Foro
de Consulta Ciudadana para la Elaboración del Plan Nacional de Desarrollo:
“México, Actor con Responsabilidad Global”
Discurso
del Presidente Peña Nieto: 12 de marzo de 2013
Señoras
y señores.
Muy
buenas tardes.
A
todas y a todos ustedes.
Quiero
saludar la presencia de la Vicepresidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de
Diputados. Muchas gracias, Diputada, por acompañarnos.
De
igual forma, de representantes de distintas organizaciones de la sociedad civil
de nuestro país; de organizaciones empresariales vinculadas a la actividad
agroalimentaria; de organizaciones académicas y de organizaciones de migrantes
y de mexicanos que participan en distintos esfuerzos en el extranjero en hacer
valer la voz de México en otras latitudes.
Saludo
la presencia de los señores integrantes del Gabinete, que más allá de la
estatura física que algunos nos han compartido.
Lo
que sí tenemos claro, todos, quienes somos parte de este equipo de trabajo, es
hacer que México se convierta en un gigante. Un gigante para orgullo de todos
los mexicanos y un gigante que se deje ver, escuchar y sentir en favor de las
grandes causas de la humanidad.
Éste
es el alcance y el gran objetivo que tiene el Gobierno de la República.
Quiero
saludar de manera muy particular la presencia de dos Gobernadores, de quienes
es el Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, quien ha estado
presente y adherido en nombre de sus compañeros gobernadores a todas las
iniciativas y esfuerzos que el Gobierno de la República viene desplegando para
servir a todos los mexicanos.
Muchas gracias,
Gobernador de Sinaloa por acompañarnos.
Y,
de igual forma, al Gobernador del Estado de México, quien preside la Comisión dentro de la CONAGO de asuntos
internacionales.
Ambos,
muchas gracias por su presencia.
Y
con afecto y respeto por su presencia a Legisladores Federales, tanto de la
Cámara de Diputados, como del Senado de la República; a su Presidente y
Presidente en ambas Cámaras y respectivamente de las Comisiones de Asuntos
Internacionales.
Muchas
gracias por acompañarnos.
Y
a toda esta gran representación de la sociedad mexicana que acude a esta
convocatoria para hacer valer sus propuestas, sus opiniones, que nos van a
permitir integrar el Plan Nacional de Desarrollo 2012-2018.
Muchas
gracias a los medios de comunicación por estar aquí presentes.
Señoras
y señores:
Planear
a partir de las prioridades de la sociedad no es sólo una obligación
constitucional es, también, una convicción política personal.
En
el México democrático y plural de nuestros días, las decisiones públicas deben
contar, invariablemente, con el sustento y apoyo ciudadano.
Por
ello, desde el primer día de esta Administración me comprometí a construir un
Gobierno abierto y cercano a la gente. Me comprometí a ejercer una Presidencia
democrática que escuche las voces de la sociedad para tomar las mejores
decisiones.
Y
en cumplimiento a este compromiso, el pasado 28 de febrero iniciamos el proceso
de consultas ciudadanas para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018.
Con el conocimiento y la experiencia de académicos, especialistas, empresarios,
integrantes de la sociedad civil y ciudadanos en general, la planeación del
desarrollo nacional será integral e incluyente.
Es
un muy alentador constatar que hay un gran número de personas dispuestas a
mover y a transformar a nuestro país, a incidir en el desarrollo que México
deba de tener.
Y
tan sólo en la consulta, que ya se viene realizando en línea, más de 32 mil
mexicanos ya se han unido a este ejercicio democrático. A partir de sus
reflexiones e ideas podremos construir el país que todos queremos.
Y
para lograr esta aspiración colectiva, el Gobierno de la República trazó, desde
el 1 de diciembre, una ruta clara con cinco grandes ejes para encauzar el
esfuerzo nacional.
Estamos
trabajando para tener un México en paz; un México incluyente, libre de pobreza,
de marginación y de oportunidades para todos los mexicanos. Un México con
educación de calidad para todos.
Estamos
determinados a sentar las bases de un México próspero y hacer de México un
actor con responsabilidad global. Este último objetivo es, justamente, el que
hoy nos convoca.
Queremos
escuchar sus opiniones y propuestas para hacer de nuestro país un ejemplo de
cooperación y corresponsabilidad en el mundo. Aspiramos a que nuestra Nación
fortalezca su voz y su presencia en la comunidad internacional.
Desde
hace décadas, México ha tenido un reconocido lugar entre las naciones. Es
momento de nuevamente retomar este papel protagónico relevante y de actor
global que México ha tenido.
En
momentos cruciales de nuestra historia contemporánea, nuestro país ha destacado
por su diplomacia que, sin duda, ha proyectado una enorme autoridad moral.
Así
como la Doctrina Estrada marcó en su momento los principios de una política
exterior consistente, hoy tenemos la responsabilidad de trazar una ruta acorde
a las nuevas realidades globales. Una ruta que renueve el espíritu de
fraternidad y solidaridad, que caracterizaron a México cuando recibió con
afecto y humanidad a los exiliados de naciones hermanas como España, Chile y
Uruguay.
Recobremos
el liderazgo en beneficio de las grandes causas, el mismo que desplegamos
cuando México se pronunció a favor de la proscripción de armas nucleares en
América Latina.
Retomemos
el papel de mediador y conciliador que caracterizó a México en el pasado al
respaldar iniciativas como el Grupo Contadora, que promovió la paz en la región
de Centroamérica.
Reafirmemos
el compromiso de México con el libre comercio, la movilidad de capitales y la
integración productiva.
Así,
hemos logrado tener una amplia red de tratados que nos vinculan con 44 países y
nos dan acceso a un mercado potencial de más de mil millones de personas.
Mantengamos
el activo papel en los foros multilaterales, como el que hemos tenido a favor
del medio ambiente y de una nueva arquitectura financiera internacional.
Para
lograrlo, tengamos presente que México siempre ha ejercido una influencia
internacional positiva, sustentada en valores universales.
Ante
los desafíos de la globalidad, es tiempo de asumir una más amplia y profunda
responsabilidad con el orbe.
Es
momento de replantear nuestro papel ante un mundo cambiante y complejo, y por
momentos convulso.
México
tiene todo para ser una voz en favor de la cooperación y la corresponsabilidad
dentro de las naciones.
Estoy
convencido de que podemos ser una fuerza positiva y propositiva en el mundo,
una Nación al servicio de las mejores causas de la humanidad.
Con
este objetivo en mente, nuestra política exterior estará sustentada en cuatro
grandes pilares.
Primero.
Fortalecer la presencia de México en el mundo a fin de incidir en la
conformación de una arquitectura internacional más próspera y equitativa.
Segundo.
Ampliar la cooperación internacional, para que nuestra política exterior
contribuya decididamente al desarrollo interior del país.
Tercero.
Promover el valor de México en el mundo, a fin de acercar a otras latitudes,
nuestra historia, nuestra riqueza cultural, nuestra naturaleza, nuestra
gastronomía y el valioso patrimonio cultural que tiene nuestro país.
Y
cuarto. Velar por los intereses de México y de todos los mexicanos en el
extranjero.
Estos
pilares se verán reflejados en una agenda de trabajo concreta, diseñada para
complementarnos con cada región del mundo.
Debemos
estrechar lazos políticos y económicos con los países de América del Norte,
nuestros principales socios, para lograr un crecimiento económico y desarrollo
compartidos.
Hay
que reflexionar sobre temas tan importantes como productividad y migración, así
como fronteras seguras, eficientes y ordenadas.
Es
necesario, también, refrendar nuestra identidad compartida con los países
hermanos de América Latina, a fin de crear una región unida y próspera.
Debemos
profundizar nuestras relaciones de amistad y cooperación con los países
europeos. Con este Continente tenemos vínculos históricos, pero también tenemos
nuevas oportunidades para el futuro de México y de esa región del mundo.
Por
su parte, Asia-Pacífico es una de las regiones más dinámicas del mundo, como
aquí se ha expresado ya, por aquellos que me antecedieron en el uso de la
palabra.
Nuestra
incorporación a las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico nos
permitirá aprovechar las oportunidades que están surgiendo en esta región.
Vamos,
además, a fomentar el acercamiento con las naciones de Medio Oriente, a fin de
atraer inversiones productivas.
Igualmente,
tenemos que promover una mayor comunicación con las naciones africanas que
están fortaleciendo su desarrollo.
En
el actual escenario mundial no debe haber países lejanos de México. Con todos
debemos interactuar. Porque a todos les podemos aportar y de todos podemos
aprender.
Señoras
y señores:
Estos
son los pilares y propósitos que nos hemos planteado en materia de política
exterior. Lo que sigue ahora, a través de estos foros de consulta, es darles
mayor contenido y profundidad.
Por
ello, agradezco ampliamente el interés mostrado por los aquí presentes y varios
de quienes habrán de participar en los espacios de consulta y de poder
expresar, en un momento más, su experiencia, su visión, que al ser compartida,
sin duda, vendrá a enriquecer las acciones que nos hemos trazado en materia de
política exterior.
El
objetivo es establecer agendas de trabajo viables que contribuyan al desarrollo
del país y que además permitan que México contribuya al desarrollo global.
El
mundo vive grandes desafíos: el cambio climático, la escasez de agua, el
hambre, el terrorismo, las crisis financieras e, incluso, la latente amenaza
nuclear, son temas que afectan y deben ocupar la atención de todas las naciones
del orbe.
Es
necesario mover conciencias y sumar voluntades para hacer frente a los grandes
desafíos de la humanidad.
En
un mundo interrelacionado los problemas comunes se resuelven con soluciones
compartidas.
Debemos
seguir construyendo el paradigma de la cooperación internacional.
México
tiene una gran aportación que hacer para conseguirlo.
Éste
es el momento de asumir una mayor responsabilidad global.
Tenemos
todo para lograrlo: la experiencia del Servicio Exterior Mexicano, el talento
de nuestros negociadores internacionales, varios de ellos aquí presentes, que
en los últimos años, lustros, décadas han aportado a la construcción de esta
presencia importante de México en el mundo, particularmente en estas
negociaciones internacionales.
La
visión de nuestros empresarios, académicos, intelectuales, de todos los aquí
presentes y representados, sin duda van a permitir que México pueda tener a
partir de ahora un relanzamiento de su presencia en el mundo para que a través
de la cooperación y la corresponsabilidad, la voz de México suene con firmeza,
fuerte y de manera solidaria en el mundo entero.
Gracias
a todas y a todos ustedes por su activa participación, por su interés mostrado,
porque todo ello habrá de contribuir a definir las acciones y políticas
públicas que el Gobierno de la República emprenda para que México suene muy
fuerte en el mundo entero.
Muchas
gracias.
Disculpen
ustedes mi omisión porque, además de mi mensaje, es de mi interés al agradecer
y reconocer su participación y presencia en este acto, hacer la declaratoria
inaugural del mismo.
Por
ello, procedo a esta declaratoria.
En
México, Distrito Federal, siendo las 13 horas del día 12 de marzo del 2013, me
es muy grato declarar inaugurado el Foro de Consulta Pública: México, Actor con
Responsabilidad Global. Seguro de que sus trabajos contribuirán a formular el
Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 en congruencia con las necesidades,
anhelos que todos los mexicanos tenemos.
Hago
votos por el mayor de los éxitos a los trabajos que aquí habrán de realizarse.
Felicidades.
***
Exposición de
motivos por parte del Secretario de Relaciones Exteriores, doctor José Antonio
Meade Kuribreña.
Muy
buenos días.
Señor
Presidente Enrique Peña Nieto; señores miembros del presídium; amigas y amigos
todos.
En
nombre de la Secretaría de Relaciones Exteriores y del mío propio, agradezco
mucho la presencia del Presidente Enrique Peña Nieto y la de todos ustedes, en
la inauguración de este Foro de Consulta Pública México, Actor con
Responsabilidad Global.
Con
éste, comienzan los cinco foros de consulta que celebrarán las dependencias del
Gobierno Federal, para asegurar, que la elaboración del Plan Nacional de
Desarrollo 2013-2018, sea un ejercicio democrático y nutrido por la experiencia
y opiniones de toda la sociedad.
México
busca ser un país en paz, incluyente, próspero, una Nación que brinda a sus
niños y jóvenes una educación de calidad.
El
5 de enero de este año, se cumplieron 30 años de la publicación de la ley que
establece las bases jurídicas de la Consulta que hoy llevamos a cabo. El
Presidente Miguel de la Madrid observó, en aquella ocasión, que la planeación
no es sólo un proceso técnico de toma de decisiones, elección de alternativas y
asignación de recursos; constituye, fundamentalmente, un proceso de
participación social, en el que la conciliación de intereses y la unión de
esfuerzos permiten el logro de objetivos validados por toda la sociedad.
Para
eso estamos, precisamente, reunidos aquí. Para enriquecer nuestra perspectiva y
actuar conforme a la visión, las necesidades y los anhelos de la sociedad
mexicana.
Como
lo ha dicho el Presidente Peña Nieto, todos estamos llamados a forjar el futuro
del país, y por eso todos tenemos el deber de participar en el ejercicio
democrático de elaborar este Plan.
En
esta sesión plenaria, escucharemos primero las palabras del Secretario de
Economía, Ildefonso Guajardo, quien nos dará su visión de nuestro actuar global
en el ámbito económico y comercial.
Escucharemos,
también, a miembros de la academia, sociedad civil y sector empresarial. Los
señores Jorge Schiavon de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales,
Carlos Zarco Mera, Director Ejecutivo de Oxfam México y Juan Ignacio Gallardo
Thurlow, Presidente del Grupo GEUPEC, respectivamente.
Como
saben, se han instalado aquí, en la Cancillería, mesas para recibir sus
propuestas escritas y habrá, también, la oportunidad de grabar videos cortos,
para dejar un testimonial gráfico.
Además,
nuestras 75 embajadas y 68 consulados han solicitado propuestas, a través de
correos electrónicos, portales de Internet y redes sociales. Con el uso de esas
tecnologías y las participaciones que tendremos aquí y en todas las entidades
de la República, confío en que se logrará un verdadero ejercicio de consulta
pública.
Aprovecho
para reconocer la presencia de la CONAGO, en la persona de su Presidente; Mario
López Valdez, y su Coordinador de la Comisión de Asuntos Internacionales,
Eruviel Ávila Villegas.
Como
símbolo de la pluralidad de los asistentes aquí reunidos, previo a las palabras
de inauguración formal que nos dirigirá el Presidente Enrique Peña Nieto.
El
Presidente recibirá las propuestas de representantes de diversas organizaciones
de la sociedad civil.
Durante
el resto de la jornada, se instalarán y sesionarán de manera simultánea seis
paneles de discusión, tres de ellos, analizarán nuestra política exterior en
distintas regiones del mundo, América del Norte, América Latina y el Caribe,
Europa, África y Asia-Pacífico.
Un
cuarto panel, analizará la importancia de nuestra presencia multilateral
incluyendo nuestras aportaciones en temas globales, hoy vitales, como
democracia, derechos humanos y medio ambiente.
La
quinta mesa se enfocará en la promoción económica, turística y cultural de
México en el exterior y, también, debatirá el papel que debe jugar nuestro país
en materia de cooperación internacional.
El
libre comercio y las negociaciones comerciales internacionales serán abordadas
en la sexta mesa coordinada por la Secretaría de Economía.
Será
la de hoy una jornada de intenso trabajo.
Reitero
a todos ustedes mi agradecimiento por estar aquí y ser parte de esta Consulta
orientada a lograr un Plan Nacional de Desarrollo que responda las necesidades
de los mexicanos.
Estoy
seguro que juntos aseguraremos el éxito de un ejercicio democrático tan
relevante como este.
Muchas
gracias.
-MODERADOR:
Interviene a continuación el Secretario de Economía, licenciado Ildefonso
Guajardo Villareal.
-SECRETARIO
ILDEFONSO GUAJARDO VILLAREAL: Buenos días tengan todos ustedes; señor
Presidente don Enrique Peña Nieto; señora Diputada Patricia Elena Retamoza,
Vicepresidenta de la Mesa Directiva; señores Gobernadores Eruviel Ávila,
Gobernador del Estado de México y Presidente de la Comisión para Asuntos
Internacionales de la CONAGO y señor
Gobernador Mario López Valdez, Gobernador del Estado de Sinaloa.
Bienvenidos.
En
la figura del señor Embajador Sergio González Gálvez, saludo a todos los del
Servicio Diplomático Mexicano quien nos honra esta mañana con su presencia y en
la figura de don Gerardo Gutiérrez Candiani. Saludo a todos los empresarios y
Presidentes de Cámaras Industriales y empresariales, así como del sector
agropecuario que nos acompañan el día de hoy.
Saludo
a la Senadora Gabriela Cuevas,
Presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores y, sin duda, al señor
Diputado Eloy Cantú, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la
Cámara de Diputados.
A
mis compañeros de Gabinete, el señor Canciller; el señor Secretario de
Hacienda; distinguidos miembros del presídium.
Señor
Presidente:
Esta
mañana que estaba yo sentado en el presídium, se me acercaron miembros de su
Estado Mayor Presidencial muy preocupados, que si yo necesitaba un banquito
para poder subir la estatura.
Creo,
señor Presidente, que como me sentaron al lado de Juan Gallardo, creyeron que
yo medía 1.50 en lugar del 1.67, que a mí me pareció un detalle interesante.
Atendiendo
a la convocatoria, señor Presidente que usted nos hizo el 28 de febrero donde
da inicio el proceso de Consulta para el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018,
hoy nos reunimos aquí en el Primer Foro Nacional, de los cinco que habrán de
llevarse a cabo, empatados con las cinco grandes metas de su Gobierno, cada una
de ellas interrelacionadas entre sí. Sin duda, tienen como un común
denominador, traer bienestar y prosperidad a los mexicanos.
Y
esto no excluye a la política exterior. Desde su programa de campaña y su
periodo de transición, nos dejó muy claro a sus colaboradores, que toda acción
de política pública debe tener como fin último. el bienestar de los mexicanos.
Y en el caso de la política exterior, encauzar el interés de México y nuestros
connacionales, es fundamental.
Es
ahí donde entra de manera estratégica el componente de la integración a una
economía global, en donde México inicia este proceso a mediados de los 80 con
su incorporación al GATT.
En
ese momento, desafortunadamente, empataba con un proceso nacional donde todavía
no podíamos consolidar la conducción responsable de la política monetaria y de
la política fiscal.
Nuestros
actores económicos de aquella época, vieron frustrados sus intentos de ser
exitosos en el mundo global, porque era imposible poder planear frente a una
economía que constantemente estaba en los frenos y arranques ocasionados por
las crisis recurrentes.
No
es sino hasta inicios de los 90, y concurrente con la firma del Tratado de
Libre Comercio de América del Norte, que fue un hito fundamental en esta
estrategia de integración a la globalidad, que este país empata su estrategia
con una consolidación de su estabilidad económica que nos permite ir a la par
con una integración en la globalidad.
Al
mismo tiempo, que la autonomía que se le dio al Banco de México en 1993 y la
conducción responsable de la política fiscal, nos permitieron entrar a este
frente global con un país fortalecido, con un mercado, con una economía
fortalecida a un entorno internacional competitivo.
Los
resultados de esta decisión, sin duda, fueron evidentes, cuadriplicamos nuestra
inversión extranjera directa en la época post-NAFTA comparada en promedio con
la época pre-NAFTA.
Sin
duda, los flujos de exportaciones, hoy en día, son siete veces superiores a los
que eran antes de 1994. El salario promedio de los mexicanos enganchados al
sector exportador, es por lo menos, tres veces superior al promedio de la
economía nacional.
Sin
duda, NAFTA, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cambia la
dinámica regional de México creando un corredor de prosperidad en el
Centro-Norte del país contundente.
Desafortunadamente,
cuando analizamos a detalle la distribución de sus beneficios, nos encontramos
que hay una cantidad importante de los actores económicos de este país, que no
están gozando de los beneficios, justamente, de la integración a la globalidad.
Aunque
parezca sorprendente, casi el 50 por ciento de nuestras exportaciones las
realizan sólo 44 grandes empresas, todavía si vamos a una cifra más drástica,
son 15 empresas multinacionales las que son responsables del 17 por ciento de
las exportaciones.
Y
si vemos los equilibrios regionales, parecería que a partir de ese momento
generamos dos Méxicos: el México dinámico, el México moderno obligado a la
prosperidad y un México tradicional que no ha sido posible conectarlo a las
ventajas de la apertura y del libre comercio.
Sus
declaraciones han sido contundentes, señor Presidente, y su convicción es
aplaudible cuando usted desde los primeros días de su Gobierno se compromete
con seguir impulsando la integración inteligente de México a la globalidad a la
hora de acoger la política de apertura comercial.
Analizando
el pasado reciente, vemos que en los últimos 12 años México difícilmente ha
podido superar una tasa del dos por ciento de crecimiento anual.
Ante
los pocos críticos todavía que existen en nuestra sociedad sobre los beneficios
de la apertura, parecería que tenemos un punto vulnerable en este debate,
parecería que la pregunta que nos hacen es: firmamos NAFTA, firmamos el TLC,
estamos incorporados a la Organización Mundial de Comercio y no hemos podido
superar el crecimiento del dos por ciento.
La
respuesta su Administración la está dando hoy en día, señor Presidente, lo que
hicimos en los 90 de manera arriesgada y valiente, de integrarnos a la
globalidad debió de haber sido seguido por una secuencia de tareas internas
fundamentales para transformar la economía mexicana.
No
era lógico pedirle a nuestros empresarios competir globalmente si no les
dábamos un marco de competencia justa para proveerse de insumos competitivos
frente a sus competidores globales.
No
era lógico pedirles que enfrentaran la competencia global si no les dábamos
acceso a energía competitiva frente a otros competidores internacionales.
Tampoco
era lógico pedirles que compitieran, si no llevaban al lado un Gobierno que los
apoyara en las estrategias de innovación y desarrollo tecnológico.
A
muchas y otras de esas tareas inconclusas, hoy en día con el Pacto por México
se le está dando respuesta a esas tareas inconclusas.
Y
eso es fundamental, que esas tareas queden completas para ir acorde a los
beneficios que tenemos que derivar de la integración global.
Y
en esos beneficios que debemos derivar de la integración global, sin duda, está
alineado con su estrategia de democratizar la productividad.
En
la integración, con sus iniciativas que estamos ya encaminando, queremos lograr
justamente que el valor del contenido nacional de las exportaciones incremente
del 30 por ciento que actualmente tiene.
Que
hoy, sean muchas más empresas pequeñas y medianas se incorporen a la dinámica
exportadora de México.
Y
en este contexto, seguimos, sin duda, la estrategia que usted nos ha marcado,
en el sentido de revitalizar nuestra incorporación a los mercados globales.
Usted
nos ha marcado cinco líneas estratégicas:
La
primera, es restablecer el potencial del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte. NAFTA es un adulto, está por cumplir 20 años. Justamente, en 20
años, el mundo se ha trasformado. Es momento de transformar lo que es un
tratado y una asociación comercial a una asociación altamente productiva.
Y
en ese sentido, la alianza estratégica de Canadá, Estados Unidos y México,
tiene que avanzar en el mejoramiento de las logísticas de transporte, de la
facilitación fronteriza, de la homologación de normas en sectores productivos,
para que entonces, y en la nueva competencia de cadenas de valor global,
podamos competir estratégicamente con otras regiones del mundo.
Es
una cifra que usted ha manejado, señor Presidente, y la comparto hoy, con el
público. Cuando firmamos NAFTA México, Canadá y Estados Unidos, teníamos el 18
por ciento del mercado mundial de exportaciones. Hoy, hemos perdido seis
puntos, y nos ubicamos en el 12 por ciento, mismos que ha ganado la región de
Asia. Por lo tanto, es fundamental revitalizar este proceso.
El
segundo mandato que usted nos ha encargado, señor Presidente, en este ámbito
es, justamente, de entrar a un proceso de diversificación de nuestras
pertenencias comerciales e internacionales.
Y
en esta estrategia está centrado, la mayor iniciativa en estos momentos
plurilateral, que es el TPP. En materia del TPP, este tratado que integra 11
naciones del mundo de las Américas y de Asia-Pacífico, tiene dos elementos
fundamentales para nuestra estrategia:
El
primero. Tiene que ver con el ser un vehículo para que México, Canadá y Estados
Unidos, al ser miembros del TPP, puedan modernizar y puedan actualizar aquellos
capítulos de NAFTA que han quedado rebasados con la dinámica de la economía
global.
Pero,
sobre todo, reconocer que como Continente y como país, le hemos dado la espalda
a los mercados emergentes de Asia.
Si
analizamos las tasas de crecimiento en el Contiene Asiático, andarán alrededor
del 10 por ciento promedio entre todas sus economías emergentes. Las de América
Latina también serán superiores, en promedio, al cuatro o cinco por ciento.
Sin
embargo, el mundo desarrollado, que son nuestros principales socios
comerciales, apenas llegará a una tasa de crecimiento promedio del dos por
ciento. Por lo tanto, el TPP es la estrategia fundamental para enganchar a la
economía mexicana a la dinámica de los grandes mercados internacionales.
Sin
duda, en esta estrategia de diversificación, su liderazgo en América Latina,
arrancando en el periodo de transición, quedó claro con la velocidad que se le
impuso a la Alianza del Pacifico.
Esta
estrategia de unir cuarto económicas con características compartidas de
modernidad y avance, de bienvenida a la inversión y de mercados libres, que son
Chile, Colombia, Perú y México, son un eje alternativo que ha llamado gran
atención en el mundo.
Hoy,
de los nueve observadores que componen la Alianza-Pacifico, dos ya han hecho
solicitud, trasmitir a usted señor Presidente, Costa Rica y Canadá, de buscar
la posibilidad de incorporarse como miembros de pleno derecho.
Esa
es una alternativa interesante frente al mundo, donde presentamos una América
Latina con modernidad y donde México juega un papel relevante.
En
la pasada reunión en Santiago de Chile, señor Presidente, usted se reunió con
el Presidente del Consejo de la Unión Europea, Van Rampuy y con el Presidente
de la Comisión, el Presidente Barroso.
En
ese momento, acordó usted con sus contrapartes que avancemos el diálogo para
poder actualizar el Tratado de Libre Comercio con Europa que suscribimos hace
12 años.
En
esa actualización, sin duda, señor Presidente, buscaremos incorporar áreas
estratégicas que en el momento no fueron incorporadas para México conjuntamente
con la modernidad de este Tratado, sin dejar de observar el nuevo
posicionamiento de Estados Unidos a partir de la definición del Presidente
Obama, de iniciar el diálogo Transatlántico por parte de nuestros de vecinos
del Norte con Europa.
Y
no descuidaremos bajo ninguna circunstancia, el posicionamiento estratégico en
nuestras cadenas productivas para que se respeten las reglas de origen
necesarias, para avanzar en nuestros intereses en la relación comercial de
América del Norte con Europa.
Finalmente,
señor Presidente, la quinta instrucción que usted nos ha dado, es que si bien
los tratados internacionales son el mejor instrumento para integrar a México
globalmente, no debemos de descuidar, que de ellos es necesario día a día
defender los intereses comerciales de México entre terceros países.
Y
es el caso del tomate donde con su liderazgo y su orientación el sector
productivo mexicano logró un acuerdo satisfactorio para suspender la
investigación antidumping que estaba amenazando a un sector fundamental, es el
mismo caso del atún, es el mismo caso del transporte y es el mismo caso de
sectores que tenemos que estar defendiendo día a día, con los instrumentos que
los tratados internacionales nos dan.
Como
usted lo señaló, señor Presidente, en su balance de los primeros 100 días de
Gobierno, cada decisión tomada, cada acción emprendida responde al gran
objetivo que nos planteamos desde el primer día de transformar a México.
La
pluralidad y el compromiso en el ejercicio para la construcción del Plan
Nacional de Desarrollo 2013-2018, deberán ser pilares de la transformación a
éste México, más dinámico hacia esa sociedad más próspera y más justa.
Muchas
gracias.
-MODERADOR:
Realiza su intervención el profesor investigador del CIDE y Presidente de la
Asociación Mexicana de Estudios Internacionales, maestro Jorge Schiavon.
-MTRO.
JORGE SCHIAVON: Muy buenas tardes a todos.
Licenciado
Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos;
distinguidos integrantes del presídium; Secretarios de Relaciones Exteriores,
Hacienda y Economía.
Señores
Gobernadores; señora Diputada; miembros del Servicio Exterior Mexicano; señores
y señoras Subsecretarios; funcionarios de la Cancillería, Cuerpo Diplomático y
Consular acreditado en México.
Representantes
de instituciones y organizaciones internacionales, académicas, empresariales,
políticas y sociales; colegas y amigos todos:
Una
política exterior de Estado, requiere tender los puentes necesarios para
alcanzar acuerdos básicos sobre las prioridades de México en el ámbito
internacional.
La
creación de consensos implica generar acuerdos mínimos, entre los diferentes
actores económicos, políticos, sociales y académicos en los temas fundamentales
para la Nación.
Por
esta razón, celebro ampliamente la realización de este Foro de Consulta
Ciudadana en el marco de elaboración del Plan Nacional de Desarrollo para
alcanzar éste importante objetivo, que México sea un actor con responsabilidad
global.
Pero,
cómo debe ser la política exterior de un gran país como México.
Quisiera
compartirles una anécdota que resulta muy ilustrativa para responder a esta
pregunta. Hace aproximadamente cinco años por intersección de esta Cancillería,
fui invitado a una ex República Soviética, ubicada en el Cáucaso, a impartir un
curso corto sobre la política exterior de México.
Obviamente,
acepté la invitación, pero fue grande mi sorpresa y similar a la de algunos de
ustedes, y seguramente, se están haciendo la misma pregunta que yo me hice: Por
qué le interesa la política exterior de México a una ex República Soviética en
el Cáucaso.
A
mi llegada, la primera pregunta que le hice a mi anfitrión, el Embajador que
dirigía esta academia diplomática, quien, por cierto, había sido Embajador de
su país en Estados Unidos y representante permanente ante las Naciones Unidas,
le pregunté sobre su interés en nuestra política exterior. Y su respuesta fue
altamente ilustrativa, sobre cómo es visto México más allá de nuestras fronteras.
Me
dijo, palabras más, palabras menos:
Primero.
Porque entre una enorme asimetría de poder entre México y Estados Unidos,
México ha sabido históricamente, usar su política exterior para hacer frente a
la hegemonía estadounidense para mantener su soberanía nacional, y para
maximizar sus intereses, aprovechando además, las ventajas comerciales y
financieras de ser vecino de la principal economía del mundo y, además,
protegiendo los derechos de sus nacionales dentro del territorio.
Segundo.
Porque México ha entendido que para ser un actor global responsable y
relevante, en primer lugar, tiene que ser líder en su propia región. México, ha
sabido comprometerse responsablemente con los temas latinoamericanos,
ejerciendo su liderazgo, particularmente, en Centroamérica y en el Caribe, y
esto lo hace relevante a nivel internacional, fortaleciendo su posición en el
mundo como interlocutor y puente hacia otras regiones como Europa,
Asia-Pacífico, África y Medio Oriente, de ahí que no sea sorprendente que
nuestro país cuente con una de las redes de tratados de libre comercio más
extensas a nivel global.
Y
tercero. Me dijo el Embajador, porque México ha sido un constructor de
instituciones internacionales a través de su activismo multilateral y regional,
ha fomentado la codificación del derecho internacional, la cooperación global
para el desarrollo y el fortalecimiento de los organismos internacionales.
La
cooperación sirve para generar un orden internacional más justo y próspero,
pero también para avanzar los intereses de México en el exterior, aprovechando
lo que el mundo tiene para ofrecer, para promover la seguridad y el desarrollo
internos.
Así,
el Embajador me pidió que compartiera en este curso las estrategias de política
exterior de México para alcanzar estos tres grandes éxitos que él identificaba
en nuestra política exterior y, además los creía replicables para su país.
Sin
embargo, me guardé dos secretos, que realmente no lo son tanto, sobre cómo
tener una política exterior efectiva.
El
primer secreto, señor Presidente, señores Secretarios, es que la política
exterior es una política pública, cuya función principal es buscar en el
contexto internacional aquellos elementos que provean respuesta a las
necesidades sociales, económicas y políticas de nuestro país con la finalidad
de generar seguridad y desarrollo nacional, siendo así, la política exterior es
un medio no un fin en sí mismo.
Por
cierto, esto no lo digo yo como académico del CIDE o Presidente de la AMEI, lo
dicen todos los mexicanos.
Cómo
me atrevo a afirmar esto tan contundentemente.
Bueno,
uno de los principales hallazgos de la Encuesta de Opinión Pública y Política
Exterior México, las Américas del Mundo, que elabora el CIDE bianualmente desde
hace más de una década, es que consistentemente durante los últimos 10 años,
todos los mexicanos y por todos es población en general, líderes, sin importar
edad, género, nivel educativo, ingreso, lugar de residencia o ideología
política, todos queremos una política exterior que incremente el prestigio
internacional de México, defienda los intereses de México en el exterior y
sirva como instrumento para generar desarrollo y bienestar a nivel nacional.
En
particular, a pregunta expresa, tres cuartas partes de los mexicanos consideran
como las mayores prioridades de nuestra política exterior promover la cultura
mexicana, combatir el crimen transnacional, proteger el medio ambiente, atraer
turistas, promover la venta de productos mexicanos en el exterior, proteger los
intereses de los mexicanos en el exterior y atraer inversión extranjera a
México.
Además,
existe un amplio grado de consenso entre todos los mexicanos en niveles de más
del 85 por ciento sobre las herramientas que debemos de utilizar. Debemos
utilizar instrumentos culturales, comerciales y diplomáticos para alcanzar
estas finalidades.
Creo
que esto podría interpretarse, como un claro mandato para la Cancillería y
demás Secretarías de Estado con incidencia en asuntos internacionales.
El
segundo secreto, es que una política pública a la que no se le asignan los
recursos humanos y financieros, no es una prioridad.
La
política externa debe estar basada en una planeación eficiente y efectiva. Debe
ser proactiva para responder a los planes y las necesidades internas del país
antes descritas.
Siendo
así, los recursos que se asignan a la política exterior no son un gasto, son
una inversión.
La
presencia de México en el mundo, se ha multiplicado exponencialmente en las
últimas tres décadas. Hoy, la suma de nuestras importaciones y exportaciones
representan dos terceras partes del Producto Interno Bruto.
El
éxito de nuestros empresarios nos ha convertido, hoy en día, en un país
exportador neto de capital. Tenemos 33 millones de personas de origen mexicano
viviendo más allá de las fronteras, de las cuales 15 millones nacieron en
México, y entre seis y siete millones viven irregularmente en los Estados
Unidos.
Hay
200 mil migrantes cruzando el territorio nacional, que requieren que sus
derechos sean respetados y defendidos. Tenemos 75 embajadas en el mundo, 68
consulados, 50 de ellos en un solo país y en Estados Unidos. Sin embargo, el
número de miembros del Servicio Exterior Mexicano es el mismo que en 1975.
Los
recursos de la Cancillería se han mantenido constantes, en términos reales, en
los últimos 15 años. Nos resistimos a participar en operaciones para
mantenimiento de la paz, aunque hay un amplio consenso a nivel nacional y sea
la mejor prueba de una responsabilidad global por parte de México.
Y,
además, los fondos para la cooperación internacional que se han dado a la
AMEXCID son, por decir lo menos, magros.
En
suma:
En
un mundo crecientemente globalizado y dinámico, las prioridades de México deben
ser: fortalecer su presencia global, ampliar la cooperación internacional,
velar por los intereses nacionales en el extranjero y promover el valor de
nuestro país en el mundo.
Para
ello debe encontrar en el mundo las soluciones para las prioridades nacionales,
la política exterior, generando seguridad y desarrollo interno.
Señor
Presidente.
Señores
Secretarios y Gobernadores:
En
los últimos meses, hemos sido testigos de cambios en este país que en otro
momento hubieran sido inimaginables.
Hoy,
también, es el momento de hacer grandes cambios para fortalecer la política
exterior de México.
Nuestro
país merece y le conviene tener una política exterior que refleje su capacidad
y su importancia internacionales, de manera fidedigna, siendo como
históricamente ha sido, una gran inversión en el beneficio de todos los
mexicanos y motivo de orgullo nacional.
Muchísimas
gracias.
-MODERADOR:
Corresponde el uso de la voz al Director
Ejecutivo de Oxfam México, licenciado Carlos Zarco.
-LIC.
CARLOS ZARCO MERA: Muy buenas tardes.
A
mí no me ofrecieron banquito, pero igual podemos hacer nuestra reflexión.
Señor
Presidente Enrique Peña Nieto; miembros del presídium; estimadas y estimados
participantes en el proceso de esta Consulta.
En
la sociedad civil, hemos venido insistiendo en que este tipo de consultas para
elaborar planes de Gobierno y delinear políticas públicas, cobren cada vez
mayor relevancia como espacios de diálogo y de construcción conjunta.
El
tamaño y complejidad de los desafíos que enfrentamos en el mundo y en nuestro
país, reclaman la capacidad de reunir la inteligencia, la visión y la experiencia
de los más posibles, a fin de encontrar los mejores caminos, las mejores
soluciones.
El
arte de gobernar, descansa especialmente en esa capacidad de articular y
generar las sinergias necesarias para que los consensos y los objetivos comunes
sean posibles.
Para
eso es la política, para eso es la diplomacia.
Y
es un buen signo, que las consultas para el Plan Nacional inicien en nuestra
Cancillería donde se concentra mucho de la experiencia diplomática de México.
El
Plan Nacional será la guía programática de estos seis años y esperemos con una
visión de más largo plazo. Y ya es hora de que el país tome rumbo.
Es
urgente que construyamos desde las prácticas y políticas concretas un sentido
de Nación, objetivos que nos cohesionen y nos hagan sentir el orgullo de ser
parte de una generación, que asumió su responsabilidad en la lucha para superar
la desigualdad y la pobreza para arrinconar a la corrupción y para fortalecer
el Estado de Derecho y de justicia.
Mucho
de nuestra labor diplomática en el mundo ha estado vinculado a personas
destacadas y visionarias, es hora de que de nuestra diplomacia se consolide y
se proyecte más a partir de la fuerza de nuestras instituciones, de nuestra
visión de Estado y de la conjunción de puntos de vista y de aportes de los diversos
sectores.
El
eje temático que hoy nos convoca, es el de la responsabilidad de México en el
mundo, es bueno empezar por preguntarnos, qué entendemos por ser responsables
como Nación en un mundo marcado por una crisis sistémica por la erosión de los
derechos y la democracia.
Cuáles
deben ser nuestras metas, políticas y estrategias en los múltiples campos que
requieren la atención de nuestra política exterior.
En
el proceso de reformas del Sistema de Naciones Unidas y de los organismos
internacionales, cómo ser un actor que fortalezca las alianzas a favor de una
mayor democratización y transparencia en la dinámica multilateral, que amplíe
las voces y redistribuya el poder en la definición de los principales acuerdos
que le den estabilidad, paz y prosperidad al mundo.
En
materia de seguridad y frente a los conflictos que hoy afectan diversas
regiones del planeta, cómo ser un promotor activo y comprometido a favor de la
paz. Ya estamos, como país, jugando un rol destacado en los diálogos para
lograr un mayor control en el comercio de armas, y es una tarea que, sin duda,
podemos llevar a buen término en los siguientes meses.
En
el campo de la economía, cómo ser un país que se destaque por el seguimiento de
los compromisos en el G20, y la búsqueda de una mayor y mejor regulación del
sistema financiero para la estabilidad y reactivación de la economía mundial,
teniendo como centro, la recuperación de empleos y la garantía de la seguridad
alimentaria, y los derechos de la población, en especial, de los más vulnerables.
En
el campo de la cooperación internacional, cómo fortalecer con decisión nuestro
rol como donante y darle clara proyección a nuestra agencia mexicana. Cómo
empezar a despertar entre la ciudadanía en México el sentido de ser cooperantes
a favor de la paz y el desarrollo en otros países que más lo necesitan.
En
las dinámicas regionales en que estamos inmersos, cómo avanzar en la relación
siempre compleja y desafiante con los Estados Unidos.
Cómo
seguir impulsando el proceso de integración latinoamericana y del Caribe,
manteniendo un signo de especial solidaridad con el pueblo hermano de Haití, y
atendiendo de manera más eficaz la realidad de la migración.
Cómo
convertir la relación con la zona del Pacífico en un motor de nuestro
desarrollo económico, como lo acaba de indicar nuestro Secretario de Economía.
Cómo
profundizar nuestros vínculos con Europa, de quien en diversas gestas del país
nos hemos inspirado.
Y
cómo desarrollar una relación de cooperación eficaz con África.
En
el ámbito del desarrollo, cómo ser una voz proactiva que contribuya a articular
mejor la agenda de la lucha contra la pobreza y la desigualdad, hoy, tan
dispersa, a partir de las agendas de desarrollo trabajadas en el G20, en la
actual discusión sobre qué seguirá en dos años más, con las hoy llamadas Metas
del Milenio, y en la agenda que se construyó en la Conferencia de Río+20.
Cómo
tejer mejor la urgente necesidad de crecimiento económico, de inclusión social
y de cuidado de los recursos y la calidad de vida en nuestro planeta. Vamos a
seguir jugando un liderazgo en la lucha contra el cambio climático y trabajando
para que se reúnan los recursos comprometidos para mitigar las emisiones de
carbono y para apoyar a las comunidades más vulnerables para las necesarias
políticas de adaptación.
En
el frente de la defensa, promoción y ampliación de los derechos humanos, cómo
pasar de una lógica que en muchos casos ha sido defensiva a mostrar con el
ejemplo que queremos ser un país notable en el cuidado de la dignidad de las
personas y en el fortalecimiento de los acuerdos, instituciones y mecanismos
internacionales y nacionales, que le den vigor y efectividad al goce de los
derechos humanos en su integralidad, interdependencia y justiciabilidad.
Desde
esa perspectiva de derechos, cómo ser una voz en el concierto internacional que
se destaque en la defensa y promoción de las agendas y demandas que plantean
los movimientos de mujeres, los pueblos indígenas y los diversos sectores de la
población, que sufren los efectos devastadores de la discriminación y la
negación de su dignidad.
México
tiene una historia con páginas brillantes de nuestra diplomacia en el mundo y,
pese a los vaivenes en que a veces hemos navegado, nuestro país es reconocido
por sus aportes al fortalecimiento del multilateralismo y en varias ocasiones a
favor de las mejores causas de la humanidad. Desde esa base podemos hacer más y
mejor.
Por
otro lado, se puede constatar en el mundo una mayor vitalidad en la energía
ciudadana y un mayor interés en los asuntos públicos.
En
nuestro país en particular, está surgiendo una mayor atención de la sociedad
civil a la calidad de nuestra política exterior.
Es
claro, que ahí donde los gobiernos construyen visiones de su papel en el mundo
con su sociedad civil, su academia, sus medios de comunicación, su sector
privado, su imagen se consolida.
Es
de celebrar, también, que en nuestro país los gobiernos de los estados, hayan
decidido involucrarse más activamente en las políticas internacionales.
Esta
suma de consciencias y voluntades, debe fincarse en el respeto a la pluralidad
y en la necesidad de verdaderos espacios de diálogo donde se construya lo
común.
Ahí
donde prevalece la simulación, el atole con el dedo, como gráficamente decimos
en nuestro país, todo lo sólido se desvanece en el aire.
Como
organizaciones de la sociedad civil, nos toca fundamentalmente construir
ciudadanía, afirmar los derechos y contribuir al fortalecimiento y
transparencia de nuestras instituciones. Desde esa vocación, es que buscamos
ampliar los espacios de participación.
México,
en las iniciativas internacionales que le ha tocado presidir ha abierto
espacios y ha contribuido a que otros gobiernos entiendan la importancia del
rol de la sociedad civil.
De
nuestro lado, como organizaciones desde la pluralidad que nos caracteriza,
estamos llamados a construir nuestras posiciones comunes para ganar en
efectividad de nuestra relación con el Gobierno en sus diversos niveles.
Es
claro que el diálogo Gobierno-sociedad civil ha llegado para quedarse. Lo hemos
venido construyendo desde hace largo tiempo y estaremos atentos a los
mecanismos y procedimientos para darle continuidad, luego de esta Consulta.
Que
nuestro país asuma su responsabilidad en el mundo y que lo hagamos de manera
estratégica y comprometida, contribuirá, sin duda, a mejorar nuestros propios
debates internos, a fortalecer nuestra institucionalidad democrática y a
enriquecer nuestra visión sobre nuestro futuro, que junto con la comunidad
internacional, merece ser luminoso y conducido por las sendas de la justicia,
la democracia y el pleno goce de nuestras responsabilidades y derechos.
Hacemos
votos, para que esta Consulta sobre nuestro Plan Nacional de Desarrollo, que
hoy inicia, sea un factor clave más en ese camino.
Muchas
gracias.
-MODERADORA:
En uso de la tribuna, el Presidente del Consejo de Administración de Grupo de
Embotelladoras Unidas, licenciado Juan
Ignacio Gallardo Thurlow.
-LIC.
JUAN IGNACIO GALLARDO THURLOW: Señor Presidente; señores miembros del
presídium; amigos, compañeros, de muchos años y de muchas batallas.
Antes
que nada, quiero felicitarlo por esta convocatoria. Vemos físicamente el enorme
talento que tenemos en nuestro país y la capacidad de construir consensos. Y es
obvio que no puede ser un momento más oportuno para hacerlo.
En
lo personal, quiero agradecer haber sido incorporado en este foro. Realmente,
es un gran privilegio estar aquí, con todos ustedes.
Coincidirán
conmigo que resulta extraordinariamente difícil agregar algo, después de todo
lo que ya se dijo ahorita. En particular, al escuchar a nuestro Secretario de
Economía, nada más iba palomeando, coincido, coincido.
Entonces,
quisiera, simplemente, aprovechar para dar tres o cuatro pequeñas sugerencias
que creo que pueden ser útiles, en este momento.
Primero.
Al valorar lo que hemos logrado en todos estos años, y que es enormemente
importante. También, tenemos que reconocer algo que es vital para todo el
proceso hacia adelante. Y es el hecho, de que nuestra geografía es una ventaja
gigantesca, en términos de lo que está sucediendo en el mundo hacia adelante.
Sí
es cierto, hay otras zonas del mundo que debemos y exploraremos, y
participaremos, y más activamente. Pero no hay duda que el comercio más
importante, es el que se está dando dentro de las regiones de Asia, de
Norteamérica y de Europa, ese comercio intrarregional, el motor de ese comercio
intrarregional, es el motor de la competitividad de cada una de esas regiones.
Y,
México, en particular, tiene la ventaja por lo que ya ha hecho, para ser el
ejecutor clave de esa competitividad de Norteamérica.
Segundo
punto es el hecho de la transformación silenciosa, profunda, enorgullecedora
que ha tenido nuestro país, al pasar de ser un país de una industria más bien
armadora, a ser un país de una industria fabricante. Es una transformación
enorme.
Cuando
ve uno, que de la planta de Nissan, cada 30 segundos sale un automóvil para el
mundo con un 80 por ciento de contenido nacional, lo que eso significa como
cadena de producción es, precisamente, el ejemplo al que se refería nuestro
Secretario, en términos de esta incorporación de cadenas de productividad que
permitan esa presencia en todo el mundo.
Sí
se puede, lo estamos haciendo y es un extraordinario tributo a la calidad de
nuestros trabajadores en México, su capacidad de crecimiento profesional, su
entrega, su imaginación, su compromiso, es algo que nos debe de enorgullecer a
todos. Es realidad y se está dando.
Es
obvio, los números ya se comentaron y es obvio el número de accesos logrados en
todas estas negociaciones.
Lo
que tenemos que hacer, qué es.
Uno.
Modernizar. Ya se mencionaba el tema del TLC que ya es mayor de edad, es
cierto.
Cualquier
documento que nosotros leamos 20 años después de haberlo firmado puedo
asegurarles que se nos ocurrirán cosas buenas para mejorarlo, para hacerlo más
eficiente, no hay duda.
De
hecho, existe una Comisión Intersecretarial que seguramente se abocará a eso y
el tema de competitividad de Norteamérica, gira alrededor de hacer más
eficiente el documento original.
Hay
cosas como, por ejemplo, las reglas de origen y la forma de comprobarlas, que
claro, entendiendo las suspicacias del momento cuando se construyeron,
requirieron de una serie de documentación que hoy se antoja excesiva.
Lo
mismo se aplica a la velocidad de los esquemas de solución de controversias y
otras cosas. No entro en más detalle, es modernizable y debe de ser una de las
cosas que debemos de hacer, sin que esto signifique y quiero ser muy claro, de
ninguna manera el reabrir una negociación, es importantísimo, simplemente
modernizar lo que ya tenemos.
Segundo.
En el caso del TPP y ya se decía con toda razón, es un mundo que tenemos que
saber explorar, la distancia, los idiomas, las costumbres, la logística lo
hacen, particularmente, retador, pero no significa que no debamos de estar y
ahí estaremos.
El
único foco amarillo en todo ese tema, es cuidar mucho que nuestras reglas de
origen, lo ganado durante NAFTA, no se nos deteriore en las negociaciones,
porque nuestra posición de acceso al mercado de Norteamérica, es profundamente
envidiada por esa zona del mundo. Y tenemos que ser muy cuidadosos en ese
sentido. Sé que lo tienen claro en el proceso, pero es algo muy interesante.
En
el tema de Europa, se batalló muchísimo, muchísimo para lograr espacios, particularmente,
para productos del campo mexicano. Esos espacios, esas cuotas que se lograron,
12 años después no se han aprovechado ni en una tercera parte.
Tenemos
que aprender a aprovechar, y no es, es una combinación de factores lo que ha
hecho que eso suceda, obvio, distancia, idioma, la comodidad de que es más
fácil mandarlo al Norte.
Pero,
también, un sinnúmero de mañas que se tienen allá que hacen extraordinariamente
difícil el acceso, y donde tenemos que saber acompañar a nuestros productores
para ayudarles a sortear ese mundo tan complejo de acceso, que suena fácil en
términos del arancel y de la papelería, en la práctica lógica de llegar, es
mucho más difícil. Y ahí tenemos que ayudar.
Y
en el caso de Europa, también, con esta iniciativa reciente de parte de Estados
Unidos, de hacer ellos ahora su Tratado de Libre Comercio con Europa, se
antoja, que vale la pena explorar, definitivamente la posibilidad de que ese
tratado no sea un tratado de Estados Unidos con Europa, sino que sea un tratado
de TLC con Europa.
Los
canadienses están a punto de lograr el propio, por qué no nosotros sumarnos, y
nos permite, obviamente, fortalecer nuestra posición competitiva frente al
mercado europeo, y como decía el Secretario, darle más elementos de
competitividad a nuestros propios productores, pero, también, nos permite
fortalecer nuestra posición estratégica en Norteamérica para ser el eje
productivo y de competitividad de Norteamérica. Entonces, creo que es algo que
vale la pena que se explore.
Y
luego, muy recientemente, se dio una iniciativa por un canadiense que me
pareció, y lo comentaba con Jorge hace un momento, algo particularmente
interesante. Sé que cuando empezamos el tema del TLC, hace veinte y tantos
años, eso hubiera sido parte de una ambición del momento, pero no era posible.
Pero
el hecho de que se pueda lograr esa movilidad de la fuerza de trabajo en todo
Norteamérica, y que el tema ya no sea nacionalidad, y que hoy sea el momento
oportuno de tratar de lograr eso, por toda una serie de factores geopolíticos
que están sucediendo, ciertamente, creo que es algo que vale la pena explorar.
Finalmente,
en el cómo adicional, yo creo que el Secretario mencionó algo ahorita
enormemente importante.
Cuando
nosotros hicimos inicialmente lo que se llamaron las monografías, y aquí en
este cuarto hay muchísimos que participaron en ese trabajo hace 20 años, al
analizar la oportunidad de Norteamérica, todos, cada uno en nuestra actividad,
dijimos: Sí, pero necesitamos para nuestra actividad esta serie de soluciones que
le quiten los cuellos de botella, que faciliten nuestra marcha hacia la
competitividad, etcétera, etcétera, de cada uno.
Es
conocido lo que se necesita, no se trata de regresar al proteccionismo, no se
trata de violar las reglas del comercio, se trata de identificar puntualmente y
comprometer a los sectores a hacer las inversiones que requieren en su proceso.
Este
tema sí se puede, yo soy testigo, los últimos tres años hemos atravesado por un
tema de construcción de competitividad de la industria azucarera, un tema
particularmente complejo como es ampliamente sabido y donde se ha aterrizado
claramente una solución operativa que permite que esa industria rezagada llegue
a ser competitiva dentro de la zona de Norteamérica; o sea, sí se puede.
Finalmente,
dos, tres comentarios.
Uno.
Felicitar que se haya retomado el rumbo del Consejo Asesor, creo que ese
Consejo Asesor incluyente con la experiencia y con el compromiso, y la
periodicidad que se tiene va a permitir realmente que la construcción
permanente de consensos sobre todos estos temas.
Segundo.
Es el aprovechamiento de nuestras Embajadas, señor Canciller, la verdad es que
se habla mucho que las regiones, una región está mejor que otra, que si crece,
no crece, etcétera, no son las regiones las que compran, las que compran son
las empresas y las empresas en esas regiones están muy sanas y con tiros de
precisión por cada Embajada, podemos ubicar perfectamente, quiénes son los
jugadores claves que nos pueden interesar y aprovechando, como se hizo muy
puntualmente en el caso de Francia en los últimos dos años, aprovechar muy
puntualmente que esos jugadores, ese interés para resolver problemas de todos
los demás sin ser incluyentes.
Sí
se puede, las Embajadas, aparte de su estructura profesional, cuentan con algo valiosísimo
que no tenemos el resto, que es el derecho de picaporte, y utilizar bien ese
derecho de picaporte, con tiros de precisión es algo que yo creo que puede ser
valiosísimo.
Finalmente,
desde el punto de vista del sector privado, yo estoy seguro que sabremos actuar
dentro de todo esto, con la seriedad, con la responsabilidad, con el compromiso
que siempre hemos demostrado y con una sola voz.
Realmente,
señor Presidente, tenemos el rumbo, tenemos la experiencia, tenemos las ganas y
tenemos el liderazgo.
Estoy
seguro que vamos a tener muchísimo éxito.
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