hemisférica”, advirtió que Estados Unidos es el principal exportador de armas en el mundo y América Latina, donde sus principales socios comerciales en ese ámbito son: Colombia, Chile, Argentina, Brasil y Perú.



En el caso de México, basta recordar que en los últimos años se ha registrado un aumento en los índices de violencia desde el año 2006 debido a la lucha entre grupos de la delincuencia organizada que se disputan las rutas de la droga hacia Estados Unidos. Uno de los factores que más han elevado la capacidad de fuego y la violencia de las bandas criminales es la facilidad que tienen para disponer de armas de asalto de alto poder, fácilmente adquiribles en Estados Unidos.



Del 1 de diciembre de 2006 al 30 de enero de 2012, el gobierno federal ha decomisado más de 100,000 armas de todo tipo, cartuchos y cargadores; además de protestar por el flujo de armas, y por operativos como Rápido y Furioso y Receptor Abierto, en el cual Agentes de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos recibieron órdenes para permitir el tráfico de armamento desde Estados Unidos a México, con la finalidad de detectar a grandes traficantes.



Como podemos observar, el tráfico ilegal de armas es una situación alarmante que nos reclama acciones inmediatas como el diseño y elaboración de legislaciones integrales apegadas a los principios internacionales y convenciones internacionales.



Por ello, es preciso que a través de los mecanismos de dialogo internacional como la Conferencia Diplomática de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas y el Programa de Acción de las Naciones Unidas para Prevenir, Combatir y Erradicar el Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras  en todos sus Aspectos, redoblemos los esfuerzos de cooperación y de coordinación interinstitucional para dar una respuesta integral y multidimensional a los problemas derivados de dichas actividades ilícitas.



Para lograr la regulación del comercio de armas, la comunidad internacional debe atender el problema del desvío de armas al mercado ilícito. Por ello, la Secretaría de Relaciones Exteriores, señaló durante la Conferencia Diplomática de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas, -que se celebra actualmente en Nueva York-, que si bien el acceso y uso de armas por parte de los Estados es una necesidad que debemos entender, el comercio y uso de las mismas no puede darse sin que existan responsabilidades jurídicas internacionales.



Además, subrayó que el futuro tratado internacional no puede ser una declaración de buenas intenciones, sino que debe ser un compromiso que establezca obligaciones jurídicas y derechos para todas sus partes.



Como podemos observar, la representación de México en dicha Conferencia, ha señalado el compromiso por lograr un tratado amplio que, en todo momento, mantendrá voluntad negociadora, espíritu constructivo y flexibilidad para lograr los acuerdos necesarios.



Por esta razón, como legisladores federales, debemos apoyar la postura de la Secretaria de Relaciones Exteriores, consistente en otorgar la mayor importancia a la adopción de un tratado con altos estándares y de un amplio alcance que señale la responsabilidad que comparten productores, comerciantes y usuarios finales, así como en lo que se refiere a la inclusión de todas las armas convencionales, sus partes, componentes, municiones y tecnología.



Tengamos presente que el Tratado sobre Comercio de Armas es impulsado en un contexto donde el comercio de armas ha ido aumentando significativamente y donde el mercado de armas se ha ido expandiendo con él. No obstante, el problema es que este mercado no sólo ha crecido sino que también se ha globalizado. Frente a una industria de armas que opera a nivel global, los gobiernos no pueden depender únicamente de los sistemas nacionales o regionales de control; es necesaria una regulación internacional efectiva basada en el derecho internacional.



Además, con respecto a las regulaciones existentes, las diferencias de grado y de aplicación de las normas, nacionales y regionales, permite que se generen agujeros legales que canalizan transferencias sin regulación alguna. En este sentido, permiten que una transferencia legal de armas pueda desviarse más fácilmente hacia grupos armados, narcotráfico o el crimen organizado. Además, muchos países no forman parte de estos regímenes, por lo que no se ven obligados por ningún tipo de norma o ley.



Es por este motivo que resulta necesaria una regulación a nivel internacional que homogenice las reglas de juego entre todos los Estados. Además, la falta de controles integrales efectivos a nivel internacional y la consecuente proliferación de armas legales e ilegales, exacerban la violencia en muchos países en conflicto, extiende la violación de los Derechos Humanos y contribuye a desestabilizar regiones.



Ante lo expuesto, la proposición de mérito establece los siguientes puntos resolutivos:



Punto de Acuerdo



PRIMERO.- La Comisión Permanente exhorta a la Titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, para que a través de sus buenos oficios, acuerde con los representantes de los Estados que participan en la Conferencia Diplomática de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas a acordar los mecanismos de seguimiento necesarios para revisar en forma periódica los avances para prevenir, combatir y eliminar el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras; así como impulsar el desarrollo progresivo y la codificación del derecho internacional en la materia.



SEGUNDO.- La Comisión Permanente insta a los Estados que participan en la Conferencia Diplomática de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas a la adopción de un tratado con altos estándares y de amplio alcance que evite el comercio irresponsable de armas convencionales y prevenga su desvío al mercado ilícito.



CONSIDERACIONES



I. Como se aprecia, ambas proposiciones hacen referencia al inicio de las negociaciones multilaterales para la eventual aprobación del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas.



Dichas negociaciones, como los mismos proponentes lo informan, tienen sustento en la Resolución “64/48. El tratado sobre el comercio de armas”, tomada por la Asamblea General de la ONU durante la 55ª sesión plenaria en el marco de su Sexagésimo cuarto período de sesiones, verificada el 2 de diciembre de 2009 y publicada el 12 de enero de 2010.



En dicha resolución, la Asamblea General adopta las siguientes resoluciones:



“1. Exhorta a todos los Estados a aplicar en el plano nacional las recomendaciones pertinentes que figuran en la sección VII del informe del Grupo de Expertos Gubernamentales y recomienda a todos los Estados que estudien detenidamente de qué forma podría lograrse esa aplicación a fin de asegurar que sus sistemas nacionales de control de las importaciones y las exportaciones cumplan las normas más elevadas posibles, e insta a los Estados que estén en condiciones de hacerlo a prestar asistencia en la materia cuando se les solicite;



2. Hace suyo el informe del Grupo de Trabajo de composición abierta establecido en su resolución 63/240 para examinar además los elementos del informe del Grupo de Expertos Gubernamentales respecto de los cuales podría lograrse un consenso, a fin de incluirlos en un posible tratado jurídicamente vinculante sobre la importación, exportación y transferencia de armas convencionales que permita establecer un equilibrio que beneficie a todos, teniendo como guía los principios de la Carta de las Naciones Unidas y otras obligaciones internacionales vigentes;



3. Destaca la necesidad, subrayada por consenso en el Grupo de Trabajo de composición abierta, de hacer frente, entre otras cosas, a los problemas relacionados con el comercio no regulado de armas convencionales y su desviación al mercado ilícito, teniendo en cuenta que ese peligro puede exacerbar la inestabilidad, la delincuencia organizada transnacional y el terrorismo, y que deben adoptarse medidas en el plano internacional para hacer frente al problema;



4. Decide, en consecuencia, convocar una conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas, que se celebraría en 2012 durante cuatro semanas consecutivas, para elaborar un instrumento jurídicamente vinculante sobre las normas internacionales comunes más elevadas posibles para la transferencia de armas convencionales;



5. Decide también que la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas se llevará a cabo de manera abierta y transparente, sobre la base del consenso, para lograr que el tratado sea firme y sólido;



6. Decide además considerar los períodos de sesiones restantes del Grupo de Trabajo de composición abierta en 2010 y 2011 reuniones de un comité preparatorio de la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas;



7. Solicita al Comité Preparatorio que, en los cuatro períodos de sesiones que celebre en 2010 y 2011, dirija a la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas recomendaciones sobre los elementos necesarios para crear un instrumento jurídicamente vinculante eficaz y equilibrado que contenga las normas internacionales comunes más elevadas posibles para la transferencia de armas convencionales, teniendo presentes las opiniones y recomendaciones que figuran en las respuestas de los Estados Miembros1, en el informe del Grupo de Expertos Gubernamentales2 y en el informe del Grupo de Trabajo de composición abierta3, y le presente en su sexagésimo sexto período de sesiones un informe en el que se indiquen esos elementos;



8. Decide que en 2012 se celebre un quinto período de sesiones del Comité Preparatorio de una duración máxima de tres días para determinar todas las cuestiones de procedimiento de la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas que proceda, como la composición de la Mesa, el proyecto de programa y la presentación de documentos;



9. Solicita al Secretario General que recabe las opiniones de los Estados Miembros sobre los elementos del tratado propuestos y otras cuestiones relativas a la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas, y le presente un informe al respecto en su sexagésimo sexto período de sesiones;



10. Decide que las organizaciones intergubernamentales y los organismos especializados que hayan recibido una invitación permanente para participar como observadores en las labores de la Asamblea General podrán participar como tales en los períodos de sesiones del Comité Preparatorio, y solicita a éste que adopte decisiones sobre las modalidades de asistencia de las organizaciones no gubernamentales a sus períodos de sesiones;



11. Destaca la necesidad de garantizar la participación más amplia y eficaz posible en la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas de 2012;



12. Solicita al Secretario General que preste al Comité Preparatorio y a la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas toda la asistencia necesaria, incluido el suministro de información básica de antecedentes y documentos pertinentes;



13. Decide seguir ocupándose de la cuestión.”



En ocasión a dicha iniciativa, la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas hace expresa la preocupación de la ONU en torno a la disponibilidad de armas y municiones que en todo el mundo ha llevado al sufrimiento humano, la represión política, el crimen y el terror entre la población civil. Considera que la transferencia irresponsable de armas convencionales puede desestabilizar la seguridad en una región, permite la violación de los embargos de armas del Consejo de Seguridad y contribuye a la violación de los derechos humanos. Además, destaca que la inversión se desalienta y el desarrollo se interrumpe en los países que sufren conflictos y altos niveles de violencia, afectando su capacidad para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.



Refiere que en la actualidad no existe un conjunto global de normas que regulan el comercio de armas convencionales, que comprenda tanto medidas de control nacionales, como regionales. Si bien, existen algunos instrumentos mundiales sobre transferencia de armas, la ausencia de un marco global que regula el comercio internacional de todas las armas convencionales ha oscurecido la transparencia, la comparabilidad y la rendición de cuentas.



Frente a ello, informa que las organizaciones de la sociedad civil se han movilizado con éxito ante los gobiernos y los parlamentarios para pedir la regulación global del comercio de armas convencionales. Los países han discutido el asunto dentro de la ONU desde 2006 y ello a permitido transitar a la negociación de un Tratado sobre Comercio Global de Armas, la que se dará en el marco de la Conferencia del 2 al 27 de julio de 2012.



En ese camino, la Oficina de Asuntos de Desarme informa que en 2006 la Asamblea General de la ONU pidió a los países a presentar sus puntos de vista sobre ese tratado. Más de 100 países lo hicieron. Estas opiniones fueron recogidas en un informe de 2007 del Secretario General sobre la cuestión.



Además, en 2008, un Grupo de Expertos Gubernamentales elaboró un informe sobre el tema, cuyos resultados sirvieron de base para que en 2009 la Asamblea General decidiera convocar a una Conferencia para el Tratado sobre Comercio de Armas en 2012 a efecto de "elaborar un instrumento jurídicamente vinculante en los más altos posibles normas internacionales comunes para la transferencia de armas convencionales". Además, se definió que las cuatro reuniones del Grupo de Trabajo de composición abierta debían ser consideradas como períodos de sesiones del Comité Preparatorio (PrepCom) para la Conferencia. PrepCom tuvo lugar en julio de 2010, febrero de 2011, julio de 2011 y en febrero de 2012 (Informe del Comité Preparatorio).



II. Quienes integramos esta Comisión suscribimos la preocupación de los proponentes respecto del alto impacto que representa para todas las naciones el comercio global de armas convencionales carente de un control suficiente, como lo advierte la ONU, que permite con facilidad el incremento de la violencia hacia el interior de las naciones, en la forma de criminalidad, represión y violación indiscriminada de los derechos humanos.



No abundamos sobre los pormenores de dichos impactos negativos, pues son más que suficientes los datos que ofrecen los proponentes en sus consideraciones.



Pero sí subrayamos la preocupación central que manifestó el Grupo de expertos gubernamentales encargado por la ONU de examinar la viabilidad, el alcance y los parámetros de un proyecto de instrumento amplio y jurídicamente vinculante que establezca normas internacionales comunes para la importación, exportación y transferencia de armas convencionales, en su informe rendido en agosto de 2008, bajo el rubro A/63/334. Entre otras cosas, destaca el apartado VII. Conclusiones y recomendaciones, en el que se establece expresamente:



“27. Dada la complejidad de las cuestiones relativas a las transferencias de armas convencionales examinadas por el Grupo en nombre del Secretario General y la Asamblea General, es necesario que la Organización siga examinando medidas relativas al comercio internacional de armas convencionales de manera escalonada, abierta y transparente para lograr, sobre la base del consenso, un equilibrio que beneficie a todos, teniendo como guía los principios de la Carta de las Naciones Unidas.



28. El Grupo reconoció que hay diferentes motivos para producir y adquirir armas convencionales. Observó que las armas que se comerciaban en el mercado ilícito podían utilizarse para actos de terrorismo, delincuencia organizada y otras actividades delictivas. Además, el Grupo reconoció que era necesario evitar que se desviaran las armas convencionales del mercado lícito al ilícito.



29. El Grupo reconoció las responsabilidades que recaían sobre exportadores e importadores. A fin de empezar a mejorar la situación actual, el Grupo afirmó que era necesario que todos los Estados se aseguraran de que sus sistemas nacionales y sus controles internos cumplieran las normas más estrictas posibles y que los Estados que estuvieran en condiciones de hacerlo prestaran asistencia a este respecto cuando se les solicitara.”



No pasa desapercibido, además, la posición que manifestó la Cancillería mexicana en el marco del debate general de la Conferencia Diplomática de la ONU sobre el Tratado de Comercio de Armas, con respecto a que el comercio y uso de las armas no puede darse sin que existan responsabilidades jurídicas internacionales; que la regulación del comercio internacional de armas será eficaz en la medida en que la comunidad internacional atienda el problema del desvío de armas al mercado ilícito, y que, por lo tanto, el tratado de referencia no puede ser “una declaración de buenas intenciones, sino que debe ser un compromiso que establezca obligaciones jurídicas y derechos para todas sus partes”.



Consideramos oportuno que la propia Cancillería manifieste que “México otorga la mayor importancia a la adopción de un tratado con altos estándares y de un amplio alcance que señale la responsabilidad que comparten productores, comerciantes y usuarios finales, así como en lo que se refiere a la inclusión de todas las armas convencionales, sus partes, componentes, municiones y tecnología.” Y recibimos con optimismo la noticia de que, durante el segmento inaugural, México fue electo Vicepresidente de la Conferencia que culminará el 27 de julio.



Así mismo, compartimos la visión que manifiestan los proponentes, en cuanto que nuestro país debe aprovechar esta excelente oportunidad, como vía para impulsar el freno a una actividad que frecuentemente amenaza la economía y la situación social de los países que sufren su embate violento, incluyendo en su posición negociadora la búsqueda de una responsabilidad compartida y vinculante entre los países exportadores, importadores y de tránsito.



Es también nuestra convicción que el gobierno mexicano debe mantener informado a este Poder Legislativo Federal, por vía de su Comisión Permanente sobre los avances que se consiguan durante las negociaciones.



En ese orden de ideas, los legisladores integrantes de la Segunda Comisión, de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública, de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, someten a esa Honorable Asamblea el siguiente:



PUNTO DE ACUERDO

PRIMERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión expresa su beneplácito y apoya la adopción del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas, que se discute en la ciudad de Nueva York en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas.



SEGUNDO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta a la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores para que persiste en impulsar entre los estados que participan en la Conferencia de las Naciones Unidas relativa al Tratado sobre el Comercio de Armas la adopción de un instrumento multilateral con altos estándares y de amplio alcance que evite el comercio irresponsable de armas convencionales y prevenga su desvío al mercado ilícito.



TERCERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión solicita al titular del Poder Ejecutivo Federal que informe al Congreso de la Unión de los avances en las negociaciones del Tratado Internacional para regular el Comercio Global de Armas al concluir la Conferencia en Nueva York, situación prevista para el próximo 27 de julio.



Sala de Comisiones de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, a los 17 días del mes de julio de 2012.



SEGUNDA COMISIÓN

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